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MUNDO

Disturbios a la francesa

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Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //

Francia, es uno de los países que más ha influido en el mundo occidental. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad dieron origen a la revolución francesa en 1789, este acontecimiento fue el parteaguas para que otras naciones secundaran el fin de las monarquías absolutas, además, muchos de sus preceptos fueron la base para que decenas de países reconocieran la existencia de derechos humanos en todos sus ciudadanos.

Después de la revolución, pasaron décadas de inestabilidad. Casi por un centenar de años aquel país tuvo que vivir entre ideas imperialistas, dominios de diversos grupos y cuatro institucionalizaciones de la república para que la democracia se asentara.

Durante la primera mitad del siglo pasado, se dieron las guerras mundiales, en ellas, el país galo se colocó del lado de los vencedores, finalmente, en 1959 se instaló la quinta y última república cuando Charles De Gaulle llegó a la presidencia en medio de amenazas de guerra civil. Este brevísimo recuento nos hace ver lo complejo que ha sido mantener la estabilidad del país.

En Francia, las marchas y la exigencia de derechos son algo del día a día; esto ha llevado a los ciudadanos a obtener mayores derechos laborales y libertades que en otros países. Sin embargo, ese ánimo de lucha y de defensa ciudadana, alentada por diversos intereses y sucesos los ha llevado recientemente a la crisis social.

La muerte de un joven de ascendencia africana provocada por el disparo de un policía, luego de que el joven se negara a detener su auto ante la indicación del oficial, llevó al estallamiento de manifestaciones violentas en buena parte del país. En medio de las protestas se han dañado más de 400 edificios públicos entre escuelas, comisarías y alcaldías, además, se han vandalizado más de 2,000 vehículos, algunos de ellos han sido quemados. El saldo hasta el viernes pasado era de más de 900 detenidos y alrededor de 250 policías heridos.

Los ataques en diversas ciudades han provocado que el presidente Emmanuel Macron ordene el despliegue de más de 40,000 mil elementos de seguridad en toda Francia, que se decrete toque de queda en algunas ciudades y que los partidos políticos de derecha exijan que se declare un estado de emergencia en aquel país. Muy grave situación.

Las declaraciones de Macron han sido contundentes y llaman a la reflexión. Como primer punto, pide que el acontecimiento no se juzgue como un crimen de estado o como la prueba de que el gobierno francés actúa de forma racista, menciona que el suceso es un hecho aislado de una mala conducta de un oficial de la policía, el cual ya está siendo procesado por homicidio.

El segundo punto involucra a padres de familia y los llama a mantener a los adolescentes en casa, pues un informe de la policía muestra que un tercio de los 900 detenidos son menores de edad, además, estos suelen ser los más reactivos. “Corresponde a padres mantenerlos en el domicilio. Llamo al sentido de responsabilidad de madres y padres de familia, el papel de la república no es ocupar su lugar.”

Finalmente, ha mencionado que pedirá el apoyo a las empresas que manejan redes sociales, pues los actos de vandalismo y saqueo se han organizado principalmente por medio de Telegram y Snapchat: “Las redes sociales tienen un papel considerable, las redes nos deben ayudar a identificar a quienes hacen llamamientos al desorden o violencia”

Cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar. Viendo la situación francesa, notaremos que la violencia y las omisiones de la autoridad son el caldo de cultivo para una crisis social y notaremos que nuestra sociedad es mucho más violenta que la del país europeo. ¡Aguas!

En segundo lugar, llama la atención que, en Francia, los saqueos, allanamientos y daño a los edificios públicos se han dado principalmente por adolescentes que se organizan en redes sociales que normalmente no son utilizadas por generaciones mayores. ¿Sabemos cómo se comunican y que actividades realizan los adolescentes mexicanos en redes sociales? Seguramente no.

Macron ha sido claro: El Estado no puede sustituir a la familia. Cuidemos el núcleo familiar para cuidar a la sociedad, los buenos ciudadanos se crían en casa.

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JALISCO

Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

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– Por Mario Ávila

El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.

Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.

Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.

Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.

Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.

La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.

Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org

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CARTÓN POLÍTICO

Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

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Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

LAS CINCO PRINCIPALES:

Los retos de Mirza Flores como líder de MC: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco

95 aniversario del natalicio de Porfirio Cortés Silva: Deja legado de política, amistad y generosidad

La disputa del agua entre Jalisco y Guanajuato: Debe ser un reparto justo, no uno político, Arturo Gleason

La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III

 

 

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MUNDO

La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

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– Actualidad, por Alberto Gómez R.

(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.

Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.

El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.

En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.

Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.

Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.

LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL

Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).

Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.

El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.

Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).

El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.

El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.

ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA

Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.

Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.

La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.

Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).

Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.

EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO

La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.

El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.

El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».

La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.

Continuará…

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