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MUNDO

China avanza en control cibernético: Trump casi muere, Biden solo Dios sabe…

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

La AI es el centro de la estrategia de educación e influencia de China para su pueblo y para el mundo. En el tercer pleno del partido comunista en China encabezado por su líder Xi Jinping fue claro en utilizar a la AI para difundir y educar a las nuevas generaciones sobre las bondades del comunismo tipo China. Así las cosas, mientras en occidente nos peleamos por pronombres, por detentar el poder con mentiras en China utilizan el poder para educar en la lealtad a la política de Estado.

La ventaja de este sistema es que llega al mundo de forma instantánea, es muy fácil de operar y claro si uno tiene las herramientas suficientes puede convencer a las masas de que lo que le dicen en TikTok o en otras plataformas es la verdad absoluta.

China se asegura de que sus jóvenes amen al comunismo y vean que Occidente y sus valores como la libertad y la democracia están sobrevaluados. Lo interesante es que en occidente los jóvenes empiecen a pensar lo mismo. Con las herramientas de la AI que ya han sido utilizadas por grandes empresas occidentales para influir en elecciones de sus propios países, China sabe que el terreno está sembrado y ellos solo deben aprovechar la oportunidad.

Claro que la economía de China está sufriendo por diversas razones, al grado que varios bancos importantes han cerrado y algunos empresarios han bajado el ritmo de su inversión y producción.

Ojo, la desaceleración de China se ha venido anunciando y padeciendo por más de una década en la que suben y bajan, pero aun así su crecimiento es de muy buen tamaño en comparación con occidente. En el segundo trimestre del 2024 China creció 4.7% lo que, para nuestra pena, es muy superior a la mayoría de las naciones occidentales. Pero China lleva al menos, 4 años apostando a la educación con la AI como tutorial de alumnos, lo que ha sido un éxito. Se reportan jóvenes que eran pésimos en matemáticas y que lograron superar con buenas notas sus exámenes de secundaria y prepa después de un par de meses de ser apoyados por esa tecnología.

El uso de la AI será también para bajar los costos en otros sectores como la seguridad y la educación presencial. Pero lo más importante es que el gobierno de China se ha puesto como meta usar esta tecnología para difundir en todo el mundo su modelo de modernización y gobierno eficiente. Es interesante que, durante el pleno del partido comunista, además de cambios en posiciones importantes y de anuncios para la lucha en contra de la corrupción, no faltó una foto alterada con AI que dio la vuelta al mundo como noticia diciendo que Xi había tenido un derrame cerebral. Es decir que el mundo fue engañado -por alguien-, pero eso ayudó a no poner atención a la orden de Xi de utilizar esa tecnología en la promoción del comunismo dirigida a los niños y jóvenes de China y del mundo.

Para muestra un botón. El viernes hubo una parálisis mundial de sistemas de todo tipo de servicios y empresas. Una empresa CrowdStrike software tuvo un problema de software y eso paralizó a 300 de las 500 empresas más grandes del mundo. Una actualización automática del software causó una emergencia en casi todos los países de Europa y América incluyendo hospitales, aeropuertos y otros servicios básicos. La empresa ha dicho que fue un error, pero si un error de uno o dos programadores puede causar este daño sin querer ¿qué puede causar una AI dirigida?

Mientras tanto EUA sigue con sus problemas internos. El sábado antepasado un joven de 20 años disparó en 8 ocasiones un rifle de alto poder en contra del candidato Donald Trump. Uno de esos disparos dio en la oreja del candidato, otro pegó en la cabeza de un asistente al que mató en el acto, otros dos pegaron en el cuello y en el cuerpo de dos asistentes quienes están en estado grave a dos semanas del ataque. 

Algunos líderes empresariales de izquierda y de medios no quieren que Trump regrese aludiendo que la gente que vota por él es un catálogo de los peores vicios, es decir el 50% de los ciudadanos de ese país.

Esta idea de que Trump es Hitler naturalmente ayuda a que personas o grupos decidan salvar al mundo y evitar a como dé lugar que la prole lo elija. Lamentablemente Trump no ayuda a su causa y aunque su mensaje de toma de protesta como candidato oficial el pasado día jueves fue medio centrado, su reputación y en especial su selección de compañero de fórmula no ayudan porque en lugar de escoger alguien que le ayudará a balancear la propuesta eligió como compañero a la Vicepresidencia a un senador de Ohio quien hace un par de años era su contrario pero que a final de cuentas representa en su caso, a un sector popular que de cualquier forma votaría por Trump.

Si Biden se mantiene como candidato, seguramente Donald será presidente. Pero si Biden es sustituido por Kamala, esto podría ponerlo en aprietos, en especial porque le pesará como ancla el haber escogido a un candidato para vice presidente que no le suma nada.

Regresamos al 2020 cuando la victoria era de Trump para perderla y su selección de compañero de fórmula puede que haya sido una apuesta muy mala. Insisto en que el senador tiene sus méritos, pero nada que no pudieran sumar otros de los aspirantes que pudo escoger como la gobernadora de Dakota del Sur, la ex congresista Demócrata de Hawai quien renunció a su partido, el senador de color Cotton de Carolina del Sur o el senador Rubio de Florida todos, estos con buenas credenciales y que sumarian a mujeres, minorías o independientes.

Trump escoge a Vance porque es cercano a los sindicatos de estados tradicionalmente Demócratas, lo escoge porque es de un grupo que en el 2016 y en el 2020 no lo apoyó y claro porque en estos dos años el senador Vance se convierte en el más joven en la historia de ese partido y puede hablar con los católicos, que Trump no tiene de su lado.

Como dije, todas esas virtudes las tenían varios de los otros, pero los otros podrían decir que eran famosos y aspirantes a la presidencia sin Trump. Vance le deberá a él su ascenso acelerado como lo fue en su momento el ascenso de Obama producto del senador Schumer y de la congresista Pelosi.

Por otro lado, el fin de semana el presidente Biden dejó de hacer campaña porque le dio Covid19 por tercera vez y tuvo que irse de regreso a su casa de descanso. Se le vio caminando muy cansado, pero sin usar máscara en ningún momento.

Lo anterior reanimó los llamados para su renuncia porque su aspecto era terriblemente cansado al subir y bajar los 10 escalones de su avión. Biden sigue teniendo problemas para mantenerse como candidato incluso para mantenerse como presidente y para cuando esta columna salga podría ser que ya lo hayan obligado a renunciar a la candidatura del 2024 que ganó hace un par de meses.

Biden y su círculo cercano alegan con razón que recientemente fue electo para ser candidato en esta elección, con votos y dinero de millones de sus seguidores del Partido Demócrata, dinero que no necesariamente podrían usar otros aspirantes salvo Kamala quien es su compañera de fórmula. Sus críticos dentro del Partido Demócrata aseguran que ya no puede ganar porque después del debate tan malo y de que la población de EUA ha visto sus constantes errores y falta de memoria durante las últimas tres semanas.

Joe ya no garantiza los intereses de la cargada que lo apoyó a ganar en una campaña del 2020 en la que Trump era el centro y Biden estaba casi en su casa por las medidas del Covid19. Por eso y porque sus números van en caída, ahora se han volcado en su contra desde muchos de los mega-millonarios que pagan las campañas Demócratas como la familia Disney, vacas sagradas como Obama, famosos como George Clooney y hasta las cadenas de televisión como CNN, MSNBC, ABC y hasta el New York Times quienes llevan tres semanas sacando filtraciones en su contra.

Hasta el dueño de Facebook, quien donó 200 millones de dólares en el 2020 a Biden ha dicho que no apoyará en este año y que ahora entiende a los que apoyan a Trump. De hecho, los únicos dos días que no hubo campaña interna en contra de Joe B. fueron el sábado y el domingo días en que las noticias, las abarrotó el asunto del Atentado vs Trump.

Biden inició como Senador en la era en la que Jimmy Carter ganaba la presidencia, de hecho, Carter fue presidente únicamente por 4 años -1976 al 1982- porque una severa crisis económica y varios problemas mundiales lo llevaron a perder en contra de Ronald Reagan. En cierto sentido es interesante que el nacimiento de la era en la que Biden llegó al poder sea casi idéntica a los problemas de la era en la que su carrera política podría concluir siendo forzado a renunciar a la candidatura y presidencia que buscó por años y que finalmente consiguió en el 2020.

En 2020 Covid19 fue la gota que derramó el vaso vs Trump. Hoy podría ser que el Covid19 sea el pretexto que permita a los que hace 20 días apoyaban a Biden, darle una salida decorosa y elevar en su lugar a alguien que tenga más oportunidad de ganarle a Trump.

La democracia parece no estar de moda. Es interesante cómo se maneja la información y se utiliza el nombre de la democracia, de la salud o de la seguridad nacional para manipular voluntades de gente por lo general inocente. Ya sabemos lo que se dice de Trump. Pero recordemos que se empezó a decir cuando decidió ser candidato por el Partido Republicano, aunque días antes era amado por la prensa y las televisoras. Ahora vemos lo que los aliados de Biden filtran de él en medios mundiales y la defensa de Joe suena similar a la de Trump.

Ambos se quejan de que élites desean sustituir la voluntad de los electores. Pero ¿qué cambió? ¿Es posible que en 3 semanas Biden haya perdido su capacidad y encanto? o será que al ser público lo que antes era secreto a voces ya no es sostenible y por eso los que ayer le aplaudían y ocultaron su condición, hoy piden su salida para no perder el poder.

Robert Kennedy fue prácticamente expulsado del Partido Demócrata y denostado en medios por querer competir con Joe advirtiendo que estaba muy débil para seguir. Es igualmente interesante que se haya pedido quitar a Trump y a Kennedy de la boleta de varios estados para salvar la democracia. Ahora que tienen a Joe que es el candidato que apoyaron, quieren que se baje y designar a otro u otros cambiando las reglas del juego y no por medio de una elección abierta.

Los grupos que pedían que Trump fuera encarcelado y alababan a Joe ahora piden que se baje ante un mundo que escucha y en muchos casos les sigue la corriente. Porque para salvar la democracia nada mejor que evitar que los candidatos sean electos por procesos claros. En China gobierna Xi Jinping y ¿en Estadoa Unidos?

La desinformación para controlar al pueblo o elecciones se usa desde China hasta Europa, Canadá y hasta EUA tratando de pasar leyes o reglamentos que obliguen a las empresas de redes sociales a censurar o manipular los mensajes de los usuarios sin avisar a los mismos. Esto en conjunto con la AI será la nueva forma en la que los poderosos o los Estados puedan moldear el discurso político sin que los consumidores de dichos mensajes lo sepan. Y para todos aquellos que ven a Hitler en todos lados, él sentiría envidia de lo que hoy sus críticos pueden hacer sin que la gente se dé cuenta.

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MUNDO

Semana histórica en México y en el mundo

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Opinión, por Miguel Anaya //

El mundo es una tragedia para aquellos que sienten, pero una comedia para aquellos que piensan”, Horace Walpole.

Tal vez la velocidad del día a día no nos da para poner en su justa dimensión la semana histórica que acabamos de vivir, tanto en México como en el mundo han acontecido una serie de hechos que de una u otra manera cambiarán al mundo.

En el plano internacional dos sucesos llamaron la atención iniciando con el primer el debate presidencial estadounidense (que seguramente será el único) entre el expresidente y candidato republicano Donald Trump y la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris que arrojó un resultado positivo para esta última, dejando ver que la nación más poderosa del mundo podría tener a su primera mujer presidenta.

Estados Unidos se enfrentará en tan solo mes y medio a una elección importantísima en la que se define volver a la política proteccionista y conservadora de Trump o mantener la política social y globalista que representan los demócratas. El debate posicionó muy bien a Harris que comenzó una campaña cuesta arriba después del pobre desempeño como candidato del presidente Biden. Hoy, las alarmas en el equipo de Trump suenan fuerte pues parece que Kamala le está comiendo el mandado y como dice el viejo refrán: Caballo que alcanza gana.

Mientras Estados Unidos sigue sumergido en su proceso electoral, las tensiones en Europa del Este siguen escalando, tan es así que hace unos días el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que si Occidente autoriza a Ucrania a emplear su armamento de largo alcance contra el territorio de Rusia esto significaría la guerra con la OTAN, esta amenaza no debe tomarse como algo menor.

Si escala la tensión en Europa, esto significaría involucrar de manera directa a los países como Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania, etc. y consecuentemente China, Corea y hasta los países árabes tendrían que tomar partido, esto supondría un conflicto internacional de terribles proporciones por lo que habrá que estar atentos al tema.

Aterrizando en México, habrá que lamentar los tristes sucesos de Sinaloa donde, a partir de la detención de uno de los líderes importantes de la mafia, se han desatado disputas que han durado días en el estado norteño, en la mismas han muerto civiles, soldados y delincuentes. La acción de las autoridades deja mucho que desear pues la escalada de violencia ha causado daño en la infraestructura, en la economía y por supuesto en el modo de vida de la sociedad sinaloense.

Por si esto fuera poco, la reciente aprobación de la reforma judicial ha conmocionado al país, pues además del contenido de la misma que preocupa a parte de la población y a los entes económicos locales e internacionales, la forma de llevarla a cabo ha levantado más dudas que certezas, pues la aprobación “fast track” ha impedido una discusión profunda del tema y ha evitado que expertos puedan dar su manita de gato a la misma.

El voto decisivo vino de los Yunes, políticos veracruzanos que anteriormente fueron señalados por hechos de corrupción por la actual administración y que hoy para un sector importante de mexicanos representan la imagen de la traición y el descaro; para otros representaron el fiel de la balanza que redimió lo mandado por el pueblo. La batalla discursiva e ideológica le pega al peso y a la inflación que comienzan a tambalear la estabilidad económica del país.

Al final, en el tema del análisis político los sucesos pueden representar una comedia o una tragedia según el cristal con que se miren. Pero más allá de admirar la puesta en escena, no se puede ser omiso ante los acontecimientos que dan rumbo a la realidad, es necesario ser parte del reparto y participar de los hechos que están modificando de la realidad actual, porque nos guste o no habrá que recordar que tanto la acción como la omisión tienen su repercusión.

 

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MUNDO

El poder de las redes: Revolución digital, la nueva arma política

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A título personal, por Armando Morquecho Camacho //

La historia de la humanidad ha sido escrita a través de la comunicación. Desde los primeros garabatos en las cuevas hasta las imprentas de Gutenberg, la evolución de la comunicación ha sido un catalizador de cambios sociales, culturales y políticos. Cada vez que la tecnología ha ampliado nuestra capacidad para intercambiar información, hemos presenciado una transformación significativa en las dinámicas de poder.

Los primeros pergaminos del conocimiento, restringidos a las élites intelectuales, dieron paso a la imprenta, que democratizó el acceso a las ideas y fue la chispa que encendió revoluciones. Hoy, en plena era digital, la comunicación ha dejado de ser una herramienta exclusiva de las élites para convertirse en un arma poderosa en manos de cualquier individuo con un teléfono inteligente. Pero, al igual que cualquier arma, su uso puede ser tanto constructivo como destructivo, y en México, ha reconfigurado la forma en que se toman las decisiones políticas.

Las redes sociales se han erigido como la nueva plaza pública, donde ciudadanos, activistas y políticos convergen en un incesante intercambio de ideas, propuestas y, en muchas ocasiones, desinformación. La idea romántica de una conversación pública abierta y democrática, que originalmente impulsaba la internet, ha sido parcialmente distorsionada.

Aunque las plataformas digitales han permitido que más voces se expresen, también han introducido una nueva clase de monopolio: el de los algoritmos que dictan qué mensajes son visibles y cuáles son ignorados.

La política en México no ha quedado al margen de esta revolución comunicativa. De hecho, ha sido profundamente impactada por la inmediatez y accesibilidad de las redes sociales. Hoy, un «like» o un retuit puede tener más peso en la toma de decisiones que una encuesta de opinión o un estudio técnico. Los políticos, conscientes del poder que tienen las redes para modelar la opinión pública, han ajustado sus estrategias para gobernar en función de la popularidad digital.

En este contexto, la figura del político tradicional, con discursos largos y decisiones basadas en deliberaciones profundas, ha sido reemplazada por la del político-influencer, cuya prioridad no siempre es el análisis técnico de los problemas, sino la construcción de una imagen atractiva.

Esta tendencia es análoga a la forma en que los antiguos emperadores romanos ofrecían pan y circo para distraer al pueblo de los problemas estructurales del Imperio. Hoy, el «circo» está en los videos virales, los memes y las respuestas rápidas a las crisis que explotan en las plataformas digitales. El problema radica en que esta política basada en el «engagement» puede ser volátil y poco efectiva para resolver los problemas de fondo.

El acceso a la información se ha democratizado, pero con ello también ha nacido un fenómeno inquietante: la cámara de eco. Los algoritmos en redes sociales, diseñados para maximizar la atención del usuario, refuerzan los sesgos y rodean a las personas de contenido que confirma sus creencias. Esto ha fragmentado la opinión pública en burbujas, donde la verdad se distorsiona y la polarización se agudiza. En México, esto ha generado una atmósfera donde el diálogo político real, basado en la confrontación de ideas y en la búsqueda de soluciones comunes, se ve reemplazado por confrontaciones entre «tribus» digitales.

La dinámica de las redes sociales ha polarizado la política mexicana, haciendo que las decisiones se tomen más por presión popular inmediata que por análisis técnicos o consensos a largo plazo, esto a tal grado que los debates no se limiten a las cámaras legislativas, sino que se libran también en Twitter y Facebook, donde la presión de los trending topics y las narrativas virales obligan a los políticos a adaptar sus discursos en tiempo real. Como gladiadores modernos en la arena digital, los líderes deben ajustar sus estrategias para mantener el favor del público, aunque esto signifique sacrificar la profundidad de sus decisiones.

El populismo ha encontrado terreno fértil en la era de la comunicación digital. Las redes sociales permiten a los líderes populistas construir narrativas simplistas y emocionales que se propagan como un incendio forestal. Los problemas complejos se reducen a eslóganes, y las soluciones a cuestiones profundas se venden como si fueran productos de consumo inmediato. En México, el discurso populista ha capitalizado la inmediatez de las plataformas digitales, permitiendo que los líderes tomen decisiones más reactivas que estratégicas.

Este fenómeno recuerda a los vendedores ambulantes de la antigua Grecia, quienes ofrecían remedios milagrosos para cualquier mal. En el espacio digital, el remedio milagroso viene en forma de una política rápida, diseñada más para satisfacer la demanda inmediata de los usuarios que para abordar los problemas estructurales de fondo. Las decisiones impulsadas por el populismo digital pueden ser eficaces a corto plazo, pero a menudo carecen de la sustentabilidad que requiere un cambio profundo.

Aunque la comunicación se ha democratizado, es importante recordar que ahora nuevos actores controlan el flujo de información. Plataformas como Facebook, Twitter y Google tienen un poder inmenso sobre qué contenido llega a los usuarios y cómo se organiza el debate público. Este nuevo monopolio digital no es necesariamente más transparente que los viejos monopolios mediáticos. De hecho, su influencia puede ser incluso más sutil y difícil de contrarrestar, ya que los algoritmos detrás de las plataformas son opacos y su funcionamiento está lejos del escrutinio público.

La comunicación es y ha sido siempre un arma poderosa. Hoy, más que nunca, las decisiones políticas en México están moldeadas por la forma en que se intercambia la información en la arena digital. Si bien la democratización de la comunicación ha permitido la aparición de nuevas voces, también ha traído consigo nuevos desafíos. La política ha sido transformada por las dinámicas de las redes sociales, y con ello, las decisiones se han vuelto más reactivas, polarizadas y, en muchos casos, superficiales.

Es responsabilidad tanto de los ciudadanos como de los líderes políticos aprender a navegar este nuevo ecosistema de información con sabiduría y cautela, buscando siempre el equilibrio entre la inmediatez y la profundidad. Solo así podremos asegurarnos de que la política siga siendo una herramienta de cambio verdadero, y no solo un espectáculo efímero para la aprobación instantánea del público digital.

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MUNDO

¿Política pública o eslogan de campaña? «El marketing en la transparencia»

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Opinión, por Alejandro Verduzco Mendoza //

El 2024 ha sido un año de muchos acontecimientos en nuestro país y a nivel global, pero si hablamos de política y de campañas electorales podemos comentar lo acontecido en el proceso electoral del 2 de junio en México, donde los electores en su mayoría eligieron a la primera presidenta, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.

Consumando un hecho histórico, donde gobernará una mujer la silla de Palacio Nacional, con más de 35 millones de votos, lo cual representa el 59 % de la votación, y que en días pasados ratificó dicho triunfo la Sala Superior del Tribunal Electoral Federal por el periodo del 2024 al 2030.

En dicho proceso pudimos apreciar que la campaña de Morena estuvo integrada por mensajes estratégicos a través de discursos, eslóganes de campaña, propaganda política, debates, en mítines y medios de comunicación en general, que fueron utilizados y lanzados como petardos a los electores para persuadir y mantener su posicionamiento de marca, como lo consiguió el presidente López Obrador en su campaña y gobierno, para seguir posicionando su ideología política: “No puede haber gobierno rico, con pueblo pobre”; “No le vamos a fallar al pueblo de México”; “No más corrupción en la construcción del país”; “Vamos bien, vamos avanzando”; “Por el bien de todos, primero los pobres”; y “Somos el gobierno más transparente de la historia”, entre otros.

Así mismo, en la elección de gobernador en el estado de Jalisco, que se celebró simultáneamente con las elecciones federales, el partido Morena logró posiciones significativas en alcaldías, diputaciones locales y federales, además de dos curules en el Senado por el estado. Sin embargo, el virtual ganador de la gubernatura fue Jesús Pablo Lemus Navarro, candidato del partido Movimiento Ciudadano.

Durante el proceso nos percatamos como los distintos cuartos de guerra de los candidatos (war room o sala situacional) desarrollaban diversas estrategias al calor de la contienda, donde el gobernador vencedor, según el órgano electoral de Jalisco, Pablo Lemus, se describía en campaña como un jalisciense que disfruta su trabajo, con su eslogan “Porque de buenas es mejor”; destacando que así lo hizo en el municipio de Zapopan y en Guadalajara cuando fue presidente municipal, con buenos resultados y buenos gobiernos, comprometiéndose en campaña que en su gobierno van a trabajar de cerquita con la gente, escuchando, resolviendo los problemas sociales, y que, integrará los mejores perfiles para su administración, anteponiendo un gobierno transparente, con rendición de cuentas y con una ética pública.

Durante la campaña en Jalisco y en todas las entidades, la bandera de la transparencia, rendición de cuentas y el combate a la corrupción; pareciera que era un eslogan de campaña, una mención en los mensajes estratégicos de trámite, más que de una verdadera política pública.

Es importante señalar que la elección a gobernador en Jalisco fue impugnada por el partido Morena y su coalición, por supuestas irregularidades en el proceso, y fue el 12 de agosto que el Tribunal Electoral de Jalisco ratificó el triunfo del candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Jesús Pablo Lemus Navarro, quien obtuvo una votación a favor de un millón 626 mil 789 votos, lo que representa el 44.25 % del total; seguido de la coalición Sigamos Haciendo Historia por Jalisco con un millón 440 mil 024, el 39.17 %. La diferencia entre uno y otro candidato fue de 186 mil 765 votos, lo que representó el 5.08 %. Esta diferencia porcentual fue el argumento por el cual el tribunal determinó la imposibilidad de ordenar la repetición de la elección en Jalisco.

Por otro lado, en un contexto similar, pero en otra región de América Latina, tenemos los recientes acontecimientos relacionados con la elección presidencial en Venezuela. El 28 de julio, el presidente Nicolás Maduro se proclamó ganador, lo que significaría un tercer mandato, avalado por las autoridades electorales venezolanas.

Por su parte, el líder de la oposición, Edmundo González, y María Corina Machado publicaron en Internet que, según los datos recopilados por el frente opositor, con 24,532 actas computadas (equivalentes al 81.7 % del total), ellos tendrían la victoria con un amplio margen: el 67 % de los votos a favor, frente al 30 % obtenido por Nicolás Maduro. Esta cifra contrastó ampliamente con la información oficial del Consejo Nacional Electoral.

Cabe resaltar que en Venezuela se vivió una jornada electoral marcada por la incertidumbre, la represión y las amenazas, además de una notable falta de transparencia en los cómputos y en los resultados presentados públicamente, tanto por el órgano electoral como por el presidente Maduro. Este proceso, carente de claridad, ha creado un descontento generalizado en el país y ha provocado reacciones a nivel internacional, con pronunciamientos de líderes de otros países y de la propia Organización de los Estados Americanos (OEA).

Asimismo, este año, el 4 de noviembre, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, una contienda caracterizada por numerosos incidentes en la carrera hacia la Casa Blanca, como es bien sabido, el presidente Biden inició su campaña como candidato del Partido Demócrata con la firme intención de asegurar un segundo mandato, enfrentándose al candidato republicano, el expresidente Trump.

Sin embargo, todo cambió cuando la campaña de Biden comenzó a enfrentar dificultades. El 13 de julio, durante un mitin en Butler, Pensilvania, el candidato Trump sufrió un atentado, en el que murieron dos personas, incluido el presunto agresor, y varias más resultaron heridas. Este ataque desató el pánico y reavivó los temores de asesinatos y atentados en Estados Unidos.

Por irónico que parezca, la bala que iba dirigida a Trump le pegó a Biden, pues el candidato republicano no solamente salió con vida, sino que además resultó empoderado y mejoró su posicionamiento entre los electores. Este hecho dejó al candidato demócrata navegando a la deriva durante las horas y días siguientes, hasta que, una semana después del incidente en Pensilvania, anunció que se bajaba de la candidatura, y propuso a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora, misma que fue elegida en la Convención Nacional Demócrata para disputar la elección contra Donald Trump; contienda, en la que dicho sea de paso, no está nada decidido.

Los 3 candidatos, Biden, Trump y Kamala, en su momento, han realizado ataques y señalamientos, utilizando como bandera la “transparencia”, dado el impacto global que esta tiene en el discurso actual. Desde luego, los candidatos han hablado de fortalecer la rendición de cuentas y el combate a la corrupción.

En este contexto, considero necesario citar la definición de “política pública” de Luis Aguilar Villanueva, un referente en materia de gobernanza y administración pública, como el: “Proceso que incluye la identificación del problema, la formulación de soluciones, la implementación de estrategias y la evaluación de resultados”. En el entendido de que el concepto de la transparencia más que un eslogan de campaña electoral, debería ser una verdadera política pública.

Las políticas públicas deben ser comprendidas dentro de un marco amplio que considera la participación de diversos actores, como el gobierno, la sociedad civil y el sector privado. Estos actores interactúan en un espacio de deliberación donde se establecen los objetivos de las políticas, se diseñan estrategias, se discuten posibles soluciones y se toman decisiones que buscan beneficiar a la sociedad en su conjunto”, tal como lo señala el Dr. Guillermo Muñoz Franco en su obra «La Transparencia como una Forma de Vida». Reitero, pues, que el concepto de “transparencia” va más allá del uso mercadológico en las campañas políticas, del discurso de un candidato o de una bandera gubernamental; pienso que este debería convertirse en un hábito esencial, integrando tanto el «ser», en términos de ética y moral, como el «deber ser» en relación con las normas que guían la corrección de nuestras acciones como miembros activos de una sociedad.

En esta publicación me gustaría compartir con ustedes, estimados lectores, que en el año 2015 tuve la oportunidad de colaborar en la política pública de comunicación en materia de transparencia del Gobierno del estado de Jalisco, durante esa administración hubo grandes retos y logros, en ese año la Secretaría de la Función Pública (SFP) en coordinación con la Comisión Permanente de Contralores Estados-Federación (C.P.C.E.F.), convocó al Primer Concurso de Ensayo en «Transparencia y Rendición de Cuentas» en México, un concurso a nivel nacional con la finalidad de impulsar y promover la generación de una nueva cultura organizacional en la materia. Para ello, un servidor participó con el ensayo “El marketing en la transparencia y el acceso a la información pública en México”, obteniendo el segundo lugar a nivel nacional, este abordó la creación de un modelo enfocado en la difusión y promoción de la cultura de la transparencia, acceso a la información pública y la rendición de cuentas, considerando las distintas herramientas promocionales que permite la interdisciplinariedad del marketing, basado en Philip Kotler, mismo que hoy utilizo para escribir este texto.

En mi trayectoria de contribuir a una nueva cultura de transparencia en el ejercicio público, fui testigo del nacimiento de la primera Ley Federal de Transparencia en México, que entró en vigor en 2002. Esta ley dio origen en 2003 al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), el cual se estableció como el órgano garante en la materia en México. Posteriormente, en 2014, este organismo cambió su nombre a Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, convirtiéndose en un organismo público autónomo.

Para concluir, me pregunto: ¿estamos ante la posible extinción de la transparencia y su relegación a la historia? ya que como sabemos el pasado 24 de agosto, las Comisiones de la Cámara de Diputados aprobaron una propuesta de reforma constitucional que amenaza los derechos fundamentales de acceso a la información pública y la protección de datos personales. Esta reforma propone extinguir al INAI y su Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), lo que representaría un grave retroceso, eliminando décadas de esfuerzos, participación social, inversión e investigación. Dicho marco constitucional fue producto de la lucha de ciudadanos y organizaciones no gubernamentales contra la opacidad de las instituciones públicas y la falta de rendición de cuentas que caracterizó a muchos gobiernos en el pasado.

La reforma plantea, entre otras cosas, la desaparición de los 32 institutos de transparencia locales como el ITEI en Jalisco y el INAI a nivel nacional, además extinguir otros 6 organismos autónomos importantes para la democracia y desarrollo de nuestro país como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). ¿Realmente estas decisiones garantizarán el estado de derecho y el bienestar social de los mexicanos?, que el tiempo, los hechos y la historia lo juzguen.

Felices fiestas patronales y que #VivaMéxico…

Por: Mtro. Alejandro Verduzco Mendoza

Mercadólogo y analista político

@averduzcom

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