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MUNDO

La importancia del servicio civil de carrera

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Columna invitada, por Raúl Gutiérrez Zaragoza //

El servicio civil de carrera es un pilar fundamental en la administración pública moderna. Este sistema, que se basa en la profesionalización y estabilidad de los empleados públicos, busca garantizar una gestión eficiente, transparente y orientada al bien común lo que se convierte en base angular para el funcionamiento del Estado y el bienestar de la sociedad.

André Molitor ha sido un destacado académico en el campo de la administración pública, en su obra, ha enfatizado la importancia de la formación y profesionalización de los funcionarios públicos para asegurar una administración eficiente y efectiva

En mi experiencia de más de treinta y cinco años dedicados a la administración pública, me he percatado que uno de los principales beneficios del servicio civil de carrera es la profesionalización de los empleados públicos. A través de procesos de selección rigurosos y basados en el mérito, se asegura que los funcionarios posean las competencias y conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones de manera efectiva. Esto no solo mejora la calidad de los servicios públicos, sino que también fomenta una cultura de excelencia y responsabilidad en la administración.

De igual forma es relevante mantener la estabilidad laboral que ofrece este servicio civil, ya que permite a los empleados públicos desarrollar una carrera a largo plazo dentro de la administración. Esta continuidad es esencial para la implementación de políticas públicas sostenibles y coherentes. Las y los funcionarios con experiencia y conocimiento acumulado pueden contribuir de manera significativa a la formulación y ejecución de estrategias que requieren un enfoque a largo plazo, evitando así los cambios abruptos y la improvisación.

Por otra parte, concuerdo con Christopher Pollitt, quien es conocido por sus estudios sobre la reforma administrativa y la gestión pública, cuando argumenta “que un servicio civil de carrera bien estructurado es esencial para la implementación de políticas públicas coherentes y sostenibles”.

El servicio civil de carrera también juega un papel crucial en la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas. Al estar sujetos a normas y procedimientos claros, los empleados públicos deben actuar con integridad y en conformidad con los principios éticos. Además, la estabilidad en el empleo reduce la influencia de intereses políticos y personales, lo que contribuye a una administración más imparcial y justa.

Es innegable que la profesionalización y estabilidad del servicio civil de carrera de la que escribo, crean un entorno propicio para la innovación y la mejora continua. Los empleados públicos, al sentirse valorados y seguros en sus puestos, están más dispuestos a proponer y adoptar nuevas ideas y tecnologías que puedan mejorar la eficiencia y efectividad de los servicios públicos. Este espíritu de innovación es vital para que la administración pública pueda adaptarse a los cambios y desafíos del entorno.

Sostiene mi afirmación anterior con lo que Oscar Oszlak, reconocido experto en administración pública en América Latina, ha escrito extensamente sobre la profesionalización del servicio civil y su impacto en la eficiencia y transparencia de la gestión pública.

De igual forma se expresa Rafael Martínez Puón, que nos da luz al referir que “la profesionalización de la función pública en Latinoamérica, cómo un servicio civil de carrera puede mejorar la calidad y continuidad de los servicios públicos”.

Otro aspecto para destacar es que el servicio civil de carrera fortalece la democracia, al asegurar que la administración pública opere de manera independiente y al servicio de todos los ciudadanos, sin favoritismos ni discriminaciones. Un cuerpo de funcionarios públicos profesional y estable es esencial para la implementación equitativa de las políticas públicas y para garantizar que los derechos y necesidades de la población sean atendidos de manera justa y eficiente.

Pareciera que hay suficiente evidencia que permite señalar que el servicio civil de carrera es una pieza clave para el buen funcionamiento de la administración pública. Su enfoque en la profesionalización, estabilidad, transparencia, innovación y fortalecimiento de la democracia contribuye de manera significativa al desarrollo y bienestar de la sociedad.

Ahora que, en México, se viven cambios de gobierno en sus tres órdenes federal, estatal y municipal, la aspiración fundamental que tenemos los ciudadanos es que los gobiernos entrantes continúen apoyando y fortaleciendo este sistema para asegurar una gestión pública eficiente y al servicio del bien común.

En los gobiernos, en sus distintos niveles, existen diversas áreas de oportunidad dentro de las administraciones para darle continuidad al aspiracional servicio civil de carrera, las Contralorías de los estados parecieran un buen ejemplo de ellas.

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JALISCO

Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

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– Por Mario Ávila

El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.

Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.

Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.

Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.

Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.

La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.

Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org

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CARTÓN POLÍTICO

Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

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Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

LAS CINCO PRINCIPALES:

Los retos de Mirza Flores como líder de MC: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco

95 aniversario del natalicio de Porfirio Cortés Silva: Deja legado de política, amistad y generosidad

La disputa del agua entre Jalisco y Guanajuato: Debe ser un reparto justo, no uno político, Arturo Gleason

La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III

 

 

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MUNDO

La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

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– Actualidad, por Alberto Gómez R.

(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.

Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.

El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.

En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.

Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.

Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.

LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL

Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).

Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.

El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.

Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).

El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.

El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.

ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA

Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.

Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.

La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.

Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).

Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.

EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO

La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.

El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.

El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».

La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.

Continuará…

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