LOS PELOTEROS
Homenaje a Amadeo Zazueta

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Muy grata comida tuvimos los amantes al beisbol en la semana atendiendo la invitación de dos apasionados al beisbol, uno de los Yankees y el otro de Dodgers, Gabriel Hernández, nacido en San Luis Río Colorado, pero convertido en culichi, y Juan Ramón Covarrubias Sevilla, de Juchitán, Jalisco. Ambos viven en Guadalajara.
JR Sevilla fue el anfitrión y el chef Gabriel Hernández, quien nos preparó una rica discada al estilo norteño. Fue una comida además de exquisita, cálida, donde el tema por supuesto fue el beisbol; el triunfo de Dodgers sobre Yankees y las transacciones de jugadores, si Juan Soto se quedará con Yankees; si Roberts es el manager de la década de MLB, ya que lleva ya dos coronas para los Angelinos del Dodgers Stadium.
Se habló también de los ajustes que ha venido realizando Charros de Jalisco y cómo logró repuntar para terminar en quinto lugar en la primera vuelta de esta temporada 2024-2025 de la Liga Mexicana del Pacífico y que le está disputando a Naranjeros de Hermosillo y Algodoneros de Guasave el primer lugar en esta segunda mitad cuando han transcurrido tres series del rol.
Cabe hacer notar que desde que se dividió la Peña Beisbolera de Jalisco cuando entró la política insidiosa con protagonismos malsanos, aquel proyecto que me tocó impulsar, no se había realizado un encuentro de esta naturaleza.
La Peña suele ser un espacio de amigos del beisbol que se juntan a hablar de beisbol, a tener diálogo con los directivos de los equipos, con jugadores y bajar información sobre las actividades de los clubes.
A mi me tocó impulsar la creación de la Peña en Jalisco, junto con Salvador Cosío, atendiendo la iniciativa de Eduardo Almada. En un principio funcionó muy bien, pero luego se desataron las ambiciones y el querer utilizar a ésta como plataforma política y allí fue cuando me separé.
Creo que la convocatoria de Gabriel Hernández y Juan Ramón Covarrubias puede ser una nueva oportunidad para intentar reagrupar Peñas beisboleras, se puede hacer siempre y cuando prevalezca la grandeza de miras en torno al beisbol.
Ellos pueden tomar la estafeta en pro del beisbol, conociendo su calidad como personas y que aman entrañablemente el beisbol, a pesar de ser fanáticos de las dos franquicias más grandes de la Gran Carpa. La comida fue una excelente iniciativa atendida por quienes fuimos convocados. Y en enero, seguramente, se hará otro encuentro de amigos del beisbol.
REGRESA LA AFICIÓN AL PANAMERICANO
Explendoroso se vio el Estadio Panamericano el pasado fin de semana en la serie de Charros contra su archirrival Tomateros de Culiacán en la que los de casa se llevaron la serie. Pero lo mejor fue que el Panamericano viernes y sábado tuvo una gran asistencia. El viernes más de 8 mil y el sábado más de 10 mil aficionados.
La fanaticada de Charros disfrutó de dos extraordinarias actuaciones de su equipo, en el que la velocidad de dos muy buenos peloteros, como son Billy Hamilton y Michael Wielansky, que son unas gacelas en los senderos; corrieron y corrieron de contento, robando bases, haciendo springs de segunda home o de tercer a home, con un juego alegre, de entrega, como lo hacen los profesionales que traen la camiseta puesta. En el juego del viernes Hamilton se robó tres bases y Michael Wielansky ser robó el home.
Por cierto en bases robadas, Billy Hamilton va de líder en el circuito con 31 estafas, 9 más que Rudy Martin de Tomateros que tiene 22.
En estos diez años de Charros en la LMP, no habíamos visto a un conjunto con esta velocidad que desequilibra a los rivales.
HOMENAJE A AMADEO ZAZUETA
En el juego del sábado, el presidente de Charros, José Luis González Íñigo encabezó la ceremonia en el terreno de juego para hacerle el homenaje a Amadeo Zazueta quien durante 9 años vistió la casaca de los Caporales y contribuyó a dos coronas de Charros, defendiendo el shortstop.
El “Minino”, como le dicen a Amadeo, aquejado por las lesiones, decidió retirarse en diciembre del pasado año. Fue al cierre de la cuarta entrada cuando se realizó el homenaje, el histórico infielder de Charros, Amadeo Zazueta, quien se retiró en diciembre pasado, y como reconocimiento a su trayectoria se le hizo entrega de un bat elaborado con el arte wixarica.
Originario de Culiacán, Zazueta recibió también de la directiva de Tomateros el regaló de un jersey guinda. Otro ícono de Charros, Manny Rodríguez, acompañó al “Minino” quien le hizo la entrega simbólica de la segunda base, como recuerdo de la gran mancuerna que los dos jugadores hicieron con Charros
Previo al juego, Zazueta consintió durante más de una hora a la Charromanía, regalando 500 prendas alusivas al “Minino”, bobbleheads para los pequeños, así como firma de autógrafos y fotografías con los fans, que disfrutaron al máximo de la visita del torpedero sinaloense.
Buen gesto de la directiva de Charros de reconocer a esos grandes peloteros que han sido gloria del equipo en otros años.
Esta semana Charros visita Guasave de martes a jueves y regresará a casa el fin de semana para enfrentarse a Cañeros de Los Mochis.
La pasada semana fue excelente al ganar 5 de 6 juegos, limpiando a Yaquis de Obregón en su estadio, con excelente actuación de sus lanzadores, tanto inicialistas como el relevo.
EL ADIÓS DE ROBERTO MÉNDEZ
En la semana murió quien fue una gran leyenda de Charros, Roberto Méndez, quien defendió la segunda base. Roberto formó parte del equipo de Charros campeón en 1971 en la Liga Mexicana de Beisbol con Benjamín “Cananea” Reyes de manager. Roberto es un inmortal en la historia de Charros de Jalisco.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.
Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.
Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.
“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.
Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.
En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.
La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).
Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.
“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.
La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.
Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.
Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.
La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.
En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.
Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.
¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?
El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.
Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: Viviremos la Serie del Rey soñada

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué manera de pelear la de los Charros de Jalisco en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) 2025!
Su campeonato en la Zona Norte, bajo la dirección de Benjamín Gil, marca un hito histórico que enciende el orgullo tapatío.
Nadie daba un peso por ellos. Entraron al playoff de panzazo, con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo, y un récord regular de 46-46 frente al imponente 55-37 de los Sultanes de Monterrey.
“Charros no tiene nada que hacer”, sentenciaban los escépticos. Pero Guadalajara, como su mariachi, no se rinde: canta hasta el amanecer.
Con 19 juegos en tres series (12 victorias, 7 derrotas), los Charros desafiaron todos los pronósticos. Remontaron contra Unión Laguna en un séptimo juego cardiaco y vencieron a los Sultanes en dos rondas, mostrando temple y estrategia.
Incluso tras desperdiciar una ventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato, cerraron con fuerza en el Juego 5 (6-4, con un out polémico en la décima entrada).
La dirección de Gil forjada en la Liga Mexicana del Pacífico con cinco campeonatos, fue clave. Su enfoque táctico y motivacional transformó un equipo con altibajos en una máquina aceitada. “El béisbol es corazón y cabeza; Charros tiene ambos”, escribiría un cronista apasionado.
Este 2025, los Charros rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey, su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025). Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro sin precedentes que los consagra como élite del béisbol mexicano.
Guadalajara no juega solo por un título; juega por su gente, por los que llenan el Estadio Panamericano con banderas y cánticos, respondiendo al llamado de “El Matador” Gil, quien pidió a la afición convertir el estadio en un volcán de apoyo.
Enfrentan a los Diablos Rojos del México, bicampeones de la Zona Sur y campeones vigentes, que buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años. Con una ofensiva explosiva liderada por Robinson Canó, Río Ruiz (autor de un jonrón clave contra Campeche), José Marmolejos y el tijuanense Julián Ornelas, los Diablos salen como favoritos.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, de ser necesario), los respalda. La serie continuará en Zapopan (13 y 14 de septiembre de 2025, el 5 el 15) y, si es necesario, regresará a la capital (17 y 18 de septiembre).
Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un equipo que desafía las probabilidades con garra y corazón. Los Diablos, dirigidos por Lorenzo Bundy, representan la solidez de un equipo que no admite derrotas. “El béisbol, como la vida, no perdona a quien confía solo en su grandeza”, reflexionaría un observador.
El Matador, con su ímpetu, choca contra la experiencia de Bundy. La clave para los Charros será la consistencia en el pitcheo y el bateo oportuno; para los Diablos, evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
La afición es el alma de esta serie. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, con una afición que ha respondido al llamado de Gil, convirtiendo cada juego en una celebración de la identidad jalisciense.
En la capital, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. “El béisbol no es solo un juego; es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento”, diría un cronista.
Esta Serie del Rey es una metáfora de México: la lucha entre lo regional y lo centralista, entre la ilusión de un equipo que resurge y la tradición de un gigante.
Los Charros, con su hazaña, han reavivado la pasión beisbolera en Jalisco. Su camino, lleno de remontadas y momentos épicos, los convierte en un símbolo de resiliencia. Los Diablos, con su historial, cargan el peso de la expectativa.
Los Charros vienen a hacer historia, ya lo dijo José Luis González Iñigo, el objetivo es convertir a Guadalajara en la capital del beisbol nacional.
La Serie del Rey 2025 no es solo béisbol; es el latir de un país que vibra con cada jugada. Charros y Diablos nos ofrecen un espectáculo donde el orgullo, la estrategia y la pasión decidirán al rey.
La afición de Charros de Jalisco, con su enjundia y espíritu indomable, impulsa al equipo en la LMB, creando una base leal que llena el Estadio Panamericano, según Íñigo González Covarrubias. A diferencia de la LMP, donde muchos apoyan a Naranjeros, Tomateros o Venados, los Charros han forjado una afición firme que vibra con el equipo local, llevando a Jalisco hacia adelante en la Serie del Rey 2025.
A disfrutar de una serie de platillos exquisitos de beisbol y nuestro deseo es que ganen los Charros y hagan historia, con dos campeonatos en un mismo año en las dos ligas mexicanas de beisbol.
Prepárense, porque esta batalla será leyenda.
CARTÓN POLÍTICO
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