LOS PELOTEROS
Charros araña la corona: Con bravura dobla a Culiacán

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¡Tensión, dramatismo y explota la alegría en el Panamericano!
Charros batalló y la afición sufrió, pero al final vencieron a los aguerridos Tomateros de Culiacán en el quinto juego de la serie por el campeonato.
La noche de este domingo se vistió de héroe a quien le dicen “El hijo de papi”, Mateo Gil. Un leñazo al jardín central permitió se descolgara desde segunda al plato José Ceseña y anotara en una jugada muy apretada, que el manager de Culiacán Roberto “Chapo” Vizcarra pidió revisión cuando la afición charra festejaba la victoria de su equipo.
Pero pronto los gritos, brincos, abrazos, en un ambiente de explosión de alegría que festejaban el triunfo, se congeló ya que la jugada se fue a revisión. Todavía no se podía festejar.
Pasaron cuatro o cinco minutos tensos, mientras la central de ampayers de la Liga Arco Mexicana del Pacífico, revisaban a través de sus cámaras la jugada. En tanto llegaba el veredicto, la jugada la pasaban una y varias veces en la pantalla del estadio desde diversos ángulos, en cuyas imágenes se veía que primero José Ceseña había tocado el home, antes de que el receptor Ildefonso Ruiz lo tocara.
Finalmente llegó la decisión, aquello fue safe, la carrera cuenta y vuelve a estallar con gran furor el festejo de la afición charra.
Charros llegó al límite para ganar el tercero de la serie, arañando la gloria, le falta aún una victoria para ceñirse la que sería la tercera corona.
Con mucho, mucho sufrimiento, Charros se llevaba el tercero de cinco juegos de esta serie para tomar ventaja en esta disputa por el campeonato.
CIERRE DEL NOVENO LLENO DE DRAMA
En el cierre del noveno, el juego parecía que se iba a extra innings, ya que en la alta de este mismo episodio, Tomateros anotó la carrera del empate, aprovechando el descontrol del cerrador estelar de los caporales, Trevor Clifton, que esta vez fue víctima del mal conteo del ampáyer Sócrates Marín que le regaló el pasaporte a Joey Meneses.
Clifton se saldría de concentración, irritado con el conteo de Marín y perdió el home plate, para llenar la casa al otorgar dos pasaportes más. Y fue un roletazo dentro del cuadro del emergente Sebastián Elizalde con el que Tomateros empataría los cartones a 2 carreras.
Al iniciar la alta del noveno Charros estaba arriba de Tomateros 2-1 y su tercera victoria estaba tan cerca y tan lejos.
Charros sube a la lomita a su as del relevo Trevor Clifton.
Simplemente Clifton no logró sostener la ventaja y aquella victoria que se veían tan cercana, estaba a dos outs, al ser dominado Esteban “Pony” Quiroz, el primer bat que enfrentó el espigado pitcher norteamericano lo dominó con una bombita a segunda. Meneses fue pasado a primera por voluntad del ampáyer Marín. Luego Clifton otorgaría pasaporte a Dwight Smith y a César Mendoza para llenar la casa de Tomateros.
La tensión estaba presente. Vino al bat de emergente el guaymense Elizalde y con roletazo a segunda, logra impulsar la carrera del empate en los spikes de Meneses. Aquello fue como un balde de agua fría para los más de 16 mil aficionados que abarrotaron el Panamericano.
LA APOTEÓSIS
El drama siguió. Charros viene a batear al cierre de la novena. El Cachorrito Japhet Amador, después de llegar a la cuenta completa y dar varios faules, conecta hit al central al relevista estelar de Tomateros, Sasagi Sánchez. Entra el jovencito José Ceseña a correr de emergente por el orgullo de Mulegé. Alfredo Hurtado con toque avanza a segunda a Ceseña.
Viene a batear el hijo de Papi, Mateo Gil, quien se convertiría en el héroe y que llevó a la afición hasta el éxtasis al conectar ese leñazo a jardín central que marcó el triunfo de Charros para dejar en el terreno al orgulloso Tomateros de Culiacán en el cierre del noveno.
Al estilo Jalisco, con sobrada garra, Charros se impone a Tomateros.
Antes de que se diera este escenario, los dos lanzadores de Charros, Manny Bañuelos y el de Tomateros, Odrisamer Despaigne, se batieron a duelo. Manny Bañuelos lanzó 6 innings y mantuvo a raya a los culichis. Le conectaron 6 hits, le anotaron 1 carrera y ponchó a 6. Odrisamer Despaigne a su vez se mantuvo en la lomita de lanzar en 6.2 innings, le conectaron 6 hits, le anotaron 2 carreras, las 2 fueron limpias y otorgó 5 pasaportes.
Charros se adelante en la serie 3-2. El próximo martes se reanuda en Culiacán.
El campeón es el que logre 4 victorias y los de Jalisco están a un triunfo para lograr su tercera corona en diez años de vida.
Muchas emociones es lo que hemos vivido en estos cinco juegos, donde el señor pitcheo es el que ha mandado. Hemos disfrutado de un gran beisbol. La afición de Charros lo ha empujado en esta serie, como nunca antes lo habíamos vivido. La charromanía la viven los seguidores de los caporales.
La afición de Charros pesó en el Panamericano en esta final. Se han enfrentado dos grandes equipos y cada uno de los actores en el campo de juego, se la han partido, mostrando un gran profesionalismo.
En el beisbol no hay nada escrito. La serie regresa a Culiacán una ciudad que está en llamas y en ese escenario se enfrentarán a Tomateros. Charros sólo requiere una victoria y tendrá dos oportunidades.
Esperemos que le regalen a la afición tapatía su tercera corona.
LOS PELOTEROS
Dodgers y Othani: Un titán de otro planeta en busca del bicampeonato

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué privilegio ser testigos de un fenómeno como Shohei Ohtani!
Privilegio que tuvo la generación que vio al bambino Baby Ruth.
Sesenta años después surge otro gran fenómeno. Este nipón no es solo un pelotero; es un fenómeno que trasciende el diamante y nos recuerda por qué el béisbol es el rey de los deportes.
Somos una generación afortunada al presenciar a este titán, un jugador de otro planeta que está a punto de guiar a los Dodgers de Los Ángeles hacia un bicampeonato histórico.
Ohtani es la pieza clave de un equipo que se ha convertido en la envidia de las Grandes Ligas, un espectáculo viviente que redefine el béisbol moderno y nos deja boquiabiertos con cada actuación en postemporada.
En el juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Ohtani escribió un capítulo sin precedentes en la rica historia del béisbol. Como pitcher abridor, lanzó seis entradas en blanco, ponchando a diez bateadores y permitiendo solo dos hits contra los Milwaukee Brewers, un equipo que lideró la Liga Nacional en victorias.
Pero no se conformó con dominar desde la loma: con el bate, conectó tres jonrones solitarios, una hazaña que ningún pitcher había logrado en un juego decisivo de playoffs. El primero, un cañonazo de 446 pies al jardín derecho en la primera entrada; el segundo, un monstruoso batazo de 469 pies en la cuarta que casi abandona el Dodger Stadium; y el tercero, de 427 pies al jardín central-izquierdo en la séptima, desató el delirio de la afición angelina, que coreaba sin cesar“M-V-P”.
Lo que hizo Ohtani es algo único en la historia de la Gran Carpa. El periodista Jeff Passan de ESPN es quien mejor lo ha descrito lo que hizo Ohtani esa noche del pasado viernes que lleva a Dodgers a la Seie Mundial: “No fue exactamente Don Larsen lanzando un juego perfecto, pero Larsen se fue de 2-0 en ese juego y necesitó un jonrón de Mickey Mantle para anotar. Tampoco fueron Reggie Jackson conectando tres jonrones, porque Reggie necesitó que Mike Torrez lanzara un juego completo esa noche para que sus batazos trascendieran”.
Ohtani es el único jugador que puede lograr esto, la ofensiva y la defensiva: la maestría del béisbol, la destilación del talento en algo puro y perfecto.
Esta actuación llevó a los Dodgers a una victoria de 5-1, completando una barrida de cuatro partidos y asegurando su boleto a la 23ª Serie Mundial de su ilustre historia, donde defenderán su corona frente al ganador de la serie entre Seattle y Toronto.
Ohtani no es solo un jugador; es un extraterrestre, un “unicornio” que combina habilidades imposibles. Nunca antes alguien había dominado ambos roles —pitcheo y bateo— con tal autoridad en un escenario tan crucial.
Compararlo con leyendas como Babe Ruth es inevitable, pero Ohtani lo supera, convirtiéndose en la estrella más fulgurante de las Grandes Ligas en décadas. Su impacto trasciende el terreno: si los Dodgers logran el bicampeonato, Ohtani no solo será el MVP, sino que se consolidará como el producto deportivo más rentable del mundo, generando carretadas de millones en taquilla, mercancía y admiración global.
Su contrato de 700 millones de dólares, el más caro en la historia de la MLB, es una inversión que ya rinde frutos inimaginables, no solo en Estados Unidos, sino en Japón, América Latina y más allá.
Pero Ohtani no brilla solo. Los Dodgers son un dream team, una organización modelo que combina estrellas de la talla de Mookie Betts, Freddie Freeman, Max Muncy, Yoshinobu Yamamoto y un Clayton Kershaw que, aunque en la recta final de su carrera, sigue siendo un ícono.
El manager Dave Roberts es el cerebro detrás de este elenco, un líder con la inteligencia para manejar egos y talentos de este calibre. En la serie contra Milwaukee, el pitcheo de los Dodgers fue hermético: Blake Snell, Yamamoto, Tyler Glasnow y Ohtani permitieron solo cuatro carreras y nueve hits en 28.2 entradas, con 35 ponches.
Milwaukee, un titán ofensivo, fue silenciado, especialmente por Ohtani, quien respondió a un doble en la cuarta con tres outs consecutivos, incluyendo ponches a Christian Yelich y William Contreras. En la séptima, tras alcanzar su límite de 100 pitcheos, Alex Vesia y Roki Sasaki cerraron la victoria, desatando la fiesta en Los Ángeles.
Algunos critican a los Dodgers por su “cartera grande”, pero déjenme aclarar algo: la cartera no gana campeonatos. Ahí están los Padres, Mets y Yankees de antaño para probarlo. Los Dodgers han construido un modelo de negocio brillante que invierte, produce y reinvierte, atrayendo y formando estrellas.
Antes, con los Angelinos de Anaheim, Ohtani vistió su uniforme, pero esta organización no tuvo el talento para sacarle todo el brillo que Dodgers sí lo ha hecho, convertido hoy por hoy en el producto de mercadotecnia más rentable de MLB, y seguramente en el deportista profesional más productivo del mundo. ¿Quién se le equipara?
Compararlo con Aaron Judge es quedarse corto; Ohtani no solo es un ícono deportivo, sino un fenómeno global que trasciende culturas y fronteras. Con solo 6 hits en 38 turnos previos en playoffs, Ohtani había enfrentado dudas sobre su doble rol. “Mi pitcheo no afecta mi bateo”, afirmó, y su noche histórica lo confirmó como un fenómeno único.
Ahora, los Dodgers, liderados por este extraterrestre, van por el bicampeonato. En este deporte rey, la gloria no se compra; se conquista. Y con Shohei Ohtani al frente, un ser de otro mundo, Los Ángeles está a un paso de reinar otra vez. ¡Qué espectáculo!
CARTÓN POLÍTICO
Edición 811: Jalisco ante el desafío judicial: ¿Diálogo o revanchismo político?
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:

Hay que aprender de las fallas del proceso federal: La construcción de un Poder Judicial más justo para Jalisco: https://concienciapublica.com.mx/entrevistas/hay-que-aprender-de-las-fallas-del-proceso-federal-la-construccion-de-un-poder-judicial-mas-justo-para-jalisco/
Reforma judicial en Jalisco: Entre la soberbia política y la oportunidad: https://concienciapublica.com.mx/opinion/reforma-judicial-en-jalisco-entre-la-soberbia-politica-y-la-oportunidad/


Octavo Foro Iberoamericano de Movilidad Multimodal: «La violencia vial es una pandemia que rompe familias», Alma Chávez: https://concienciapublica.com.mx/nacionales/octavo-foro-iberoamericano-de-movilidad-multimodal-la-violencia-vial-es-una-pandemia-que-rompe-familias-alma-chavez/
La SCJN garantiza el derecho a la movilidad segura con la obligatoriedad del seguro de auto: https://concienciapublica.com.mx/nacionales/la-scjn-garantiza-el-derecho-a-la-movilidad-segura-con-la-obligatoriedad-del-seguro-de-auto/
LOS PELOTEROS
Dodgers llega como favorito: Los mexicanos en la Gran Carpa y el clásico de octubre

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
El béisbol regresa a su ritual sagrado: la Serie Mundial, ese «Clásico de Octubre» que transforma estadios en templos y a los peloteros en gladiadores bajo las luces.
En 2025, con el polvo de las series divisionales aún asentándose, el panorama es tan apasionante como impredecible. Eliminados los Yankees –ese gigante neoyorquino que siempre promete tormentas–, los Tigres de Detroit en la Americana y los Phillies y Cachorros en la Nacional, el telón se abre para un duelo de titanes: los Dodgers de Los Ángeles contra los Cerveceros de Milwaukee en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, y los Marineros de Seattle frente a los Azulejos de Toronto en la Americana.
¿Quién levantará la corona? ¿Los Dodgers, con su maquinaria bien aceitada, irán por el bicampeonato? Y, sobre todo, ¿qué rol jugarán los mexicanos, esos hijos de la tierra del tequila que iluminan la Gran Carpa con su garra y talento?
DODGERS, LOS FAVORITOS
Hablemos claro: los Dodgers son los favoritos indiscutibles. Defensores del título de 2024 –donde barrieron a los Yankees en cinco juegos–, Los Ángeles abrió la temporada como el equipo a vencer y no ha decepcionado. Con cuotas de +155 para repetir hazaña (según BetMGM), su rotación es un arsenal letal: Blake Snell, Yoshinobu Yamamoto, Shohei Ohtani –el MVP presumido que lanza y batea como un dios– y Tyler Glasnow, respaldados por un bullpen que cierra puertas con Roki Sasaki lanzando a 101 millas por hora.
La ofensiva, liderada por Mookie Betts y Freddie Freeman, promedia un .280 en postemporada, y su récord en playoffs recientes habla de experiencia.
Los expertos en ESPN y The Athletic coinciden: los Dodgers tienen un 21.74% de probabilidad implícita de ganar la Serie Mundial, superando a rivales como los Yankees. Pero ojo, el béisbol es caprichoso. Los Cerveceros, que barrieron la serie regular contra L.A. (31-16 en seis juegos), llegan como “underdogs” que pueden sorprender en un determinado momento, con un pitcheo sólido y el mejor diferencial de carreras de la liga (+172).
En la Americana, los Marineros prometen una batalla de pitcheo puro, con Seattle soñando su primer banderín desde 2001.
¿Bicampeonato para Dodgers? Todo apunta a sí, pero Milwaukee y Toronto acechan con hambre de historia.
Y en medio de este torbellino, brillan los mexicanos, esos «aztecas» que, como en las novelas de Rulfo, emergen del polvo para reclamar su lugar. La afición tricolor tiene motivos para el orgullo: dos –quizá tres– figuras consolidadas como ídolos emergen en la postemporada, recordándonos que el béisbol trasciende fronteras y que México exporta no solo cerveza, sino talento puro.
Primero, Andrés Muñoz, el cerrador de los Marineros de Seattle, que ha sido un muro infranqueable. Nacido en Los Mochis, Sinaloa, este relevista de 27 años acumula 38 salvamentos en la temporada regular y, en playoffs, ha lanzado 5.1 entradas en 2025 sin que le anoten carrera.
Si Seattle avanza, su brazo será clave para frenar a los Azulejos y soñar con la Serie Mundial. «Muñoz no cierra juegos; los sentencia», dice un scout muy conocido, y en un Clásico de pitcheo como este, eso vale oro.
Luego, Alejandro Kirk, el receptor de los Azulejos de Toronto, que se ha convertido en el corazón pulsante de su lineup. Este tijuanense de 26 años, con su bateo oportuno (.282 promedio, 15 jonrones), ha sido clave en la ofensiva púrpura, especialmente en la serie divisoria donde bateó dos jonrones.
Kirk no solo defiende el plato con maestría –su WAR defensivo lo ubica en el top 5 de catchers–, sino que inspira con su humildad. Como Valenzuela en los 80, Kirk representa esa «mexicanidad» resiliente: bajo perfil, alto impacto.
No olvidemos a Randy Arozarena, el cubano-mexicano de los Marineros, ese «bombardero» que, aunque silencioso en la postemporada hasta ahora (solo .220 en divisionales), es un volcán dormido. Campeón de la Serie Mundial 2020 con Tampa y héroe en playoffs pasados (récord de 10 jonrones en 2020), Arozarena –naturalizado mexicano y orgullo de Yucatán– ha jugado invierno en Mérida y Navojoa.
Su swing explosivo (27 HR en regular) puede encenderse en cualquier pitcheo; recordemos cómo cruzó el Golfo en una lancha a los 19 años huyendo de Cuba. Si reacciona, como en octubre de 2020, podría inclinar la balanza para Seattle y regalarle a México un momento inolvidable.
Estos tres –Muñoz, Kirk y Arozarena– no son solo jugadores; son embajadores de un México beisbolero que late en las venas de la MLB.
En 2025, con 28.6% de latinos en rosters (según MLB), México contribuye con garra: desde el «Fernandomanía» de 1981 hasta hoy, hemos dado pitcheo (Urías, Osuna) y bate (Paredes, Meneses).
Pero en este Clásico, su participación eleva la apuesta. Imaginen a Muñoz cerrando el noveno en la Serie Mundial, o a Kirk robando un foul pop con Arozarena conectando el batazo ganador. Sería poesía en diamante.
Los Dodgers van por el bi, sí, con Ohtani como estandarte y una banca que gasta como imperio. Pero el béisbol, como la vida, premia a los “underdogs”: Milwaukee con su pitcheo oportunista, Seattle con su juventud y Toronto con su ofensiva explosiva.
¿Favoritos? Dodgers al 100%. ¿Ganadores? Apuesto por el corazón mexicano: si Muñoz y Arozarena impulsan a Seattle, o Kirk a Toronto, octubre podría teñirse de verde.
Que gane el mejor, pero que sea con sabor a tequila. La Gran Carpa nos espera.
LOS PELOTEROS
Toronto impone su poder y elimina a los Yankees: rumbo a la Serie de Campeonato

– Por Redacción Los Peloteros y Conciencia Pública
En un duelo cargado de drama y simbolismo, los Azulejos de Toronto confirmaron su salto al siguiente escalón del béisbol de alto nivel: con un triunfo 5-2 en el Juego 4 de la Serie Divisional, despidieron a los Yankees y alcanzaron la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Con esta victoria, la serie finalizó 3-1 a favor de la novena canadiense.
Desde la lomita, Toronto recurrió a una estrategia enfocada en el bullpen, alternando serpentinares para contener cualquier intento de remontada neoyorquina.
A lo largo del encuentro decisivo, ocho lanzadores combinados limitaron a los Yankees a apenas dos carreras. El abridor Louis Varland inició el juego, y el cuerpo de relevistas se encargó de preservar la ventaja con inteligencia táctica.
Ofensivamente, Toronto golpeó temprano. Vladimir Guerrero Jr. encontró un lanzamiento y conectó un sencillo que impulsó a George Springer en la primera entrada, poniendo el 1-0 inicial.
Más adelante, un elevado de sacrificio de Springer empujó la segunda carrera en el quinto acto. Pero fue en la séptima cuando los Azulejos sentenciaron: con corredores en las esquinas, Nathan Lukes conectó un imparable entre el campocorto y el jardín izquierdo que permitió dos anotaciones más.
En la octava, Myles Straw sumó la quinta con un hit oportuno, poniendo distancia definitiva.
Los Yankees intentaron reaccionar en su última oportunidad. Aaron Judge conectó un sencillo en la novena que envió al plato a Jasson Domínguez, pero fue insuficiente para revertir el destino del equipo. Nueva York puso todo sobre la mesa, pero esta vez no encontró respuestas suficientes para superar el muro canadiense.
La eliminación profundiza un largo desierto de glorias para los Yankees: el equipo más laureado de las Grandes Ligas no conquista un anillo desde 2009, y cada caída en octubre alimenta la reflexión sobre su capacidad para cerrar en momentos decisivos.
En esta serie, incluso con actuaciones destacadas como la de Cam Schlittler, quien estuvo firme en el inicio del duelo decisivo, el equipo no pudo superar sus propias fallas y limitaciones.
Para Toronto, el éxito tiene sabor de reivindicación. Después de temporadas de ruido, decepciones y pronósticos en su contra, el equipo llega a la Serie de Campeonato con espíritu desafiante y hambre de gloria.
Ahora descansarán brevemente antes de recibir al campeón entre los Tigres y Marineros, y una nueva etapa comienza: a cuatro triunfos más de la Serie Mundial.