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MUNDO

Las presiones de EEUU a sus socios comerciales: Complacer a Washington o rechazar el boicot contra Huawei

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Por Redacción Conciencia Pública //

En la guerra contra el gigante chino, Estados Unidos presiona a otros países del mundo a sumarse a las sanciones contra Huawei con lo que se divide la comunidad internacional y extiende el conflicto a otros naciones que no tienen vela en el entierro. 

Poco a poco sus principales socios se convierten en los rehenes de su ‘guerra’ contra el gigante chino, opinan distintos expertos entrevistados por Sputnik.

Es el caso de los operadores japoneses de telecomunicaciones como SoftBank, NTT Docomo y KDDI que anunciaron que aplazarán las ventas de nuevos modelos de teléfonos de Huawei y detendrán la recepción de pedidos preliminares. Como principal socio de EEUU, Japón es el más sensible a la presión ejercida por Washington, opina el experto Zhou Yong del Instituto de Relaciones Internacionales de China.

“Claro está que los emprendedores japoneses están bajo influencia del Gobierno estadounidense. Es más probable que rompan sus lazos con Huawei pero continúen apoyando sus negocios con EEUU. El mercado estadounidense es la principal fuente de desarrollo para las empresas de Japón. Rechazar a Huawei para el país asiático es como sacrificar a un peón en el tablero de ajedrez  para salvar a la reina», considera Zhou Yong.

Pero no todas las empresas de Japón se apresuran a romper sus relaciones con el gigante tecnológico chino. Panasonic desmintió la información difundida por varios medios de que la empresa había detenido los suministros de varios componentes para productos de Huawei. En la compañía japonesa enfatizaron que Panasonic continúa suministrando sus productos y servicios para Huawei, que sigue siendo su socio más importante.

EEUU presiona también a Corea del Sur y este país trata de contrarrestar la demanda para que Seúl presione a sus empresas tecnológicas y no permita la expansión del equipamiento de Huawei en los países del Sudeste Asiático. Corea del Sur se arriesga a convertirse en el principal perdedor en la guerra desencadenada por Washington contra la empresa china. Tan solo un comunicado acerca de que Seúl había abordado con Washington el problema de seguridad de las redes 5G provocó el desplome del 6,35% de los valores del operador surcoreano LG U+.  

La causa de su devaluación está clara: desde 2012 LG U+ ha estado construyendo una red de comunicaciones inalámbricas LTE en Seúl y utilizó los equipos producidos por Huawei. Ahora el operador de comunicación móvil trata de desarrollar en base al equipamiento de Huawei las redes de quinta generación. Según el periódico Maeil, las ventas anuales de Huawei  alcanzan entre 170 millones y 250 millones de dólares en el mercado surcoreano.

Además, la empresa Koscom que asegura el funcionamiento de la bolsa surcoreana, el grupo financiero Nonghyup, el principal navegador del país Naver y el grupo automovilístico Hyundai Motors, entre otras empresas, utilizan el equipamiento producido por Huawei. Esta es la razón por la que el rechazo de los productos chinos es capaz de provocar serias pérdidas financieras, considera Chung Jae-hung, empleado del Instituto Sejong.

«Corea del Sur no es una colonia de EEUU. Por eso no se puede hablar de que los Gobiernos de estos países puedan limitar el número de acuerdos entre las empresas surcoreanas y las de China. LG U+ y otras compañías de Corea del Sur utilizan el equipamiento de Huawei por su rentabilidad. Las corporaciones deben tomar decisiones por sí mismas y la interferencia del Gobierno sería un error», aseveró Jae-hung.

Según el experto, Seúl teme a las medidas con las que China podría responder en caso de que las autoridades surcoreanas decidan seguir a las de EEUU e introduzcan sanciones contra Huawei. En Corea del Sur todavía recuerdan la dura respuesta que China dio al despliegue de los sistemas estadounidenses de defensa aérea THAAD. Seúl no quiere situarse entre la espada y la pared, considera Jae-hung.

De esta manera el posible cierre del mercado chino podría asestar un duro golpe contra la economía surcoreana ya que tan solo Huawei adquiere anualmente mercancías surcoreanas por más de 10.000 millones de dólares.  Según el reporte de Samsung Electronics, Huawei ocupó el cuarto lugar en la lista de los mayores compradores de semiconductores surcoreanos en el primer trimestre de este año.

Aunque los Estados que forman parte de la alianza de inteligencia Cinco Ojos como Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda también se sumaron a la política de Washington aplicada respecto a Huawei, no todos los países del mundo pueden dictar su voluntad a las empresas, opina Zhou Rong.

«Muchas empresas no van a actuar en detrimento de sus propios ingresos solo para satisfacer a EEUU. Es más probable que empiecen a analizar qué es lo más beneficioso para ellas: complacer a Washington o rechazar el boicot contra Huawei. Paulatinamente llegarán a la conclusión de que seguir la política de EEUU causará más daños que beneficios», concluyó.

Ex estratega de Trump festeja el «asesinato de Huawei»

Por Alfredo Jalife-Rahme //

El anterior estratega de la elección de Trump en 2016, Steve Bannon, levanta la puja contra China y considera que el «asesinato» de la empresa de telecomunicaciones Huawei, a la que exige sacar del mercado de capitales de EEUU, «es 10 veces más importante que conseguir un arreglo comercial» con Pekín.

La guerra comercial de Trump contra China se ha agudizado de forma dramática con la prohibición de Google/Alphabet de usar su sistema operativo Android y Google Play a Huawei.

Si la extrema dureza de Trump contra China llama poderosamente la atención, las incendiarias declaraciones de Steve Bannon incitan a una guerra total contra Pekín en los ámbitos tecnológico y financiero/económico, que naturalmente rebasan el mero aspecto comercial de la guerra de tarifas impuestas por Trump desde hace un año.

Steve Bannon, quien fue echado de la Casa Blanca por Trump por sus ataques indiscretos contra la familia del  presidente 45 en el libro ‘Fuego y furia’ de Michael Wolff, sabe mucho de finanzas por haber sido funcionario del omnipotente banco de inversiones Goldman Sachs de donde también proviene el secretario del Tesoro, el israelí-estadunidense Steve Mnuchin quien ha adoptado una postura más diplómática.

Bannon afirma que Trump no se detendrá con el exorcismo decretado contra Huawei mediante una ‘orden ejecutiva’, sino que contempla «planes para excluir a todas las empresas chinas de los mercados de capitales de EEUU».

En una entrevista exclusiva para South China Morning Post, con sede en Hong Kong y propiedad de Alibaba, Bannon fulminó que se trata de «un asunto de masiva seguridad nacional para Occidente (sic)» ya que Huawei «es una mayúscula amenaza a la seguridad nacional, no solo para EEUU, sino para el resto del mundo. Y vamos a obliterarla».

SCMP comenta que Bannon «no elaboró los supuestos riesgos específicos a la seguridad de los productos de Huawei» y refiere que Alemania tampoco ha encontrado «una evidencia dura para apoyar los alegatos de EEUU».

Bannon criticó el ‘error’ de Trump de haber levantado sanciones similares el pasado julio contra la empresa china de telecomunicaciones ZTE.

El ideólogo y estratega de Trump no oculta que el objetivo es librar una «guerra económica» contra China para obligar a Pekín a adoptar reformas fundamentales (sic): «No pienso que esto se resuelva pronto. Es el inicio de un proceso duro y muy largo» y prometió presionar en forma «implacable».

Es obvio que las cantadas ‘reformas fundamentales’, que equivalen a una capitulación, no serán aceptadas por China.

Bannon coloca el ‘tema China’ como «central en la campaña de 2020» cuando augura sin tapujos la reelección de Trump. Y aún en el caso remoto de que perdiese, asevera que «un demócrata será tan duro con Pekín como Trump».

Sentencia que «la gente de Wall Street intenta proyectar el temor de que el mercado de valores colapsará si Trump no consigue un acuerdo comercial. Todo son mentiras».

Como que Bannon se contradice con sus amenazas financieras para expulsar a China de los mercados de capitales en EEUU cuando también arremete contra los «corporativistas de Wall Street» que han colaborado con la clase dirigente de China para preservar «un sistema inicuo» que daña los intereses de los trabajadores estadunidenses del cinturón industrial (Rust Belt) que fueron catalogados por Hillary Clinton como ‘deplorables’.

Bannon oculta que parte del triunfo de Trump se debió también a la movilización supremacista de los WASP (White AngloSaxon Protestant: blancos protestantes anglosajones) en el Cinturón Bíblico (Bible Belt).

Hoy Bannon preside el ominoso Comité del Peligro Presente (Committee On The Present Danger), un grupo fascistoide de la Guerra Fría que combatió al comunismo y hoy tiene como objetivo luchar contra el Partido Comunista chino.

El anterior ideólogo de Trump, quien dice comunicarse con el presidente a través de «sus abogados» y no directamente, amenazó con las siguientes jugadas financieras para cortar de tajo las Ofertas Públicas Iniciales (IPOs, por sus siglas en inglés) —lanzamientos de acciones iniciales de las empresas chinas en Wall Street—, además de «cerrar todos los fondos de pensiones y las compañías de seguros de EEUU que proveen capitales al Partido Comunista Chino», lo cual provocará «un gran movimiento en Wall Street para restringir el acceso a las empresas chinas en los mercados de capitales hasta que acepten esta reforma fundamental».

Reconoce «estar más a la derecha que el presidente Trump» en el tema de China, y «se enorgullece de ello. De ser un superhalcón».

La dureza de Bannon es ilimitada, pero también puede ser teatral ante el esperado encuentro que tendrá Trump con el mandarín Xi —y también con el zar Vlady Putin, aunque no ha sido confirmado por el Kremlin— al margen de la disfuncional Cumbre del G20 en Osaka (Japón) el 28 y 29 de junio, donde no se puede eliminar la hipótesis de un arreglo del tipo ‘ganar-ganar’.

No fue gratuita la selección de la entrevista de Bannon al portal chino SCMP con sede en Hong Kong para amedrentar directamente a la dirigencia china. El grave problema es que no da margen para negociación alguna al declarar la guerra tecnológica, financiera y económica contra China, lo cual puede sonar muy exuberante ya que China cuenta con varias armas en su arsenal de represalias que van desde la devaluación de su divisa, el yuan, pasando por la liquidación de sus bonos del Tesoro estadunidenses hasta su ‘opción nuclear’, así bautizada, de cesar la venta de los ‘rare earth minerals’ (minerales de tierras raras) tan vitales para los componentes militares modernos de EEUU.

No pasó nada desapercibida la visita del mandarín Xi Jinping, acompañado de Liu He, el vice primer ministro a cargo de las negociaciones comerciales con la contraparte estadunidense, a una empresa operativa de minerales de tierras raras en la ciudad de Ganzhou, en la provincia oriental de Jiangxi. Según el portal chino Global Times, «muchos han sugerido que China limite sus exportaciones de minerales de tierras raras a EEUU como una contramedida a la decisión de EEUU de asestar tarifas en bienes chinos y cortar el abasto de semiconductores a las empresas chinas».

Cabe señalar que China es el mayor productor del mundo de minerales de tierras raras —más del 90% del suministro global— que son vitales para productos avanzados desde los aviones hasta los semiconductores, lo cual puede perjudicar no solamente a EEUU, sino también a Japón.

Cabe señalar en forma significativa y conveniente que los minerales de tierras raras no han sido incluidos en la ‘lista negra’ del alza de las tarifas propinada por Trump.

La visita de Xi fue también simbólica ya que rindió homenaje a un monumento en Yudu (un barrio de Ganzhou) que marcó el inicio de la ‘larga marcha’ del Partido Comunista hace 85 años, lo cual puede significar que la dirigencia china está dispuesta a una nueva «larga marcha tecnológica y financiera» en su guerra comercial contra EEUU.

Pero a Bannon nada lo detiene y en una entrevista para Fox News, después de alardear del triunfo del ‘nacionalismo económico’, mezclado de la extrema derecha populista, en las elecciones para el Parlamento Europeo, desechó las represalias de China de prohibir las exportaciones de minerales de tierras raras y se burla de que Pekín lo haya nombrado su «principal enemigo público».

La televisión china CCTV calificó a Bannon de «verdadero enemigo de EEUU».

(Cortesía de Sputnik, agencia rusa de noticias)

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Crisis política en el país galo: Francia, la política y su eterno teatro de lo absurdo

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A título personal, por Armando Morquecho Camacho //

En 1958, Francia vivió el ocaso de su Cuarta República, un régimen político marcado por la inestabilidad, la fragmentación y la incapacidad de responder a los desafíos de su tiempo. Fue una crisis existencial que llevó al país al borde del abismo, hasta que Charles de Gaulle, casi como un deus ex machina en una tragedia griega, emergió para restaurar el orden y forjar la Quinta República.

Hoy, 66 años después, la historia parece resonar entre las bambalinas del teatro político francés: el telón cae sobre el gobierno de Michel Barnier, tumbado por una moción de censura que unió a extremos ideológicos en un espectáculo digno del teatro del absurdo.

La caída del primer ministro Barnier, tras el uso del controvertido artículo 49.3 de la Constitución para aprobar el presupuesto sin votación parlamentaria, no solo evidencia una crisis coyuntural, sino un síntoma de algo mucho más profundo: el desgaste de la democracia representativa frente a la polarización. La alianza entre la izquierda del Nuevo Frente Popular y la extrema derecha de Marine Le Pen para derrocar al gobierno es un recordatorio de cómo las democracias pueden ser víctimas de sus propios actores, quienes, en su afán por ganar protagonismo, olvidan el guion fundamental de la estabilidad y el consenso.

En cualquier obra teatral, los personajes que ocupan extremos opuestos del escenario raramente trabajan juntos. Pero en la política francesa actual, la izquierda y la extrema derecha han hecho un pacto que recuerda al Fausto de Goethe: sacrificaron principios a cambio de un beneficio inmediato, en este caso, la caída del gobierno. La pregunta que queda suspendida en el aire es si este acuerdo, tan oportunista como efímero, es el preámbulo de una mayor desestabilización.

Esta dinámica no es exclusiva de Francia. En democracias de todo el mundo, la fragmentación y el oportunismo político han llevado a alianzas insólitas que terminan minando la legitimidad de las instituciones. Sin embargo, Francia, con su rica tradición de debate político y su rol central en la Unión Europea, se encuentra en una posición particularmente frágil. Cada golpe al sistema no solo debilita su capacidad de gobernar internamente, sino que también envía señales de incertidumbre a nivel internacional.

El artículo 49.3 de la Constitución de Francia, diseñado para sortear bloqueos parlamentarios, es un ejemplo clásico de cómo una herramienta pensada para garantizar la gobernabilidad puede convertirse en un detonante de crisis. Al aprobar el presupuesto sin votación parlamentaria, Barnier activó una bomba política que detonó su propio gobierno. En términos teatrales, fue un acto de improvisación que, lejos de salvar la escena, terminó dejando al escenario vacío y al público desconcertado.

Este episodio plantea preguntas fundamentales sobre los límites del poder ejecutivo en una democracia. ¿Hasta qué punto puede un líder priorizar la eficiencia sobre la deliberación? Y, sobre todo, ¿qué implica este tipo de medidas para la confianza pública en las instituciones? En un momento en que la desafección ciudadana hacia la política está en su punto más alto, la percepción de autoritarismo, aunque sea en nombre de la eficacia, puede resultar devastadora.

En este drama político, Emmanuel Macron se encuentra como el solitario protagonista de una obra que no logra conectar con su audiencia. Su proyecto centrista, que alguna vez prometió trascender la división izquierda-derecha, se enfrenta a un parlamento fragmentado donde ninguna facción está dispuesta a ceder. Es un recordatorio de que, en política, los discursos ambiciosos rara vez sobreviven al choque con la realidad.

Macron, al igual que De Gaulle en 1958, se encuentra en un momento definitorio. Sin embargo, a diferencia de su ilustre predecesor, carece de la legitimidad moral y el respaldo popular para imponer su visión. En un sistema político cada vez más dependiente del consenso, el liderazgo autoritario ya no es una opción viable. Pero ¿cómo liderar cuando los actores clave están más interesados en sus propias líneas que en el éxito colectivo de la obra?

La inestabilidad política en Francia tiene implicaciones que van más allá de sus fronteras. Como uno de los pilares de la Unión Europea, Francia desempeña un rol crucial en temas como la seguridad, la transición energética y la reforma económica. Sin un gobierno estable, su capacidad para liderar en estos frentes se ve gravemente comprometida.

Además, la crisis francesa ocurre en un momento en que Europa enfrenta desafíos existenciales, desde la guerra en Ucrania hasta el auge del euroescepticismo en varios países miembros, por ello, la incapacidad de Francia para actuar como un socio confiable y predecible en este contexto es un golpe para el proyecto europeo en su conjunto.

La crisis política en Francia es un recordatorio de que la democracia no es solo una cuestión de procedimientos, sino de cultura política. En una época marcada por la polarización y el populismo, el arte de construir consensos se ha convertido en una habilidad cada vez más rara. Sin embargo, es precisamente este tipo de liderazgo el que Francia –y el mundo– necesita para navegar los desafíos del siglo XXI.

La política, como el teatro, requiere de ensamble. Los mejores espectáculos no son aquellos donde una sola estrella brilla, sino donde el elenco trabaja en armonía para contar una historia convincente. Hoy, Francia necesita líderes que comprendan esta lección, que sean capaces de poner el bien común por encima de sus intereses individuales y que puedan restaurar la confianza en un sistema que, pese a sus imperfecciones, sigue siendo la mejor opción para resolver nuestras diferencias.

Cuando la Cuarta República cayó en 1958, el dramaturgo francés Jean-Paul Sartre reflexionó que la política de su tiempo era un «teatro sin final». Hoy, esa observación sigue siendo inquietantemente relevante. Francia, atrapada entre bastidores en su propio drama político, debe decidir si permitirá que la obra termine en tragedia o si encontrará la manera de reinventarse una vez más.

El reto es formidable, pero no insuperable. La democracia, al igual que el teatro, siempre tiene espacio para un nuevo acto, un nuevo protagonista y, con suerte, un final que haga justicia a los ideales que nos inspiran a seguir creyendo en ella.

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MUNDO

La edición genética: ¿Un futuro a la medida o una caja de pandora?

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Bioética, por Omar Barrera //

Imaginemos un mundo donde enfermedades como el cáncer o la fibrosis quística sean cosa del pasado. Un mundo donde podamos diseñar a nuestros hijos, libres de enfermedades hereditarias. Este futuro, que hasta hace poco parecía reservado a la ciencia ficción, está cada vez más cerca gracias a la edición genética, una tecnología que nos permite modificar el ADN de cualquier organismo, incluyendo al ser humano.

La reciente decisión de Sudáfrica de flexibilizar sus regulaciones sobre esta práctica ha encendido un debate global sobre los límites de la ciencia y las implicaciones éticas de esta poderosa herramienta. El caso de Sudáfrica: un precedente controvertido.

Sudáfrica ha sido pionera en relajar las restricciones a la edición genética, abriendo la puerta a una amplia gama de aplicaciones, desde la cura de enfermedades hasta la mejora de características humanas.

Sin embargo, esta decisión ha generado una gran controversia a nivel internacional. ¿Estamos preparados para modificar el genoma humano? ¿Cuáles son los riesgos y beneficios de esta tecnología? ¿Cómo podemos garantizar que se utilice de manera ética y responsable?

MÉXICO: ENTRE LA ESPERANZA Y LA INCERTIDUMBRE

En México, la edición genética también ha generado gran interés y debate. Si bien nuestro país cuenta con una sólida comunidad científica en el área de la biotecnología, la regulación en materia de edición genética aún es incipiente basta con meterse a leer la ley general de salud y su reglamento.

La decisión de Sudáfrica representa un punto de inflexión que obliga a México a replantear su marco normativo y a enfrentar los desafíos éticos y sociales que plantea esta tecnología.

LOS BENEFICIOS DE LA EDICIÓN GENÉTICA

Los potenciales beneficios de la edición genética son inmensos. Esta tecnología podría permitirnos:

1. Curar enfermedades genéticas: Eliminar la causa genética de enfermedades como la fibrosis quística, la anemia falciforme y la distrofia muscular.

2. Desarrollar nuevos tratamientos: Crear terapias más eficaces para enfermedades como el cáncer y el VIH.

3. Aumentar la producción de alimentos: Desarrollar cultivos más resistentes a plagas y enfermedades, y con mejores características nutricionales.

LOS RIESGOS Y DESAFÍOS

Sin embargo, la edición genética también plantea riesgos y desafíos importantes:

1. Creación de “bebés de diseño”. La posibilidad de seleccionar rasgos físicos y cognitivos en los futuros hijos plantea serias preocupaciones éticas.

2. Desigualdad: El acceso a la edición genética podría estar limitado a aquellos que puedan pagarla, exacerbando las desigualdades sociales.

3. Consecuencias imprevistas: Las modificaciones genéticas podrían tener efectos secundarios no deseados a largo plazo.

4. Riesgos ambientales: La liberación de organismos genéticamente modificados en el medio ambiente podría tener consecuencias impredecibles.

EL MARCO ÉTICO Y LEGAL

Para aprovechar los beneficios de la edición genética y minimizar los riesgos, es necesario establecer un marco ético y legal sólido a nivel nacional e internacional. Este marco debe abordar cuestiones de garantizar que los beneficios de la edición genética sean accesibles a todos, y no solo a unos pocos privilegiados.

Debe existir protección de la dignidad humana para evitar la discriminación y la eugenesia. Hay que asegurar que la investigación en edición genética sea transparente y esté sujeta a supervisión pública. También fomentar la cooperación entre países para establecer normas comunes y evitar una carrera armamentista genética.

MÉXICO ANTE UN DILEMA

México se encuentra en una encrucijada. Por un lado, la edición genética representa una oportunidad para mejorar la salud de la población e impulsar el  desarrollo científico. Por otro lado, plantea desafíos éticos y sociales que requieren una reflexión profunda y un debate abierto.

Es fundamental que nuestro país desarrolle un marco regulatorio adecuado que permita aprovechar los beneficios de esta tecnología, al tiempo que garantiza la seguridad y la dignidad de las personas.

Este marco debe ser flexible y adaptable a los rápidos avances científicos, pero al mismo tiempo debe ser sólido y capaz de proteger a las futuras generaciones. La edición genética es una tecnología con un potencial revolucionario, pero también plantea desafíos éticos y sociales sin precedentes.

La decisión de Sudáfrica ha abierto un nuevo capítulo en este debate global, y México debe asumir un papel protagónico en la construcción de un futuro donde la ciencia y la ética vayan de la mano.

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MUNDO

Gran desafío político para Claudia Sheinbaum: El poder de la negociación, futuro del T-MEC

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, asumirá su cargo hasta el día 20 de enero del 2025, sin embargo, ya se comporta como presidente en funciones, mientras que el todavía presidente Joe Biden se queda cada vez más en las sombras.

Trump inició una gira por Europa en la que ha sido invitado de honor por el gobierno de Francia para la reapertura de la catedral de Notre Dame, en París, reconstruida luego del incendio que la consumió en su totalidad en 2019.

El presidente electo Trump, tiene una apretada agenda en su visita a Europa con distintos líderes políticos y empresariales para comenzar a plantear los primeros pasos de su segundo mandato presidencial, actuando como si ya hubiera ocupado nuevamente la Casa Blanca.

El caso de Donald Trump pone de manifiesto varios principios clave de la negociación:

La importancia de la preparación: Comprender las fortalezas y debilidades propias y de la contraparte es esencial para establecer estrategias efectivas.

El uso del poder de alternativa: Estar dispuesto a retirarse de la mesa de negociación puede proporcionar una ventaja significativa.

La comunicación estratégica: Adaptar el mensaje según la audiencia y el contexto puede influir en el resultado de manera decisiva.

El manejo de la percepción: La percepción de fuerza y control puede influir en la disposición de la contraparte a ceder.

Sin embargo, también existen riesgos asociados con un estilo negociador que enfatiza la confrontación o las amenazas. La falta de flexibilidad puede resultar en acuerdos a corto plazo insostenibles o en la ruptura de relaciones importantes.

LA COMPLEJA RELACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS

La relación entre Estados Unidos y México es una de las más complejas y significativas en el panorama internacional, especialmente en el contexto actual. Ambos países comparten una frontera de más de 3,000 kilómetros, una interacción económica robusta, y una dinámica social y cultural profundamente interconectada. Esta asociación trasciende el ámbito geográfico y se convierte en un pilar fundamental para las economías de ambas naciones, con impactos globales. Sin embargo, las recientes declaraciones y amenazas del presidente electo Donald Trump ponen en riesgo este equilibrio delicado.

LA BALANZA COMERCIAL: UNA RELACIÓN INTERDEPENDIENTE

El comercio bilateral entre México y Estados Unidos es uno de los más grandes del mundo. Según datos de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), México es el segundo socio comercial más importante de Estados Unidos, solo detrás de China, con un intercambio de bienes y servicios que superó los $779 mil millones de dólares en 2023. En tanto, cifras del Banco de México destacan que alrededor del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos.

En el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), esta relación se ha consolidado como un esquema de cooperación económica basado en reglas claras y mutuamente beneficiosas. Sin embargo, Trump ha amenazado con imponer aranceles elevados a los productos mexicanos, una medida que podría desestabilizar la balanza comercial. Este tipo de políticas proteccionistas no solo afectarían a México, sino también a las empresas estadounidenses que dependen de insumos fabricados en territorio mexicano.

Un ejemplo claro es la industria automotriz, donde México desempeña un papel clave como proveedor de autopartes y ensamblaje de vehículos. De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC), más del 37% de las autopartes utilizadas en vehículos fabricados en Estados Unidos provienen de México. La imposición de aranceles podría aumentar los costos de producción en un sector estratégico para la economía estadounidense.

Las amenazas de Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos podrían desestabilizar estas cadenas de suministro y aumentar los costos para los consumidores estadounidenses. Según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, aranceles elevados podrían traducirse en un incremento de precios de hasta un 15% en productos básicos, afectando principalmente a los hogares de ingresos medios y bajos.

La mano de obra mexicana: Un pilar del crecimiento económico en Estados Unidos

El aporte de los trabajadores mexicanos en la economía de Estados Unidos es otro elemento esencial en esta relación bilateral. Según el Pew Research Center, se estima que en 2023 había 12 millones de inmigrantes mexicanos viviendo en Estados Unidos, de los cuales alrededor de 8 millones formaban parte de la fuerza laboral. Este grupo contribuye significativamente en sectores como la agricultura, la construcción y los servicios, que dependen en gran medida de esta mano de obra.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala que más del 50% de los trabajadores en el sector agrícola son mexicanos, un dato que subraya la dependencia de Estados Unidos en este ámbito para garantizar la seguridad alimentaria. Además, los inmigrantes mexicanos pagan miles de millones de dólares en impuestos y aportan al sistema de seguridad social, a menudo sin acceso a los beneficios que generan.

A pesar de su impacto positivo en la economía estadounidense, las amenazas de Trump de realizar deportaciones masivas representan un riesgo no solo para las familias afectadas, sino también para los sectores económicos que dependen de esta fuerza laboral. El Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés) advierte que la deportación de trabajadores mexicanos podría causar un déficit en sectores críticos, encareciendo productos y servicios básicos para los consumidores estadounidenses.

EL IMPACTO DE LAS REMESAS Y LA INTERDEPENDENCIA ECONÓMICA

Otro aspecto relevante en la relación económica bilateral es el flujo de remesas. Según el Banco Mundial, México recibió más de $60 mil millones de dólares en remesas en 2023, la mayoría provenientes de trabajadores en Estados Unidos. Estas transferencias no solo son una fuente vital de ingresos para millones de familias mexicanas, sino también un motor económico para comunidades enteras.

Por otro lado, el capital humano y las inversiones mexicanas en Estados Unidos también son notables. Empresas mexicanas como Bimbo, Cemex y Grupo Alfa tienen una presencia significativa en el mercado estadounidense, generando empleo y contribuyendo al desarrollo de sus economías locales.

CÁRTELES DE DROGAS Y LA AMENAZA A LA SOBERANÍA MEXICANA

En contraste con los beneficios económicos, las amenazas de Trump de denominar como «terroristas» a los cárteles de drogas mexicanos y justificar el envío de tropas a México representan una grave violación de los principios de soberanía nacional y autodeterminación. Este tipo de intervenciones, además de generar tensiones diplomáticas, podrían contravenir el Derecho Internacional y exacerbar los problemas de seguridad en la región. Aunque esta medida tiene como objetivo justificar una intervención más directa en México, plantea serias implicaciones legales y diplomáticas. Según expertos en Derecho Internacional, como los analistas del Centro para el Estudio de los Derechos Humanos de la Universidad de Harvard, esta clasificación podría ser utilizada para justificar acciones militares unilaterales, violando los principios de soberanía y autodeterminación consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

Además, las acciones militares estadounidenses en territorio mexicano podrían desestabilizar aún más la región y afectar negativamente la cooperación bilateral en temas clave como seguridad y migración. México ha insistido en la necesidad de abordar el problema del narcotráfico como una responsabilidad compartida, subrayando que el consumo de drogas en Estados Unidos y el tráfico de armas hacia México son factores clave que alimentan esta problemática.

El gobierno mexicano, respaldado por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha rechazado categóricamente estas propuestas, argumentando que los problemas de seguridad deben resolverse mediante la cooperación y el respeto mutuo, no mediante imposiciones unilaterales. México ha enfatizado su disposición a trabajar con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, pero sin ceder a presiones que comprometan su soberanía.

UN FUTURO INCIERTO PERO LLENO DE OPORTUNIDADES

A pesar de las tensiones actuales, la relación entre México y Estados Unidos tiene un enorme potencial de crecimiento si se manejan adecuadamente los desafíos. La dependencia mutua, lejos de ser una debilidad, es una fortaleza que debe ser aprovechada para construir un futuro más equitativo y próspero para ambas naciones.

Las amenazas de políticas proteccionistas y medidas unilaterales pueden tener efectos negativos a corto plazo, pero también ofrecen la oportunidad de revalorar los términos de cooperación bilateral. Instituciones como la OCDE y el Banco Mundial han señalado que una relación económica equilibrada y justa es clave para el desarrollo sostenible de ambos países.

Las contundentes respuestas de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a las controversiales y agresivas declaraciones y mensajes de Donald Trump, establecen un primer paso en lo que podría la relación bilateral, basada en el respeto. La fortaleza de México, así como su potencial de crecimiento que lo ha situado en la posición número 12 entre las economías más grandes del planeta, respaldan una postura firme ante un experto negociador como Trump, que busca los puntos débiles en sus contrapartes para imponerse, incluso intimidar, para lograr sus objetivos.

La relación bilateral entre México y Estados Unidos es fundamental en el panorama actual, no solo por su impacto económico, sino también por su importancia estratégica y social. Aunque existen tensiones y desafíos, la historia ha demostrado que ambos países son más fuertes cuando trabajan juntos. El reto para los próximos años será encontrar un equilibrio entre los intereses de ambas naciones, respetando los principios de soberanía y cooperación internacional, para que esta relación continúe siendo un modelo de éxito en el ámbito global, y ante los desafíos de la conformación nuevos bloques económicos, que están cambiando la dinámica y el equilibrio de poderes mundiales.

El poder de la negociación trasciende culturas, sectores y épocas. Como habilidad esencial para resolver conflictos, crear valor y fortalecer relaciones, su importancia no puede ser subestimada. El ejemplo de Donald Trump ilustra cómo esta herramienta puede aplicarse tanto en los negocios como en la política internacional, resaltando tanto sus beneficios como sus desafíos.

En un mundo cada vez más interconectado y complejo, dominar el arte de la negociación será indispensable para quienes deseen influir en los acontecimientos globales y liderar con éxito.

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