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NACIONALES

Políticos y periodistas inmersos en la polarización: El México de hoy, radicalismo a la carta

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Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //

El momento que vivimos los mexicanos es muy peculiar: existe un movimiento que pretende renovar a la nación, frente a otra corriente, que sin plan que convenza, busca acabar con aquel pensamiento. Nos referimos, en el primer caso a la actual administración federal y en el segundo, a lo que solemos identificar como “oposiciones”, donde se visualiza un amasijo de organismos, de personalidades y de activistas.

Desde luego que debido a que como reza el refrán, “cada cabeza es un mundo”, es variadísimo el punto de vista de cada agrupación, incluso de sus miembros. Veíamos un debate del Senado de México, y en un mismo rato, un “padre patrio” (como suele decírsele a estos legisladores, aunque no lo merezcan) manifestó que “la política es el arte de lo posible”, en tanto que otro parlamentario declaró que “la política era el arte de la congruencia”. Al margen de si uno o ambos tienen razón, en ese ejemplo vemos las diferencias que cada quien asume sobre un mismo tema. (sesión del 7 de marzo para votar el nombramiento de dos comisionados del ITEI).

En el enfrascamiento que se suscitó en esa ocasión, algunos oradores hablaron con flamígera actitud (como los panistas Damián Zepeda y su correligionaria Xóchitl Gálvez) enderezando sus dardos, a título de abanderar ideales justos, contra sus adversarios, pero sobre todo contra el primer magistrado de la república. El debate dejó mucho que desear y es una muestra del bajo nivel de nuestros políticos. Al final se logró la aprobación por mayoría calificada de los dos propuestos, un hombre y una mujer. Esos nuevos comisionados seleccionados fueron Ana Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Aviso, quienes previamente habían sido aprobados por la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara Alta.

Otro claro ejemplo de radicalismo, lo dio la activísima columnista y conferenciante, Denise Dresser, quien escribe semanariamente en el diario Reforma, e incursiona en el hebdomadario, por cierto, venido a menos, Proceso.

Para darnos cabal cuenta de su extremismo, veamos lo que dijo el 22 de febrero en su colaboración que tituló “Malos Mexicanos”, y en un párrafo dice: “Los policías del Presidente… son jueces, jurados y verdugos de la mexicanidad… el oficialismo, …busca negar la complejidad, ignorar la variedad, e imponer el arquetipo del patriota: ellos. Y ellos, al señalar a los que disienten como traidores, aplanan el paisaje para que se vuelva un campo de batalla, donde ya no hablamos. Gritamos, y nadie escucha. Porque en Palacio Nacional están demasiado ocupados decidiendo a quién mandan al paredón.”

Esta señora, que es muy consentida en las filas panistas -donde le pagan elevadas sumas por sus conferencias- y en general de la oposición, tuvo un encuentro con la exsecretaria de Economía de la Cuatro T, Tatiana Clouthier, siendo el escenario la Universidad de Monterrey (UDEM) con motivo del día de la mujer (8M): allí se llevó a cabo la tercera edición de UDEM x TODAS 2023, y ambas féminas participaron en un panel titulado “Mujeres en Política”. La hija del bien recordado Maquío Clouthier, fue sensata y certera en su exposición, pero Dresser arengaba a las jóvenes escuchas, asegurándoles que las mujeres en política hacen una diferencia, pues producen mejores resultados y le dan un giro “femenino” al liderazgo. Y les insistió “a atreverse a entrar en esos lugares donde anteriormente se decía “eran solo para hombres”.

La politóloga, no podía faltar más, tocó el tema del mandatario de la nación (AMLO) Andrés Manuel López Obrador, asegurando haber votado por él en 2018 “por culpa” de Tatiana Clouthier. Enseguida agregó “haberse arrepentido de ello”, cosa que a decir de ella, es más que evidente, pues resta leer cualesquiera de sus colaboraciones periodísticas. ¿Por qué votó así?, porque confesó su animadversión al PRI y el conservadurismo panista (partidos con los que ahora se codea), es decir ya cambió también en eso. Y dice que ella creía que AMLO había “dejado atrás su radicalismo y su construcción de enemigos existenciales. (…) Sólo puedo decir que se traicionó y nos traicionó”. Tatiana, lúcida como es, le respondió “que se hiciera responsable del voto que ejerció”, que no quiera repartir las culpas y le recordó que el año pasado existió un ejercicio democrático como la revocación de mandato, en el que podría haber participado para quitar del poder a quien, según ella, “nos había traicionado “y al parecer no lo hizo. Rubricando su dicho al manifestarle que el voto -con v chica- sirve para elegir, y también es útil para con “b” grande, botar -por medio de la revocación de mandato- a quien no deba continuar en un cargo.

Otro intransigente partícipe de nuestra vida pública, es el locuaz consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, quien, según Mario Delgado, le ha costado al pueblo de México la cantidad de, en términos brutos, 60 millones 962 mil pesos, faltando sumarle el monto que recibirá de liquidación, el cual se especula es millonario.

Pues bien, este engreído individuo, acudió a un acto de la UNAM con el Tribunal Electoral, y luego en un video que hizo circular, sin pedirle y ni ofrecerse nada, por sí mismo exteriorizó que AMLO “podría ir tras la autonomía de la máxima casa de estudios” ya que dijo: “Estoy seguro que muy pronto será acosada desde el poder” y proclamó que el gobierno de la Cuatro T, es arbitrario y abusivo, ” autoritario y repelente a las autonomías”. Esa fundamentalista postura de Córdova, la reprobó hasta el expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, quien opinó al respecto: “Una cosa es defender al INE, otra volverse activista y opositor…Córdova se excede y daña al Instituto…”

Aunque casos de radicalismo abundan en nuestra patria, (tal es asunto de FRENAA, jefaturado por Gilberto Lozano, quien cada que habla lo hace de manera furibunda y descompuesta) o los dirigentes de partidos – como Alito Moreno o Markitito Cortes- tenemos personajes del mundo empresarial, estilo Ricardo Salinas Pliego, que un día si y otro también, ofende, impugna y agrede a todo aquel que no le simpatice.

En días pasados, con motivo del secuestro de cuatro estadounidenses que pasaron la frontera por Matamoros (Tamaulipas) el 3 de marzo, se desplegó por el gobierno notable esfuerzo para encontrarlos, y el día 7 se dio cuenta que dos habían sido muertos y dos estaban vivos, uno con una herida y una mujer ilesa. Esos hechos fueron la razón de que la Prensa Asociada, -Associated Press News, AP- publicara un cabezal que dice: “De Carolina a Matamoros: Una cirugía estética trajo a los 4 de EU a México. Sabían del riesgo… y lo tomaron”. Esta nota, la retuiteó Álvaro Delgado, y eso fue suficiente para que se le lanzaran a la yugular, tanto los panistas como el antedicho empresario.

El capitalista Salinas, entre otras cosas expresó en su cuenta de twitter: “El muerde almohadas” de Álvaro nos da un ejemplo claro de porqué los pendejos con poder son peligrosos hasta con sus textos para la sociedad”. “Deberíamos de reportarle su cuenta de twitter, por negar un hecho violento.” Y tras subrayar que el periodista tiene “pendeja neurona” cierra en otro Twitter: “Yo creo que no es una opinión digna ni siquiera de usted (de quien no espero nada bueno). ¡Vaya, cuando uno cree que no pueden ser más pendejos se superan!”

En la cargada participaron el expresidente Calderón, su esposa Margarita y el retoño de ambos, Luis Felipe. El exmandatario en autoexilio voluntario, conjeturó: “Es un ejemplo de periodismo chayotero y miserable que practica el gobierno.” Desde luego lo secundó la diputada esposa de Calderón y finalmente el hijo, escribió: “El tuit más miserable que leerán hoy: revictimiza a las víctimas por «tomar el riesgo» de viajar a nuestro país. No cabe duda que ser siervo del régimen, le puede más que la dignidad a este tipo de individuos.” Para todos tuvo respuesta Delgado, saliendo muy mal librados los calderones, pues mientras que el jefe del clan, fue tildado de mudo y apestado, a la señora diputada la exhortó a dar una disculpa por ser servidora pública. Al hijito, le dijo: Te respondo no por ser hijo de @FelipeCalderon y @Mzavalagc, sino porque no sabes leer pese a que eres mayor de edad: No es un tuit, es la “cabeza” o titular de una nota informativa. De nada.”

El lamentable cierre corrió a cargo de dos dizques eminentes periodistas: Sergio Sarmiento y Joaquín López Dóriga, que enfatizan: “Así los oficiantes de la Cuatro T”. Para estos y otros más que les viene el saco, como Pablo Latapí, les espetó el laguense Delgado: “Ya no sabes qué es una nota informativa y un titular, mentiroso @lopezdoriga ? Tampoco sabes qué es dignidad, ladrón.” Como dijimos al iniciar esta colaboración: el radicalismo, entre nosotros, reviste matices de todo tipo, para todos los gustos y colores, en pocas palabras, es a la carta.

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JALISCO

Alfaro y la negación de la crisis de desaparecidos

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Cómo entender la desaparición de cerca de 10 mil personas en un sexenio y de estos un buen número son jóvenes?

Por qué el gobernador Enrique Alfaro siempre negó la crisis de desaparecidos y en forma machacona repetía una y otra vez que no eran desaparecidos, que se iban de sus casas por propia voluntad y en su último informe sostuvo su discurso de seis que durante su administración fueron localizadas 17 mil 405 personas (con vida): 5 mil 595 mujeres y 11 mil 810 hombres (…) No hay crisis de desaparecidos, muchos se van por voluntad propia”.

¿Y cuántos no regresaron? Eso no respondió porque eso no le importó nunca. Un personaje sin un ápice de empatía con las víctimas y con sus familiares.

¿Pero cómo tapar o esconder tanto desaparecido? ¿En qué cabeza cabe que tarde o temprano el problema iba a explotar y que su sucesor no lo taparía?

Y pensar que hubo medios de comunicación que completita le compraban esa narrativa, desde la oficina de Comunicación del Gobierno del Estado hasta les dictaban las cabezas, sin siquiera tener el pudor de cambiar la redacción a ese boletín.

El operador de esa desinformación fue Ricardo Sánchez Berumen, coordinador del gabinete de seguridad, le preparaba los datos a Alfaro, quien quería convencer que “los periodistas enemigos de Jalisco inventábamos estos datos de los miles de desaparecidos”.

Alfaro vivió gran parte de su gobierno protegido por cientos de guaruras, con carros blindados, con una Casa Jalisco y un Palacio de Gobierno rodeado de bayas. Los liderazgos de los colectivos de buscadores de desaparecidos le echaban en cara al entonces gobernador: “ustedes tienen a sus familias bien aseguradas, con carros blindados, escoltas y los ciudadanos estamos en el desamparo”

La seguridad se convirtió en una crisis por un desgobierno que no tuvo ni quiso tener contacto con los familiares de las víctimas. Simplemente hay que echarle una mirada al Semefo para ver que hay más de 5 mil cuerpos sin identificar. La bronca se la hereda Alfaro a Pablo Lemus.

Y Jalisco así se convirtió en el estado líder en desaparecidos.

Desde el 2022 el gobierno de Jalisco dejó de subir información al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNDDNO).

Quienes confrontábamos la información de desaparecidos con los datos de Alfaro fuimos satanizados por el propio gobernador desde la muralla de Casa Jalisco.

SE ABRE LA CAJA DE PANDORA

El campo de entrenamiento y exterminio de Teuchitlán, abre la caja de pandora de un gobierno que en lugar de cumplir con su compromiso de poner orden, dejó crecer a la criminalidad. Sin embargo, todo gobierno tiene fecha de caducidad y ahora Alfaro sin la protección de ser la cabeza del Poder Ejecutivo de Jalisco que le permitió asumir una arrogancia, sintiéndose dueño de la verdad absoluta, podría enfrentar lo que su irresponsabilidad generó que el Estado sea un desastre en inseguridad y violencia, como lo muestran las imágenes en el Izaguirre Ranch, los 200 pares de calzado y las prendas de vestir e hombres y mujeres muestran el tamaño de la tragedia con los delitos de lesa humanidad allí cometidos.

Gente cercana a Alfaro comentan que éste estaba harto de los problemas de Jalisco que no pudo o no quiso resolver, de allí que se inventaba viajes a Europa o fuera de México.

Por eso el último día de su gobierno huyó de Jalisco y se fue a vivir a España.

Dice que se prepara en Europa para convertirse en director técnico de Chivas de Guadalajara. Imaginemos a Alfaro de director técnico del equipo más popular de México, del hombre que dejó esa larga estela de sangre y cadáveres, por no haber asumido su responsabilidad y aplicar la ley.

¿LO CITARÁ LA FISCALÍA?

No se qué ideas pasen por la cabeza de Alfaro allá en España, donde seguramente disfruta de una tranquilidad que en Jalisco no es posible. ¿Cómo tomará la información de estos centros de exterminio en Teuchitlan? ¿Cuándo va a subir sus clásicos vídeos para desmentir “las falsedades de las Fiscalías y de los Guerreros Buscadores de Jalisco”?

¿Qué le responde al fiscal general de la República, Alejandro Hertz Manero a esos graves señalamientos que hizo la pasada al calificar de «muy crítico y muy grave» el hallazgo del crematorio clandestino”?

El Fiscal General cuestionó la falta de conocimiento y acción por parte de las autoridades locales y estatales respecto a la existencia de este centro de exterminio. Hertz Manero expresó:»no es creíble» que las autoridades municipales y estatales no estuvieran al tanto de las actividades ilícitas que se llevaban a cabo en el rancho Izaguirre por lo que anunció que la Fiscalía General de la República (FGR) iniciará una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes. La investigación se centrará en identificar posibles omisiones o complicidades de las autoridades locales y estatales en relación con el funcionamiento de este centro de exterminio.

El Fiscal General también enfatizó la importancia de coordinar esfuerzos entre las distintas instancias de gobierno para combatir eficazmente al crimen organizado y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y subrayó la necesidad de fortalecer las instituciones de seguridad y justicia para garantizar la protección de los ciudadanos y el respeto a los derechos humanos.

¿Qué responsabilidad tuvo Alfaro en minimizar el suceso de Izaguirre Ranch y dejarlo en que se trataba de un campo de entrenamiento de un grupo criminal? ¿Alfaro desconoció que se trataba de un centro de exterminio de jóvenes?

Habrá que ver hasta dónde se quiere llegar en esta terrible tragedia y si el brazo de la justicia no sólo queda en un agente del ministerio público, agentes de investigación y algunos funcionarios menores de la Fiscalía.

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CARTÓN POLÍTICO

¿Dormirá tranquilo en Madrid?

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JALISCO

La justicia, un privilegio inalcanzable: Teuchitlán, la negación como crimen de Estado

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

Hay maneras múltiples de negar un crimen, formas infinitas de enterrar un cuerpo, procedimientos diversos para desaparecer personas, ideas, realidades. En México, especialmente en Jalisco, el gobierno parece haberlas aprendido todas. El más reciente y grotesco episodio de negación oficial se escenifica alrededor de un rancho en Teuchitlán, cuyo nombre, «Izaguirre», se volvió sinónimo del horror: fosas, huesos quemados, restos calcinados, zapatos sin dueño.

Pero, según la fiscalía general del Estado, allí nunca hubo hornos crematorios. Así lo dijeron, con palabras oficiales, tranquilas, demasiado tranquilas, con la frialdad de quien niega para no actuar.

Héctor Flores, vocero del colectivo Luz de Esperanza, habla con el tono cansado de quien ya conoce todas las versiones oficiales. «Quieren minimizar la crisis, callar lo que dicen las familias y los medios», señala. No habla desde la teoría; lo suyo es la práctica cotidiana de una búsqueda desesperada, un intento de hacer justicia con propias manos, mientras el Estado responde con burocracia y negaciones. Y no habla solo de Teuchitlán, sino de una realidad que atraviesa todo México: más de 15,000 desaparecidos solo en Jalisco y decenas de miles más en todo el país. Números que aumentan, cifras que no despiertan acción sino indiferencia.

«La confianza está en las familias, no en las instituciones», sentencia Flores. Las palabras golpean con fuerza porque reflejan una verdad ya inocultable: el Estado ha dejado hace tiempo de ser garante de seguridad para convertirse en cómplice por omisión, por negligencia, por indiferencia. Flores lo explica sencillo, pero la simplicidad de su denuncia encierra toda la complejidad del fracaso institucional: «La federación no puede lavarse las manos echándole la culpa a los estados. La delincuencia organizada es competencia federal y tienen que actuar».

Pero México es el país donde los gobiernos siempre encuentran razones para no actuar. La Fiscalía argumenta que necesita denuncias formales para iniciar carpetas de investigación. Las familias responden que denunciar es ponerse en peligro, es exponerse a la violencia del crimen organizado, protegido por autoridades corruptas. La paradoja es brutal: se exige que las víctimas, ya violentadas, vulnerables, amenazadas, sean quienes se arriesguen aún más para hacer el trabajo que el Estado rechaza.

La negativa oficial sobre los hornos de Teuchitlán no solo busca invisibilizar la tragedia, sino evitar las consecuencias internacionales que podría acarrear el reconocimiento de un crimen que claramente constituye una violación masiva de derechos humanos. Flores apunta hacia organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o la Corte Penal Internacional, advirtiendo que esta crisis, de ocurrir en cualquier país europeo, sería inmediatamente calificada como una emergencia global. Pero ocurre en México, donde los muertos pesan menos, donde los desaparecidos son culpables antes que víctimas.

La negación no es solo federal, es también local. Enrique Alfaro, gobernador saliente de Jalisco, dejó en herencia un récord macabro: pasó de 5,000 a más de 15,000 desaparecidos durante su mandato. Colectivos como «Por Amor a Ellxs» recuerdan cómo Alfaro prometió diálogo y puertas abiertas, pero solo entregó indiferencia y abandono. María del Refugio Torres resume así el gobierno de Alfaro: «ineficaz, lleno de omisiones y deficiencias».

Ahora la responsabilidad recae en Pablo Lemus, sucesor político que, al parecer, ante esta prueba está actuando a destiempo. En reuniones en noviembre del año pasado, previas a la toma de poder, Salvador Zamora, quien ahora es secretario general de Gobierno, asistió solo para sacarse la foto. No escuchó, no conversó, no actuó, en esta crisis, no ha aparecido.

La crisis institucional no se detiene en el Ejecutivo. Jonathan Ávila, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), denunciaba al finalizar la administración de Enrique Alfaro que no había ni siquiera un programa estatal de búsqueda en Jalisco y que el rezago en el Servicio Médico Forense alcanzaba niveles vergonzosos: más de 9,400 cuerpos sin identificar.

Mientras las autoridades siguen negando la realidad, las familias se organizan y protestan. Este sábado pasado, frente al Palacio de Gobierno de Jalisco, más de dos mil personas gritaron consignas claras y dolorosas: «El Estado sí sabía, Alfaro sí sabía». Lo sabían porque es imposible no saberlo, porque los campos del horror no nacen en secreto sino bajo el amparo de complicidades. Daniela Gómez, quien busca a su hermano desaparecido, resume el sentimiento común: «No es posible que haya más de 18,000 desaparecidos y solamente seis buscadores en el gobierno».

La vigilia del sábado fue otra demostración del dolor transformado en resistencia. Héctor Águila Carvajal, padre de otro desaparecido, pidió unidad: «Sigamos uniendo fuerzas, el dolor no cesa». Y no cesa porque la respuesta oficial sigue siendo mínima, burocrática, cínica.

Y lo de que Teuchitlán no se trata de un caso aislado. La lista de sitios donde se repite la tragedia es dolorosamente extensa: desde la macabra «Gallera» en Veracruz hasta los cuerpos disueltos en ácido por el infame «Pozolero» de Tijuana, pasando por la escalofriante cifra de restos en «La Bartolina», Tamaulipas. Un catálogo infernal de barbaries toleradas, acaso protegidas, por autoridades que prefieren mirar hacia otro lado.

Esta crisis no puede seguir siendo escondida bajo excusas burocráticas ni minimizada con comunicados oficiales. Los colectivos lo denuncian: Teuchitlán no es un caso aislado, sino un símbolo más de la impunidad institucionalizada. Héctor Flores alerta sobre al menos seis puntos más similares en Jalisco, que nadie quiere investigar porque nadie quiere reconocer lo evidente.

Desde Madrid hasta Nueva York, mexicanos en el exilio exigen lo básico: reconocer el término «sitios de exterminio», proteger efectivamente a las buscadoras, garantizar justicia y reparación. Es un grito desesperado, es una demanda urgente, y es, sobre todo, una advertencia: la negación no borrará los muertos, solo prolongará el sufrimiento.

Negar lo evidente es una forma más de violencia. México merece más que excusas. Las víctimas merecen más que palabras. Y la justicia, que debería ser obvia, hoy parece un privilegio inalcanzable.

En X @DEPACHECOS

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