OPINIÓN
Las advertencias de Arabia Saudita: Podría generarse crisis del petróleo mientras EEUU se queda sin diésel

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Como usted sabe este año ha sido marcado por una inflación galopante que inició en cinco de los siete países del G7 y que ya le dio la vuelta al mundo poniendo en aprietos las finanzas de casi toda la población de los países.
Pero lo peor estaría por venir según lo advirtió el secretario de Energía de Arabia Saudita, Príncipe Abdulaziz quien a mediados de la semana pasada advirtió a los países europeos y principalmente a los EUA que el utilizar las reservas estratégicas de los países como un mecanismo para manipular precios del mercado del petróleo era un error.
“…Gente que está depredando sus reservas estratégicas las están agotando, usándola como un mecanismo para manipular mercados cuando en realidad el objetivo de las dichas reservas eras para mitigar demanda en caso de escasez por causas mayores…”
Sin mencionar de manera directa a los EUA sus comentarios parecían ir dirigidos de manera directa a la administración del Presidente Biden quien la semana pasada dijo que había ordenado la liberación de 15 millones de barriles de petróleo de la reserva estratégica de dicho país.
El anuncio ha seguido a otros similares que Washington ha venido haciendo desde el mes de marzo. En suma la Casa Blanca ha liberado 180 millones de barriles de petróleo de su reserva estratégica durante este año en el que se realizan elecciones federales para renovar el Congreso y parte del Senado de esa nación.
El Príncipe saudita remató sus advertencias asegurando que “…era su profundo deber dejar claro al mundo que haber perdido reservas estratégicas podría resultar muy doloroso en los próximos meses…” este comentario no debe tomarse a la ligera, recordemos que la última vez que la OPEC -antes OPEP- y Occidente se pelearon fue en los 70s generando una severa crisis mundial que nos afectó a todos.
A mediados de octubre la OPEC decidió recortar su producción de barriles de petróleo para prevenir una medida de control de precios que están organizando los países de la OTAN y del G7 como herramienta económica y política en contra de Rusia pero de paso a favor de sus propias economías.
A dicha medida el gobierno de los EUA respondió con molestia e incluso insinuando que podrían dejar de surtir equipo militar a Arabia Saudita como represalia por el recorte en la producción diaria de petróleo de ese país. Como podemos ver las cosas están calientes y el invierno se acerca con lo que podrían calentarse más la ya delicada situación económica de los consumidores de occidente quienes por voluntad de sus líderes se convirtieron en dependientes de las energías importadas.
Como no queriendo la cosa, horas después de que Washington diera a conocer su “amenaza” o represalia en contra de Arabia Saudita, se filtraron datos de una supuesta petición que habría hecho Biden al Príncipe saudita en verano pasado durante la gira del mandatario de EUA al Medio Oriente. Según está información el gobierno de EUA habría pedido a los árabes el mantener la producción de petróleo hasta pasando noviembre con el fin de no afectar los precios de los energéticos en los bolsillos de los americanos previos a las importantes elecciones intermedias del día 8 de noviembre, en las que como hemos dicho se renovará el Congreso Federal y parte del Senado de ese país. Es decir que al ser amenazados por Biden le sacaron sus trapitos al sol.
COMO SANTA CLAUS
El problema de los precios altos en los combustibles se podría ver acentuado cuando los mercados ricos y poderosos decidan competir por los mismos bienes que los países medianos y pequeños; así las cosas, los que tienen la maquinita del dinero pueden pagar más por los mismos combustibles que los que no la tienen. Lo anterior se convierte en una competencia desleal y muy difícil de manejar para las llamadas economías emergentes o de países en vías de desarrollo como se nos llamaba en los 80s.
Según el departamento de Energía de EUA y su similar de la UE, las reservas de diésel de esos países y su producción diaria se ha venido viendo afectada de manera significativa en este 2022, lo anterior se suma a la crisis que provocan las sanciones impuestas a Rusia quien es el segundo país productor y exportador de diésel a nivel internacional.
Como usted recordará hace menos de un año una nevada en Texas causó escasez de electricidad en México. Lo anterior debido a que cuando las energías verdes de ese estado no pudieron dar abasto a su población, el gobierno de ese país ordenó dejar de exportar gas y carbón para poder utilizarlo ellos mismos y como usted recordará esto nos pegó directo en el centro de la producción de las plantas del norte del país afectando incluso hasta algunas zonas del Bajío.
En días pasados el Gobierno de EUA indicó que de llegar a ser necesario, podría emitir una orden para prohibir la exportación de diésel y de otros combustibles lo que nos pegaría nuevamente ya que nosotros dependemos aún de la producción de combustibles que se generan en ese país. Si uno ve las señales del mercado podemos encontrar que este problema se viene acumulando desde inicios del 2022 pero para variar los políticos globales estaban muy ocupados en otros temas. Es decir, no solo estaremos en competencia con precios muy altos, sino que podríamos ser descalificados por razones de seguridad nacional del vecino del norte.
Naturalmente el ser vecino de EUA debe tener alguna ventaja y está puede ser el utilizar nuestra relación comercial como herramienta para negociar y evitar la suspensión de ventas en caso de que la Casa Blanca se vea en la necesidad política y económica de suspender exportaciones por algunos días en el invierno.
Pero ¿por qué es que el principal productor y consumidor del mundo está en crisis y llevándonos a los demás de por medio? Podemos identificar cuando menos tres puntos relevantes. En los dos últimos años ha habido un significativo recorte en la capacidad de refinación porque las empresas se están preparando para la sustitución energética que se ha impulsado con tanta fuerza lo que podría haber sido un poco prematuro, en suma se cree que el país del tío Sam disminuyó en menos de 24 meses, casi dos millones de barriles diarios lo que es muchísimo.
Segundo, el precio muy alto del gas natural que es una materia prima para la refinación del petróleo es decir para producir diésel y gasolina y tercero, como lo hemos dicho las sanciones a Rusia, que es el segundo exportador mundial de combustibles, incluido el diésel.
Los Estados Unidos poseía una capacidad para procesar algo así como 20 millones de barriles de petróleo al día lo que ahora es cerca de 18 millones de los cuales exporta 3.5 millones a Latino América y ahora a Europa por las restricciones a Rusia. Las presiones de la guerra y la reducción de producción en EUA han llevado a que los distribuidores tarden hasta 72 horas en surtir pedidos de clientes que ahora deben racionar sus ventas a los consumidores finales.
Según datos públicos las reservas de diésel en EUA están en su nivel más bajo en décadas y solo duraría 25 días en caso de que la producción se atore por cualquier razón. La anterior es la razón por la que de ser necesario para la administración Biden podría cerrar las exportaciones en caso de creerlo necesario, así como sucedió hace menos de un año por la helada en Texas.
México consume algo así como medio millón de barriles diarios de combustibles. En el 2019 México importaba más del 70% de sus combustibles según datos del Presidente López Obrador ahora estamos importando un 50% aproximadamente. De cualquier forma y como de costumbre si a los vecinos les da gripe nos dará pulmonía por lo que espero que nuestros gobernantes de los tres niveles y tanto de los ejecutivos como de los legislativos, estén atentos a estas señales para prevenir o no tener que lamentar o reaccionar como casi siempre.
Los temas de la política global nos afectan a todos, especialmente a los países como México vecinos y socios de la aún super potencia. Si usted usa Gasolina, Diesel, internet, Amazon, Facebook, Twitter, compra ropa hecha en otros países o tiene familia directa en el extranjero, entonces a usted le interesa estar al tanto de los principales temas económicos políticos y sociales de los países que integran el G7 y ya de menos los de nuestros vecinos al norte. El ignorar estos temas puede ser dañino para su patrimonio familiar, es nuestra propia responsabilidad estar lo mejor informados y tomar medidas acordes, en especial por que como hemos visto los políticos poco previenen.
CARTÓN POLÍTICO
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JALISCO
La transparencia del fiscalizador

– Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
En Jalisco, la transparencia y la rendición de cuentas deberían ser principios innegociables. Sin embargo, la resistencia del auditor superior del Estado, Jorge Alejandro Ortiz Ramírez, a ser auditado por la Unidad de Vigilancia del Congreso revela una paradoja alarmante: el encargado de fiscalizar el gasto público evade la supervisión.
Esta actitud, denunciada por David Rubén Ocampo Uribe, titular de la Unidad, y el diputado Alberto Alfaro García, presidente de la Comisión de Vigilancia, no solo cuestiona la integridad de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), sino que amenaza la confianza en el sistema democrático.
Desde el 10 de julio de 2025, cuando Ocampo asumió su cargo, Ortiz Ramírez ha bloqueado cualquier intento de revisión. Solicitudes de expedientes laborales, nóminas y contratos han sido ignoradas, y un encuentro institucional propuesto para el 19 de agosto quedó en el vacío. “Quería saber si todo está en regla. La respuesta fue negativa. Pedí una reunión pública con agenda común, y tampoco hubo respuesta”, relató Ocampo a Conciencia Pública.
Incluso se le prohibió a personal de la ASEJ pasarle llamadas, limitando el diálogo al secretario técnico, un subordinado que no puede sustituir al titular.
El diputado Alfaro, de Morena, califica esta resistencia como un desafío al Congreso y a la sociedad. “El auditor se siente intocable, como si fuera gobernador. Durante ocho años operó sin contralor, pero ahora que lo hay, se niega a colaborar”, afirmó.
Con el respaldo de 29 de 32 deputados al nombramiento de Ocampo, su legitimidad es incuestionable. “Sabe que abriremos la Caja de Pandora”, añadió, sugiriendo que Ortiz Ramírez teme revelar irregularidades.
La Constitución de Jalisco y la Ley de Rendición de Cuentas otorgan a la Unidad de Vigilancia facultades plenas para revisar la ASEJ sin necesidad de acuerdos previos de la Comisión de Vigilancia, como argumenta Ortiz Ramírez.
Esta interpretación “tecnicista” es, para Ocampo, un escudo para evadir la fiscalización. La pregunta es inevitable: ¿qué oculta el auditor? Denuncias internas apuntan a aviadores, nóminas infladas, “moches” por laudos laborales y tolerancia a incapacidades falsas avaladas por el IMSS.
Una figura clave en estas acusaciones es Sandra Verónica Márquez González, de la Dirección Jurídica, señalada por mantener personal inexistente en nómina y exigir pagos ilegales, prácticas que arrastra desde su paso por el Tribunal de Arbitraje y la Fiscalía, donde se le vinculó al “Clan Trevi” por cobros indebidos.
La ASEJ es un pilar estratégico del gobierno de Jalisco, con autonomía técnica y de gestión para garantizar imparcialidad en la fiscalización de un presupuesto cercano a los 200 mil millones de pesos. Su rol como contrapeso es crucial para generar confianza ciudadana.
Sin embargo, la resistencia de Ortiz Ramírez recuerda épocas oscuras de la Contaduría Mayor de Hacienda, antecesora de la ASEJ, donde se rumoraba que las cuentas públicas se “lavaban” mediante acuerdos entre bancadas legislativas. Funcionarios corruptos encontraban en estos arreglos una vía para encubrir irregularidades, otorgando un poder desmedido al titular del organismo.
Hoy, la ASEJ debería ser un modelo de integridad. El Plan Estatal de Desarrollo y Gobernanza 2024-2030, liderado por Cynthia Cantero Pacheco, establece la transparencia y la participación ciudadana como ejes rectores de la gestión pública. Este plan, construido con la voz de más de 675,000 jaliscienses, vincula el presupuesto a resultados medibles, exigiendo apertura y rendición de cuentas.
La opacidad de Ortiz Ramírez contradice este espíritu, debilitando la credibilidad de una institución que debería ser ejemplo.
La pasividad de otros actores institucionales agrava el problema. El silencio del Congreso en pleno y la inacción de la Fiscalía Anticorrupción alimentan percepciones de complicidad o indiferencia. Mientras, rumores de una posible reelección de Ortiz Ramírez, tras ocho años en el cargo, generan rechazo. “Un gobernador dura seis años y se va. Este señor pretende quedarse otros ocho. Es inadmisible”, sentenció Alfaro.
¿Cómo puede hablarse de rendición de cuentas si el fiscalizador se coloca por encima de la ley? La resistencia de Ortiz Ramírez no es un simple desencuentro burocrático; es una afrenta al sistema de pesos y contrapesos.
“La opacidad reina en la Auditoría. Si el auditor desconoce la ley, ¿cómo fiscaliza al estado?”, cuestiona Ocampo. La sociedad, cada vez más vigilante, exige respuestas. Ortiz Ramírez tiene una oportunidad: abrir las puertas de la ASEJ, entregar la información solicitada y demostrar que no hay nada que ocultar. De lo contrario, su silencio seguirá alimentando sospechas de irregularidades.
La transparencia no es negociable, y Jalisco merece una Auditoría Superior que predique con el ejemplo. Es hora de que el fiscalizador rinda cuentas.
JALISCO
MC: espejismos de unidad y fractura a la vista

– Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
Movimiento Ciudadano en Jalisco ya abrió el telón de su renovación interna con la elección de 64 nuevos coordinadores municipales en la vieja casona de Av. La Paz. En apariencia, un ejercicio de normalidad partidista: discursos de unidad, promesas de cercanía con la gente, rostros nuevos para el escaparate y la certeza de que el partido naranja seguirá marcando la pauta en la política local.
Una postal impecable para las páginas de los diarios amigos… pero un espejismo apenas capaz de ocultar las fracturas internas que corroen al partido naranja. Pues, bajo el barniz del entusiasmo, se esconde un mapa con claroscuros que la dirigencia difícilmente podrá negar.
Los números de la elección de 2024 fueron generosos en sus bastiones metropolitanos: Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco volvieron a confirmar la hegemonía emecista. En la capital, 308 mil votos aseguraron la continuidad; Zapopan, con 323 mil sufragios, consolidó la plaza más codiciada del estado; y Tlajomulco refrendó, una vez más, su condición de vivero político del grupo alfarista con 94 mil papeletas a su favor. Una trinidad metropolitana que otorga poder y recursos, pero que no resuelve la fragilidad en el resto del estado.
Porque más allá del brillo urbano, MC perdió terreno en Puerto Vallarta —joya turística entregada al PVEM en sociedad con Morena—, cedió Ciudad Guzmán, enclave agroindustrial del sur, y vio escaparse Tepatitlán, bastión alteño que durante años se pensó inmune a los embates opositores. En Tlaquepaque y Tonalá, el retroceso fue aún más doloroso: en el primero, los 109 mil votos no alcanzaron para retener la presidencia municipal; en el segundo, apenas 47 mil sufragios lo relegaron a un segundo lugar incómodo detrás de Morena. Un tropiezo estratégico en el oriente metropolitano que desnuda la vulnerabilidad del proyecto.
Mirza Flores, encargada de administrar esta renovación interna, habla de “liderazgos de territorio, cercanos a la gente”. El discurso suena bien, pero la tarea es monumental: reconstruir la cohesión de un partido que, en su expansión, ha multiplicado corrientes, intereses y pleitos internos. Porque el problema no es solo perder municipios: es perderlos mientras el partido se enreda en disputas de candidaturas, pugnas entre cuadros y una dirigencia que debe demostrar que puede arbitrar sin fracturar.
Los números distritales tampoco ayudan: de 20 distritos locales, MC apenas ganó 6; de los federales, ninguno y los plurinominales fueron para los exfuncionarios que necesitaban fuero y los “liderazgos” escogidos. Esto significa que, aunque controla alcaldías claves, su voz legislativa es reducida y carece de peso real en el Congreso federal.
Un contraste brutal: músculo en los municipios, anemia en las cámaras. Y esa asimetría no se corrige con discursos ni asambleas, sino con operación política en campo, con la capacidad de seducir al votante rural, al comerciante alteño, al campesino del sur que aún ve en el naranja una marca citadina, aburguesada y distante.
Pero lo verdaderamente corrosivo no está en las urnas, sino en los pasillos. La disputa Alfaro–Lemus ha dejado de ser un rumor y se ha convertido en un hecho palpable. Enrique Alfaro se resiste a entregar el control de candidaturas y cuadros, mientras Pablo Lemus mueve sus piezas con paciencia quirúrgica, tejiendo su propia red de operadores que responden solo a él. Entre ambos, Mirza Flores aparece como árbitro incómodo, obligada a conciliar lo irreconciliable: mantener la disciplina de un ejército que ya no reconoce un solo general.
El grupo Alfaro–Lemus sabe que esta es su última gran prueba antes de 2027. Si logran ordenar candidaturas y mantener la paz interna, MC llegará con posibilidades de sostener el gobierno estatal. Pero si insisten en los métodos de imposición y en los arreglos de cúpula, el costo será alto: perderán distritos clave, y con ellos, la capacidad de negociar en el Congreso y de sostener el control territorial.
Los cuadros históricos, los que alguna vez creyeron en la “ola naranja” como una alternativa fresca, se encuentran marginados o desplazados por nuevas caras que responden a intereses de grupo. La operación interna dejó cicatrices: candidaturas impuestas, militantes que sienten haber sido utilizados y un éxodo silencioso hacia Morena y el PVEM que ya se empieza a notar en las regiones.
En política, decía siempre la vieja guardia, no basta con administrar victorias: hay que blindarlas. Movimiento Ciudadano gobierna hoy con holgura en las ciudades, pero su debilidad en la periferia y en el interior del estado es evidente. Las plazas que perdió en 2024 son recordatorio de que el poder es un animal volátil: se escurre por las rendijas más pequeñas y muerde cuando menos se le espera.
La renovación municipal, que en el discurso se vende como ejercicio democrático, en los hechos es un intento de tapar grietas con retórica. En lugar de cohesión, lo que se advierte es una carrera por controlar posiciones rumbo al 2027. Cada comité local es, en realidad, una ficha en el tablero de negociación entre Alfaro y Lemus.
La batalla del 2027 no se jugará únicamente en los edificios de avenida Hidalgo o en los mítines de funcionarios públicos en la Casa Ciudadana. Se librará en los tianguis de Tonalá -donde el Ayuntamiento ha prendido focos rojos-, en los talleres de Arandas -Cuando se habla de la inseguridad que hay en las carreteras de la zona-, en los mercados de Lagos de Moreno -Al momento de hablar de un nuevo ejecutado o desaparecido- y en las colonias populares de Tlaquepaque -Explicando por qué el SIAPA no otorga el servicio que cobra: agua-. Ahí, donde los discursos sobran y lo que cuenta son los servicios públicos, la seguridad y la cercanía real de quienes gobiernan.
La verdadera batalla de 2027 no será contra Morena ni contra el PVEM. Será contra sí mismo. Porque, como tantas veces en la historia política de este país, los partidos no caen por la fuerza del adversario, sino por la podredumbre que incuban dentro.
Hoy MC es un cascarón brillante en la superficie, pero carcomido por dentro. Se vende como movimiento fresco, pero huele ya a partido viejo: facciones enfrentadas, candidaturas negociadas en lo oscurito y un liderazgo que se desgasta en administrar pleitos en lugar de ganar territorios.
Si no corrigen el rumbo, el espejismo de unidad que hoy pregonan se desmoronará al primer soplo de la contienda. Y entonces, la historia no hablará de una derrota electoral, sino de un suicidio político en cámara lenta. Una crónica que, como tantas en la política mexicana, no se escribirá con tinta… sino con epitafios.
En X: @DEPACHECOS