OPINIÓN
La destrucción de la familia: La ideología deconstructiva de su Cuarta T

Comuna México, por Benjamín Mora Gómez //
De Carl Rogers, psicólogo humanista, aprendí que solo los seres humanos somos capaces de convertirnos, desde la libertad, en quien elegimos al dar rumbo a nuestras vidas; a quien así lo logra, Rogers llama persona altamente funcional.
Las personas altamente funcionales se caracterizan por: 1) Explorar nuevas posibilidades que enriquecen su visión de la realidad y de sí mismo. 2) Dotar de significado creativo a su experiencia cotidiana, viviendo a plenitud su presente de cara al futuro. 3) Se apoyan en códigos de comportamiento, principios y valores que le unen con los suyos y su comunidad. 4) Resuelven de forma positiva las paradojas de las aparentes contradicciones entre su pasado familiar y comunitario, con el presente y el futuro, a través de nuevas opciones de comportamiento que todo lo armonizan. 5) Alcanzan niveles de bienestar aun en los retos menos imaginados y cambiantes. 6) Jamás dan a su vida un punto final sin que ésta haya terminado.
Si nuestra Carta Magna (artículo 39) reconoce que “la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo”, que “todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio” y que “el pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar y modificar la forma de gobierno”, por qué hay quien renuncia a ello y se somete a los caprichos, ocurrencias y delirios tempraneros del gobernante.
El ejercicio de tal derecho nos exige sensatez, conocimiento y verdad para vivir y ejercer el poder ciudadano, para vivir dentro de un sistema democrático, para perfeccionar a nuestra incipiente democracia; aquel derecho no es una hoja en blanco ni menos una carta de corso.
La democracia debe unir tres dimensiones: La palabra, la verdad y el mandato popular. Debe alimentar la consciencia individual y propiciar una comunidad en aprendizaje permanente.
La democracia nos invita a entender que, si como pueblo podemos alterar y modificar la forma de gobierno, también podemos oponernos a cualquier decisión del gobernante que violente nuestros derechos, principios y valores; don Miguel de Cervantes puso en la voz del Quijote una verdad maravillosa: “Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida».
En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa se lee que la resistencia a la opresión es la consecuencia de los demás derechos del hombre. Por ello, la lealtad ciega que exige a su gabinete el presidente Andrés Manuel López Obrador es oprobiosa, indigna y profundamente antidemocrática… dictatorial en su sentido más amplio.
Oponerme al proyecto personalísimo de nación de López Obrador -o de cualquier gobernante- no me hace conservador, y sí un ciudadano altamente funcional; por el contrario, quienes se someten a la ideología deconstructiva de su Cuarta Transformación, sin cuestionarla a la luz de la razón, conocimiento e interpretación profunda de la verdad, hace de sus incondicionales, ciudadanos abyectos y conformistas, poco funcionales en la democracia y muy sumisos… conservadores. No es progresista quien actúa como lacayo de su nuevo señor y dueño.
Vivimos un muy mal tiempo para la democracia mexicana; derechos y libertades ganados, se conculcan y se detiene todo proceso que los amplíe y enriquezca. Hoy, en la 4T, se desacredita y censura la disidencia y la protesta social de la manera más insulsa y perniciosa: Hoy, quien disiente es mafia y es enemigo… ¿De AMLO, de la 4T o de México?
Desde siempre, me ha hecho sentir indignado ver que quien es electo por el pueblo, reconozca, en la noche de su elección, la sabiduría de éste y, al día siguiente, lo crea y trate como anodino, ignorante e idiota, ninguneándolo por el resto de su mandato. Esto describe al presidente López Obrador y a muchos gobernadores, presidentes municipales y legisladores de todos los partidos políticos, de ayer y hoy, y a gente como Kevin Williams de Tehuacán, Puebla, quien, tras la aprobación del matrimonio igualitario en Puebla, escribe en su cuenta personal: “Y ahora vamos por la adopción, el aborto legal, la eutanasia y después por la abolición de las religiones. El futuro nos pertenece”.
De esto se trata lo que promueve Naciones Unidas y avalan los ministros de la Suprema Corte de la Nación en sus resoluciones sobre los matrimonios igualitarios y el aborto: No hay más límite que la de destruir lo que odian y desestructurar lo que sostiene a la sociedad: La Familia. Nuestros ministros son cortos de entendimiento y pobres de imaginación, y aún más nulos para orientar el debate social.
Se ufanan de su sapiencia jurídica pero no entienden de la deconstrucción social, nihilista, a la que nos obligan. No entienden que cada “nueva verdad” esconde su propio secreto oscuro que la posibilita y la imposibilita. No nos dejemos engañar, hay un plan de largo aliento que ha ganado terreno; un plan que se resguarda y oculta en supuestas libertades que todos y todas ganaremos desde el estructuralismo que nos impone Naciones Unidas en su Teoría de Género, de aparente neutralidad y mistificación histórica, más política que científica; atrevidamente anti científica.
No niego la razón de justicia y equidad que encierran las causas que buscan elevar e igualar la condición de la mujer en la familia, la escuela, el trabajo, el gobierno, la toma de decisiones que a todos nos impactan, el espacio público; sin embargo, no podemos menospreciar a Nietzsche cuando nos dice, “las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son”, ni dejarnos engañar por el desmontaje de los valores y principios heredados bajo la promesa de que ello nos hará mejores mujeres y hombres.
La soberanía popular no se limita a ser ciudadanos capaces de organizarse a través del sufragio universal para establecer y renovar las entidades jurídicas, sociales, políticas, legislativas y económicas que atiendan sus intereses comunitarios. Quienes son electos por el voto popular, representan al pueblo y solo eso, lo representan; jamás son dueños del poder. Éste, el poder, dimana del pueblo y es del pueblo, y cuando el mandato termina, vuelve al pueblo.
Quienes son nombrados para ayudar a los electos, no pueden actuar como si tuvieran esa calidad de representación popular. Ni unos ni otros pueden tomar decisiones con las cuales no esté de acuerdo el pueblo, y ofenda y dañe sus valores y principios, su libertad y honra, y menos cuando atentan con contra su identidad y proyecto de vida personal y de familia, de su comunidad.
El pueblo tiene la potestad de disolverlo y sustituirlo en la forma en que logre su propósito, por los caminos institucionales o no institucional, en el extremo, levantándose en armas. La revolución armada y el derrocamiento del gobierno son el extremo de la inconformidad social cuando el gobernante no entiende de razones ni respeta los procedimientos democráticos.
En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa, en su artículo 35, se lee: Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes.
Tomemos al ejercicio de la política muy en serio para que, en 2021, los partidos políticos postulen a mujeres y hombres capaces de discernir y desenmascarar a quienes buscan llevarnos a la deriva como sociedad a través de destruir a la familia, que arropen nuestra historia humana por encima de los deslices filosóficos y jurídicos de los ministros de la Corte Suprema. Éstos son falibles y su palabra no es ex cátedra ni menos dogmática. Develemos la verdad.
MUNDO
Musk, el gran perdedor en su choque con Trump

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El enfrentamiento entre Elon Musk y Donald Trump, dos titanes que pasaron de aliados a fieros adversarios, revela una lucha de poder con profundas implicaciones. Musk emerge como el principal perdedor, con daños a su reputación, empresas y capital político, mientras Trump consolida su autoridad y avanza su agenda.
Este choque, más allá de una disputa personal, refleja tensiones entre nacionalismo y globalismo, errores estratégicos de Musk y desafíos para países como México en un contexto de políticas proteccionistas.
Musk cometió un error al integrarse al gobierno de Trump, asumiendo que su riqueza, influencia mediática y popularidad en redes le otorgarían un rol protagónico en Washington. Subestimó la dinámica política estadounidense, donde el poder reside en cargos electos, no en asesores externos. Su visión globalista y tecnocrática chocó con el nacionalismo de Trump, especialmente en temas como aranceles y gasto público, generando fricciones con figuras clave de la administración, como Peter Navarro y Howard Lutnick.
La incursión política de Musk tuvo un costo elevado para sus empresas, particularmente Tesla. Las acciones de la compañía se desplomaron, con pérdidas estimadas en 9,000 millones de dólares en valor de mercado, tras la controversia con Trump. Esta caída, junto con las críticas a su gestión, refleja una pérdida de confianza de los inversores, quienes percibieron que Musk priorizó ambiciones políticas sobre la innovación tecnológica. La estabilidad de Tesla y su futuro están ahora en entredicho, evidenciando el impacto desastroso de esta aventura.
El choque entre Musk y Trump también fue una batalla de egos. Musk, acostumbrado a liderar, no estaba preparado para un rol subordinado en una administración que exige lealtad absoluta a Trump. La ruptura era previsible: dos personalidades dominantes compitiendo por controlar la narrativa política en un momento de reacomodo del orden global. Musk buscó influir en políticas que beneficiarían a Tesla y SpaceX, como desregulación y contratos federales, pero subestimó el costo reputacional y financiero de alinearse con Trump.
En un contexto geopolítico, la agenda proteccionista de Trump, que prioriza la economía estadounidense frente a competidores como China, chocó con la visión globalista de Musk, defensor del libre comercio.
Este desacuerdo refleja tensiones más amplias entre nacionalismo económico y globalización, con implicaciones para México. Los aranceles propuestos por Trump podrían imponer nuevas barreras comerciales, afectando la economía mexicana, que depende de su relación con Estados Unidos. México debe prepararse para negociar con una administración fortalecida tras neutralizar a Musk.
Musk podría argumentar que su incursión política buscaba beneficiar a sus empresas a largo plazo, consolidando su imagen entre los círculos conservadores que apoyan su discurso de libre mercado. Sin embargo, los resultados inmediatos muestran un fracaso: no logró influir en las políticas clave y sacrificó la estabilidad de sus compañías. Su falta de experiencia en el ámbito público lo hizo vulnerable a los juegos de poder de Washington, una lección que otros empresarios han aprendido a un costo similar.
Para recuperar su posición, Musk debe enfocarse en restaurar la confianza en Tesla y sus otras empresas, evitando futuras incursiones políticas mal calculadas. Su reputación como innovador está en riesgo, y la percepción de oportunismo político podría alejar a inversores y consumidores. Mientras tanto, Trump sale fortalecido, manteniendo el control de su administración y demostrando que, en la política estadounidense, el poder electoral supera a la influencia mediática o económica.
El caso de Musk es un recordatorio de que el poder económico no siempre se traduce en poder político. Su intento de influir en Washington, sin comprender las dinámicas de poder, resultó en un revés significativo.
México y América Latina, por su parte, enfrentan el desafío de adaptarse a un entorno de políticas proteccionistas, donde la fortaleza de Trump podría complicar las relaciones comerciales. La lección es clara: en los juegos del poder, la estrategia y la preparación son tan cruciales como la ambición.
P.D. Tras su ruptura el 5 de junio de 2025, Musk acusó a Trump en X de aparecer en los archivos de Epstein, sin pruebas. Trump lo llamó “loco” en Truth Social, amenazando con cancelar contratos del gobierno estadounidense con Musk. Tesla perdió 150 mil millones de dólares. Musk reclamó la victoria electoral de Trump en 2024; Trump lo acusó de ingratitud, marcando un quiebre definitivo.
Beisbol
Julio Urías y el sueño guinda: ¿Un regreso triunfal a Tomateros?

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Es posible que en octubre veamos a Julio Urías, el talentoso pitcher mexicano, lanzar con los Tomateros de Culiacán en la Liga Arco Mexicana del Pacífico? ¿O es solo un anhelo de los aficionados que soñamos con ver al monticulista sinaloense retomar su carrera tras la sanción impuesta por la MLB, que concluirá el 17 de julio de 2025, después del Juego de Estrellas?
La afición guinda, reconocida como una de las más apasionadas de México, vibraría con el regreso de su hijo pródigo al montículo. Urías podría encabezar un roster estelar junto a ex grandes ligas como el relevista Víctor González y el poderoso Joey Meneses, formando un equipo competitivo que elevaría el espectáculo de la Liga Arco y atraería a más aficionados al estadio.
A sus 28 años, Julio Urías sigue siendo un talento excepcional. Su recta, que supera las 97 millas por hora, y su variado repertorio de pitcheos lo consolidaron como una pieza clave en la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo, su carrera se vio opacada por un caso de violencia doméstica que derivó en cinco cargos menores en Los Ángeles. Aunque la Fiscalía del Condado no presentó cargos graves, Urías se declaró no culpable a uno de los delitos, mientras que los otros cuatro fueron desestimados tras aceptar un programa de tratamiento de un año.
La MLB, tras su investigación, determinó que Urías violó la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil, imponiéndole una suspensión que finalizará a mitad de la temporada 2025. Aunque esto le permitirá recuperar su elegibilidad, el estigma y el «pacto no escrito» entre los dueños de equipos de Grandes Ligas podrían complicar su retorno al béisbol estadounidense.
Aquí es donde surge la posibilidad de verlo en la Liga Arco con los Tomateros, el equipo de sus amores desde niño. Vestir el uniforme guinda en Culiacán, su ciudad natal, sería más que un regreso al béisbol: sería una oportunidad para reconectar con sus raíces, donde brilló en categorías infantiles y juveniles antes de ser firmado por los Dodgers a los 16 años.
La afición culichi, conocida por su lealtad, recibiría a Urías con los brazos abiertos, ofreciéndole el apoyo que necesita tras los momentos difíciles. Este retorno cumpliría un sueño que el propio pitcher expresó en 2021: jugar con el equipo de su tierra. Más allá de lo deportivo, sería un capítulo de redención personal, un mensaje de que los errores no definen el futuro de un talento generacional.
Si Urías demuestra un cambio genuino y compromiso, su incorporación a los Tomateros no solo revitalizaría su carrera, sino que también inspiraría a peloteros y aficionados, mostrando que la perseverancia puede superar los tropiezos. Su llegada sería un hito para la Liga Arco, un impulso para el béisbol mexicano y una narrativa de superación que combina datos, pasión y emoción.
Aunque no hay certeza de que Urías juegue con los Tomateros, la posibilidad existe. Todo dependerá de si un equipo de MLB lo contrata tras el fin de su sanción o si decide regresar a casa para escribir un nuevo capítulo en su historia. La pelota está en el aire, y los aficionados guindas ya sueñan con verla cruzar el plato.
MUNDO
El rompimiento de Musk con Trump

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El quiebre se anticipaba, lo que muchos preveían ocurrió antes de lo esperado: la ruptura entre el magnate Elon Musk y el presidente Donald Trump. Musk, quien había apoyado fervientemente a Trump durante su reelección en 2024 y fue nombrado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anunció su separación del gobierno trumpista, frustrado por políticas que calificó de “absurdas” y decepcionantes.
Críticas contundentes a la política fiscal
El 3 de junio de 2025, Musk arremetió en la plataforma X contra la ley “One Big Beautiful Bill Act”, aprobada por la Cámara de Representantes, que incluye recortes de impuestos por billones de dólares y un aumento en el gasto de defensa. La describió como una “abominación repugnante”, advirtiendo que incrementará el déficit presupuestario en $600 mil millones para el próximo año fiscal, según señaló en CBS News.
Musk, quien logró ahorros estimados en $175 mil millones a través de DOGE, criticó que el proyecto contradice sus esfuerzos de austeridad, alertando que “este nivel de gasto excesivo llevará a Estados Unidos a la esclavitud de la deuda”, con un déficit proyectado de más de $2 billones anuales y un 25% de los ingresos gubernamentales destinados a intereses.
Tensiones económicas y políticas
Análisis independientes de la Oficina Presupuestaria del Congreso respaldan las preocupaciones de Musk, estimando que la ley podría elevar el déficit entre $2.3 y $3.8 billones en una década, aunque cuestionan la efectividad de las cifras de DOGE por inconsistencias. Además, la eliminación de incentivos para vehículos eléctricos en el proyecto afecta directamente a Tesla, lo que podría influir en la postura de Musk, cuya empresa ya enfrenta protestas y caídas en ventas por su asociación con Trump.
Mientras tanto, Trump defiende los recortes fiscales, aunque reconoce aspectos mejorables, y su administración, a través de Stephen Miller, niega que la ley agrave el déficit, contradiciendo los análisis.
Un rompimiento con repercusiones
La ruptura no solo refleja diferencias ideológicas sobre el gasto público, sino también tensiones comerciales, como los aranceles que Musk ya había criticado por su impacto en Tesla. Aunque Trump no ha confrontado directamente a Musk, la influencia del magnate podría complicar el avance de la ley en el Senado, donde enfrenta resistencia de republicanos fiscalmente conservadores.
Este quiebre evidencia las complejidades de una relación marcada por intereses económicos y políticos en conflicto, dejando un escenario incierto para ambos.
Un futuro incierto en el tablero del poder
El rompimiento entre Elon Musk y Donald Trump no solo sacude la política fiscal estadounidense, sino que también podría redefinir alianzas en el escenario global. La salida de Musk del gobierno trumpista, junto con su capacidad para influir en la opinión pública y en el Senado, amenaza con frenar la ambiciosa «One Big Beautiful Bill Act», mientras las tensiones comerciales y los intereses de Tesla agravan el distanciamiento.
Este quiebre podría debilitar la cohesión del bloque republicano, afectar la credibilidad de Trump en temas económicos y abrir un nuevo capítulo de incertidumbre, donde la voz de Musk, aún poderosa, podría moldear el rumbo de Estados Unidos en un momento crítico.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo