OPINIÓN
La fuerza de AMLO: Certera visión de López Dóriga sobre la oposición política

Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //
La oposición política viene a ser el conjunto de personas y organismos, entre los que destacan los partidos políticos, así como las estructuras sociales y los individuos que la apoyen, total o parcialmente. En nuestra república es evidente que el partido en el poder (MORENA) y los institutos partidistas aliados (PT, PVEM, etc.) así como en general los simpatizadores del lopezobradorismo, integran lo que se conoce como la Cuarta Transformación (Cuatro T). Todo ente opuesto a este movimiento, es identificado como la oposición.
El forcejeo entre gobierno y adversarios, o sea, la oposición, en cualquiera democracia está a flor de los labios un día sí y otro también. Sin embargo, los que critican al régimen, lo hacen extremosamente y de ordinario, solo buscando o inventando defectos del gobierno y sus funcionarios, sin realizar la llamada crítica propositiva, que es necesaria y muy útil. Su obsesión parece un real delirio y eso la convierte en sistemática y ofuscada detractora.
Por su lado, los seguidores del abanderado de la Cuatro T (Andrés Manuel López Obrador) en su afán por defender a su líder, también son puntillosos censuradores de la oposición, pero aseguran, como decía el destacado escritor Antonio Gala: “Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que hacen vale más que lo que sus opositores dicen.”
¿Como está realmente la oposición del lopezobradorismo? En la mañanera presidencial del 24 de enero, dijo el primer mandatario, que en México “todo…está cambiando y vamos avanzando”. Y como ejemplo se refirió a un punto de vista emitido el 19 de ese mes, por el afamado dizque “teacher”, Joaquín López Dóriga (JLD).
Ya sabemos que este personaje de origen ibérico, por muchos años conductor de noticieros en Televisa y cadenas de radio, ha sostenido constantes diferencias con el primer magistrado federal, sobre todo desde que éste lo evidenció como usufructuario archimillonario del gobierno de Peña Nieto. Empero, manifestó AMLO la mañanera antedicha: “El otro día me gustó, ayer, antier, una editorial de Joaquín López-Dóriga. Fíjense los tiempos que estamos viviendo, no podemos quejarnos de que nos aburrimos, no; esto no se había visto nunca”.
Luego precisó el Presidente: “Es en el Twitter, en el Twitter, es una editorial en donde él habla de… dónde está la oposición… es interesante”. Enseguida advierte, que “No porque ahora esté haciendo este análisis significa que ya vamos nosotros a exaltarlo, pero sí reconocemos que hay un cambio y, repito, es de sabios cambiar de opinión”.
En ese editorial tuitero, fechado el miércoles 19 de enero reciente, que JLD intituló “La oposición en Babia”, dice este célebre periodista sui géneris: “Y la oposición, la oposición en Babia o más allá de Babia…” Enseguida enumera sus razones por las que AMLO sigue fuerte: Hay dos factores, dos factores políticos que sostienen la fuerza del presidente López Obrador:
Uno propio, su arrastre, con la fidelidad de sus seguidores, respaldada por sus programas sociales. Y otro externo, que es la ausencia de una oposición real”.
Del primer factor, “el arrastre de López Obrador”, afirma que es simplemente el hecho contundente de que “ganó las elecciones de 2018 con el 53 por ciento de los votos, más de 30 millones de mexicanos”.
Y agrega JLD, que desde mandatario electo y luego como Presidente, AMLO “no hizo nada que no hubiera anunciado. Pero el que diga que se engañó es que se está engañando. Repito, no hizo nada que no hubiera anunciado: la cancelación del aeropuerto de Texcoco, sus obras emblemáticas, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’ y su proyecto político, revocación de mandato, ofensiva contra el INE, incremento y extensión de sus programas sociales, entre otras acciones hoy de gobierno”.
Dicho lo anterior, interroga López Dóriga: “Y pregunto: ¿y dónde está la oposición? Pues lo que queda de ella debe andar en algún lugar, le decía, cercano a Babia o más allá, con sus mismas limitaciones y miserias, más ocupada en atender sus proyectos personales y de grupo que los de su militancia y su rol opositor”.
Y sigue con su pesado análisis López Dóriga: “Desde esa pequeñez la oposición quiere ahora reivindicar el resultado de las elecciones de junio pasado en la Ciudad de México, que ni ellos previeron, victoria que atribuyen a ellos, a su alianza, a los partidos y no a la capacidad decisoria de la sociedad; es decir, fueron ellos, los partidos, no los ciudadanos, los votantes, y olvidan, olvidan, en este distractor, el desastre de las elecciones estatales en las que Morena arrasó”. Se refiere a la apabullante derrota que MORENA y aliados, infligió a las oposiciones, a nivel de gubernaturas, pues de 15 se llevó 12.
De lo anterior, parte JLD a una especie de advertencia: “Hoy, a un año y medio de lo que vendrá para 2024, la oposición permanece en su nadería y en sus intereses de siempre. El PRI, Anaya… perdón, el PAN, Anaya; el PRI, Alejandro Moreno; el PRD, el PRD a lo que digan, sí, pues no tiene nada”.
Escrito lo precedente, concluye el exteleviso: “Y en esa mar tranquila, pues en esa mar tranquila navega, en esa calma chicha, López Obrador con su diseño sucesorio y de consolidación de proyecto sin ningún obstáculo, sin ninguna ola que le inquiete o altere su ruta; es más, no sólo eso: con la oposición, con la oposición remando para él, para el presidente.”
Con cuánta jovialidad exclamó el fundador de MORENA, tras ese editorial aplastante
de uno de sus inexcusables críticos: ¡Tómala!
Dentro de los enfrentamientos de este exponente de los medios de comunicación tradicionales y el mandatario nacional, se han registrado varios que tienen muy civilizado término. Recordamos que, en 21 julio de 2021, JLD criticó a Tatiana Cloutier por su vestimenta cuando en misión oficial, visitó Washington. Poco después se disculpó y en la mañanera correspondiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró positivo el hecho de que el periodista, se haya disculpado públicamente con la secretaria de Economía, por sus comentarios clasistas en torno a la vestimenta de la funcionaria federal: eso es muy bueno, eso habla bien de él y de todos porque todos podemos cometer errores, no somos infalibles.
En mayo 18 de 2021, durante la inauguración de la muestra “Memorial. La matanza de los chinos en Torreón (1911)” en el Museo Arocena de La Laguna (Coahuila), Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, enlazó ese hecho con el actual conflicto entre Israel y Palestina, considerado “guerra fratricida”, incurrió en el gazapo de llamarla “guerra fraterna”. Rápido, JLD la calificó de “inculta”; entonces Frausto reconoció que tuvo un lapsus linguae. Luego López Dóriga, se enmendó: “Todos nos equivocamos A. Frausto. Lo importante es reconocer y aprender. Y se lo reconozco. Le mando un saludo cordial”. (Niza Rivera, Cultura, Proceso, 19 mayo 2021).
Por todo lo aquí comentado, es que apuramos lo siguiente: La oposición debe reconsiderar su postura actual de limitaciones y miserias, más ocupada en atender sus proyectos personales y de grupo que los de su militancia y su genuino rol opositor. Magister dixit.
JALISCO
Elección del Poder Judicial: Democracia o fachada

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Tras meses de polarización, el 1 de junio de 2025 México elegirá, por primera vez, 881 cargos judiciales, incluyendo nueve ministros de la Suprema Corte, mediante seis boletas y sin campañas mediáticas intensas. La participación ciudadana, limitada por la complejidad del proceso y el desconocimiento general, difícilmente superará el 20 % del padrón electoral.
Morena domina el proceso, respaldando a candidatos afines, especialmente para ministros, así como para el Tribunal de Disciplina Judicial y el Tribunal Electoral, prioridades de la presidenta Claudia Sheinbaum. Mientras tanto, jueces y magistrados buscan alianzas con sindicatos y organizaciones civiles, en un proceso que despierta dudas sobre su verdadera independencia.
La elección del 1 de junio promete democratizar el Poder Judicial, pero se tambalea en un laberinto de confusión. Elegir entre 2,682 y 881 cargos mediante seis boletas por votante es una hazaña titánica. Sin financiamiento público ni respaldo partidista, las campañas son prácticamente invisibles: los y las aspirantes son poco conocidos.
El desconocimiento del rol del Poder Judicial, sumado a una educación cívica prácticamente inexistente, augura apatía. ¿Democracia o fachada? Morena apuesta por controlar la justicia, mientras los ciudadanos, desorientados, podrían quedarse al margen.
La falta de financiamiento público para campañas y la prohibición de que los partidos promuevan candidatos limitan la difusión de plataformas, lo que podría generar aún más confusión o desinterés entre los votantes.
La legitimidad del nuevo Poder Judicial Federal dependerá de la participación ciudadana en la elección del 1 de junio de 2025.
Estimaciones generales de participación
A diferencia de elecciones previas, en esta ocasión no existen encuestas específicas de opinión pública que detallen con precisión el porcentaje de participación esperado. Sin embargo, diversas fuentes ofrecen estimaciones.
Se espera una participación de entre el 8 % y el 24 % del padrón electoral (95-98 millones de votantes), según proyecciones del Instituto Nacional Electoral (INE) y de analistas independientes.
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, estimó una participación de entre 8 % y 15 %, considerando la reducción en el número de casillas (85,000 frente a 170,000 en 2024) y la ausencia de conteo de votos en las mismas, lo que podría desincentivar a los votantes.
Pronósticos optimistas
Morena y sus aliados proyectan hasta 20 millones de votos, equivalente al 20-21 % del padrón. Operadores políticos del partido promueven en todo el país lo que han llamado una “elección ejemplar”, aprovechando su supermayoría en la Cámara de Diputados y la popularidad de Claudia Sheinbaum (80 % de aprobación, Pew Research, febrero-marzo de 2025).
La movilización de bases, sindicatos y organizaciones afines podría acercar la participación al 20-25 %, aunque sin alcanzar los niveles de la elección presidencial de 2024 (61.05 %, es decir, 60 millones de votantes).
La consultora Poder y Estrategia, citada en redes, estima una participación del 20 %, reflejo de un escenario en el que el entusiasmo por la “democratización” judicial y el respaldo a Morena impulsen a sus votantes leales, pese a la complejidad del proceso.
Pronósticos pesimistas
Analistas independientes sugieren que la participación podría caer al 10-15 % si únicamente votan los ciudadanos más informados o movilizados, dadas el desconocimiento sobre el Poder Judicial y la falta de campañas visibles.
Algunos escenarios extremos mencionan estimaciones aún más bajas por estado (Mass Behavior Research) o incluso un 9 %, si se cumple el pronóstico de abstención del 91 % elaborado por Appting Corp. Estos reflejan un escepticismo profundo, alimentado por la desconfianza en el voto tras eventos políticos recientes y la complejidad logística del proceso.
INE y WOLA: La estimación más baja del INE (8 %) coincide con las advertencias de la Washington Office on Latin America (WOLA), que alerta sobre la confusión entre funciones judiciales y persecutorias, lo cual refuerza un escenario pesimista donde la apatía y la falta de educación cívica podrían limitar la participación a un mínimo histórico.
Según WOLA, la participación en esta elección podría situarse entre el 8 % y el 15 %, de acuerdo con su análisis del 12 de mayo de 2025. La organización destaca la complejidad de las boletas, la falta de campañas financiadas, la exclusión de personas en prisión preventiva y la ausencia de conteo en casillas como factores clave que reducirán la afluencia.
Ambos pronósticos coinciden en señalar una participación limitada, influida por la falta de educación cívica, la logística reducida y la percepción de politización del proceso. No obstante, Morena espera alcanzar un 20-25 % con su estrategia de movilización.
Reflexión final
Este 1 de junio, México enfrenta un dilema: ¿puede una elección judicial, envuelta en confusión y dominada por Morena, ser el faro de la democracia que promete? Con proyecciones de apenas 8-24 % de participación, según el INE y WOLA, el riesgo es claro: un Poder Judicial legitimado por pocos podría convertirse en un apéndice del poder político. La apatía ciudadana, alimentada por boletas laberínticas y campañas invisibles, amenaza con ceder la justicia a los designios del partido en el poder.
La historia nos juzgará por lo que hagamos —o dejemos de hacer— este domingo. Si los ciudadanos, desorientados, optan por el silencio, Morena tendrá vía libre para moldear la Suprema Corte y los tribunales a su imagen. Pero si despertamos, si exigimos claridad y participación, aún podemos rescatar la independencia judicial. El voto, aunque titánico, es nuestra última trinchera.
¿Democratización o sumisión? La respuesta está en nuestras manos.
Beisbol
Brilla Alejandro Osuna en su debut con Rangers y semana de oro para Muñoz y Paredes

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
En el diamante de las Grandes Ligas, donde los sueños se forjan a golpe de recta y batazo, dos mexicanos han izado la bandera tricolor con una semana para la historia. Del 19 al 25 de mayo de 2025, Andrés Muñoz e Isaac Paredes no solo brillaron; incendiaron el escenario con actuaciones que resuenan desde Seattle hasta Los Mochis y Hermosillo.
Pero, ¿es este fulgor un destello aislado o el amanecer de una nueva era para el béisbol azteca?
Andrés Muñoz, el sinaloense de 26 años, se ha convertido en el guardián implacable de los Marineros de Seattle. Esta semana, sumó su 17º salvamento de la temporada, consolidándose como líder de la MLB en rescates. Con una efectividad de 0.00 en 22.2 entradas y 28 ponches, su recta de 100 millas y slider quirúrgico son un martirio para los bateadores. Contra los Angels el 22 de mayo, cerró la novena con tres outs fulminantes, asegurando una victoria 3-2.
Por su parte, Isaac Paredes, el orgullo del barrio de La Mosca en Hermosillo, de 26 años, desató una tempestad ofensiva con los Astros de Houston. En una semana de ensueño, conectó cuatro jonrones, elevando su total a 11 en la temporada. Con un promedio de .285, 7 dobles, 1 triple y 31 impulsadas, Paredes es el corazón de la alineación texana. Su versatilidad en la tercera base y su ojo clínico para el pitcheo lo confirman como un All-Star en potencia.
El clímax llegó el 24 de mayo, cuando Muñoz y Paredes se enfrentaron en un duelo épico en el T-Mobile Park. Con los Marineros liderando 4-3 en la novena, Paredes enfrentó a Muñoz. Tras una recta de 98 millas, Isaac conectó una línea que Randy Arozarena atrapó, sellando el salvamento de Muñoz. Este choque, con 25,000 gargantas conteniendo el aliento, fue más que un turno al bat; fue un himno al talento mexicano, con Arozarena como testigo de un tridente azteca en el escenario mayor.
Pero no todo es euforia. Mientras Muñoz y Paredes brillan, el béisbol mexicano enfrenta sombras. La Liga Mexicana carece de reflectores, y talentos como Alejandro Kirk, con un jonrón esta semana para los Blue Jays, apenas se mencionan. ¿Por qué celebramos a unos y olvidamos a otros? La falta de apoyo estructural y la dependencia de la MLB para visibilizar a nuestros peloteros son grietas que no podemos ignorar. Muñoz y Paredes, que jugaron juntos en un mundial infantil en 2009, son excepciones forjadas en el sacrificio, no productos de un sistema.
Esta semana, México vibró con sus hazañas. Muñoz, el cerrojo indomable; Paredes, el cañonero incansable. Son más que atletas: son espejos de un país que sueña grande. Pero su brillo nos interpela: ¿cuándo construiremos un béisbol propio que no dependa de las luces de la MLB? Por ahora, celebremos. El diamante es suyo, y el orgullo, nuestro.
EL DEBUT DE ALEJANDRO OSUNA
El pasado domingo 25 de mayo de 2025, Alejandro Osuna, jardinero mexicano de 22 años, debutó en la MLB con los Texas Rangers, venciendo 5-4 a los Chicago White Sox en el Guaranteed Rate Field.
Osuna, prospecto número 7 de los Rangers, fue convocado desde Triple-A Round Rock tras la fractura de Joc Pederson el 24 de mayo. Nacido en Ahome, Sinaloa, y hermano de Roberto Osuna, firmó en 2020 por $125,000. En 2024, fue Jugador del Año de Ligas Menores de los Rangers, bateando .292 con 18 jonrones. En 2025, bateó .283 en Double-A Frisco y .259 en Triple-A, con 9 bases por bolas en 8 juegos.
En su primer turno al bat, Osuna negoció una base por bolas tras un conteo completo de 8 o 9 lanzamientos, demostrando gran disciplina en el plato, luego fue sorprendido intentando robar segunda base. En turnos posteriores, no conectó hit, pero su enfoque en el plato fue destacado como prometedor.
A la defensiva: Osuna brilló con una atrapada espectacular en el jardín izquierdo, calificada como “joya defensiva” por @Liga_Arco y “tremenda” por @MLB_Mexico. Videos compartidos en X mostraron su habilidad para cubrir terreno y hacer jugadas clave, consolidándolo como un defensor versátil.
El debut entusiasmó a México, con Excélsior celebrándolo. Comparado con Alex Verdugo por su contacto y velocidad (34 robos en 2024), Osuna es un “table-setter” para los Rangers (25-28 en la División Oeste). Su rol es incierto, posiblemente alternando en los jardines, pero podría descansar contra zurdos (.594 OPS en 2024). Scouts lo ven como futuro jardinero central si mejora su consistencia.
Junto a Andrés Muñoz (17 salvamentos) e Isaac Paredes (11 jonrones), Osuna resalta el auge mexicano en la MLB.
JALISCO
Ecos de un viejo conflicto: Entre banquetas y autonomía, el presupuesto como arma política

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
En Jalisco, el conflicto por el presupuesto universitario no es nuevo. Lo que sí ha cambiado es la escena, los personajes y, acaso, el tono. La guerra fría entre Casa Jalisco y la Universidad de Guadalajara vuelve a calentar motores, esta vez bajo la batuta del gobernador Pablo Lemus Navarro y la recién llegada rectora general Karla Planter Pérez, la primera mujer que asume el timón de la máxima casa de estudios jalisciense.
La historia, aunque adornada de discursos de buena voluntad, tiene más fondo que forma. Durante la ceremonia de toma de protesta de Planter, Lemus se desvivió en promesas de respeto, trabajo conjunto y coordinación institucional. Pero como bien sabemos quiénes hemos narrado los entretelones del poder: las palabras del político valen lo que el siguiente boletín.
Apenas semanas después de aquel acto solemne, Lemus propone —como quien sugiere pintar la fachada ajena— que parte del presupuesto de la Universidad se destine a iluminar banquetas, podar árboles, poner señalética y mejorar calles. ¿La razón? Blindar los “Senderos Seguros” para los estudiantes. Una propuesta tan cándida como impertinente. Porque más allá del ropaje técnico, lo que se plantea en el fondo es simple: que la Universidad financie tareas que le corresponden al Estado. Y eso, señoras y señores, tiene nombre y apellido: intervención indebida.
Pero la Universidad no se quedó callada, ni lo hará. No la de Guadalajara, con su vieja escuela forjada entre golpes presupuestales y roces ideológicos. La rectora Planter —con voz firme y pausada, pero con la precisión de quien ha leído la Ley Universitaria más de una vez— puso las cosas en su lugar: “La única instancia que decide y define el destino de los recursos de la Universidad de Guadalajara es el Consejo General Universitario, nadie más”. Punto.
A esa declaración se sumó un comunicado institucional -no sería la UdeG si sus liderazgos no desperdiciaran el presupuesto universitario en desplegados que nadie lee, pero que permiten a los abajo firmantes ver su nombre en el listado y sentirse destacados-, en el que se recuerda que la seguridad pública no es función de una casa de estudios.
Que no tiene facultades policiacas ni de mejoramiento urbano. Que su labor es publicar desplegados, educar, investigar y formar personas íntegras. Y que, aun así, ha invertido más de mil 089 millones de pesos en seguridad interna desde 2013, aunque no explican si eso incluye el pago de seguridad privada en instalaciones y eventos que, beneficia a un exfuncionario público.
En los hechos, lo que pretende Karla Planter es marcar límites, trazar una línea en la arena que dice: hasta aquí llega el Ejecutivo, y de aquí para adentro manda la autonomía universitaria. Y esa postura, tan necesaria para el grupo Universidad como incómoda para la rectora, parece haber irritado al gobernador, quien salió en medios a declarar que le “extraña” la molestia.
El desencuentro no es menor. Lo que se disputa no son solo luminarias o banquetas, sino el principio mismo de la autonomía universitaria frente al poder político. La historia nos ha mostrado —en Jalisco y fuera de él— que los gobernantes suelen querer rectores obedientes, no críticos; instituciones agradecidas, no independientes.
Pero los agravios se acumulan. En poco más de un mes de gestión, Planter ya ha enfrentado señalamientos sobre deudas con el SIAPA de las anteriores administraciones, tensiones por los nombramientos en los Hospitales Civiles por presentar candidatos inadecuados para los puestos y choques sobre la crisis de desapariciones, tema donde la Universidad ha sido más incisiva que el propio Ejecutivo, aunque la última manifestación frente al Palacio de Gobierno por parte de Zoé y la FEU hubiera sido una vacilada.
Hay que recordar que, con Enrique Alfaro, el pleito por el reetiquetado de recursos del Museo de Ciencias Ambientales fue el epítome de un sexenio de confrontación. Y aunque Lemus prometió no repetir esa historia, sus acciones recientes hacen pensar en lo contrario. Porque cuando un gobernador intenta dictar en qué debe gastar una universidad autónoma, está minando las bases de una convivencia democrática.
Ahora, no se trata de negar que las banquetas, luminarias o señalética sean necesarias. Pero pretender financiarlas con dinero destinado a publicar desplegados y la educación superior es torcer la ley.
El gobernador, por su parte, insiste en que no hay confrontación y que su propuesta fue malinterpretada. Invita al diálogo, mientras sus acciones indican otra cosa. Porque firmar convenios sin hablar, como ocurrió esta semana en Casa Jalisco, es el equivalente político a sonreír mientras se clava la daga.
¿Y qué sigue? A juzgar por los antecedentes, la tensión irá en aumento. Porque lo que está en juego no es sólo un presupuesto, sino un modelo de relación entre poderes. Y eso, en cualquier arena política, no puede resolverse con declaraciones suaves ni acuerdos firmados de prisa.
A los universitarios no les queda más que mantenerse firmes. Porque si algo ha demostrado la UdeG es que no se doblega fácil. Y al gobernador y sus asesores, les vendría bien recordar que la autonomía universitaria no es un favor, es un derecho. Uno que se ha ganado con décadas de lucha, no con oficios ni discursos.
Como decía el viejo refrán jurídico: “Lo que no está dentro de la ley, está fuera del presupuesto”. Y si el presupuesto universitario está en la ley, entonces su uso no debe estar en manos del capricho político.
En X @DEPACHECOS
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