Connect with us

OPINIÓN

La lucha permanente: Maestros acosadores, la irresponsabilidad institucionalizada

Publicado

el

Educación, por Isabel Venegas //

El pasado lunes 9 de marzo quedó marcado como una fecha histórica después de que la movilización del día 8 registrara una participación de decenas de miles de mujeres que marcharon en las diferentes ciudades del país.

La convocatoria invitaba a un paro nacional, en el que se hiciera visible la relevancia del papel de la mujer en la sociedad moderna; el estimado calculaba un impacto económico de alrededor de los 26,000 millones de pesos, pero las cifras que arrojaban las cámaras de comercio la cerraron en más de 30,000 millones.

La mayoría de los reportajes y programas de análisis se basaron en la pregunta, Y al día siguiente, ¿qué va a pasar? ¿Cómo debe reaccionar la sociedad mexicana ante un movimiento que comienza a dialogar estos temas y que se enfrenta a un debate que desde hace mucho había estado abandonado, falto de argumentos, de tolerancia y de escucha? Tan es así, que durante el día del paro hubo lugares llenos de hombres se dedicaron a hacer “la carnita asada”, letreros de burla y memes que se difundieron contrastando el análisis de alto valor que en otros espacios sí se dio, porque ciertamente hubo donde se aprovechó para dar conferencias de las nuevas masculinidades, talleres de sana convivencia y conversatorios sobre lo que estaba ocurriendo.

Creo que ahí hay una clave importante, cuando decimos que hace falta dar el debate entre los temas de fondo de la causa feminista: el aborto (en sus diferentes circunstancias), la brecha salarial, el techo de cristal, la concepción de las nuevas relaciones en espacios políticos, etc. También debemos considerar el diálogo que entre ambos géneros pareciera de principio obvio: los hombres deben respetar a las mujeres, y viceversa, pero en realidad esa “obviedad” es la que sepulta el análisis debajo de un montón de conjeturas que debemos empezar a rescatar.

Vivimos una era en la que un argumento altamente coincidente es el de que a nuestra sociedad le hace falta retomar los valores, algo que puede ser tan subjetivo como peligroso; hay hombres que desde sus modelos de valor, conciben la figura masculina como el protector, proveedor y cabeza o líder de familia, con lo cual si eso no se cumple, se está perdiendo la buena organización. Ciertamente ese esquema contemplaba un elemento con alto grado de valía y es que subyace en él un núcleo de bondad y generosidad, es decir, el hombre que se preocupa por los demás.

Desde esa perspectiva el espacio de poder y autoridad se fue construyendo para los hombres, con el “equilibrio” de mujeres, quienes también habían constituido su ser con un concepto cultural de protección y generosidad, pero constreñido a un modelo de abnegación, entrega y sumisión. Generalizar tanto el comportamiento de los hombres como de las mujeres desde estos modelos, nos acerca a un entendimiento cultural que tiene en mente a mujeres con un liderazgo más allá de lo que la norma estipula, o a hombres que reflexionan sobre sus dinámicas personales y sociales, sin la necesidad de que una marcha visibilice sus abusos y errores, pero ahí está la clave, el momento en el que se ha pedido, se ha exigido, se ha marchado, se ha parado… y al final se sigue sin reflexionar sobre lo que para algunos puede ser normal, correcto e incluso bueno, sin entender lo que le duele al otro, sin asomarse siquiera a un poco de empatía.

Las mujeres piden que cese el acoso y muchos hombres dijeron, ¡qué exageración! ¡Deberían de agradecer que les decimos cosas bonitas! ¡Va, se quejan de todo! Con lo cual sus vidas continuaron exactamente igual, pero, ¿qué le significa a una mujer el tema del acoso?

La semana anterior al paro nacional yo hacía un reclamo hacía los entes de gobierno que se pronunciaban a favor del movimiento y “permitían” a sus colaboradoras faltar con la promesa de que no habrían de ser sancionadas. Sostengo que era un error de las instancias que (sin nada que perder, y mucha fuerza política que ganar) levantaban sus voces en favor de las mujeres. La mayoría de los primeros en ponerse de pie fueron los institutos y universidades, sí, esos que albergan a una serie de predadores, acosadores, cuya tribuna como grandes investigadores o simplemente mediocres con un poco de poder, les otorga la autoridad de abusar, aunque debo reconocer que lo hacen igual a hombres que a mujeres.

Me atrevo a suponer que en casi todas las escuelas y universidades existe más de un acosador, el que condiciona la calificación de sus alumnas, que les manda mensajes privados para invitarlas a salir para “asesorarlas” en temas que requieren de más charla, que les promociona puntos extra dependiendo de la amabilidad con la que respondan a ese profesor, que pueden llegar hasta la denuncia de abusos y extorsión graves ¿Cómo atienden las casas de estudio estas problemáticas?

Una clave está en los esquemas de ingreso, promoción y permanencia de sus profesores. En los últimos años muchos institutos adoptaron dinámicas mercantilistas con las que por ahorrar unos centavos comenzaron a pagar cada vez menos a sus docentes teniendo altos niveles de rotación; existen escuelas en las que los contratos son por 6 meses, con bajas prestaciones, en donde los despachos de recursos humanos (generalmente empresas de subcontratación) no se dan abasto buscando quién atienda los grupos –sobre todo- en bachilleratos o en los primeros niveles de licenciatura, en donde los investigadores especializados con bases o contratos definitivos, no se quieren desgastar por la propia dinámica de adolescentes que todavía están en el proceso de adquirir su madurez intelectual y social.

Es justamente ese momento de alta vulnerabilidad personal el que representa un caldo de cultivo para que la combinación de alguien con mucha necesidad se “aviente” el ruedo de trabajar por 70 u 80 pesos la hora, aguantando a jóvenes que pueden tener una cantidad enorme de carencias, necesidades y en medio de eso, afrontar el reto de enseñar una asignatura con la motivación para seguir aprendiendo por el resto de su vida.

Ya hemos hablado del enorme riesgo que se corre con el “yo sí te creo” a ciegas, con la conciencia de que muchas veces la denuncia social, libre y sin evidencias ha dado pie a grandes injusticias y revanchas que no tenían nada que ver con un abuso real, sin embargo queda claro un punto: en tanto las universidades e institutos sigan dejando de lado la enorme tarea de analizar los mecanismos de contratación y promover con un enorme sentido de conciencia social la permanencia de sus profesores, entonces no hay una respuesta real.

La valoración de las personas no se da tan solo con pagar más de los 80 pesos por hora, pero sí tiene mucho que ver con que permitas dar un esquema de acompañamiento emocional, de empoderamiento positivo, sobre todo porque su propio liderazgo lo exige. Hay quienes con el simple hecho de poner una calificación encuentran esa potestad que les hace estar ahí, aún y cuando las condiciones y el salario sean malos, luego entonces, es claro que las dinámicas con sus estudiantes no van a ser las más buenas, sanas y de alto sentido social.

Aquellas casas de estudio que cobijan a sus profesores, que buscan una verdadera comunidad de aprendizaje para la vida, y que fomentan una construcción social y personal a largo plazo, son aquellas en las que sus estudiantes reconocen el alto valor de quienes los acompañan en su formación personal y pueden darse el lujo de cobrar a los padres de familia la colegiatura o la asignación de recursos del gobierno, con toda honestidad; de lo contrario son la digna representación de la deshonestidad y la tranza, abusando de los bellos edificios que hacen parecer que los estudiantes que salen de ahí tienen una buena formación, mientras que lo único que aprendieron fue a ver cómo se puede humillar o ser humillado de manera institucional.

Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar

E-mail: isa venegas@hotmail.com

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

JALISCO

Colomos III: La batalla por el patrimonio ecológico de Jalisco

Publicado

el

– Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac

El caso de Colomos III ha encendido las alarmas en Jalisco, un estado que lucha por equilibrar el desarrollo con la preservación de sus pulmones verdes.

La resolución del Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, que otorgó un amparo a Ricardo Ramírez Angulo para recuperar 5.75 hectáreas en esta área protegida, ha desatado una tormenta política y jurídica.

El gobernador Pablo Lemus ha sido contundente: “Por ningún motivo permitiré que cercenen a Colomos III. Sobre mi cadáver”, afirmó, prometiendo agotar todas las instancias legales para proteger este bosque urbano.

Pero, ¿qué hay detrás de este choque entre la justicia federal, los derechos de propiedad y la defensa del patrimonio ecológico? ¿Es esta una batalla genuina por el bien común o un nuevo capítulo en los “juegos del poder”?

El artículo 14 constitucional es el cimiento de esta controversia. Nadie puede ser privado de sus propiedades sin un juicio justo, en un tribunal establecido, con todas las formalidades del procedimiento. En Colomos III, el amparo concedido al particular se basa en que el gobierno de Jalisco, bajo la administración de Aristóteles Sandoval en 2017, intentó recuperar el predio mediante actos administrativos, no un juicio de nulidad.

Las escrituras públicas, registros catastrales y pagos de impuestos sustentan la confianza legítima del propietario, quien reclama posesión desde hace años. La justicia federal invalidó los agravios del Ejecutivo estatal, reafirmando que la privación de derechos exige un proceso judicial transparente, no decisiones unilaterales.

Lemus, con su característica vehemencia, ha acusado a “algunos jueces” de actuar “corruptamente” en sus últimos días en funciones, sugiriendo que la resolución favorece intereses privados sobre el bien colectivo. “Quedan muchas instancias legales por dirimir. Les doy mi palabra: nuestro Bosque Urbano se mantendrá intacto”, dijo, respaldado por el presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangie, quien comparte la visión de proteger áreas verdes como legado para las futuras generaciones.

En este contexto, habría qué preguntar: ¿La defensa del medio ambiente se ha hecho con la ley en la mano o es una cortina de humo para ocultar errores institucionales?

El caso Colomos III destapa un patrón inquietante. En el Bajío y el Bosque de la Primavera, hemos visto cómo las autoridades han intentado recuperar terrenos sin respetar el debido proceso, solo para ser frenadas por la justicia federal.

En Colomos III, el gobierno validó las escrituras desde los gobiernos panistas que antecedieron al de Aristóteles Sandoval, al quedar registradas las escrituras que amparan la propiedad de Ricardo Ramírez Angulo desde el momento que quedó asentado en el Registro Público de la Propiedad y el catastro municipal cobró el impuesto predial.

Si hubo una irregularidad con estas escrituras debió de irse al fondo del asunto, esto es, investigar y en su caso denunciar a las autoridades estatales que validaron esas escrituras, lo que no se hizo.

Tengamos presente que la confianza legítima no es un concepto abstracto; es el derecho de los ciudadanos a creer en las instituciones que validan sus propiedades. Romper eso sin un proceso justo es pisotear la constitución.

La resolución judicial no solo protege al particular, sino que expone la fragilidad de un sistema que actúa con arbitrariedad, confiando en que la fuerza política superará la legalidad.

Lemus, en su cruzada por Colomos III, ha elevado la apuesta: “Primero dejo de ser gobernador antes de que construyan esas torres”, declaró, refiriéndose también a un proyecto de 140 departamentos en un predio contiguo.

En el caso del terreno de Colomos III, el hecho de que esté sobre un manantial, no implica que por ese hecho el particular no pueda detentar la propiedad, que no es lo mismo que sobre esa superficie se pueda edificar. Son dos cosas diferentes.

Si nos basamos en lo que establece la ley, tanto el Ayuntamiento de Zapopan como el Gobierno del Estado pueden negar permisos para su construcción y evitar la construcción. El particular a su vez puede alegar su derecho a construir, pero ese sería otro pleito jurídico.

Más que ir contra el particular aquí lo que procedería de parte del gobierno de Pablo Lemus es quién fue y con qué argumentos validó en otros sexenios la validez de esa propiedad que hoy pertenece al empresario Ricardo Ramírez Angulo.

Hemos advertido que en este caso de Colomos III el gobierno estatal intentó bloquear el proceso judicial con recusaciones frívolas, como nombrar abogados externos para generar conflictos de interés con el magistrado. Estas tácticas, que retrasaron la resolución por más de un año, son un “juego del poder”: Manipular el sistema judicial para ganar tiempo no es defender el interés público; es jugar con la confianza ciudadana”.

La justicia federal desechó estas maniobras, permitiendo una resolución que prioriza el estado de derecho sobre la presión política. La defensa de Colomos III como área de conservación, con sus mantos acuíferos y biodiversidad, es una causa que vale la pena defender. El bosque no es solo un terreno; es el latir de Jalisco, el derecho de las futuras generaciones a un entorno sano.

La batalla no se gana con discursos. Habrá que ver la defensa jurídica que lleven adelante los abogados del Gobierno del Estado. Consulté a varios abogados sobre este caso y coincidieron que el asunto está muy claro: al particular le asiste la razón, ya que cuando fue despojado no se le dio derecho de audiencia.

Si el gobierno validó las escrituras, ¿por qué no las impugnó a tiempo? ¿Quién permitió que este litigio se prolongara? La respuesta estaría en la necesidad de una vigilancia ciudadana implacable, que exija cuentas claras y no se conforme con promesas o declaraciones políticas.

Colomos III un reflejo de las tensiones entre el poder, la justicia y el clamor ciudadano. Más que culpar a la autoridad de justicia federal, el Ejecutivo debe revisar quién o quiénes validaron las escrituras de quienes se asume como propietario de Colomos III, si es que existe una irregularidad en el Registro Público de la Propiedad y habría que revisar a funcionarios de tres o cuatro gobiernos anteriores al actual.

La sociedad jalisciense requiere se proteja su patrimonio, pero también se respete la ley. Los ciudadanos deben exigir transparencia en los actos jurídicos que realizan sus gobernantes y con su presión incansable, son la verdadera esperanza para que Colomos III siga siendo un bosque, no un cementerio de promesas rotas.

Es momento que los jaliscienses dejen la apatía y tomen las riendas, vigilando cada paso para que la justicia, la transparencia y la sustentabilidad no sean solo palabras, sino el latir de un estado transformado.

 

Continuar Leyendo

JALISCO

Movimiento Ciudadano y UdeG: La unidad unánime que esconde el miedo al desgaste

Publicado

el

– Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco

Un millar de delegados, el 92% de la lista, acudieron puntuales a la llamada del partido naranja en su quinta convención estatal. La cifra es presentada como muestra de unidad, pero también exhibe el peso de la disciplina: en Movimiento Ciudadano nadie quiere desentonar cuando la batuta la llevan el gobernador Pablo Lemus y el dirigente nacional Jorge Álvarez Máynez.

La aclamación fue unánime, sin votos en contra, sin voces disonantes. En la política, los unanimismos suelen esconder más temores que entusiasmos.

¿Es lo mismo que está pasando en la Universidad de Guadalajara con las “elecciones” de sus sindicatos: el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG) y el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara (SUTUdeG)?

La protagonista, Mirza Flores, recibió la ratificación como coordinadora estatal hasta 2028. Ella misma lo dijo: “La silla del poder es prestada”. Una frase que suena a advertencia, pero que también funciona como vacuna retórica frente a los males que hundieron al PRI y al PAN: la soberbia y el alejamiento de la gente. Flores lo sabe y lo repite como mantra, consciente de que su papel no es el de caudillo, sino el de guardiana de la cercanía. Sin embargo, no deja de ser paradójico: en un partido que se ufana de ser movimiento ciudadano, las decisiones se siguen tomando de arriba hacia abajo, con respaldo calculado y bendiciones previas.

Curioso… Lo mismo pasó en la UdeG, donde los nombres de los lideres sindícales ganadores ya se conocían, ¡Solo faltaban las elecciones!

El plan que presentó Mirza Flores tiene ambición de hegemonía: conquistar todas las alcaldías de la Zona Metropolitana de Guadalajara, recuperar territorios perdidos como Puerto Vallarta y Tepatitlán, y mantener a Jalisco como la cantera de votos más fértil para el partido. Nada menos que replicar el éxito de 2021, cuando MC logró mayoría en el Congreso local, pero ahora bajo la sombra de Pablo Lemus, un político con estilo empresarial que intenta suceder al caudillismo alfarista. Caudillo que, por cierto, dobló a la universidad en cuyas instalaciones se realizó la convención estatal que ungió a Mirza Flores.

En este juego de equilibrios, Flores se ubica como la bisagra: entre el legado de Enrique Alfaro —al que define como respeto e inspiración— y la proyección de Lemus como jefe político del estado. El discurso es claro: unidad interna, cero fracturas, disciplina férrea.

La pregunta incómoda es si este modelo podrá resistir el desgaste natural del poder y el embate de Morena en 2027, que ya acecha con candidatos competitivos en la metrópoli. Entre los cuales, por cierto, no estará Ricardo Villanueva como candidato, ni repetirá Jesús Becerra -líder del SUTUdeG- quien actualmente está desaparecido como regidor en Guadalajara.

Los discursos en la convención abundaron en promesas de cercanía y servicio. Se recordaron programas sociales: medicamentos oncológicos gratuitos para niños, útiles y calzado escolar, infraestructura educativa. Nada mal como vitrina de logros.

Pero mientras tanto, la memoria de Cecilia Ruvalcaba, regidora asesinada en Teocaltiche, flotaba como recordatorio de la fragilidad del proyecto naranja en territorios violentos. La mención de Máynez no fue casual: fue un acto de contrición forzada para reconocer que no todo es marketing ni aplausos en la Casa Ciudadana.

Respecto a la promesa que hizo Pablo Lemus de pacificar Teocaltiche en 45 días… No se pronunció ninguna autocrítica.

Mirza Flores, abogada formada en género y ciudadanía, se presenta como rostro fresco y feminista en un partido dominado por varones con oficio de caudillos. Su apuesta es a la inclusión y a la disciplina, al trabajo territorial y al contacto con la gente. En la entrevista previa a la convención lo resumió con precisión: “Mi tarea es sumar y multiplicar”. Pero el riesgo, otra vez, es el de la aritmética política: sumar cuadros puede implicar también sumar vicios, y multiplicar estructuras puede derivar en multiplicar cuotas.

Recordé a Natalia Juárez, nueva secretaria del STAUdeG, que en redes al saberse ganadora dijo: “Estamos convencidas y convencidos de que la suma de esfuerzos es la mejor manera de responder a los retos que enfrentamos y de construir un sindicato que represente con dignidad y unidad a todas y todos los académicos de la UdeG”, esperemos que no pase lo mismo que con el PRD Jalisco, donde, también hablaba de unidad… y terminó enterrando al partido.

La convención de emecistas cerró con unidad exhibida, metas ambiciosas y discursos de confianza. Pero bajo la superficie laten los dilemas de siempre: ¿podrá MC conservar su ADN de cercanía o caerá en la burocracia que promete evitar? ¿Se convertirá Jalisco en bastión rumbo a la presidencia de 2030 o en laboratorio de tensiones internas?

El partido naranja se ufana de ser diferente, pero la política mexicana —esa que Mirza dice haber aprendido desde que tocaba puertas en 2012— enseña una lección vieja: los partidos que olvidan de dónde vienen terminan repitiendo la historia de los que prometieron nunca ser iguales.

En X @DEPACHECOS

 

Continuar Leyendo

JALISCO

Sueños que se hacen realidad

Publicado

el

– Opinión, por Erick Brandon Palacios Sánchez

Queridos amigos y lectores de Conciencia Pública, es un honor para mí volver a escribir en las páginas de este prestigioso semanario.

En los últimos meses, he tenido la satisfacción de alcanzar algunos logros importantes. El pasado 8 de agosto, recibí mi título profesional como Licenciado en Periodismo Digital por la UdeG. Y el sábado 30 de agosto de 2025, tuve el honor de ser invitado a la asamblea de elecciones del Círculo de Periodistas y Escritores de Jalisco A.C., donde fui propuesto como Vicepresidente de esta honorable organización gremial.

Este nombramiento simboliza un enorme compromiso para mí, ya que tengo la firme convicción de hacer que el periodismo jalisciense sea un espacio que abra las puertas al periodismo de inclusión, dando voz a las personas con discapacidad, adultos mayores y todos los sectores que necesiten una voz, un reflector o una pluma para describir sus necesidades.

Deseo expresar mi gratitud al Maestro Xavier Zaragoza Núñez, presidente honorario vitalicio y fundador del Círculo, por su voto de confianza para asumir esta gran misión.

La nueva mesa directiva

– Presidente: Sergio Octavio García Aceves

– Secretaría General: Victoria Falcón Águila

– Vicepresidente: Erick Brandon Palacios Sánchez

– Secretario de Actas y Acuerdos: Horacio García González

– Secretario de Organización: Arturo Robles Grey

Reconozco la gestión del presidente saliente, C. Pablo Arturo Morales Euzarraga.

Fundación y misión del Círculo de Periodistas y Escritores de Jalisco A.C.

Esta organización gremial nació en 2009, inspirada en personajes jaliscienses del periodismo independiente como David Hernández Hurdanidia y Salvador Quesada Ramírez. Sus fundadores fueron el Maestro Xavier Zaragoza Núñez y Miguel Ángel Torres Delgado. Entre sus principales tareas está darle voz a la llamada prensa chica y agrupar a escritores y periodistas interesados en el fenómeno informativo y en el acontecer social.

PRINCIPALES OBJETIVOS

– Agrupar a periodistas y escritores para promover valores como la ética, el respeto y la capacitación continua del gremio.

– Promover actividades culturales de alto impacto, como la entrega de la medalla David Hernández Hurdanidia.

MI PLAN DE TRABAJO

Como vicepresidente del círculo, mi plan es promover cursos de capacitación presencial para que los jóvenes desarrollen el amor por las letras y la pluma. También busco involucrar a las juventudes en las actividades de nuestra organización y consolidar de manera profesional el oficio del periodismo en las nuevas generaciones.

Gracias por su amable atención, queridos lectores del Semanario Conciencia Pública.

Continuar Leyendo

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.