OPINIÓN
Un gobernador que sale muy caro: La campaña presidencial de Alfaro con cargo al erario público
Opinión, por Remberto Hernández Padilla //
Jalisco es una de las pocas entidades federativas que no tiene su propia Ley de Comunicación Social, por lo tanto, para suplir esa omisión, el gobierno de nuestra entidad utiliza la Ley General de Comunicación Social que puso en vigor el gobierno de la autodenominada “4T” en enero de 2019; es así que el gobierno de Enrique Alfaro, mediante el programa denominado “Refundación de Jalisco”, acata en lo sustantivo los lineamientos federales que en política de comunicación social emiten tanto la Secretaría de Gobernación como la Secretaría de la Función Pública.
CON VISTA A UN FUTURO MEDIATO
El ideario político de Enrique Alfaro Ramírez está resumido en la plataforma denominada Refundación de Jalisco, que quedó definido cuando fue creado un aparato administrativo para centralizar cualquier tipo de información que se genere en todas las dependencias de su gobierno y áreas de influencia, para que la sociedad conozca los resultados de su gestión gubernamental, y pueda así valorar su estilo personal de gobernar.
Fue por ello que, Alfaro, ya como Ejecutivo, creó la Coordinación General de Comunicación, que tiene por objeto “difundir las acciones y agenda del gobernador, así como los servicios, programas y políticas del gobierno estatal y sus dependencias, bajo los criterios de organización, coordinación y eficiencia”. En la reglamentación de esa dependencia queda señalado que tiene como objetivos básicos los de “Administrar, autorizar y ejercer el gasto en difusión y comunicación del Gobierno Estatal y sus dependencias”, así como “Contratar proveedores y servicios externos de creatividad, diseño, comunicación digital y producción audiovisual”.
SE CONTRATÓ A UN CONTINGENTE DE “COMUNICADORES”
La Coordinación General de Comunicación, que es en sí misma una fortísima y bien estructurada área del gobierno ya cuenta con las Direcciones de Prensa y Monitoreo; de Información y Estrategia; de Enlace de Coordinaciones de Comunicación; y de Dirección Administrativa. Para el cumplimiento de sus funciones, también cuenta con las Coordinaciones Estratégicas de Comunicación en Desarrollo Social; Seguridad; Crecimiento y Desarrollo Económico; Gestión del Territorio; y de Comunicación; ésta última atiende los asuntos de comunicación del Despacho del Gobernador y sus Unidades Administrativas de Apoyo, Jefatura de Gabinete, Secretaría General de Gobierno, Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo, Contraloría del Estado, Secretaría de la Hacienda Pública, Secretaría de Administración, Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana, así como la Unidad de Enlace Federal y Asuntos Internacionales.
Aquí es importante dejar referido que: el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rebajando su personalidad, encabezó recientemente una andanada de improperios en contra del gobernador Enrique Alfaro, y no hubo un solo comunicador de esa área que diera atención a tan vital asunto que ha repercutido entre la sociedad jalisciense; por eso en el Semanario Conciencia Pública quedó escrito: “Tal parece que el gobernador Enrique Alfaro no tiene quien lo defienda”.
EL GASTO EN COMUNICACIÓN SOCIAL
El Presupuesto de Egresos del Estado de Jalisco, para el año 2020, que fue aprobado por el Congreso del Estado, fue por la cantidad de 123 mil 13 millones 287 mil 976 pesos; de esa cantidad se asignaron, dentro del programa “Coordinación y fortalecimiento de las políticas de comunicación social 192 millones 928 mil 307 pesos, distribuidos en diferentes “partidas”.
Además, se dispone de 97 millones 265 mil pesos para el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión; y, al programa “Gobierno digital en línea, innovación y crecimiento en cobertura de servicios” se le asignaron 4 millones 971 mil 813 pesos.
Y, dado que el pregonado gobierno “laico” es profundamente religioso también se le asignaron 18 millones 160 mil 259 pesos para la promoción y difusión de manifestaciones religiosas (católicas, desde luego).
Y, aunque en teoría existe autonomía en la Fiscalía Estatal, se le asignaron para Difusión de Logros y Resultados 523 mil 992 pesos.
Al total de “gasto para imagen” se le deberá incluir lo que corresponde del galimatías: “Programa de Apoyo Logístico, Técnico, de Evaluación y Difusión de las actividades del C. Gobernador y la Proyección del Estado de Jalisco” que es de 57 millones 792 mil 089 pesos.
La partida “Gobierno cercano y eficiente” que tiene oficialmente asignados 140 millones 079 mil 157 pesos se utiliza también para dar difusión al programa denominado Refundación de Jalisco, así como para proyectar la imagen del gobernador Enrique Alfaro en diferentes medios de comunicación nacionales e, incluso, internacionales.
Todas esas referidas erogaciones “han sido diluidas” estratégicamente en diferentes “partidas”, mismas que sumadas dan la cantidad de 511 millones 720 mil 617 pesos para el año 2020, solo para comunicación social; esto es: más de un millón cuatrocientos mil pesos diarios. Además, se le ha de agregar el dinero que se paga al nuevo y grande contingente de empleados denominados “comunicadores” que el actual gobierno ha designado para todas las secretarías y sus dependencias gubernamentales.
EL DINERO QUE RECIBEN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
El ente político jalisciense que más ha gastado en publicitarse en los últimos años se llama Enrique Alfaro Ramírez, él es un apasionado de la internet a donde, para su vida pública, ha destinado muchos millones de pesos.
Entre las empresas privadas de publicidad que ha venido “utilizando” para promocionar su proyecto político y su personal imagen sobresalen: “Indatcom”, “Eu Zen” y “La Covacha”; mismas que en la actualidad continúan recibiendo jugosas adjudicaciones directas.
En los medios de comunicación existe la referencia (periódico “Reforma” del 18 de junio de 2018) en el que quedó escrito: “Cuando Alfaro fue Alcalde de Guadalajara, usó varios millones de pesos del erario para promover su imagen, con vistas a la gubernatura”. Y, tal parece que la historia se repite, ahora con vista a la Presidencia de la República.
ADENDA PARA EL BUEN ENTENDEDOR:
1.- En el gobierno de Jalisco el dinero que “oficialmente” se tiene autorizado para las políticas de comunicación social se está ejerciendo discrecionalmente, favoreciendo a influyentes medios nacionales, especialmente de televisión; y, queda muy claro que esa acción tiene como objetivo la proyección a futuro mediato del actual gobernador Enrique Alfaro.
2.- Y, en Guadalajara, la política de Alfaro en publicidad gubernamental puede definirse así: “Luz en la calle y obscuridad en la casa”, eso es debido a que los medios de comunicación tapatíos, que son críticos, no son tomados en cuenta en la publicidad oficial.
3.- Aquí, el periodista de investigación hace una disgregación: Para el año 2020, el programa “Atención de Agenda y Coordinación de Actividades del Gobernador del Estado” tiene destinados 10 millones 142 mil 480 pesos; y en otra (“partida discreta”) y para el mismo rubro se asignó la nada despreciable cantidad de 99 millones 665 mil 161 pesos. ¡Ajúa!
(Nota: El dinero que eroga el Gobierno del Estado de Jalisco, aquí referido, tiene como fuente el Periódico oficial del Estado de Jalisco del 27 de diciembre de 2019 / Presupuesto de Egresos 2020 – Anexo II).
* El autor es el periodista y escritor Remberto Hernández Padilla.
Premio Nacional de Periodismo / Premio México de Periodismo
Presidente H.V. del Colegio de Periodistas de Jalisco.
NACIONALES
La presidenta Sheinbaum: ¿Acatará tratados internacionales?
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
EL CLAROSCURO de la reforma judicial. Por un lado, los opositores a esta reforma promovida por López Obrador y consumada por Claudia Sheinbaum, tienen en el Artículo Primero de la Constitución y en la actuación de los organismos internacionales que vigilan el cumplimiento de los ordenamientos jurídicos para la defensa de los derechos humanos, un argumento más de lucha.
Por el lado oficial, dueña de los tres poderes del Estado Mexicano y seguidora de la “cuarta transformación” -que ha hecho a un lado los criterios de organizaciones internacionales que exponen sus opiniones con respecto al gobierno de México-, la presidenta Sheinbaum podría promover de una vez por todas las reformas constitucionales que harían a un lado el actual ordenamiento contemplado en la Carta Magna para dejar de considerar todo tratado internacional como Ley Suprema.
No podemos olvidar que en el paquete de reformas constitucionales para establecer la “Ley Suprema” del Congreso de la Unión por encima del Poder Judicial Federal, se contemplaba una reforma para hacer a un lado del texto lo relativo a los “tratados internacionales”, pero al final del día no se contempló.
Hasta ahora, el Artículo 1 de la Constitución se contempla así:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece”.
Por parte de los organismos internacionales dedicados a la defensa de los derechos humanos, hay un tema neurálgico en relación a México, luego de la reforma judicial y la expectativa de una posible violación a los derechos humanos ante la selección de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial Federal a través del voto popular, porque los nuevos juzgadores podrían sujetarse a las consignas políticas y no a la Ley.
Una abogada experta en el sistema interamericano de derechos humanos –Tamara Taraciuk-, dijo a “Proceso” lo siguiente:
“Si el Estado Mexicano ignora las eventuales recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, este organismo se transforma en una suerte de Fiscalía y lleva el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica y este tribunal inicia un proceso que podría culminar en una sentencia condenatoria vinculante que el Estado Mexicano tendría la obligación de cumplir como firmante de la Convención Interamericana de Derechos Humanos”
Aparte, de forma paralela, en la Organización de las Naciones Unidas se desarrolla un proceso en el que el Estado mexicano tiene que responder. La reforma también está en la mira de la relatora especial de la ONU para la Independencia de Jueces y Abogados y de la Comisión de Venecia, un organismo de la Unión Europea que vela por el constitucionalismo y el Estado de derecho y del cual México forma parte. De parte de estas organizaciones no hay sentencias vinculantes pero sí pronunciamientos políticos.
Aparte, el artículo 133 de la Constitución establece que los tratados internacionales son parte de la Ley Suprema de la Unión, junto con la Constitución y las leyes del Congreso.
Palabras más, palabras menos, ante el inminente riesgo de violaciones a los derechos humanos por la puesta en práctica de una reforma judicial cuyos jueces electos por el voto popular atenderían las recomendaciones de quienes los colocaron para “administrar la justicia” y no a la interpretación de la Constitución en sus primeros 29 artículos relativos a las garantías individuales o derechos del hombre y la mujer, el gobierno de México podría recibir una condena internacional y verse obligado a modificar parte de su reforma al Poder Judicial de la Federación.
Eso por un lado, pero por otro, podría ser una oportunidad para que el régimen impuesto por López Obrador y perfeccionado por Claudia Sheinbaum, quite los candados constitucionales que le oprimen aún, el propósito de establecer de una vez por todas un régimen en manos de una sola persona, es decir, una autocracia en la que las libertades y derechos humanos de sus ciudadanas y ciudadanos se sujetarían a la voluntad del Estado, el mismo que sería capaz de declarar de utilidad pública, toda propiedad privada.
NO HABRÁ DIÁLOGO CON LA OPOSICIÓN
SI LA presidenta Sheinbaum hizo de manera personal una crítica pública al nuevo dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, es porque está enviando un mensaje de que no habrá diálogo alguno con la oposición… Decir que Romero es “el jefe del cartel inmobiliario” en la ciudad de México, podría haber corrido a cargo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez o de la presidenta de MORENA, Luisa María Alcalde, pero no fue así… Un asunto de bajo perfil fue tomado como un pretexto para decir a todos los mexicanos que esta “construcción del segundo piso de la cuarta transformación”, solo gobernará para los simpatizantes, haciendo a un lado a todo aquel o aquella que piense diferente… Adiós entonces a la aspiración de un llamado desde palacio nacional a la unidad de las y los mexicanos…
JALISCO
Madruguete legislativo: El pacto silencioso que define la política jalisciense
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
El reloj marcaba las 2:33 de la madrugada cuando la 64 Legislatura del Congreso de Jalisco, bajo el tenue resplandor de la noche, decidió consumar lo que muchos en el recinto describieron como un “madruguete”. En una sesión cargada de tensión, se aprobó la integración de las 20 comisiones legislativas, un acto que, más que ser un simple trámite administrativo, reveló la maquinaria oculta que mueve los hilos del poder en el estado.
Mientras la mayoría de los legisladores dieron su voto favorable, los cinco integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) se opusieron con firmeza. Claudia Murguía Torres, coordinadora de la bancada panista, alzó la voz contra lo que calificó como un “acuerdo vergonzoso” entre Movimiento Ciudadano (MC) y Morena. Con un tono severo, señaló la falta de transparencia y la premura innecesaria de una sesión que, según ella, podría haberse realizado con luz de día y mayor deliberación.
La crítica de Murguía resonaba más allá del recinto: “No hay urgente necesidad”, afirmó, cuestionando la prisa por votar cuando aún quedaban días para cumplir el plazo legal. Y, sin embargo, su voz parecía ahogarse en un entorno donde las alianzas veladas y los intereses partidistas ya habían definido el resultado.
El coordinador de MC, José Luis Tostado, respondió con la habilidad retórica que caracteriza a los políticos experimentados. Negó cualquier pacto exclusivo con Morena y afirmó que los acuerdos fueron alcanzados con siete de los ocho grupos parlamentarios. Pero los hechos hablan más alto que las palabras, y el reparto de las presidencias de las comisiones legislativas parece contar una historia distinta.
EL REPARTO DEL PODER
Movimiento Ciudadano, como era de esperarse, se quedó con las comisiones clave: Hacienda y Presupuestos, Seguridad y Justicia, Movilidad y Transporte, entre otras. Con estas posiciones, MC asegura su dominio sobre los recursos financieros, la agenda de seguridad y los proyectos de movilidad, consolidando así su narrativa de partido hegemónico en Jalisco.
Morena, por su parte, tomó el control de comisiones que, aunque importantes, carecen del impacto presupuestal que caracteriza a las de MC. Igualdad Sustantiva y de Género, Vigilancia y Sistema Anticorrupción, y Participación Ciudadana son comisiones que encajan con la retórica progresista del partido, pero cuyo alcance real en términos de poder legislativo es limitado.
El PAN, relegado a un papel testimonial, mantuvo las comisiones de Asistencia Social, Familia y Niñez, así como Gobernación. Estas presidencias son más un consuelo simbólico que una herramienta de influencia real. Mientras tanto, el PRI y los partidos minoritarios —Hagamos, PVEM, PT y Futuro— obtuvieron presidencias que parecen más un intento de mantenerlos en la mesa de negociación que una concesión de poder auténtico.
LA SOMBRA DE UN PACTO NO TAN SILENCIOSO
El PAN, con razón o sin ella, parece haber sido el único partido dispuesto a denunciar públicamente lo que otros solo murmuran en los pasillos: la existencia de un acuerdo entre MC y Morena. Aunque ambos partidos lo niegan, su coordinación para sacar adelante esta votación en una sesión de madrugada sugiere que hay más en juego que el cumplimiento de un plazo legal.
En este contexto, la declaración de Julio Hurtado, diputado panista, resulta especialmente elocuente: “El que hoy estemos debatiendo este tema a las 2 de la mañana habla por supuesto de lo vergonzante que es para Movimiento Ciudadano arrancar esta Legislatura entregándole el control de lo que hoy es la gran coyuntura nacional”.
EL PESO DE LOS NOMBRAMIENTOS
La sesión no solo fue polémica por la distribución de las comisiones. También se tomó protesta a Eduardo Fabián Martínez Lomelí como secretario general del Poder Legislativo. Martínez Lomelí, cercano al gobernador Enrique Alfaro, es una figura clave en la operación legislativa y su continuidad refuerza la influencia de MC dentro del Congreso.
Su permanencia no es un detalle menor; representa el control administrativo y técnico del Legislativo, un poder que muchas veces opera lejos de los reflectores, pero que es crucial para la agenda de cualquier partido en el gobierno.
LA GLOSA 2024: OBRA DE TEATRO EN PUERTA
Otro de los puntos aprobados fue la realización de la Glosa 2024 los días 20, 21 y 22 de noviembre. Este ejercicio de rendición de cuentas, en teoría, debería ser una oportunidad para que los legisladores cuestionen a los titulares de las dependencias gubernamentales sobre su gestión. Sin embargo, los antecedentes nos enseñan que estas sesiones suelen ser más un espectáculo político que un verdadero ejercicio de fiscalización.
LA COREOGRAFÍA DEL PODER
Lo ocurrido en esta primera sesión de madrugada de la 64 Legislatura no es un hecho aislado; es una muestra del entramado político que define a Jalisco. Movimiento Ciudadano, Morena y los demás partidos están inmersos en un juego donde la prioridad no es el bien común, sino la consolidación de poder. Las críticas del PAN, aunque legítimas, también deben ser vistas con escepticismo; ningún partido está libre de pecados en esta danza de intereses y no podemos olvidar que, la legislatura pasada el PAN tenía en Claudia Murguía a la diputada más naranja de los azules.
Si algo dejó claro esta sesión inaugural, es que el Congreso de Jalisco no será el espacio para el debate plural. Los acuerdos entre MC y Morena marcarán la pauta, mientras el resto de las fuerzas políticas se adaptan o perecen. En la penumbra de la madrugada, las decisiones se tomaron con una urgencia cuestionable y una opacidad indignante. Para los ciudadanos, queda la amarga certeza de que, en este juego de poder, su voz sigue siendo un eco perdido en el vacío legislativo.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
El costo de la transparencia
Opinión, por Salvador Romero Espinoza //
La propuesta de reforma al artículo 116 de la Constitución para desaparecer a los 32 institutos de transparencia locales del país, nos costará casi 20 veces más de lo que actualmente nos cuestan dichos institutos, de acuerdo a la distribución de funciones y obligaciones que establece para las contralorías de cada una de las casi 7,000 autoridades estatales y municipales del país.
En primer lugar, hay que señalar que el presupuesto aproximado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) es de 1,000 millones de pesos anuales, mientras que el presupuesto aproximado de los 32 institutos de transparencia locales del país, ronda los 1,300 millones de pesos al año; el Instituto de Transparencia Jalisciense (ITEI), por ejemplo, tiene un presupuesto aproximado de 60 millones de pesos anuales, básicamente el mismo desde hace 12 años; es decir, la totalidad de los 33 institutos de transparencia cuestan a cada mexicana y mexicano alrededor de $17 pesos al año, menos de lo que cuesta un refresco.
De esos presupuestos, alrededor del 70% de los recursos se destina a lo que se conoce como “Capítulo 1000”, es decir, al pago de sueldos, salarios, prestaciones y honorarios de las personas que apoyan a dichos institutos de transparencia a cumplir con sus funciones, que en el INAI son alrededor de 800 personas y en el resto de los institutos de transparencia del país alrededor de 1,200 personas; el ITEI, por ejemplo, tiene una plantilla de personal de 94 personas.
Por su parte, la propuesta de reforma constitucional, denominada de “simplificación administrativa”, cuya finalidad es la destrucción de 39 organismos constitucionales autónomos (creados como contrapesos al poder público), establece también una propuesta de modificación al artículo 116 (relativo a las atribuciones de las entidades federativas), que violenta completamente el esquema federalista mexicano y el principio de soberanía de los estados que forman nuestra República, pues prohíbe a las entidades el que puedan preservar a sus institutos de transparencia, a pesar que dicho artículo fue concebido para reconocerles atribuciones a las entidades federativas, no para imponerles prohibiciones.
En dicha propuesta de reforma se establece la desaparición obligatoria de los 32 institutos de transparencia del país para que cada contraloría o equivalente de cada autoridad, realice las atribuciones que actualmente realizan dichos institutos, entre otras, conocer de las quejas, impugnaciones, recursos e inconformidades que presente la sociedad en contra de la opacidad de las instituciones públicas, así como las verificaciones a sus portales de transparencia y la capacitación a su personal y a la sociedad civil.
Este esquema conllevaría un enorme gasto presupuestal, dado que -haciendo a un lado a la Federación- actualmente existen casi 7,000 sujetos obligados (o autoridades) estatales y municipales (en Jalisco rondan los 600), por lo que una debida tutela de los derechos fundamentales a la información y a la protección de datos personales, que actualmente está encomendada a los institutos de transparencia, implicaría que en cada contraloría de cada autoridad se contrataran, al menos, 3 tres nuevas personas: una responsable de la resolución de recursos en materia de acceso a la información y de las denuncias por incumplimiento de obligaciones de transparencia; otra responsable de las verificaciones a los portales de transparencia y de la capacitación; y otra especializada en resolver controversias relacionadas con la protección de datos personales.
En otras palabras, en el discurso oficial para justificar la destrucción de los institutos de transparencia, se ha señalado que son costosos para el presupuesto y que su desaparición implicaría un ahorro para el erario público, sin embargo, con el esquema propuesto, si en verdad se quieren proteger adecuadamente estos derechos humanos, se tendrían que contratar a alrededor de 21,000 personas nuevas para tutelarlos de manera eficiente por los sujetos obligados estatales y municipales (en contraste con las alrededor de 1,200 personas que actualmente laboran en los 32 institutos locales), por lo que, en realidad, este esquema propuesto, además de todas las implicaciones negativas que tiene, también nos costaría a las y a los mexicanos, cuando menos 17 veces más de lo que actualmente nos cuestan los institutos de transparencia locales del país.
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