OPINIÓN
El futbolista al desnudo: Alcohol, drogas y mujeres, han truncado vidas exitosas

Futbol, por Esteban Trelles //
Como toda actividad existente en la vida el futbolista profesional tiene etapas o ciclos de un periodo determinado en su máximo esplendor que oscila entre diez a quince años promedio donde su potencial de condiciones y atributos personales físicos y mentales le permiten brindarse en su máximo nivel y sin mayor problema dentro de las exigencias que implica cuidarse y entregarse al 100.
Ciertamente dicha actividad tiene muchas satisfacciones, entre ellas la fama y el dinero, si tomamos en cuenta su estatus basados en su trayectoria personal que le permiten muchas cuestiones de toda índole, lamentablemente muchos de los futbolistas no se manejan administrativamente como debería ser y tener la visión futurista de una estabilidad económica que le permita vivir con decoro junto a su familia de manera integral.
Sin tratar de ser amarillistas o sensacionalistas, la vida privada de muchos futbolistas se ven truncadas por situaciones extraordinarias que daremos a conocer con algunos ejemplos en lo que está de por medio el alcohol, las drogas y las mujeres, ciertamente las borracheras forman parte de un circulo vicioso que envuelve a nuestra juventud, presa de sus impulsos y desviaciones cayendo irremediablemente en situaciones que no son positivas.
Los imponderables de la vida donde ocurren tragedias por accidente, muerte natural o bien se ven involucrados en asesinatos en pleno éxito de sus carreras deportivas.
Recordamos tristemente con el equipo Chivas de Guadalajara con el futbolista defensa central Jaime López que lo tenía todo para triunfar y lamentablemente perdió la vida en un antiguo centro nocturno acribillado a balazos por “guaruras” de un sitio de mujeres “ficheras” con el consumo de bebidas embriagantes (La Comanche), de una mujer empresaria controversial llamada Esther Camberos que tenía fama de tener las mejores chicas de la vida “alegre” de la cuidad en los años 70´s donde todo tipo de personajes acudían, entre políticos, empresarios, estudiantes, militares, policías, etc.
Poco tiempo después ocurre otra fatalidad con el mismo equipo (Chivas), en la persona del recién comprado refuerzo venido del equipo de Cruz Azul, el famoso goleador Octavio “Centavo” Muciño quien también en un bar de lujo fue asesinado de un balazo por el propio dueño del lugar, un personaje millonario que al parecer huyó del país refugiándose en España.
La tragedia con este equipo no termina puesto que en un accidente de carretera en la autopista México-Puebla el autobús en el que viajaba sufre un percance falleciendo trágicamente el mejor hombre del equipo José “Pepe” Martínez siendo el único futbolista que perdió la vida de todo el plantel que viajaba junto a su cuerpo técnico teniendo como compañero de asiento al veloz extremo sobresaliente Hugo Díaz.
Como anécdota cabe destacar en un encuentro internacional en la ciudad de Los Ángeles, California de carácter amistoso se enfrentaron Chivas de Guadalajara contra el equipo argentino Chacarita Jr., que venía el joven astro Diego Armando Maradona como atractivo en ese encuentro que todos lo querían ver jugar precedido de gran fama que en ese mencionado encuentro Chivas le propinó tremendo baile al otro equipo, destacando sobremanera y calificándolo la prensa internacional como un crack, precisamente a Pepe Martínez que con su actuación y victoria de su equipo borró de la cancha al referido astro argentino de tal suerte que recibió la nominación del mejor jugador de ese encuentro.
El equipo Pachuca con su goleador Pablo Hernán Gómez, de nacionalidad argentina, quien le dio un título de liga en tiempos extras contra Cruz Azul (1999) falleció trágicamente en un accidente carretero tras ir manejando a exceso de velocidad y perder el control de su vehículo.
El extraordinario guardameta colombiano campeón con Pachuca que hizo época con ellos falleció repentinamente de un trombosis al año siguiente de su retiro como jugador activo, donde colaboraba en el cuerpo técnico del equipo tuzo.
El equipo América tenía a su máximo goleador paraguayo Salvador Cabañas de gran momento futbolístico cuando en un “antro” de la Cuidad de México (en el año 2010), tras una discusión con un individuo de solvencia económica, al parecer narcotraficante, éste le disparo con un arma de fuego en la cabeza en los baños de dicho sitio, que lo mantuvo por mucho tiempo en estado vegetativo y una rehabilitación extensa además de tediosa que por supuesto lo retiró del futbol activo, incluida su selección nacional, que vergonzosamente el equipo América escatimó el recurso económico y lo abandonó a su suerte, la esposa por cierto ese día del fatal evento lo acompañaba conviviendo con él ingiriendo bebidas se vio obligada a entablar una demanda civil puesto que el equipo millonario de Coapa nunca se quiso responsabilizar de manera solidaria por ser su jugador activo, exigiendo una indemnización económica por dicha tragedia que al paso de los años al parecer se resolvió el asunto.
Los malos manejos económicos de algunos futbolistas los llevaron a tener problemas económicos después de su retiro como el caso de “Panchito” Flores ex jugador del campeonísimo que su directiva para apoyarlo económicamente le ofreció un partido de homenaje en la cancha Anacleto “Tolán” Macías de su Club Deportivo Guadalajara Colomos (destruido por Jorge Vergara), que se cobró a la afición de manera simbólica para la taquilla recaudada otorgársela, lo cual no fue mucha “plata”.
Del equipo Atlas su fino mediocampista José “Pepe” Delgado su directiva rojinegra también le realizaron un homenaje en el Estadio Jalisco en el retiro para sobrellevar su vida familiar, que antes de su fallecimiento sus amigos le hicieron otro homenaje en las instalaciones del Club Deportivo Occidente de Atemajac para ayudarlo económicamente.
Desafortunadamente existieron jugadores que se perdieron irremediablemente en la pobreza extrema por diversas circunstancias jugadores de Chivas como Saúl Ibarra, defensa central del barrio de Santa Tere y el más lastimoso y lamentable caso de José “Pelón” Gutiérrez (campeón 1986 ) que falleció en el Hospital Civil de Guadalajara abandonado por todos.
Finalmente, futbolistas famosos que se involucraron en la farándula teniendo un final feliz el goleador Enrique Borja se casó con la artista Sagrario Baena, su compañero de equipo el paraguayo Hugo Enrique Kiesse con la famosa cantante Estrellita y Héctor Tapia con la vedette Merle Uribe.
Entre los futbolistas solía decirse “el que no chupa no rinde”, varios jugadores son amantes de la vida nocturna que en Selección Nacional se pasan de vivos, incluso durmiendo con mujeres “de la vida galante”, el último caso lamentable de los jugadores titulares de Chivas (Antuna y Vega).
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CARTÓN POLÍTICO
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JALISCO
La transparencia del fiscalizador

– Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
En Jalisco, la transparencia y la rendición de cuentas deberían ser principios innegociables. Sin embargo, la resistencia del auditor superior del Estado, Jorge Alejandro Ortiz Ramírez, a ser auditado por la Unidad de Vigilancia del Congreso revela una paradoja alarmante: el encargado de fiscalizar el gasto público evade la supervisión.
Esta actitud, denunciada por David Rubén Ocampo Uribe, titular de la Unidad, y el diputado Alberto Alfaro García, presidente de la Comisión de Vigilancia, no solo cuestiona la integridad de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), sino que amenaza la confianza en el sistema democrático.
Desde el 10 de julio de 2025, cuando Ocampo asumió su cargo, Ortiz Ramírez ha bloqueado cualquier intento de revisión. Solicitudes de expedientes laborales, nóminas y contratos han sido ignoradas, y un encuentro institucional propuesto para el 19 de agosto quedó en el vacío. “Quería saber si todo está en regla. La respuesta fue negativa. Pedí una reunión pública con agenda común, y tampoco hubo respuesta”, relató Ocampo a Conciencia Pública.
Incluso se le prohibió a personal de la ASEJ pasarle llamadas, limitando el diálogo al secretario técnico, un subordinado que no puede sustituir al titular.
El diputado Alfaro, de Morena, califica esta resistencia como un desafío al Congreso y a la sociedad. “El auditor se siente intocable, como si fuera gobernador. Durante ocho años operó sin contralor, pero ahora que lo hay, se niega a colaborar”, afirmó.
Con el respaldo de 29 de 32 deputados al nombramiento de Ocampo, su legitimidad es incuestionable. “Sabe que abriremos la Caja de Pandora”, añadió, sugiriendo que Ortiz Ramírez teme revelar irregularidades.
La Constitución de Jalisco y la Ley de Rendición de Cuentas otorgan a la Unidad de Vigilancia facultades plenas para revisar la ASEJ sin necesidad de acuerdos previos de la Comisión de Vigilancia, como argumenta Ortiz Ramírez.
Esta interpretación “tecnicista” es, para Ocampo, un escudo para evadir la fiscalización. La pregunta es inevitable: ¿qué oculta el auditor? Denuncias internas apuntan a aviadores, nóminas infladas, “moches” por laudos laborales y tolerancia a incapacidades falsas avaladas por el IMSS.
Una figura clave en estas acusaciones es Sandra Verónica Márquez González, de la Dirección Jurídica, señalada por mantener personal inexistente en nómina y exigir pagos ilegales, prácticas que arrastra desde su paso por el Tribunal de Arbitraje y la Fiscalía, donde se le vinculó al “Clan Trevi” por cobros indebidos.
La ASEJ es un pilar estratégico del gobierno de Jalisco, con autonomía técnica y de gestión para garantizar imparcialidad en la fiscalización de un presupuesto cercano a los 200 mil millones de pesos. Su rol como contrapeso es crucial para generar confianza ciudadana.
Sin embargo, la resistencia de Ortiz Ramírez recuerda épocas oscuras de la Contaduría Mayor de Hacienda, antecesora de la ASEJ, donde se rumoraba que las cuentas públicas se “lavaban” mediante acuerdos entre bancadas legislativas. Funcionarios corruptos encontraban en estos arreglos una vía para encubrir irregularidades, otorgando un poder desmedido al titular del organismo.
Hoy, la ASEJ debería ser un modelo de integridad. El Plan Estatal de Desarrollo y Gobernanza 2024-2030, liderado por Cynthia Cantero Pacheco, establece la transparencia y la participación ciudadana como ejes rectores de la gestión pública. Este plan, construido con la voz de más de 675,000 jaliscienses, vincula el presupuesto a resultados medibles, exigiendo apertura y rendición de cuentas.
La opacidad de Ortiz Ramírez contradice este espíritu, debilitando la credibilidad de una institución que debería ser ejemplo.
La pasividad de otros actores institucionales agrava el problema. El silencio del Congreso en pleno y la inacción de la Fiscalía Anticorrupción alimentan percepciones de complicidad o indiferencia. Mientras, rumores de una posible reelección de Ortiz Ramírez, tras ocho años en el cargo, generan rechazo. “Un gobernador dura seis años y se va. Este señor pretende quedarse otros ocho. Es inadmisible”, sentenció Alfaro.
¿Cómo puede hablarse de rendición de cuentas si el fiscalizador se coloca por encima de la ley? La resistencia de Ortiz Ramírez no es un simple desencuentro burocrático; es una afrenta al sistema de pesos y contrapesos.
“La opacidad reina en la Auditoría. Si el auditor desconoce la ley, ¿cómo fiscaliza al estado?”, cuestiona Ocampo. La sociedad, cada vez más vigilante, exige respuestas. Ortiz Ramírez tiene una oportunidad: abrir las puertas de la ASEJ, entregar la información solicitada y demostrar que no hay nada que ocultar. De lo contrario, su silencio seguirá alimentando sospechas de irregularidades.
La transparencia no es negociable, y Jalisco merece una Auditoría Superior que predique con el ejemplo. Es hora de que el fiscalizador rinda cuentas.
JALISCO
MC: espejismos de unidad y fractura a la vista

– Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
Movimiento Ciudadano en Jalisco ya abrió el telón de su renovación interna con la elección de 64 nuevos coordinadores municipales en la vieja casona de Av. La Paz. En apariencia, un ejercicio de normalidad partidista: discursos de unidad, promesas de cercanía con la gente, rostros nuevos para el escaparate y la certeza de que el partido naranja seguirá marcando la pauta en la política local.
Una postal impecable para las páginas de los diarios amigos… pero un espejismo apenas capaz de ocultar las fracturas internas que corroen al partido naranja. Pues, bajo el barniz del entusiasmo, se esconde un mapa con claroscuros que la dirigencia difícilmente podrá negar.
Los números de la elección de 2024 fueron generosos en sus bastiones metropolitanos: Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco volvieron a confirmar la hegemonía emecista. En la capital, 308 mil votos aseguraron la continuidad; Zapopan, con 323 mil sufragios, consolidó la plaza más codiciada del estado; y Tlajomulco refrendó, una vez más, su condición de vivero político del grupo alfarista con 94 mil papeletas a su favor. Una trinidad metropolitana que otorga poder y recursos, pero que no resuelve la fragilidad en el resto del estado.
Porque más allá del brillo urbano, MC perdió terreno en Puerto Vallarta —joya turística entregada al PVEM en sociedad con Morena—, cedió Ciudad Guzmán, enclave agroindustrial del sur, y vio escaparse Tepatitlán, bastión alteño que durante años se pensó inmune a los embates opositores. En Tlaquepaque y Tonalá, el retroceso fue aún más doloroso: en el primero, los 109 mil votos no alcanzaron para retener la presidencia municipal; en el segundo, apenas 47 mil sufragios lo relegaron a un segundo lugar incómodo detrás de Morena. Un tropiezo estratégico en el oriente metropolitano que desnuda la vulnerabilidad del proyecto.
Mirza Flores, encargada de administrar esta renovación interna, habla de “liderazgos de territorio, cercanos a la gente”. El discurso suena bien, pero la tarea es monumental: reconstruir la cohesión de un partido que, en su expansión, ha multiplicado corrientes, intereses y pleitos internos. Porque el problema no es solo perder municipios: es perderlos mientras el partido se enreda en disputas de candidaturas, pugnas entre cuadros y una dirigencia que debe demostrar que puede arbitrar sin fracturar.
Los números distritales tampoco ayudan: de 20 distritos locales, MC apenas ganó 6; de los federales, ninguno y los plurinominales fueron para los exfuncionarios que necesitaban fuero y los “liderazgos” escogidos. Esto significa que, aunque controla alcaldías claves, su voz legislativa es reducida y carece de peso real en el Congreso federal.
Un contraste brutal: músculo en los municipios, anemia en las cámaras. Y esa asimetría no se corrige con discursos ni asambleas, sino con operación política en campo, con la capacidad de seducir al votante rural, al comerciante alteño, al campesino del sur que aún ve en el naranja una marca citadina, aburguesada y distante.
Pero lo verdaderamente corrosivo no está en las urnas, sino en los pasillos. La disputa Alfaro–Lemus ha dejado de ser un rumor y se ha convertido en un hecho palpable. Enrique Alfaro se resiste a entregar el control de candidaturas y cuadros, mientras Pablo Lemus mueve sus piezas con paciencia quirúrgica, tejiendo su propia red de operadores que responden solo a él. Entre ambos, Mirza Flores aparece como árbitro incómodo, obligada a conciliar lo irreconciliable: mantener la disciplina de un ejército que ya no reconoce un solo general.
El grupo Alfaro–Lemus sabe que esta es su última gran prueba antes de 2027. Si logran ordenar candidaturas y mantener la paz interna, MC llegará con posibilidades de sostener el gobierno estatal. Pero si insisten en los métodos de imposición y en los arreglos de cúpula, el costo será alto: perderán distritos clave, y con ellos, la capacidad de negociar en el Congreso y de sostener el control territorial.
Los cuadros históricos, los que alguna vez creyeron en la “ola naranja” como una alternativa fresca, se encuentran marginados o desplazados por nuevas caras que responden a intereses de grupo. La operación interna dejó cicatrices: candidaturas impuestas, militantes que sienten haber sido utilizados y un éxodo silencioso hacia Morena y el PVEM que ya se empieza a notar en las regiones.
En política, decía siempre la vieja guardia, no basta con administrar victorias: hay que blindarlas. Movimiento Ciudadano gobierna hoy con holgura en las ciudades, pero su debilidad en la periferia y en el interior del estado es evidente. Las plazas que perdió en 2024 son recordatorio de que el poder es un animal volátil: se escurre por las rendijas más pequeñas y muerde cuando menos se le espera.
La renovación municipal, que en el discurso se vende como ejercicio democrático, en los hechos es un intento de tapar grietas con retórica. En lugar de cohesión, lo que se advierte es una carrera por controlar posiciones rumbo al 2027. Cada comité local es, en realidad, una ficha en el tablero de negociación entre Alfaro y Lemus.
La batalla del 2027 no se jugará únicamente en los edificios de avenida Hidalgo o en los mítines de funcionarios públicos en la Casa Ciudadana. Se librará en los tianguis de Tonalá -donde el Ayuntamiento ha prendido focos rojos-, en los talleres de Arandas -Cuando se habla de la inseguridad que hay en las carreteras de la zona-, en los mercados de Lagos de Moreno -Al momento de hablar de un nuevo ejecutado o desaparecido- y en las colonias populares de Tlaquepaque -Explicando por qué el SIAPA no otorga el servicio que cobra: agua-. Ahí, donde los discursos sobran y lo que cuenta son los servicios públicos, la seguridad y la cercanía real de quienes gobiernan.
La verdadera batalla de 2027 no será contra Morena ni contra el PVEM. Será contra sí mismo. Porque, como tantas veces en la historia política de este país, los partidos no caen por la fuerza del adversario, sino por la podredumbre que incuban dentro.
Hoy MC es un cascarón brillante en la superficie, pero carcomido por dentro. Se vende como movimiento fresco, pero huele ya a partido viejo: facciones enfrentadas, candidaturas negociadas en lo oscurito y un liderazgo que se desgasta en administrar pleitos en lugar de ganar territorios.
Si no corrigen el rumbo, el espejismo de unidad que hoy pregonan se desmoronará al primer soplo de la contienda. Y entonces, la historia no hablará de una derrota electoral, sino de un suicidio político en cámara lenta. Una crónica que, como tantas en la política mexicana, no se escribirá con tinta… sino con epitafios.
En X: @DEPACHECOS