OPINIÓN
¿Fin a una era de liderazgo alemán? Angela Merkel, la ingeniera química que se convirtió en estadista

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Adiós canciller Ángela Merkel. Ayer se llevó a cabo una de las elecciones más significativas de la era post reunificación alemana. En fechas próximas podremos analizar los interesantes resultados electorales del país más rico e influyente de la Eurozona, pero este día dediquémoslo a dar algunos aspectos de lo que era la Alemania de la candidata Merkel en 1990, de lo que fue la Alemania durante los 30 años de su estadía en el parlamento de la cancillereza y de lo que es Alemania ahora a su salida voluntaria del cargo.
Antes que nada quiero reconocer que el título de cancillereza no existe en español, o al menos no lo encuentro por ningún lado, pero en alemán sí y al tratar de hacer una traducción literal es importante usar el sentido de las palabras en su estado original. En alemán Canciller Federal se escribe Bundeskanzler y su femenino es Bundeskanzlerin.
Uno puede estar o no de acuerdo con la política de Merkel, pero no se puede dejar de reconocer que es una persona que pasará por méritos propios a la historia mundial de la era moderna como estadista con letras mayúsculas.
Nacida en Hamburgo en 1954 durante la guerra fría (Alemania Occidental), desde su infancia fue llevada a vivir a Alemania Oriental (la comunista), ya que su papá fue designado como pastor de una iglesia luterana en Peleberg (pueblo muy pequeño), ubicado en Brandenburgo, región circunvecina de Berlín.
La hija del pastor decidió estudiar ingeniería en química y una maestría en energía quántica lo que practicó hasta 1989 el año en el que se involucra en la política participando como asistente del vocero del primer y único premier democráticamente electo en la historia de ese país en la transición de la reunificación alemana en 1989-1990. Lothar de Maiziere, fue también líder del Partido Cristiano en donde Ángela milita.
A su llegada al parlamento post reunificación alemán, la joven científica y cristiana Merkel de 36 años de edad, era una entusiasta moderada, su primer acto de campaña en ese lejano día de noviembre de 1990, se dio en un poblado de pescadores que está en el que siempre fue su distrito, recordemos que en un régimen parlamentario los gobernantes deben ser electos primero por el pueblo al congreso y de ahí por sus pares a los cargos de gobierno y el líder del partido mayoritario o del partido con mejores alianzas se queda con lo que en México sería la administración pública o gobierno.
La elección no era una elección cualquiera, era la primera elección de la Alemania unificada post la caída del Muro de Berlín. Una Alemania con muchos ciudadanos que tenían dudas sobre la democracia porque estaban acostumbrados al socialismo y al centralismo pero en ese año Europa estaba en plena renovación. Podemos decir que la gente y en particular los partidos con relaciones religiosas fueron la punta de lanza en la Europa del Este tras la caída del comunismo. En ese mismo mes de 1999, Lech Walesa hacía campaña para convertirse en el primer Presidente electo democráticamente en Polonia con su partido Solidaridad apoyado por Juan Pablo II.
De 1990 al 2001 la parlamentaria Ángela creció y creció, en el 2002 se convirtió en la lideresa de su partido “Unión Democrática Cristiana” y por ende del grupo parlamentario de esa fuerza política que en el 2005 obtuvo la mayoría legislativa, convirtiéndose en la primera mujer Canciller de ese país.
SUS MOMENTOS DORADOS
En el 2005 la economía de Alemania estaba estancada con un crecimiento del 0.6%, un déficit del 3%. De 1989 a 2005 Alemania era conocida como al “hombre enfermo” porque la integración de las dos Alemanias había arruinado a la Alemania capitalista, quien en 1990 era la tercera potencia económica mundial y en 1991 incluso fue superada por la India, las exportaciones eran muy escasas, hoy representan el 50% de su PIB y la entrega siendo la cuarta potencia económica mundial, la segunda potencia exportadora del mundo aunada a EUA y poseedora del 30% del valor monetario de la Eurozona.
Los 16 años de Ángela fueron años en los que el PIB creció casi ininterrumpidamente salvo en la crisis mundial del 2009 y en el 2020 por el Covid19. Mientras que el nivel de vida en Francia e Italia descendió o se estancó, en Alemania durante el Merkelato creció el 20%. La cancillereza goza de un admirable 82% de aprobación local después de 16 largos años de gobierno, incluso en medio de la crisis del Covid19.
A pesar de esto Alemania enfrenta una fuerte desaceleración económica desde hace un par de años, y por eso el secreto es saber cuándo salir.
Entrega una mejor economía y se retira como un referente de la política mundial. Sus críticos dicen que no preparó a Alemania para la nueva era digital o para la era de las energías renovables y que permitió que muchas partes de su país se convirtiesen en guetos musulmanes en los que se habla de todo menos alemán, porque a pesar de que habla de esas las tecnologías renovables, sigue dependiendo del combustible fósil y ahora del gas de Rusia.
Ángela fue pragmática a favor de su país, en un tono pro global se alió con quien hizo falta para abaratar el costo de vida de los alemanes. Irónicamente ese punto en las zonas urbanas podría costarle la elección a su candidato.
SUCESORES DE MERKEL
Con datos al cierre de la elección de ayer, los candidatos que se disputan el cargo de Canciller son: Olaf Sholtz del Partido Social Demócrata (SDP) con un 25% quien es el actual ministro de finanzas de ese país pero opositor a la cancillereza, Armin Laschet del Partido Cristiano Demócrata (CDU) con un 25% quien es el candidato de la actual cancillereza y Annalena Bearbock, lidereza del Partido Verde (B90/Grunen) con un 11%. El ganador de la primera minoría deberá formar alianzas para obtener una mayoría de la mitad más uno con otras fuerzas menos representativas que también fueron electas el día de ayer. Aunque en el pasado las dos primeras fuerzas se han organizado para gobernar, parce que ahora será un alianza con los verdes u otra fuerza menor lo que definirá el futuro.
ÁNGELA URBI ET ORBI
Ángela es vista como la lideresa de facto de la Unión Europea, posición que parece será ocupada por Macron (si la libra en sus elecciones del 2022). Durante sus 16 años al frente del gobierno visitó 12 veces a China, logró que Alemania fuera uno de los principales socios comerciales de ese país y claro fue una aliada económica de Putin y de Xi, a pesar de que sus países tenían o tienen intensas tensiones diplomáticas por temas de derechos humanos y de seguridad nacional.
En esto el candidato de la izquierda, Sholtz es más parecido a Trump buscando no depender económicamente de Rusia o de China, ni de EUA, sino buscando que Europa sea una potencia equivalente a EUA o a China.
Si fuese una elección internacional, Merkel ganaría sin problemas. Su popularidad es muy alta en la mayoría de los países: En EUA 63% de confianza en asuntos globales, en Italia 74%, en Reino Unido 72%, en Francia 82%, en Japón 73%, en Canadá 78%, excepto en Grecia en donde el 70% de la gente la ve mal principalmente porque durante la crisis económica del 2008-2009, Ángela presionó por imponer severas restricciones poco populares entre la población de la península helénica a cambio de la ayuda económica que ella enviaría. No sería raro ver a la ex Canciller en algún cargo de la ONU.
“SABIA VIRTUD DE CONOCER EL TIEMPO”
En los últimos años Ángela había enfrentado márgenes estrechos para mantener su liderazgo parlamentario. A los 67 años de edad, siendo la primera mujer en el cargo y la integrante del parlamento que más tiempo ha durado como jefa del gobierno alemán, su olfato político le recordó que es mejor salir en la cúspide. Así las cosas ella será referente de la política pro integracionista europea, se retira para dejar el cargo a un nuevo líder que habrá de enfrentar la crisis europea post covid19 y la nueva era del poder chino que fue muy cercano a ella con un EUA auto debilitado.
Ángela gobernó como centro progresista (casi izquierda), aunque hizo campaña como centro conservadora. La necesidad de mantener mayoría durante sus 16 años al frente del gobierno, le permitió tener en su gabinete al actual candidato de Izquierda Sholtz como Ministro de finanzas. Muy interesante.
En la era de la mujer en la política mundial, los dos partidos más fuertes alemanes, el de la Unión Democrática Cristiana y el de izquierda Partido Social Demócrata postularon a hombres para suceder a la cancillereza. El Partido Verde postuló a una mujer que ha sido víctima de varias “fake news”, especialmente cuando las encuestas en abril la favorecían para ser la sucesora de la actual jefa del gobierno alemán.
A pesar de los problemas de Alemania, la imagen de la cancillereza es tan buena que los dos candidatos hombres se venden como lo más cercano a la continuidad de Merkel, por un lado Laschet del partido de Ángela asegura ser la opción segura para dar continuidad a los proyectos de Merkel y aumentar el empleo después de la crisis post Covid19. La campaña del candidato de Ángela (Laschet) es difundir que el candidato de la izquierda (Sholtz) se ha dedicado a obstruir a la Canciller por cuatro años.
Sholtz, candidato opositor se vende como el “cancillereza” (así en femenino), que además de continuar lo bueno de los últimos años, ampliará la red de apoyos sociales, impondrá nuevos controles a los precios de viviendas y dará apoyos económicos para los más necesitados.
Irónicamente la única que se ha presentado como una opción de cambio profundo es la candidata Annalena Bearbock, quien como señalamos, creció en primavera pero por sus propios errores y por la guerra sucia bajó en el otoño. Ha dicho que la campaña de Alemania se gana en Alemania al ser la única candidata de los tres partidos punteros que no fue a visitar a Emanuel Macron en París.
En los regímenes parlamentarios los que se van pueden regresar, pero es mejor irse que ser sacado o perder como le sucedió a Netanyahu en Israel quien a pesar de tener un partido con la primera minoría no logró obtener las alianzas necesarias y tuvo que entregar el poder al líder del partido de la tercera fuerza, porque fue él quien logró negociar con la segunda fuerza un gobierno de medio periodo para cada uno.
¿SER CANCILLER BIEN VALE UNA VISITA A PARÍS?
Los políticos alemanes buscan apoyo entre los galos y los ciudadanos alemanes que residen en Francia.
El candidato de izquierda parece identificarse más con Macron y busca un gasto social subsidiado más al estilo izquierda, pero también busca una alianza europea fuerte que reduzca la dependencia militar y económica de la eurozona con respecto a EUA como lo ha dicho el francés Macron. Ambos rechazan la dependencia de Merkel con Putin y Xi.
El candidato de derecha y Merkel han dicho que el regalar dinero no sacará a los pobres de sus problemas, pero Ángela ha generado millones de subsidios en los últimos años con proyectos que han enviado miles de millones de euros a programas en el extranjero.
Gane quien gane, necesitará una alianza para formar gobierno. Hasta el momento no parece que ningún partido obtendrá la mitad más uno de los escaños necesarios para controlar el gobierno y por ende el próximo canciller o cancillereza parece que será producto de una alianza.
Los verdes alemanes son llamados neoliberales en bicicleta pero la mayoría de los habitantes de zonas urbanas y de los jóvenes europeos piensan que el cambio climático es el principal problema de la actualidad.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
NACIONALES
Buscan cubrir a AMLO en actos de corrupción

– De Primera Mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín
UNA DE LAS evidencias de que el sistema político del México de nuestros días es parecido al PRI hegemónico de hace 50 años es el combate a la corrupción de acuerdo a intereses políticos del grupo en el poder, con una gran diferencia ahora: Los funcionarios de primer nivel son intocables.
No hubo un solo presidente de la república de aquel viejo PRI, que no impusiera su voluntad y enviara un mensaje a la clase política de que había un nuevo líder en Los Pinos. Las demostraciones incluían cárcel para figuras de alto nivel. Así, estuvieron tras las rejas el senador Jorge Díaz Serrano, director de PEMEX, con el presidente José López Portillo, varios gobernadores y hasta un hermano del presidente Carlos Salinas, Raúl.
A partir del año 2018, el hombre que tuvo como lema de campaña presidencial el ataque a la corrupción, Andrés Manuel López Obrador, en los hechos cubrió a los corruptos de primerísimo nivel.
Solo dos botones de muestra: Ignacio Ovalle Fernández, director de SEGALMEX, y Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad. Aplicó la máxima de Benito Juárez: “A los amigos, perdón y gracia; a los enemigos, la ley a secas”.
Entre los enemigos actuó contra Emilio Lozoya, director de PEMEX con el presidente Peña Nieto, acusado de haber recibido sobornos de una empresa petrolera del Brasil, pero al final del día su gobierno acordó y el acusado está en casa.
El cinismo de AMLO incluyó su admisión de la existencia de corrupción en Segalmex, cuyo desfalco rebasó los 15 mil millones de pesos, pero justificó a Ovalle diciendo que este último “había sido engañado por sus subalternos”.
Increíble lo anterior, sobre todo para quien, durante una “mañanera” del año 2019, aseguraba que no hay persona mejor informada que el presidente de la república y que si había corrupción entre los funcionarios, “era porque el jefe, el presidente, estaba enterado”.
En los días que vivimos, el caso del “huachicol fiscal” operado por altos mandos de la Marina Armada de México nos pone sobre la mesa la enorme probabilidad de que no solo el general secretario del ramo con López Obrador, sino también este último, pudieran haber sido enterados y haber permitido el enorme peculado.
Imposible no reparar en las declaraciones del titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien el pasado domingo declaró que Rafael Ojeda Durán, titular de la Marina en el sexenio obradorista, había denunciado “problemas” y que por ese motivo la Fiscalía General de la República se había adentrado en la investigación que hoy tiene por resultado la persecución de cuando menos 200 personas, entre militares, servidores públicos y empresarios.
Los hechos sobre tal ilícito empezaron a trascender a los altos mandos militares cuando Rubén Guerrero Alcántar, vicealmirante y exdirectivo de una aduana en Tamaulipas, redactó una carta que llegó a manos del general secretario Ojeda Durán, en la que señalaba directamente a Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, de encabezar una red de “huachicoleo fiscal”.
Los hermanos Farías, originarios de Guaymas, Sonora, son sobrinos de Ojeda Durán. Guerrero Alcántar fue asesinado el 8 de noviembre del 2024 en Manzanillo, Colima. El volcán de corrupción denunciado hizo erupción al descubrirse un buque con diez millones de litros de combustible introducido sin pagar impuestos en Tampico, Tamaulipas, el pasado mes de mayo, seguido de otros descubrimientos similares en Ensenada, Baja California, y el trascendido de que ese combustible había tocado la bahía de Guaymas en Sonora.
En sus declaraciones sobre el tema, Gertz Manero subrayó que cuando el general secretario Ojeda denunció “problemas en la Marina”, lo hizo en términos generales sin hacer referencia a sus sobrinos. A su lado, en esa conferencia de prensa del pasado domingo, el titular de seguridad pública, Omar García Harfuch, dijo que no se podía condenar a toda una institución por los errores cometidos por algunos de sus integrantes.
Horas después, en su “mañanera”, la presidenta Claudia Sheinbaum refrendó la defensa. Para el general exsecretario, recordando que lo importante era la investigación y, sobre todo, las pruebas para demostrar los dichos.
La lógica indica una posibilidad de involucrar a Rafael Ojeda Durán en el escándalo mayúsculo de los hermanos Farías Laguna y otros implicados; golpearía directamente la humanidad de López Obrador.
Es mucho más conveniente enviar el mensaje de ataque a la corrupción, aprehendiendo y enjuiciando a “peces menores”. Ahí se registra una diferencia con el pasado reciente.
Durante el sexenio 2018-2024 se cubrió la corrupción en vez de combatirla. En este sexenio de la presidenta Sheinbaum sí se está combatiendo la corrupción pero cuidando la imagen de quien ahora vive en Palenque.
Lo anterior significa la imposibilidad de señalar y encarcelar a un exsecretario en cualquiera de sus ramos.
Para el lado oficial, resultan muy lejanas y “casi en el olvido” aquellas palabras de AMLO en una de sus “mañaneras” del año 2019: “El presidente de México está enterado de todo lo que sucede y de las tranzas grandes que se llevan a cabo”.
JALISCO
¿Legalidad? pero sin integridad

– Opinión, por Gabriel Torres Espinoza
¿Por qué se critica tanto al Tribunal de Justicia Administrativa (TJA)? Porque se ha transformado en fábrica de sentencias “ajustadas a derecho”, ¡pero profundamente injustas! Asisten al ‘indebido proceso’ y ceden al “daño patrimonial” causado por los ‘desarrolladores’.
Los derechos colectivos —aire limpio, agua, movilidad, biodiversidad— se reducen a bienes menores, sacrificables en nombre de una supuesta certeza jurídica para el ‘inversionista’.
Lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recordó es que tienen la obligación jurídica de prevenir, mitigar y remediar daños ambientales por su impacto directo en los derechos humanos.
Bajo esa luz, cada fallo del TJA que antepone la rentabilidad de un fraccionamiento sobre la preservación de un bosque o de un área natural protegida, no es solo un despropósito local, sino una violación a compromisos internacionales y a los derechos fundamentales de la ciudadanía.
La prensa ha documentado el incremento de litigios contra la planeación urbana, hasta el punto de que este Tribunal se tornó en el espacio donde los corruptores desfilan a desmontar planes de desarrollo, debilitando la ordenación del territorio con fachada de legalidad. Se trata de un tribunal que privilegia la letra procesal, sobre el sentido integral de la planeación. Lo que se produce es una ciudad fragmentada, desigual, en la que cada vez es más difícil trasladarse y vivir.
La responsabilidad social de este Tribunal es mayor, pues el TJA es la última instancia. Las decisiones que dicta son definitivas y obligatorias. Sus resoluciones no pueden recurrirse, y sus magistrados no rinden cuentas a nadie. Allí donde se concentra el poder de decidir el futuro urbano, se concentra también la tentación de la corrupción.
Por eso el TJA no solo refleja, sino que encarna hoy el mayor riesgo estructural para el derecho a la ciudad y al medio ambiente, porque cada vez que dicta una sentencia que habilita lo prohibido, que desprotege los recursos naturales, destruye algo más que territorio; destruye la confianza en la idea misma de justicia. Su propia legitimidad social.
Los jueces no deben limitarse a aplicar reglas, sino decidir con base en principios que aseguren el bien superior a la ciudad. La legalidad, sin integridad, degrada la justicia. Básicamente, porque transforma el tribunal en una coraza de impunidad.
En este órgano jurisdiccional, hemos visto cómo se ha vuelto norma la confusión entre legalidad procedimental y justicia, con resoluciones fundadas y motivadas en lo formal, pero que producen resultados injustos y muy lesivos para la sociedad.
Sentencias “apegadas a derecho” que, sin embargo, devastan áreas naturales, desmantelan planes urbanos, causan más colapso vial y profundizan la desigualdad. No perdamos de vista que esa sociedad, la que sufre las consecuencias, es justamente la que dotó a estos magistrados de su investidura, y a la que debieran rendir cuentas, a través de los poderes constituidos de Jalisco.
La diferencia entre un tribunal de justicia y uno de derecho se vuelve aquí fundamental. El primero busca armonizar la norma con el desarrollo sustentable de la ciudad; el segundo la aplica sin importar que destruya bosques, colapse vialidades o afecte a comunidades enteras.
El primero protege a la ciudad; el segundo protege contratos y escrituras privadas. El primero es garante de ciudadanía; el segundo, como en Jalisco, es agente de plusvalía y el principal agente corruptor contra el ordenamiento territorial.
A la luz de las actuaciones del TJA, surge hoy una pregunta colectiva, inevitable y perturbadora: ¿Cuál es la utilidad social de un tribunal del que debemos defendernos todos para poder preservar la ciudad? Si el órgano llamado a garantizar justicia es el principal mecanismo de despojo legalizado; si en lugar de proteger a la colectividad protege a los desarrolladores; si en vez de equilibrar el interés privado con el bien común se ha dedicado a corroerlo, entonces su existencia no responde al poder público, sino a los negocios que lo corrompen.
Un tribunal así no es garante de derechos, ni de justicia administrativa; sino una auténtica amenaza permanente contra ellos, misma que estaríamos obligados a enfrentar como sociedad, y desde el gobierno.
JALISCO
UdeG, los golpes que sustituyen el diálogo: ¡Qué falta hace Raúl!

– Crónica de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
La Universidad de Guadalajara, esa institución que presume de ser la “casa de la cultura” y el “espacio del pensamiento crítico”, se ha convertido principalmente los últimos días en escenario de lo que mejor ilustra su contradicción: los golpes sustituyendo a la palabra, la represión disfrazada de orden académico y la violencia encubierta tras comunicados oficiales firmados por nadie que se haga responsable… llenos de buenas intenciones sin nada de autocrítica.
Lo ocurrido en el CUCSH y en el CUCEI en estos días no es un accidente ni un exabrupto aislado: es la expresión de una estructura política enquistada que se resiste a morir.
Los funcionarios que deberían administrar aulas y presupuestos han terminado con las manos metidas en la gresca. No es metáfora: ahí están los videos donde José Antonio González Orozco, alias “Pepino”, antiguo operador de la FEU que ahora cobra como jefe del complejo deportivo, aparece repartiendo manotazos contra los estudiantes que exigían elecciones limpias. No fue diálogo, fue puño.
Y mientras tanto, la Rectoría General guarda silencio. Una omisión que grita más fuerte que cualquier consigna. Porque si los estudiantes pintan un muro, la indignación institucional es inmediata; pero si un funcionario golpea a los alumnos, la sanción se pierde en el laberinto del archivo muerto, asegurando las protecciones para quienes, en nombre de la “institución”, repartan golpes a los alumnos inconformes.
Encapuchados que lanzan mobiliario, vacían extintores y rodean a estudiantes en paro. Los testimonios y las imágenes difundidas no dejan lugar a dudas: la violencia tiene rostro, y varios de esos rostros se identifican con la vieja militancia de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), ese brazo corporativo que durante décadas ha operado como correa de control a favor del grupo universitario en el poder.
Pero también aparecen los rostros de grupos políticos externos que han participado en movimientos políticos universitarios sin llegar a ser de los “ungidos”, pero que, ahora apoyados por un personaje de la estructura universitaria, vuelven a buscar un lugar en el feudo.
Se habla de “diálogo” en los comunicados, pero en los pasillos los que dialogan son los puños. La contradicción es evidente: las autoridades centrales rechazan la violencia en boletines, pero sus hombres de confianza y familiares aparecen entre los agresores.
Lo que demandan los estudiantes no es menor: baños dignos, comedor subsidiado, protocolos contra acoso, contratación estable de docentes, transporte seguro, participación real en las decisiones universitarias. No son exigencias revolucionarias, son derechos elementales que cualquier institución pública debería garantizar sin necesidad de paros ni barricadas.
¡Ojo! La petición de tener un área para fumar mariguana es simplemente una charlotada que en ninguna circunstancia puede proceder; sean serios si quieren ser tomados en serio como disidencia.
Pero el punto neurálgico, el que prende las alarmas en los pasillos del poder, es la exigencia de cancelar las elecciones del Consejo General Universitario y limitar la intervención de la FEU. En otras palabras: quitarles el monopolio de la representación. Y eso, para los jefes y jefas universitarios, es inadmisible.
Mientras las pedradas y los empujones manchan el nombre de la UdeG, la rectora general Karla Planter ha optado por la estrategia del silencio. No se presenta a dialogar, no encabeza el proceso, no frena la violencia. Desde su llegada, “La Planter” solo ha servido como la imagen que asiste a reuniones y eventos sociales, pero, en todo este tiempo, usted no va a encontrar UNA situación en la que la primera mujer rectora de la UdeG hubiera destacado por su capacidad de decisión y liderazgo; lo peor, NINGUNO de su equipo ha ocupado el lugar de liderazgo y decisión que la UdeG requiere.
En esta ocasión, parece que la rectora espera que el tiempo, las fiestas patrias o el desgaste natural diluyan la protesta, si es por recomendación estratégica, queda claro que, ¡Su asesor le odia!
Lo extraño es que los choques más fuertes ocurrieron justo en los días en que Planter se ausentó, ¿casualidad o decisión de quien sabia no estaría disponible la rectora? Coincidencia que huele a cálculo: dejar que otros enciendan el fuego para luego presentarse como bombera institucional o la aparición de un “líder” que rescate la situación.
Mientras, el equipo de comunicación externo que apoya a los disidentes a manejado bien las notas en los principales medios de comunicación alertando a la ciudadanía de lo que pasa al interior de la Universidad a la que asisten sus hijos, generando buenas piezas de comunicación visual en redes con mensajes claros y específicos que pueden digerir e indignar los consumidores de TikTok, X, Facebook e Instagram. Logrando en días lo que el viejo sistema de comunicación universitario no ha podido lograr, UN mensaje que permee a nivel social, porque desde sus oficinas, los dirigentes universitarios repantigados creen que la gente común está esperando leer el más reciente comunicado pagado por los “abajo firmantes”, que servirá de indicación de lo que se debe creer y entender.
El saldo es claro: estudiantes golpeados, aulas cerradas, comunidades académicas divididas, puertas de ingreso soldadas y una autoridad que administra comunicados -Muy malitos, por cierto- mientras sus operadores administran golpes y porras —siempre los mismos rostros en escena desde hace años, por cierto—.
La Universidad de Guadalajara enfrenta un espejo incómodo: aquel en el que se refleja como un aparato político que prefiere la represión a la reforma, la simulación a la democracia y la obediencia ciega a la crítica estudiantil… Oiga, ¿ya se dio cuenta de que en toda esta rebatinga la FEU tampoco ha aparecido? Y no me refiero a otro comunicado anodino firmado por la “primera mujer presidenta de la FEU”, yo hablo de esa estructura política de estudiantes que defiendan sus procesos por democráticos y transparentes, y den la cara por sus líderes que saben que los representan.
¡Bueno! Hasta los centros universitarios tienen que ser defendidos por grupos externos porque los flamantes “rectores” carecen de equipo que les respalde. Lo bueno es que la disidencia avisa con tiempo sus manifestaciones; si atacaran al mismo tiempo, se quedarían con varios centros universitarios, pues los rectores no alcanzan a defender ni su oficina. ¿O será que las manifestaciones están muy bien ordenadas en tiempo y lugar desde dentro de la misma UdeG para propiciar la aparición de un “líder” solucionador?
Las siguientes semanas serán importantes en esta historia, porque lo que está en juego no es solo un proceso electoral universitario, sino la credibilidad de una institución que presume autonomía, pero se comporta como un feudo… Donde cada vez es más recurrente escuchar: ¡Qué falta nos hace Raúl!
En X @DEPACHECOS