LOS PELOTEROS
La rica cantera de peloteros de Hermosillo y la invasión de extranjeros en la LMB

Al bat, por Jesús Alberto Rubio //
Les comparto este comentario relevante lo planteado por Gonzalo “Chalo” Morúa Leyva, con quien coincido plenamente. Verá que así nos platicó anoche (vía texto por el whats), lo que fue por supuesto muy bien recibido por su trascendencia:
“Estoy viendo el juego de estrellas de la LMB en el Beto Ávila del Águila de Veracruz y hasta la sexta entrada he observado sólo cinco mexicanos, y eso porque estoy contando a “Chacho”, la mascota de los Tigres de Quintana Roo”, dijo.
Estoy en total desacuerdo con el enfoque que le dio la liga a la temporada de este año aceptando en los rosters de los equipos hasta 20 extranjeros.
Creo que es positivo firmar peloteros foráneos para aumentar el nivel de calidad del juego y reforzar los equipos, pero dentro de límites razonables.
Con tantos extranjeros se están ocupando espacios que deberían ser llenados por beisbolistas mexicanos, perdiéndose puestos de trabajo y tirándose a la basura el trabajo de las academias.
No hay que perder de vista que la LMB debe ser de desarrollo para el talento nacional ya que de acuerdo con la reglamentación vigente, para que un pelotero mexicano sea firmado por una organización de MLB tiene que hacerse a través de un contrato con un equipo del mismo circuito veraniego que tiene los derechos sobre ese jugador.
La invasión de extranjeros no sólo detiene la detección y crecimiento de jóvenes con potencial para ser profesionales de buen nivel, sino que traen jugadores cuya calidad no se puede negar, pero que simplemente no tienen cabida en ligas mayores, por las razones que sean (edad, disciplina, conducta desordenada, adicciones, lo que sea), llegando a una liga mexicana mucho más permisiva, que les abre la puerta fácilmente.
Yo pienso que se está poniendo el mundo al revés: en lugar de llenar la liga con peloteros que vienen de vuelta y van para abajo, debería de impulsarse a los jóvenes mexicanos que van para arriba. No hay que importar cohetes ya tronados, mejor, mejor, hay que exportar talentos mexicanos para el mejor beisbol.
Ese es mi punto de vista. El de ustedes puede ser totalmente diferente. Que tengan muy buena noche”.
CANTERA DE PELOTEROS
La cantera hermosillense ha producido enorme cantidad de peloteros talento que dejaron huella para siempre recordarlos.
Pancho Barrios, por ejemplo, se convirtió en el primer hermosillense en llegar a Ligas Mayores (Medias Blancas), como sucedió muchos años más tarde con Erubiel Durazo (Dbacks/Atléticos).
Dos notables ejemplos, sin duda.Y ahora los Issac Paredes, César Salazar, Luis González… y antes Elmer Dessens. Pero no sólo se trata de la Gran Carpa y Ligas Menores de Estados Unidos: en nuestra pelota profesional también han surgido notables ejemplos de peloteros de muy alto nivel.
Grandes equipos amateurs-juveniles hermosillense perduran en el grato recuerdo en circuitos como El Ranchito, Villa de Seris, El Choyal, Balderrama, Universitario, Bancario, entre otros.
Mencionar equipos y jugadores… ¡no acabaríamos!
Una gran cantera de donde emergieron talentos hacia circuitos como la Norte de Sonora, Río Sonora, Norte de México, la Liga de Sonora, Costa del Pacífico, Invernal de Sonora, Sonora Sinaloa y la actual del Pacífico, así como las Mexicana, Central, Nayarit, Tabasqueña, Veracruzana, Yucateca, Coahuila, Durango, Chihuahua..
Sabemos, muchos de ellos no “se animaron” a saltar al profesionalismo por motivos de conclusión de sus estudios universitarios o bien tener muy buen trabajo en alguna empresa o industria local.
Inclusive, al considerar que no había mucho futuro en cuanto a seguridad social ya como pelotero profesional, bajos sueldos y más impedimentos que de alguna forma imperaban con más énfasis en otrora años.
Debemos brindar reconocimiento, también, a aquellos instructores-entrenadores del beisbol infantil y juvenil como Enrique “Tutas” Serrano o Gustavo Hodgers Rico, sólo por citar a dos, que formaron generaciones de peloteros hermosillenses-sonorenses de muy alta calidad dentro y fuera del campo de juego.
¿Nombres de quienes llegaron a la pelota de paga y se quedaron a seguir jugando a nivel local?
Usted debe conocerlos: Guillermo “Temo” Balderrama, Héctor Luis y Eradio Burruel, Gerardo “Kaly” Grijalva, Francisco Javier “Tatacha” Noriega, Héctor “Panzas” López, Armando “Polilla” Quijada, Javier “Javierón” González, Armando Gaxiola, Rafael, Beto y Jesús Ornelas, Blas Arredondo, Javier “Zurdo” Osorio, Gonzalo Morúa, Alberto Luna, José Antonio Fabrett, Florentino, “Lencho” Duarte, Sergio “Plomo” Valenzuela, Ambrosio Leyva y Rodolfo Larios Velarde.
Asimismo, Miguel Ángel Solano, Alberto “Galletas” López, Refugio “Cucón” Bernal, Arturo Burton, Oscar Velazco, Blas Mazón, Claudio Solano, Marco Antonio Manzo, José Luis Alegría, Roberto “Cuate” Escoboza, Víctor “Pelón” Valencia, Fernando “Brovia” García, Francisco “Kany” Gutiérrez, Eleuterio “Telo” Torres, Martín Gamboa, Alberto “Chato” Rodríguez, Carlos Emilio Acosta, Miguel y Javier Nichols, Ramón Yánez, Francisco del Moral, José Ángel Villegas, Germán Germán, Luis Rendón, Próspero y Martín Tánori.
Otros, Higinio Reynoso, Marco Antonio “Chiquilín” Acosta, Francisco Javier “Picho” Moreno, Sergio “Buitre” Valenzuela, Humberto “Moro” García, Santiago “Tayo” Guevara, Marco Valenzuela, Manuel “Marciano” Valdez, César Cruz, Paco Navarrete, Jorge Smither, Sergio “Chapanuza” Bracamontes, Memo y Jorge Negrete, Jesús «Billy» Alcantar, Juan Antonio Chan, René Hurtado, Santiago “Dumbo” Ayala, Miguel Ángel Tapia, Luis Manuel Isibasi, Fernando “Kachy” López, Manuel “Gato” de la Cruz, Ernesto Romo, José Antonio “Tuza” Bracamontes…
También, Alejandro Flores, César Ochoa, Danilo González, Alberto Maldonado, “Güico” Uriarte, “Chapo” Leyva, Fernando Andrade, Carlos Pérez, Manolo Zazueta, José María “Indio Aguirre, Juan Calos “Chaka” González, Francisco “Zurdo” Javier Sánchez, Alejandro Zepeda, Ángel Valenzuela, Domingo Romero, Miguel Ortega… y la lista sigue…
CARTÓN POLÍTICO
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LOS PELOTEROS
Charros, el orgullo tapatío que sueña con la gloria

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Los Charros de Jalisco están sorprendiendo en los playoffs de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) 2025, emergiendo como un auténtico caballo negro.
Tras una temporada irregular, con rachas brillantes opacadas por caídas abruptas, lograron el sexto boleto a la postemporada con un cierre espectacular. Ahora, en las semifinales, están a un paso de la final de la Zona Norte, demostrando que tienen la garra para pelear por la Copa del Rey en el Centenario de la LMB.
En la primera ronda, Charros enfrentó al líder de la División Norte, Sultanes de Monterrey, un bicampeón que parecía imbatible. Con una ventaja de 3-0, los jaliscienses estuvieron cerca de barrer, pero Sultanes remontó y forzó un séptimo juego.
En el Palacio Sultán, Charros mostró temple y aseguró la serie 4-3, avanzando como un equipo transformado. Sultanes, gracias a su promedio, regresó como el mejor perdedor, prometiendo un posible reencuentro.
En las semifinales, Charros se mide contra Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Francisco I. Madero de Torreón. Lejos de la irregularidad de la temporada regular, el equipo exhibe un juego colectivo inspirado: todos corren, batean y fildean con precisión. El pitcheo, liderado por figuras como el guasavense Luis Armando Payán (suma 3 victorias en play-offs), el estadounidense Zac Grotz y el ocotlense Luis Iván Rodríguez, han sido clave.
En los primeros dos juegos contra Algodoneros, Charros dominó con victorias contundentes de 9-3 y 7-4, impulsado por el bateo explosivo de Willie Calhoun, Kyle Garlick y Mateo Gil, quien despertó de un slump con tres jonrones en la serie.
De regreso en el Estadio Panamericano de Guadalajara, Charros buscó barrer a Algodoneros con una ventaja de 2-0. El sábado, el guasavense Luis Armando Payán brilló en la loma, lanzando siete entradas magistrales, con siete ponches, tres hits y una sola carrera limpia, asegurando un triunfo de 8-1 que puso la serie 3-0.
Mateo Gil, apodado “el hijo del papá”, volvió a destacar, consolidándose como un motor ofensivo. La afición, respondiendo al llamado del mánager Benjamín Gil, llenó el estadio con cerca de 11,000 almas, un respaldo que refleja el orgullo tapatío por su equipo.
El domingo, sin embargo, Tláloc interrumpió la fiesta. El cuarto juego, con Algodoneros liderando 1-0 en el tercer inning, fue suspendido por lluvia, postergando la acción para el lunes.
A pesar de este contratiempo, Charros está a una victoria de la final de la Zona Norte, donde podría reencontrarse con Sultanes de Monterrey, un rival experimentado al que ya vencieron.
La serie promete ser un duelo de titanes, pero los jaliscienses han perdido el miedo y juegan con la confianza de un equipo destinado a hacer historia.
DIABLOS, GRANDES FAVORITOS
En el otro frente, los Diablos Rojos del México avanzan como favoritos al título. Tras barrer 4-0 a los Leones de Yucatán y tomar una ventaja de 3-0 sobre Pericos de Puebla con un triunfo de 13-6 el domingo, suman siete victorias en los playoffs de 2025, tras ocho en su campeonato de 2024. Su paso arrollador los perfila como el rival a vencer, con 17 gallardetes en su historia.
Una final entre Diablos y Charros sería un sueño para los aficionados, un choque de titanes que elevaría el béisbol en Guadalajara.
El esfuerzo de la directiva de la familia González Íñigo por mantener béisbol todo el año en Jalisco, con Charros compitiendo en la LMB (verano) y la Liga Mexicana del Pacífico (invierno), es digno de reconocimiento.
Sin embargo, la afición tapatía no ha respondido en verano como en invierno. Benjamín Gil, con su pasión característica, reclamó esta apatía, instando a los jaliscienses a llenar el Panamericano y apoyar al “gran equipo de Jalisco”.
La respuesta en la serie contra Algodoneros, con una entrada récord el domingo, muestra que el mensaje caló, aunque la lluvia frustró el clímax. Charros tiene la oportunidad de hacer historia. De eliminar a Algodoneros y superar a Sultanes, podría enfrentar a Diablos en una final épica. Guadalajara, única ciudad con béisbol profesional todo el año, merece vibrar con su equipo.
El llamado de Gil no es solo a llenar gradas, sino a ser parte de un legado. Que la afición tapatía se una a esta fiesta, empuje a Charros hacia la gloria y demuestre que Jalisco es la capital del béisbol mexicano.
LOS PELOTEROS
Un llamado a la grandeza de Benjamín Gil: “Hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros”

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Benjamín Gil no es solo un manager de beisbol, es un líder que lleva la pasión por este deporte en la sangre y un amor profundo por Jalisco en el corazón.
Sus palabras, cargadas de sentimiento, no son un simple reclamo a la afición; son un grito de guerra que busca encender el alma de Guadalajara, una ciudad que tiene la oportunidad única de escribir su nombre en los anales del beisbol mexicano.
Los Charros de Jalisco, bajo la guía de Gil y el respaldo de la familia González Íñigo, están al borde de un logro histórico: ser campeones en verano y en invierno, un hito sin precedentes que puede cambiar el rumbo del deporte en México.
Pero este sueño no se construye solo en el diamante; se forja en las gradas, en el rugido de una afición que hace temblar el estadio y convierte cada juego en una experiencia inolvidable.
Tiene razón Gil cuando expresa que Guadalajara no es cualquier ciudad. Es la cuna del beisbol mexicano, la única en el país con dos equipos profesionales, uno en la Liga Mexicana del Pacífico y otro en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Respeto a Chivas y Atlas, pero hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros de Jalisco. Representamos a la gente tapatía, con su coraje, corazón y garra de trabajadores entregados. Guadalajara es única en México por tener dos equipos. Deberíamos ser la ciudad más beisbolera del país, pero en el estadio no lo demostramos”, expresó el timonel de Charros esta semana al solicitar el apoyo de la afición tapatía”.
Esta distinción debería traducirse en una afición inquebrantable, en estadios llenos de pasión, en un apoyo que se sienta desde el primer lanzamiento hasta la última jugada. Sin embargo, como Gil lo expresó con el corazón en la mano, la respuesta de la afición no ha estado a la altura.
En los juegos de play-off, el Estadio Panamericano, que debería ser una fortaleza inexpugnable, ha visto gradas con apenas 6 mil personas, mientras otras plazas del país reúnen a 15 mil o más por partido. Esta apatía duele, no solo al equipo, sino a todos los que creen en el potencial de Guadalajara para ser la capital indiscutible del beisbol.
A quienes critican desde la comodidad de los chats, a los que prefieren mirar hacia otras ligas o se pierden en la mezquindad de ignorar los logros de los Charros, les decimos: el beisbol es más que un juego, es unión, orgullo y comunidad.
Durante décadas, Guadalajara careció de un equipo profesional porque la afición no respondió. Hoy, gracias al esfuerzo de empresarios serios como la familia González Íñigo, los Charros son una realidad vibrante, un equipo que representa la garra, el coraje y el espíritu trabajador de esta gran ciudad.
No dejen que esta oportunidad histórica se desvanezca en el silencio. Este es el momento de despertar, Guadalajara. No se trata solo de llenar el estadio, sino de ser parte de un legado. Traigan a sus familias, vengan con sus amigos, griten por cada batazo, celebren cada out.
Hagan que los Charros sientan que no están solos en esta batalla épica. Que el Estadio Panamericano se convierta en un volcán de pasión, donde los rivales teman jugar y los jugadores se sientan invencibles. No esperen a la final para unirse a la fiesta; sean parte de ella desde ahora, desde esta serie, desde este preciso instante.
Guadalajara, esta es tu hora de brillar. Demuestra que eres la afición más grande, la más leal, la que nunca se rinde. Los Charros son el reflejo de tu carácter, de tu lucha, de tu grandeza. No dejes que te lo cuenten.
¡Vive la historia, sé parte de la leyenda! Que el próximo juego marque el inicio de una fiesta que resuene en todo México. ¡Arriba los Charros, arriba Guadalajara!