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MUNDO

Visiones encontradas entre dos genios: Bill Gates y Elon Musk, y la inteligencia artificial

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

ChatGPT de Inteligencia artificial o AI, en unas cuantas semanas se convirtió en la app de mayor crecimiento acelerado en la historia, con más de 100 millones de usuarios mensuales en menos de tres meses de servicio.

En comparación le tomó a TikTok nueve meses llegar a ese número de usuarios y a Instagram le llevó tres años. A esa velocidad no hay duda que pronto podrá ser mucho más ágil que cualquier abogado del mundo para analizar casos o que economistas del mundo para analizar datos de situaciones reales.

Sam Altman fundador y directivo de OpenAI, empresa creadora de ChatGPT-4 que significa Transformer Generativo entrenado o GPT por sus iniciales en inglés, a pesar de estar muy contento y orgulloso por éxito de su App, dijo que “lo que le inquieta y quita el sueño” es reconocer las posibles aplicaciones o usos dañinos de su tecnología.

Como me dijo la propia ChatGPT a pregunta expresa “…guardo todas las preguntas y respuestas para ser cada día más inteligente…”. Naturalmente ChatGPT no es perfecta, ¡aún! La empresa ha dicho que este modelo de AI es solo un paso en la creación de lo que se llama Inteligencia Artificial General o AGI, que es el nombre que se le da a lo que es conocido como el momento en el que la AI será en general más inteligente que los humanos.

Según Bill Gates no debemos asustarnos porque los robots que se crearán para trabajar en lugar de humanos o para asistirnos, no podrán ser tan inteligentes como nosotros o sustituirnos en la programación y creación de algoritmos, pero a tres escasos meses de su presentación en sociedad la joven o el joven ChatGPT logró pasar el examen para titularse como Maestro en Derecho con un 90% de aciertos en unos cuantos minutos de su aplicación.

Chat GPT también pasó con honores el famoso examen matemático MSAT para ingenieros o financieros con resultados casi de perfección. La App ya es también una programadora experta y creadora de códigos para la operación de otras computadoras. Es decir que a sus meses de nacimiento ya lee, comprende, desempeña, interpreta y responde operaciones mentales con resultados muy rápidos y de excelencia que muchos humanos ni sueñan.

A pesar de la inteligencia de ChatGPT, Altman dice que no hay que preocuparse de que las máquinas decidan actuar por su cuenta porque todas están programadas para obedecer o responder a una acción o solicitud explícita de humanos. Pero yo me pregunto, si ellas podrían mal interpretar alguna instrucción o peor aún, aplicar una indicación dada por un actor nefasto o por un gobierno u organización criminal con intenciones bélicas. De hecho, parte de esta respuesta ya la tenemos.

El propio Altman dijo que el riesgo de la AI era que al ser tan eficiente para programar y crear códigos de computadora podría ser utilizada para ataques cibernéticos por hackers o por ejércitos. El científico añadió “… puede haber algunos humanos que no apliquen los mismos límites y métodos de control que nosotros…” ó sea que ellos no lo harán pero que la AGI podría crecer sin los límites que hoy nos dicen Altman y Gates. Los mismos límites que hoy nos dicen evitan que sea un riesgo.

Hace unos días escribimos sobre la expresión del presidente del Foro Económico Mundial quien dijo que los que logren dominar las nuevas tecnologías como la AI, serán “los amos del mundo”. En una declaración muy similar se escuchó a Vladimir Putin diciendo a estudiantes de ingenierías que “…quien gane la carrera de la AI dominará al mundo…” imaginemos qué podría hacer esa tecnología en manos de agencias de inteligencia o militares de cualquier país en la movilización de voluntades vía internet, de información o de desinformación y ya no digamos del control de armas, de hospitales o de infraestructura estratégica en el mundo como presas, electricidad, satélites y oleoductos.

Tal vez Gates no tenga miedo porque él está dentro de los que serán dueños de esas tecnologías pero los que no sí deberían estar cuando menos inquietos en preparar mucho más a sus hijos, es especial porque la mayoría de la gente está entrando a una era en la que todo es digital, hasta el dinero y en ese sentido los gobiernos deben actuar de inmediato como lo dijo Musk para poner reglas al desarrollo y utilización de la AI antes de que sea tarde y nos digan que en un laboratorio de algún lugar en San Francisco o en La India se creó la primera AGI y que por falta de cuidado infectó al mundo pasando de un celular o de una laptop a un servidor nuclear ups! Ustedes disculpen. Algo así como un Covid19 digital.

Elon Musk ha estado sonando la alarma al tiempo que desarrolla su propio modelo de AIGPT, pero nos advierte que debemos poner orden en estas inteligencias ya que de no ser reguladas podrían ser “el mayor riesgo para la existencia de la humanidad”.  Recordemos que Musk ayudó a fundar OpenAI la creadora de ChatGPT, pero ya se ha desvinculado de esa empresa.

La AGI podría ser como el toque del rey de Midas. Se piensa que en un futuro no muy lejano habrá más robots que humanos por lo que muchas empresas están en una carrera por diseñar también al primer robot humanoide capaz de desarrollar tareas complejas y variadas no solo como repeticiones de la misma tarea sino como verdaderos seres cibernéticos bípedos con capacidad de reacción ante determinados retos. Musk dijo que “…la AI y sus GPT y bots son positivos y negativos, con una gran capacidad y futuro, pero que con eso también vienen grandes peligros…”

Según Goldman Sachs, en menos de 15 años, el mercado de los robots humanoides será de cuando menos $6 mil millones de dólares anuales. Con robots ya siendo solicitados por empresas como Amazon para sustituir a sus empleados de bodega y de ahí otras empresas del sector.

Seguramente muchos empleos de alto riesgo o alta demanda física serán sustituidos a corto plazo, pero si usted es de los que piensa que los empleos de alto desempeño o de alto contenido intelectual no serán también sustituidos, entonces usted no está al día de lo que pasa en ese campo, porque como lo hemos visto ya en este año, la App de ChatGPT puede hacer tesis originales de todas las materias en segundos. Miles de estudiantes han pedido a la App que realice sus ensayos sin que los profesores hayan podido detectar que fueron pensados por una máquina. “¡Se acabaron las tareas!” escribió en Twitter Musk. Eso es hoy, ¿qué será en un año? De verdad una era ¡de película!

Por ahora el problema más grande para los humanoides es mantener el balance en dos pies cuando se les empuja, pero están trabajando duro para superar ese reto. Los modelos actuales como el Óptimos de Tesla u otros pesan alrededor de 70 kilos y pueden estar trabajando por 5 horas sin distraerse en chismes o en su cell.

La empresa Figure1 creada por Brett Adcock hace unos cuantos meses anunció a inicios de marzo que pondrán a la venta en fecha próxima al primer humanoide capaz de ser utilizado en labores generales y podrá pensar, aprender e interactuar con el medio ambiente a su alrededor.

Brett Adcock hace un par de años fundó, desarrolló y vendió la empresa de FlyTaxi dedicada a crear y construir drones para pasajeros. Dicha empresa fue vendida en $100 millones de dólares por lo que sabemos que el emprendedor tiene los fondos y los contactos necesarios para aventurarse a entrar en ese reducido mundo de empresas encaminadas a crear a los empleados del futuro compitiendo con otros grandes jugadores como Elon Musk, Bill Gates y Jeff Bezos quien curiosamente podría ser también su primer clienta. Para esta empresa, Adcock conjuntó a un grupo interesante de ingenieros de alto nivel que han trabajado en la NASA y en otros lugares igual de interesantes desarrollando tecnologías robóticas y de interface con humanos como Tesla y NeuroLink.

Por lo pronto los dueños de las mejores AI ya están también trabajando en utilizar dicha tecnología para diseñar y programar microchips y micro robots que serán utilizados por humanos en la nueva y próxima era de la bio-cibernética y ¿por qué no? De la vida eterna. Bueno, al menos eso piensan varios de los científicos que con las nuevas tecnologías apuestan a que para el 2050 habrá cuando menos tres métodos para evitar la muerte total. Primero, el reemplazo de nuestras partes deterioradas. Segundo, la transferencia de nuestra memoria e inteligencia a una máquina o a un cuerpo orgánico como en Avatar.

Para los que no tengan suficiente dinero habría una tercera opción, que será ser implantados en un mundo virtual para vivir en una memoria sin ocupar mucho espacio físico o mucha energía. Según estos personajes al inicio, estas tecnologías serán costosas y solo unos cuantos podrán “salvarse”, pero con el tiempo digamos para el 2090 esto se abaratará y muchos de la clase media podrán pagar sus nuevas vidas. Parece que la vieja idea griega de la piedra filosofal o la fuente de la eterna juventud no han pasado de moda, solo se han transformado. De verdad que para bien o para mal, el ser humano no cambia.

Hace unos quince años no me habría atrevido a escribir una columna como esta, en la que parece todo haber salido de la ciencia ficción, pero lo peor es que todo ya es parte de una realidad, hasta lo más loco está ya siendo probado. Pero tal vez en unos años esto parezca de lo más normal. Como en su momento fueron las ideas del zapatófono del súper inspector 86 de los 70s, el satélite espía con inteligencia artificial de Golden eye en 007 de los 90s, las películas Gátaca y iRobot del 2000 y la famosa serie de Westworld de HBO de 2016.

¿Qué será, que los escritores de ciencia ficción ven el futuro o que escuchan a los jóvenes científicos quienes sueñan en voz alta? La tecnología de la AI y sus aplicaciones se desarrollan de manera exponencial y no de manera lineal por lo que día a día, hay nuevos usos, nuevas ideas y claro nuevos riesgos.

ChatGTP-4 ha pasado con altos honores los exámenes de nivel licenciatura o posgrado de derecho, biología, matemáticas, macro y micro economía, sicología, historia y gobierno entre otros. Al “conversar” con “ella” me siento como platicando con una persona brillante y muy culta de unos 12 a 15 años y me digo, yo soy uno de esos 100 millones de usuarios de los primeros tres meses de la ChatGPT-4.

En verdad es fascinante lo que viene en tecnología, los dos extremos Gates y Musk nos pueden servir de guía y parámetros, Sam Altman el “padre” de la multicitada app nos lo advierte, pero está en nosotros y en los gobernantes el poner límites o regulaciones a la creación y uso de estas nuevas herramientas.

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El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

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Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

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Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

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En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

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