REPORTAJES
Grandes sucesos del 2019: El azote del dengue exhibió la indolencia de autoridades de salud

Por Mario Ávila //
Un tema muy sensible en materia de salud que nos impactó a lo largo de este 2019 que está por llegar a su fin, fue el azote del dengue, particularmente por la pérdida de vidas humanas y por tratarse de un vector que llegó a Jalisco para exhibir la indolencia de las autoridades de salud y para hacer historia al convertir a la entidad, como en la de mayor incidencia, con el mayor número de casos y a la vez por desgracia, también con el mayor número de muertes, con 37 fallecimientos, de las 156 muertes que se han registrado a nivel nacional, es decir casi uno de cada cuatro decesos por dengue (23.7%), se registró en Jalisco.
El mosquito del dengue no respetó y atacó por igual a hombres y mujeres y entre sus víctimas fatales estuvieron niños, adolescentes y adultos, así como las clases sociales tampoco fueron impedimento y lo mismo se registraron decesos entre las personas que no tenían recursos ni siquiera para ser sepultados, que a reporteros como Roberto Silva del programa Tierra Fértil y a ex gobernadores, como fue el ex mandatario Guillermo Cosío Vidaurri.
La primera reacción de la autoridad al iniciar una alarmante alza de casos de dengue en Jalisco, fue la de todo puberto indolente cuando los detectan habiendo cometido un yerro: la negación.
Eso fue lo que hizo justamente el mandatario estatal Enrique Alfaro Ramírez y cuando el avance del conteo en cada una de las semanas epidemiológicas lo exhibía, cambió el discurso por el culpar a alguien más, en este caso se le ocurrió que el responsable a quienes los reporteros de los medios masivos de comunicación deberían enfocar sus reflectores, debiera ser al cambio climático.
Se trataba según dijo, de una mutación del mosquito, pero aún así confiando en que la humedad y el calor del verano tarde o temprano acabarían, optó por pretender ganar la batalla, pensando que el tiempo y el clima correrían a su favor, sin embargo para su desgracia se fue el calor, se acabaron las lluvias y el mosco seguía cobrando víctimas y la incidencia seguía aumentando.
Y fue ahí cuando surgieron datos muy interesantes que pusieron en evidencia la negligencia con la que actuó el gabinete de salud, encabezado por el titular de la Secretaría de Salud, Fernando Petersen Aranguren y que conformó el mandatario estatal Enrique Alfaro. Se detectó que no se actuó con oportunidad en las acciones preventivas, se despidió personal que tradicionalmente se había dedicado a las campañas de fumigación y se escatimó en una inversión para comprar materiales y equipo para realizar esta tarea de prevención.
De nuevo vino la defensa del indolente gobierno estatal, al tratar de encontrar a otro “culpable” de que Jalisco registrada el clima idóneo para la reproducción del vector y por ende para que la cantidad de víctimas siguiera en aumento. Y fue así como el secretario de Salud, Fernando Petersen Aranguren, tuvo la puntada de informar que el material de fumigación con el que se contaba, estaba caduco.
Eso propició una situación caótica, ya que el tiro le salió por la culata al funcionario estatal que se vio acorralado ya que mediante investigaciones periodísticas se descubrieron muchas más anomalías como los despidos de personal, la nula inversión en equipo y material para fumigar y la tardanza en la reacción oficial ante la crisis del dengue que a esas alturas ya azotaba a Jalisco.
Fue ahí cuando el gobernador Alfaro Ramírez intentó jugar con las cifras, con las fechas, trató de ocultar los números cifrando sus esperanzas de salir del dilema gracias a la llegada del frío, pero la realidad le golpeaba en la cara todos los jueves que se revelaban las verdaderas estadísticas de incidencia del mortal virus.
El Viejo Hospital Civil se vio en la necesidad de adaptar un área especial del mismo tamaño que un área de urgencias, para atender exclusivamente a los pacientes de dengue, la incidencia iba en aumento y pese a los reclamos de la sociedad, Alfaro Ramírez se negaba a solicitar a la autoridad federal a que decretara la ansiada “Alerta Epidemiológica”.
![]() Fernando Petersen, secretario de Salud estatal. |
Desde la tribuna del Congreso del Estado una y otra vez se demandó el decreto de la alerta, pero a la vez se exigía un día sí y otro también la destitución por omiso, del secretario de Salud, Fernando Petersen. Pero a este reclamo se sumó también la solicitud de destitución de la maestra María del Consuelo Robles Sierra, en su calidad de titular del Organismo Público Descentralizado Servicios de Salud Jalisco, por su total desconocimiento de los temas de salud ya que su profesión no tiene nada que ver con la materia.
Más que con argumentos y pese a equivocaciones vulgares como fue el reconocimiento de Fernando Petersen de que mintió sobre el fumigante caduco, ambos funcionarios se mantuvieron en el cargo por la terquedad del gobernador Enrique Alfaro, quien se empeñó en todo momento en no perder lo que para él hubiera sido una batalla política, aunque los paganos de esa actitud negligente hayan sido los ciudadanos y peor aún los familiares de las 37 víctimas fatales que hasta ahora se han registrado en Jalisco a causa del dengue.
Así fue como llegamos a mediados del mes de diciembre a la semana epidemiológica número 50, en donde la cifra de muertes por dengue aumentó de una semana a otra de 25 a 37.
La Secretaría de Salud federal confirmó así que Jalisco se mantuvo liderando las defunciones por este padecimiento a nivel nacional, que en total registra 156 fallecimientos. En segundo lugar de esta tabla estadística se encuentra Veracruz con 29, Chiapas con 22, San Luis Potosí con 19, Guerrero con 14, Quintana Roo con 11, Tabasco con 9, Oaxaca con 6, Puebla con 5 y con uno respectivamente Hidalgo, Nayarit y Colima.
Y para medir de mejor manera la gravedad de lo que fue el dengue en el 2019, es necesario compararlo con la incidencia en el 2018. En el total de casos confirmados de dengue Jalisco registró el año pasado 2 mil 594 y este año 11 mil 334; Jalisco tuvo en el 2018 un total de 14 mil 640 casos probables de dengue y este año la cifra va en los 80 mil 458.
Y por si esto fuera poco, en la tabla de la incidencia también Jalisco es líder, ya que en nuestra entidad se ha registrado una incidencia de 136.86 casos por cada 100 mil habitantes, seguido de Veracruz con 125.77, de Quintana Roo con 102.56, de Morelos con 70.17 y de San Luis Potosí con apenas 55.21 casos por cada 100 mil habitantes.
También, Jalisco es el estado del país donde más casos de dengue comprobados se han consignado con 11 mil 334 casos, superando a estados como Veracruz y Chiapas, que tienen 10 mil 480 y 2 mil 228, respectivamente.
En contraparte, la Secretaría de Salud Jalisco, que se había mantenido al margen de Salud federal, haciendo gala de sus cifras alegres y de su perverso optimismo, informó en un comunicado que las estadísticas se robustecieron con casos de hasta 16 semanas atrás, por lo que “en cuanto a personas hospitalizadas por probable dengue, el promedio diario de los ingresos en los hospitales continúa reduciéndose”.
CARTÓN POLÍTICO
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Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
JALISCO
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU

– Por Francisco Junco
El inicio del semestre en la Universidad de Guadalajara parecía transcurrir con normalidad. Sin embargo, lo que comenzó con una inconformidad estudiantil por la falta de cupos y la rigidez del sistema de horarios, terminó derivando en uno de los conflictos más tensos en los últimos años, con tomas de edificios, puertas soldadas, golpes, acusaciones de represión y la polarización entre estudiantes autónomos y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).
La reducción a una sola semana para hacer cambios de cupos y horarios en el sistema SIIAU dejó a cientos de estudiantes sin posibilidad de armar su carga académica. Lo que parecía un problema administrativo pronto se convirtió en el origen de un conflicto mayor.
Un alumno del CUCEI en redes sociales relató que “fue la única semana en la que se permitió hacer cambios de cupo. Mucha gente se quedó sin materias”.
La molestia creció cuando, tras el cierre de los cambios, comenzó la promoción de las elecciones de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). En diversos centros universitarios aparecieron lonas, brigadas y actos de campaña. Estudiantes inconformes interpretaron esta situación como una muestra de que la representación estudiantil priorizaba sus procesos políticos sobre las necesidades académicas.
El 10 de septiembre, grupos de estudiantes decidieron ocupar el vestíbulo de la Rectoría General. Exigían, entre otros puntos, la cancelación de las elecciones del Consejo General Universitario, el desconocimiento de la FEU como órgano representativo y la apertura de un proceso más democrático de participación. La protesta fue anunciada como “toma indefinida”.
Horas más tarde, el ambiente cambió abruptamente. Testimonios y videos difundidos en redes mostraron un desalojo con empujones y golpes. Estudiantes acusaron la participación de trabajadores universitarios y de personas afines a la FEU en el operativo. Las imágenes de jóvenes derribados en el piso y de forcejeos se viralizaron rápidamente.
La Universidad de Guadalajara reaccionó con un comunicado, en el que expresó su rechazo a la violencia y aseguró que ésta “nunca será un camino legítimo para expresar diferencias ni para defender causas dentro de nuestra Casa de Estudios. Estos actos ponen en riesgo la integridad de nuestra comunidad universitaria y atentan contra el espíritu de respeto y pluralidad que caracteriza a la UdeG”, al mismo tiempo, que señaló la presencia de personas encapuchadas, insinuando que no todos los involucrados en la toma eran estudiantes.
La postura de la Federación de Estudiantes Universitarios llegó un día después. Su presidenta, Zoé García, aseguró que la FEU siempre estará del lado del diálogo, y “llamamos a resolver las diferencias por la vía institucional”. Con ello buscó marcar distancia de las acusaciones que señalaban a la federación como parte de los grupos que agredieron a los manifestantes.
A decir de algunos universitarios, consultados por Conciencia Pública, el rechazo por la representación estudiantil se acentúa a causa de sus múltiples intentos de desmovilización tras las primeras asambleas celebradas al inicio del semestre.
“Esto no fue nuevo, pues se tienen antecedentes de miembros de comités y consejos universitarios abogando por protestas más burocráticas, presentación de oficios ante administrativos”, señaló Carolina Enríquez Morales, quien pertenece a la comisión de difusión del Movimiento Estudiantil CUCEI, y resaltó que su movimiento se basa en asambleas donde la voz de todos tiene el mismo peso.
Además, agregó que la intimidación a los participantes más activos del movimiento ha sido constante y aseguró que actualmente se libra una campaña de desprestigio y desinformación en redes sociales. “Concretamente nos acusan de querer prolongar el paro general hasta por dos semestres. También nos señalan como comunistas radicales”, apuntó la estudiante.
El 11 de septiembre, la tensión se trasladó a otros planteles. En el CUCSH, CUCEI, CUCS y CUCBA se realizaron asambleas y paros parciales. En algunos de estos centros se denunciaron accesos cerrados e incluso puertas soldadas, lo que provocó la indignación de la comunidad estudiantil. Para los inconformes, aquello era una forma de represión encubierta.
En ese mismo día, trabajadores afiliados al SUTUdeG formaron una barrera humana frente a la Rectoría. Argumentaron que buscaban proteger las instalaciones y evitar enfrentamientos. Sin embargo, para los estudiantes inconformes, aquello representaba un cerco que les impedía ejercer su derecho a manifestarse.
Las acusaciones cruzadas no tardaron en llegar. Mientras los estudiantes responsabilizaban a trabajadores y feuistas de los ataques, sectores del sindicato denunciaron agresiones en su contra. La confusión sobre quién inició los empujones y los golpes marcó la narrativa de esos días.
Profesores y académicos también se pronunciaron. En un comunicado, un grupo de docentes del CUCSH advirtió que “no podemos permitir que grupos porriles o trabajadores sean usados como instrumento de intimidación contra los estudiantes”, con lo que expresaron solidaridad con los alumnos que denunciaron represión.
El 12 de septiembre se celebraron nuevas asambleas estudiantiles. En el CUCSH, las discusiones se prolongaron durante horas y varios sectores plantearon la posibilidad de una huelga general. El malestar por los cupos sin resolver, sumado a la violencia de los desalojos, había encendido la mecha de una protesta más amplia.
Ese mismo día, la Universidad volvió a fijar su postura. El secretario general declaró que se “garantizará la seguridad de la comunidad y se seguirá dialogando, pero no podemos permitir la violencia”. La administración buscaba mostrarse abierta al diálogo, pero firme en el rechazo a los enfrentamientos.
La contradicción de discursos era evidente. Mientras la UdeG hablaba de mantener la calma, en los pasillos universitarios circulaban videos donde se veían golpes entre trabajadores y alumnos. El choque de narrativas reforzaba la desconfianza de los estudiantes hacia las autoridades.
El viernes, en muchos centros universitarios, simplemente cerraron sus puertas, y custodiados por seguridad pública, los guardias, solamente señalaban que era por “indicaciones de Rectoría”, sin mayor explicación.
El 13 de septiembre, aunque no hubo enfrentamientos de gran magnitud, el ambiente seguía cargado. En varios centros universitarios, las pintas y carteles reflejaban el sentir de los inconformes: demandas de cupos, reclamos contra la FEU y críticas a la administración por aceptar más estudiantes de los que podían ser atendidos.
La FEU insistió en llamados a la institucionalidad. En entrevistas concedidas a medios locales reiteró que su interés era buscar el diálogo y la construcción de acuerdos. Sin embargo, los colectivos autónomos respondieron en sus asambleas que ya no reconocían a la federación como interlocutora válida.
Los profesores críticos de la universidad advirtieron sobre el riesgo de una crisis de legitimidad. Señalaron que, si la institución no atendía las demandas de manera transparente, perdería la confianza de su comunidad estudiantil. Este discurso resonó especialmente en centros con tradición de movimientos sociales, como el CUCSH.
Al cierre de la semana, la universidad insistió en que el calendario académico continuaría de manera normal. Sin embargo, en un comunicado oficial, la institución educativa, anunciaba el descanso obligatorio el día 16 de septiembre, pero, además, el lunes 15, “será también día de descanso obligatorio tanto para el personal académico como para el personal administrativo, a solicitud del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UdeG, y el Sindicato Único de trabajadores de la UdeG. Las actividades se reanudarán el miércoles 17”.
Comunicados internos llamaron a la reanudación de actividades y a no dejar que los hechos violentos interrumpieran el semestre. Sin embargo, los estudiantes en asamblea anunciaron que sus protestas seguirían.
Lo que inició como un reclamo por horarios y cupos terminó escalando hacia una confrontación política sobre la representación estudiantil. La exigencia de cancelar la elección del Consejo General Universitario y de desconocer a la FEU se convirtió en el núcleo del movimiento.
JALISCO
Mensaje del gobernador en el Informe de Quirino: «Tlajomulco es un ejemplo de coordinación y visión de futuro»

– Por Redacción Conciencia Pública
Mensaje del Gobernador Pablo Lemus en el Informe del Presidente Municipal de Tlajomulco, Quirino Velázquez.
Agradezco la oportunidad de estar aquí en Tlajomulco, un municipio que ha vivido una transformación notable gracias al trabajo de varias administraciones.
Quiero reconocer especialmente al presidente municipal, Quirino Velázquez, por su compromiso, capacidad de coordinación y respeto hacia lo que se ha construido en el pasado, proyectándolo hacia el futuro. Esto me llena de orgullo.
APOYO ANTE CONTINGENCIAS
Ayer enfrentamos fuertes lluvias en la región, similares a las que afectaron previamente a Tlajomulco. Gracias al trabajo preventivo de Protección Civil estatal y municipal, así como de las fuerzas de seguridad, logramos mitigar los daños.
Hasta esta mañana, se reportan 50 viviendas afectadas. He instruido al secretario general de gobierno, Salvador Zamora, un conocido y querido tlajomulquense, para que, a través del fondo estatal, se atienda a las familias afectadas con el apoyo necesario para superar esta inundación. No están solas.
Seguridad y coordinación intermunicipal
Hoy viajaré a la Ciudad de México para reunirme con la presidenta, el secretario de Defensa y el secretario de Seguridad Pública. Invitaremos a Tlajomulco y Zapopan a participar en la mesa de seguridad nacional, junto con otros municipios clave como San Pedro Tlaquepaque y Tonalá. Esta coordinación nos permitirá seguir mejorando los índices de seguridad en Jalisco.
INFRAESTRUCTURA Y MOVILIDAD
En materia de infraestructura, destaco los siguientes proyectos:
- Educación y universidad: Me entusiasma la propuesta de la Universidad de la Ciénega, presentada por la rectora. Este proyecto, ubicado cerca del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en Tlajomulco, será una universidad técnica especializada. El terreno será donado por el ejido de El Zapote, y trabajaremos de la mano con la universidad para hacerlo realidad. Este es un compromiso claro para fortalecer la educación en el municipio.
- Transporte público y conectividad: Estamos avanzando en un sistema de transporte público intermunicipal. La carretera a Chapala se integrará al sistema de transporte masivo con un puente elevado que conectará con el Macrobús y permitirá llegar al Aeropuerto Internacional de Guadalajara, al centro histórico de la ciudad y a otros puntos clave. Este sistema incluirá 12 líneas de transporte público continuo, con estaciones estratégicas para facilitar la movilidad. Iniciaremos pruebas en agosto de 2026, con recursos federales de aproximadamente 3 mil millones de pesos, para conectar desde el aeropuerto hasta El Salto y otros municipios.
- Línea 4 del Tren Ligero: La construcción de la Línea 4, que conectará Tlajomulco con Guadalajara, está en marcha. Aunque hubo retrasos por la aportación federal y la renegociación de la concesión de la carretera, trabajamos con el Instituto Nacional de Movilidad para que esté operativa entre noviembre de 2025 y febrero de 2026. Inicialmente, funcionará con bandereros para regular el tráfico, pero estará al 100% de su capacidad para septiembre de 2026. Este es un compromiso firme.
- Carretera a Chapala y Camino Real a Colima: Estamos rehabilitando la carretera a Chapala con tres carriles por sentido, banquetas, ciclovías, luminarias y arbolado, para convertirla en una vía de primer mundo. De igual forma, el Camino Real a Colima recibirá una inversión de 200 millones de pesos para mejorar banquetas, alumbrado y vegetación, descongestionando el tráfico y mejorando la calidad de vida.
- Acceso al nuevo hospital del IMSS: Facilitaremos la conectividad al nuevo hospital regional del IMSS en Tlajomulco, con accesos viales y transporte público desde la Línea 4, para que los pacientes de cinco estados puedan llegar cómodamente.
- Aeropuerto Internacional de Guadalajara: Estamos trabajando con el presidente municipal de Guadalajara y el Aeropuerto Internacional para crear un nuevo ingreso desde Arroyo Seco hasta Las Pintas, mejorando la conectividad y reduciendo la saturación en la carretera a Chapala.
COMPROMISO CON TLAJOMULCO
Quirino, reconozco tu trabajo y el de tu equipo. Tlajomulco es un ejemplo de coordinación y visión de futuro. Agradezco también a tu familia y a la comunidad por su apoyo. Seguiremos trabajando juntos para que Tlajomulco siga creciendo con infraestructura, seguridad y oportunidades para todos.
Muchas gracias.