OPINIÓN
Bioética en la educación de Jalisco

Columna invitada: por Omar Becerra Partida //
Primero que nada, tendríamos que definir a la Bioética como la rama de la ética dedicada a promover los principios para la conducta más apropiada del ser humano con respecto a la vida, tanto de la vida humana como del resto de seres vivos, así como al ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para la misma.
En pocas palabras es congruencia ante las ciencias de la vida, según su servidor.
¿Pero qué pasaría si se combina con educación?
Bien, entendemos por educación el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
La relación entre educación y bioética es importante por todo el conocimiento humano que engloba.
Por ende, la bioética en la educación es una parte fundamental para estas nuevas generaciones de alumnos y maestros.
En diferentes lugares, hoy existe una acentuada sensibilidad hacia todos los temas relacionados con la enseñanza, se preocupan por los aspectos sociales, económicos, religiosos, administrativos, entre otros, que de alguna manera puedan incidir en el tema educativo.
Es de notar que ahora con el sistema de competencias implementado en la educación básica y media superior se ha olvidado un poco la inteligencia emocional y la humana de los educandos.
Por ello la Bioética ha sido olvidada en el nivel básico tanto en lo estatal como lo federal, como asignatura para los alumnos o talleres integrales para maestros, no es implementada como asignatura ni como forma de vivir tanto para maestros y estudiantes.
A nivel básico traería consigo la creación de mejores seres humanos más amigables y consientes con su entorno social y de medio ambiente, ya que sería una integralidad entre lo humano, el conocimiento y por qué no hasta lo holístico.
Pero no existe algún interés por esta materia por parte de los líderes políticos y académicos de la educación básica a nivel estatal y federal en el país.
Actualmente, uno de los problemas más importantes de la educación está relacionada con la incorporación de la asignatura en bioética como un nuevo saber de ruptura cultural profunda en las sociedades.
Es profunda la importancia, de ser impartida a nivel básico y medio superior, pero ojo, la asignatura en bioética no tendría que ser una materia de relleno, tendría que ser dimensión fundamental de la persona y su realidad.
El interés de educar para ser y no para tener es básico hoy en día que el sistema capitalista está tronando, debemos insistir y poner una acentuación especial; si es que queremos que el educando haga frente a la sociedad hedonista, fácil y consumista que le rodea y en la que necesariamente ha de vivir.
Tenemos que educar para ser persona y no para vivir en polarización siempre como lo ha hecho este gobierno federal, tenemos que concebir a la educación en bioetica como algo unitario y global.
Es importante, y ha de estar en la base de toda educación bioética, enseñarles a los alumnos a ser creativos, a vivir su propia e irrepetible originalidad vital, a entender y realizar su vida como proyecto siempre abierto a ser mejor persona.
Nuestros gobiernos no pueden seguir prolongando la necesidad de establecer y simplificar vínculos académicos con nuestra realidad circundante, es decir, debemos de establecer estrategias claras para que la adquisición de conocimientos bioéticos y el desarrollo de un aprendizaje basado en la misma para que incidan de manera directa en la vida académica de nuestros estudiantes.
A nivel medio superior y superior observamos que, si existe la asignatura en licenciaturas de ciencias de la salud en varios centros universitarios públicos y privados, como ejemplo, lo es el CUCS, el Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, a través del jefe de departamento de Ciencias Sociales el Dr. Osmar Matsui Santana, que desde hace un tiempo ha luchado por la consolidación de la asignatura, en todas las licenciaturas del centro universitario.
También hay muy pocos, centros de investigación públicos y privados especializados en Bioética y Bioderecho, como ejemplo el colegio que tengo el honor de presidir que lleva por nombre Colegio de Bioética y Terapia de Jalisco AC, que tiene, posgrados oficiales como la maestría en Bioética y Derecho, el doctorado en Bioética y Derechos Humanos y la Maestría en Ética, fungiendo como director del mismo el Dr. Lucio Becerra MartÍn.
También investigamos en preparatorias en Jalisco y nos dimos cuenta que la preparatoria 11 de la Universidad de Guadalajara tiene en sus programas de estudio, a través de sus bachilleratos técnicos como lo son; el Tecnológico en Citología e Histología y el Tecnológico en Prótesis Dental, que nos consta que la administración de la escuela presidida por el director Mtro. Jaime Ernesto García de Quevedo Palacios, la secretaria de escuela la Mtra. Claudia Georgiana Luquín Rosales y la Coordinadora Académica la Mtra. Patricia Araceli Orozco Hernández, han hecho un gran trabajo, para que siga vigente la materia en dichos bachilleratos.
Es difícil encontrar gente que apoye la investigación en Bioética y Bioderecho por eso nuestro reconocimiento en estos párrafos.
Por último, llegamos a la conclusión, que este manuscrito constituye una propuesta de orientación para la aplicación de la educación bioética como un nuevo saber en la enseñanza, para el desempeño en su vida cotidiana, profesional y académica, ya que ayuda a resolver, el mejoramiento y calidad del proceso de enseñanza – aprendizaje para una sociedad mejor.
La bioética puede ser aplicada en cualquier nivel de enseñanza y así se contribuirá a resolver las limitaciones intelectuales y paradigmas sociales.
NACIONALES
Pobreza a la baja

– Opinión, por Luis Manuel Robles Naya
Los números presentados por el INEGI, supliendo ya las funciones del extinto CONEVAL, mostraron una reducción de la pobreza de 17.7% respecto a 2024. Es un gran logro que no debe ser regateado por nadie y si, en cambio, celebrado.
El origen de estos números positivos es el crecimiento del ingreso. Hay 13.3 millones de mexicanos que reciben más dinero, ya sea por los incrementos salariales, las remesas, las pensiones y los programas sociales. Sin dudarlo, han sido los incrementos salariales los que más contribuyeron, y los tres restantes contribuyeron también, aunque con menores porcentajes, a mejorar el ingreso familiar.
Aprovechando estos números positivos, el gobierno y sus voceros oficiosos y oficiales, se han dado a la tarea de exhibirlos como resultado de la política social del régimen, sin hacer caso de los otros datos que arroja la muestra censal aplicada por el INEGI. En efecto, creció el ingreso, pero la pobreza multidimensional dista mucho de ser abatida. En efecto, 13.3 millones de mexicanos ganan más dinero, pero no dejarán de ser pobres debido a las carencias asistenciales que aún les afectan.
Es innegable que mucho del ingreso adicional se ha tenido que ir a satisfacer necesidades de salud, así como también la inflación en productos alimentarios medra el nuevo ingreso, sin embargo, hay que reconocer que al menos tienen recursos para suplir las deficiencias institucionales.
No obstante, lo positivo que es el que haya mejorado el ingreso, no podemos ignorar otras señales que deberían restar al optimismo oficial. El primer semestre de 2025 mostró un crecimiento privado moderado. Los usuarios de tarjetas de crédito las están manejando con más prudencia, pues persiste la incertidumbre en el ámbito económico. Hay un menor dinamismo en el crecimiento del empleo formal y ambas cosas se reflejan en el consumo.
Las ventas que reporta la Asociación de Tiendas de Autoservicio (ANTAD) desaceleraron en julio y desde mayo la tendencia en ventas va en declive. Se percibe una atonía en la economía como resultante de la baja inversión, la constante incertidumbre por la incierta política económica de los EUA y la desconfianza de inversionistas por las tendencias estatizadoras del régimen.
Con estas señales valdría la pena moderar el optimismo y la jactancia por el “éxito” de la política social del régimen. Si bien es cierto que el ingreso mejoró y que hubo una aparente distribución más equitativa de la riqueza que provocó también la disminución de la brecha de la desigualdad, habrá que reflexionar sobre el costo y el cómo se logró reducir la pobreza en tan amplio margen.
El sexenio anterior extinguió todas las reservas de ahorro para contingencias, redujo el gasto gubernamental, no solo el corriente, sino también en inversión pública, concentrando el gasto en obras no prioritarias y en apoyar a Pemex; con la pretendida austeridad se fondearon los programas sociales y se mejoraron las pensiones menores y estos, junto con las remesas de los paisanos y el incremento de los salarios mínimos, lograron el salto en el ingreso que ahora se publicita. La súbita inyección de efectivo a la economía provocó un salto en la inflación que ha logrado ser controlada; sin embargo, persiste y, no obstante, gravitó en contra del ingreso apenas mejorado.
Habiendo sido el aumento a los salarios mínimos el impulsor de este avance en el ingreso de las familias, pensar en un incremento igual será insostenible en el corto plazo, en especial con una economía contenida. El menor dinamismo del empleo formal y el estancamiento de la inversión pública, sumada a la retracción de la inversión privada, seguirán limitando el crecimiento y, con ello, provocando una menor recaudación, necesaria por el momento para superar el ejercicio presupuestal deficitario y el sostenimiento de los programas sociales.
En conclusión, aun aplaudiendo que haya crecido el ingreso, no podemos ignorar que esta tendencia no tiene sustentabilidad a mediano plazo, porque el salario no puede seguir creciendo por decreto en los términos en que lo hizo y mantener las pensiones y programas sociales, que tienen crecimiento geométrico por la tabla poblacional, requerirá no solo de austeridad sino de una profunda revisión de la política económica y la repercusión de las pulsiones autoritarias y hegemónicas del régimen.
Las campanas que hoy echan al vuelo nos alegran el momento, pero al mirar el horizonte no se ve que puedan seguir sonando tan alegremente. El producto interno bruto no habrá de crecer por decreto y hoy, inflación, población, gasto y deuda crecen más y más velozmente que los salarios y las transferencias de efectivo.
Mejorar el ingreso no garantiza movilidad social porque no modifica los factores estructurales que la permiten, como el sistema educativo, el mercado laboral, el crecimiento económico, la cultura y los valores sociales.
Justifico que el gobierno capitalice el éxito momentáneo, pero no veo justificación para el optimismo.
NACIONALES
Seguridad sí, DEA no

– Opinión, por Iván Arrazola
La relación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad enfrenta un dilema central que puede resumirse en la idea “Seguridad sí, DEA no”. Con esta fórmula no se busca negar la necesidad de cooperación, sino subrayar que la asistencia en la lucha contra el crimen organizado no debe implicar subordinación frente a una agencia extranjera.
El reto para el gobierno mexicano, y particularmente para la presidenta Claudia Sheinbaum, es mantener una coordinación eficaz con Washington sin dar la impresión de entregar autonomía ni de actuar bajo órdenes externas.
Ahora bien, el reto no es menor: en Estados Unidos, Donald Trump busca enviar a su electorado la señal de que está enfrentando el problema del tráfico de fentanilo y, en ese propósito, no mostrará sutileza alguna al remarcar quién ejerce el control y quién toma las decisiones para atender la crisis.
Por otra parte, el propio gobierno mexicano envía señales contradictorias. El reciente traslado de 26 reos a Estados Unidos revela que, pese a estar encarcelados, estos seguían operando desde prisiones mexicanas y dirigiendo las actividades de sus cárteles.
Esta decisión, aunque pragmática, pone en entredicho el discurso de soberanía que la presidenta Sheinbaum defiende con frecuencia y, en cambio, exhibe las serias debilidades del sistema de seguridad y control penitenciario en el país.
A ello se suma la presencia de drones estadounidenses en territorio mexicano —revelada primero por la prensa norteamericana y después reconocida únicamente en el caso del Estado de México—, lo que pone en evidencia la dependencia tecnológica del gobierno para monitorear y analizar las operaciones de los grupos criminales.
Este tipo de acciones parecían anticipar la firma de un acuerdo de seguridad entre México y Estados Unidos; no obstante, ante el rechazo de la presidenta Sheinbaum a colaborar directamente con la DEA, ese entendimiento parece quedar en suspenso.
En este escenario, se observan dos posibles rutas. La primera es que el gobierno estadounidense incremente la presión para que México adopte acciones alineadas a sus intereses —como frenar el tráfico de fentanilo— y que el gobierno mexicano, sin margen de maniobra, termine aceptando. La segunda posibilidad es que el gobierno mexicano busque resistirse, consciente de que aceptar sin condiciones lo exhibiría ante la ciudadanía como un gobierno entreguista.
La ambigüedad de la postura oficial se refleja en la idea de “coordinación sin subordinación”. Aunque Sheinbaum la reitera, no queda claro cómo se traducirá en la práctica. El antecedente de tensiones con la DEA —desde la detención del general Salvador Cienfuegos hasta las restricciones impuestas por López Obrador— refuerza la desconfianza mutua y hace más evidente la necesidad de definir los límites de la cooperación.
El problema de fondo radica en que las instituciones de seguridad mexicanas —Ejército, Marina y Guardia Nacional— no cuentan aún con la fortaleza necesaria para enfrentar al crimen organizado por sí solas. A pesar de reformas legales y esfuerzos de centralización, persisten dudas sobre el tiempo que tomará ver resultados tangibles y si existen recursos suficientes para sostenerlos.
La debilidad es aún mayor en inteligencia: México carece de capacidad plena para desmantelar redes de protección criminal, lo que coloca en el centro la relevancia del llamado “Proyecto Portero”, enfocado en rastrear tanto el ingreso de fentanilo a Estados Unidos como el flujo de armas hacia México.
Ante esta evidente asimetría, México difícilmente puede reclamar un trato en condiciones de igualdad. De ahí que el verdadero malestar de la presidencia parezca estar más en la exposición pública de la dependencia que en la cooperación misma. Casos como el uso de drones —negado oficialmente pero imposible de ocultar tras lo ocurrido en el Estado de México— revelan la dificultad de mantener discreción en un terreno donde Estados Unidos busca mostrar control y capacidad de acción.
A ello se suman las acusaciones lanzadas de manera abierta por Donald Trump sobre una alianza intolerable del gobierno con el crimen organizado. Aunque la presidenta ha respondido a través de redes sociales y en sus conferencias matutinas, no ha logrado disipar las dudas. La presunta alianza entre el crimen organizado y el gobierno mexicano constituye una de las imputaciones más graves planteadas desde Estados Unidos.
La fórmula “Seguridad sí, DEA no” sintetiza la paradoja de la política mexicana: el gobierno necesita la cooperación estadounidense para enfrentar al crimen organizado, pero busca evitar que esa relación lo convierta en un actor subordinado. Es probable que lo que se pretenda sea mantener la cooperación operativa mientras se controla la narrativa interna para no perder legitimidad política.
Sin embargo, en Estados Unidos la presión para exhibir resultados es mayor, lo que inevitablemente pondrá en evidencia quién detenta el control de la estrategia binacional. El desafío, entonces, no es decidir si habrá o no cooperación, sino cómo lograr que esta se ejerza sin erosionar la soberanía mexicana.
JALISCO
Obradorista de pura cepa

– Opinión, por Gerardo Rico
“Llegaba a recorrer los municipios del sur de Jalisco y tocábamos puerta por puerta. En ocasiones nos cerraban la puerta en la nariz y en otras, medio escuchaban. Repartíamos volantes en el centro de Ciudad Guzmán y en municipios cercanos; era cuando nadie creía en él”, así recordaba hace años la maestra Clara Cárdenas Galván el recorrido del entonces eterno candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por todo el país.
Posteriormente, participaría en el plantón que inició el 30 de julio del 2006 en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, que duró 47 días, y fue convocado por López Obrador, luego de que el candidato del PAN, Felipe Calderón, fue ganador de la elección presidencial de ese año con apenas 0.5% de diferencia: Acciones como esa la marcarían en su vida política.
“Por eso decirles que, más allá del cansancio y el desgaste de tantos viajes, para mí, quien en el 2004 creyó en un hombre al que intentaban desaforar injustamente y que muchas veces veíamos casi imposible que triunfara algún día, ha sido un año de hacer realidades que jamás imaginé, aquello que fundamos junto con tantos compañeros y compañeras entrañables y familia, algunos que ya se nos adelantaron y otros presentes aquí, hoy lo puedo defender desde la Cámara de Diputados”, precisó.
Actual diputada federal de Morena por el Distrito 19 con cabecera en Ciudad Guzmán y por cierto con una de las votaciones más importantes en Jalisco en la elección de junio del 2024, con aproximadamente 60 mil votos, rindió su informe de actividades este fin de semana en un evento que lo mismo convocó a gran cantidad de presidentes municipales de la región y diferentes rumbos del Estado, diputados federales procedentes de diferentes entidades de la República, diputados locales, empresarios, representantes de la comunidad indígena nahua del sur de nuestro Estado y de la Universidad de Guadalajara, entre otros.
Integrante de las Comisiones de Defensa Nacional, Puntos Constitucionales y Zonas Metropolitanas, precisó que al momento ha presentado 13 iniciativas y dos puntos de acuerdo de las cuales ocho fueron como promovente, seis como adherente y una como grupo parlamentario.
En lo que concierne a Jalisco presentó un exhorto a la Fiscalía del Estado para que haga públicas las medidas cautelares para garantizar la seguridad, justicia, paz social para las y los jaliscienses y con ello fortalecer el Estado de derecho y por consiguiente, propiciar un ambiente donde la población se sienta segura y libre de riesgos y amenazas.
El otro exhorto fue a las autoridades de Sayula con el objetivo que en términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas se comience y garantice la restauración y mantenimiento de los portales en dicho municipio.
Maestra de primaria durante más de 28 años con especialidad en matemáticas y directora regional de los Programas Sociales de Desarrollo de la Secretaría del Bienestar en Zapotlán El Grande y la Región Sur de Jalisco, sorprendió a propios y extraños cuando en septiembre del 2023 fue la precandidata a la gubernatura más votada durante una sesión del Consejo Estatal de Morena con 77 votos.
“En redes sociales muchos preguntan por Clara Cárdenas Galván, la aspirante más votada en la elección interna del Partido Morena, en la que se definió a 4 finalistas para la encuesta rumbo a la gubernatura de Jalisco. Ha sido leal al movimiento y como fundadora de Morena ha participado formando estructuras, sobre todo en la región Sur, pues radica en Zapotlán el Grande. En aquella localidad, es conocida porque su familia trabaja en la organización, desde hace muchos años, de las actividades de las fiestas patronales de San José”, escribió el periodista Julio Ríos en el portal RumboMX en esa ocasión.
Al momento no conozco a algún morenista en el Estado que más allá de las selfies y de la mediates de las redes sociales y los medios de comunicación hayan recorrido 94 municipios de Jalisco, llevando el mensaje de la 4T trabajando día y noche, días festivos y a deshoras de cualquier día como la Maestra Cárdenas Galván, por lo que efectivamente no fue casual ese triunfo interno en Morena.
“Al tiempo que me toca rendirles cuentas por este primer año legislativo, les puedo decir que le estamos cumpliendo al pueblo y en tan solo un año hemos aprobado casí todo el Plan C, porque para eso nos puso el pueblo”, señaló la legisladora jalisciense. Habló de la aprobación de medidas como elevar a rango constitucional los apoyos y pensiones del bienestar, las pensiones para el adulto mayor, las becas para estudiantes, la prohibición de la siembra de maíz transgénico, el control del Estado sobre vías férreas y la ampliación de facultades del INFONAVIT para construcción de vivienda y de este modo ofrezca esquemas de arrendamiento a los trabajadores, entre otras.