OPINIÓN
La traición de EEUU, Gran Bretaña y Australia: «Puñalada por la espalda» denuncia el presidente francés Emanuel Macron

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
El miércoles pasado en una reunión virtual vía Zoom, el presidente de Estados Unidos y los primeros ministros de Inglaterra y de Australia, anunciaron un acuerdo de cooperación militar que pretende apoyar a los australianos ante un eventual conflicto militar con China.
Todo parecía bien, incluso el hecho de que Biden haya olvidado el nombre del primer ministro Australiano en medio de la reunión por lo que se refirió a él como “el compañero del fondo”. Australia lleva más de un año envuelto en enfrentamientos con China y en los últimos meses el gobierno de Beijing ha aumentado las insinuaciones en contra de sus vecinos por lo que el gobierno de Sídney está muy necesitado de mostrar fuerza pero, ¿a qué precio?
El acuerdo llamado “AUKUS” obliga a Australia a adquirir entre otras cosas, equipos submarinos de Estados Unidos con algunas tecnologías inglesas, y ahí es donde se arruinó la fiesta con el gobierno de Francia y la eurozona. ¿La razón?, que Australia tenía compromisos firmados con el país de la Torre Eiffel para adquirir a fabricantes galos ese tipo de equipos a un costo de 65 mil millones de dólares. Bien decía María de los Ángeles Moreno Uriegas que “la fibra más sensible del ser humano era la que iba a la cartera”.
DESENCUENTRO FRANCIA-ESTADOS UNIDOS
En una semana llena de problemas internacionales autogenerados, como el haber tenido que admitir que asesinaron por “error” a 7 niños y a tres adultos en un ataque que supuestamente iba dirigido a terroristas en Afganistán el pasado 30 de agosto, pero que en realidad se habría hecho para distraer a la opinión pública de forma apresurada, del desorden durante la salida de EEUU de dicho país, el viernes pasado el gobierno de Estados Unidos se enteró de que el presidente de Francia decidió llamar (la palabra diplomática en inglés es retirar), a París a sus embajadores ante EEUU y Australia. Desde 1778 hasta la fecha, jamás se había presentado un reclamo tan fuerte de Francia en contra de Estados Unidos.
El jueves Emanuel Macron dijo que “sentían una puñalada por la espalda” al referirse a los acuerdos entre Australia, Inglaterra y EUA, quienes se supone también son aliados de Francia. Para el viernes en Washington las cosas iban peor, además de retirar a los embajadores en lo que se conoce como llamarlos para consultas, la embajada en EUA informó que se cancelaban la cena de gala que se tenía programada para el fin de semana con motivo del 240 aniversario de “la batalla de capes” en la que la naval francesa derrotó en 1781 a la poderosa naval británica en las costas de lo que serían los EUA, dicha batalla fue la justa naval más importante en la historia de la independencia de los americanos y no participó ni uno de ellos, sino que fue peleada por franceses quienes derrotaron a los ingleses a favor de los independentistas insurrectos Washington, Franklin, Jefferson y compañía.
Los historiadores dicen que sin esa victoria EUA tal vez nunca se habría independizado, otros dicen que hasta esa fecha la independencia de las colonias no era segura, pero que a partir de la misma fue inevitable. Sin el apoyo de EUA en la segunda guerra mundial, tal vez Francia sería de Alemania, pero sin el apoyo francés EUA tal vez nunca habría existido y tal vez eso es lo que Macron trató de recordar a Joe Biden y a Anthony Blinken, Secretario de Estado norteamericano cuando dijo que la forma del acuerdo y el haber mantenido a Francia al margen había sido una decisión “brutal”. Especialmente anunciarlo en una fecha tan significativa.
El desencuentro se dio en muy mala fecha, no solo porque también en Francia se disminuyeron los festejos con relación a dicha importante batalla, sino porque el mismo se da a menos de un mes del otro desencuentro ocasionado por la desastrosa salida de Afganistán por la que Francia e incluso Alemania criticaron fuertemente a EUA, acusándolos de actuar de manera unilateral, repentina y de abandonar a sus aliados, quienes estaban en dicho país a petición de EUA.
El encargado de la diplomacia francesa, el ministro Le Drian, también tuvo palabras fuertes en contra de la forma en la que se realizó la reunión del AUKUS y el acuerdo al que calificó de “incoherente”, recordando que Francia es aliado de los participantes, por lo que lamentó que les hayan mantenido al margen y abundó que estas conductas les recordaba a las formas de Trump, ahora bajo la administración Biden. El alto diplomático resaltó que era iónico el realizar sin Francia este evento en la misma semana del aniversario de la batalla que Francia ganó para los EUA.
“Cuando no se puede confiar en un acuerdo firmado y en la palabra de un socio, no hay forma de seguir adelante sin cuestionar la confianza”, aseveró el ministro de asuntos económicos de Francia sobre la cancelación del acuerdo con Australia y un poco refiriéndose a EUA quien por la OTAN estaría obligado a participar de dichos tratos militares que afectan a uno de los países miembros.
El comunicado del retiro temporal de embajadores firmado, por el encargado de la diplomacia francesa concluyó reconociendo que “la decisión excepcional se justificaba ante la gravedad de la decisión del acuerdo AUKUS” del que se les había mantenido al margen a pesar de que el mismo afectaría severamente los intereses económicos de su país. “Las acciones de EUA y de Australia rompen nuestra confianza… esto no se hace entre aliados”, aseveró el Canciller francés quien recordó que EUA y Francia participan en el G7 y en la OTAN grupos en los que nunca se anunció esta medida.
Según informes oficiales, el primer ministro australiano, Scott Morris (ese del que Biden ni el nombre sabe), habría informado por escrito al presidente francés el miércoles por la mañana (unos minutos antes de que se hiciese público el acuerdo con Estados Unidos y Gran Bretaña), que cancelaba la compra de los 12 submarinos porque ahora los compraría en EUA con algunas partes inglesas.
Algunos medios internacionales han recordado que a pesar de las múltiples diferencias que se tuvieron con Trump, nunca se tuvo que llegar a un extremo como este. ¿Por qué será? ¿Acaso Macron piensa que Biden cederá? ¿O que conseguirá algo como compensación? Obviamente las dos cosas.
Llama la atención que a pesar de ser tres los países que entraron en ese pacto que Francia denuncia como “incoherente y brutal”, Macron haya retirado temporalmente únicamente a los embajadores de Australia y de EEUU, dejando firme el de Inglaterra, país con el que ha tenido otros enfrentamientos en las recientes semanas, diferencias causadas por temas migratorios que se han convertido en un foco de tensión entre ambos países europeos.
REFUGIADOS AFGANOS
Casi como en tono de revancha o de reconocimiento de su realidad poblacional, el Presidente Macron también anunció el pasado jueves (a través de su Primer Ministro Manuel Valls ) que no podrá autorizar la entrada a más de 30 mil refugiados en total durante los próximos dos años, al referirse a la nueva ola de inmigrantes ahora afganos que están tratando de llegar a Europa de Afganistán.
Estas declaraciones contrastan con las que el mismo gobierno hizo hace exactamente un año cuando presumía recibir hasta 200 mil nuevos ciudadanos migrantes cada año en la era en la que Trump cerraba las puertas de EUA para dichos programas. El funcionario aclaró que quienes estén en Francia y no califiquen para recibir asilo político o nivel de refugiados serán deportados, así de simple. En contraste Biden promete recibir hasta 300 mil refugiados al año y en este año cuando menos 150 mil afganos.
¿Será que Macron ya cambió de opinión con respecto a Biden o a la migración?, o que solamente se está preparando para la elección general que será en 7 meses. Europa debe prepararse para ser sombra de la nueva súper potencia China o para ser aliada de EUA en su lucha por mantener la supremacía. En ambos casos Europa con Inglaterra, tienen la posibilidad de crear o derrumbar a quien será la súper potencia del próximo siglo.
En estas mismas semanas varios países del viejo continente alzaron la voz en contra de recibir otra oleada de refugiados ahora de Afganistán, diciendo incluso que si “esto es culpa de EUA que los reciban ellos”. Como sabemos en años recientes (no hablemos de los que fueron de la guerra del golfo hace 20 años), ha habido varias olas de personas en dicha condición lamentable que desde Siria, Yemen, Etiopía, Libia y otros más han llegado a las costas europeas y desde ahí también a Inglaterra quien incluso acordó recientemente con Francia el pago de $67 millones de euros para que el gobierno de Macron detuviese las caravanas marítimas de refugiados que salían desde las costas francesas con destino al Reino Unido. Algo parecido a lo que Trump y ahora Biden acordaron con México.
Mientras que los europeos ponen límites a la cantidad de personas que podrán recibir en tránsito o de forma permanente como asilados o refugiados, EUA abre las puertas a todos los que deseen llegar por Texas; en consecuencia nosotros los mexicanos debemos recordar que absolutamente todos los que desean llegar sin documentos migratorios legales a ese país, transitan por el nuestro y a su paso dejan una secuela de recursos a las bandas delictivas, quienes están haciendo su agosto desde hace casi un año, simplemente entre el jueves y el sábado pasado se registraron ocho mil cruces de personas de Haití (solo contando a esa nacionalidad), por el Rio Grande en el paso llamado Del Rio en Texas, todos ellos y otros 200 mil más en el mes de agosto, son parte de una increíble e incalculable ola migratoria tiene efectos económicos y sociales en nuestros pueblos fronterizos del norte y del sur y hasta en las ciudades como México y Guadalajara, eso sin considerar que lamentablemente la mayoría de los países expulsores de esos migrantes tienen altos niveles de infección del Covid19 (mucho más que el nuestro) y mucho menores niveles de vacunación que México lo que nos lleva a preguntarnos sobre los efectos en salud que parecen no estar siendo reflexionados por EUA quien de menos debería de pagarnos como se hace con Turquía y ahora con Francia para afrontar estos problemas causados por sus políticas. Como ejemplo, menos del 1% de la población de Haití está vacunada y qué decir de los brotes de sarampión entre los migrantes afganos.
Lo que era un migración hormiga histórica en parte de nuestros paisanos saliendo a buscar un mejor futuro en el país vecino y de otros tantos centro americanos que por aquí pasaban, se ha convertido en un desorden mayúsculo que está teniendo consecuencias severas. La propia ONU ha dicho que “México enfrenta una presión sin precedentes”, en tanto que el número de personas buscando protección internacional aumenta.
De manera frecuente he aseverado que lo que pasa en otros países nos debe servir de ejemplo, de prevención y de referencia, por ellos es importante el estudio de los asuntos internacionales, yo tuve la oportunidad de ser amigo de un gran estudioso del Estado, catedrático de la UNAM y gran ser humano, mi estimado Alejandro Díaz de León Martínez quien el pasado viernes se nos adelantó en el camino a la vida eterna. Que Dios lo tenga en su gloría y de a sus hijas Luisa, Montserrat y Fernanda pronta resignación.
JALISCO
Un comienzo con luces y sombras de Lemus en tragedia de desaparecidos

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La crisis de desapariciones en México, y particularmente en Jalisco, es una herida abierta que refleja la descomposición del tejido social y la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad y la justicia con gobernantes que han evadido su responsabilidad, minimizando el grave problema.
La llegada de Pablo Lemus al Gobierno de Jalisco despierta una mezcla de esperanza y escepticismo en un estado que carga con la vergüenza de ser líder nacional en desapariciones, con más de 15,000 personas perdidas en las sombras.
Lemus ha dado pasos iniciales que, al menos en el discurso, reconocen la gravedad del problema, algo que su predecesor, Enrique Alfaro, evitó con frases desafortunadas que culpaban a las víctimas, culpando a los medios de magnificar el problema.
La creación de la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas Desaparecidas, aprobada en octubre de 2024 y jefaturada por Edna Montoya Sánchez, es una señal de intenciones. Promete centralizar esfuerzos, integrar tecnología forense y coordinarse con colectivos de buscadores, como Guerreros Buscadores de Jalisco. Reuniones con líderes como Indira Navarro, quien ha encontrado más fosas que muchas fiscalías, muestran una apertura que contrasta con el cerco de la administración anterior.
Sin embargo, las promesas no son nuevas. En 2018, Alfaro también anunció una “estrategia integral” que nunca llegó a puerto. La secretaría de Lemus, aunque bien intencionada, nace con dudas: el presupuesto de 65 millones 200 mil pesos se ve muy bajo si se trata de enfrentar y buscar solución al principal problema de Jalisco.
¿Evitará la burocracia que asfixia a la Comisión de Búsqueda? El anuncio de mesas de trabajo con la Universidad de Guadalajara y la FEU es positivo, pero suena a eco de iniciativas pasadas que se diluyeron en foros sin impacto.
Más preocupante es la falta de claridad sobre cómo enfrentará a la criminalidad tan poderosa en la entidad. Su respaldo a la investigación federal sobre el campo de entrenamiento y supuesto crematorio en el Izaguirre Ranch de Teuchitlán en marzo de 2025 sugiere disposición a colaborar con la Federación, pero delegar responsabilidades no basta en un estado donde la complicidad local es un secreto a voces.
Recursos, pero con condiciones
Jalisco no es cualquier estado. Con un presupuesto de 174 mil millones de pesos en 2024 y una economía pujante, Lemus tiene los medios para marcar una diferencia, pero solo si los usa con audacia. Puede transformar la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas, hoy un elefante blanco, con investigadores capacitados y libres de nexos con el crimen.
Puede invertir en un Centro Regional de Identificación Humana, como el de Coahuila, para procesar los restos de las más de 1,000 fosas clandestinas halladas en el estado desde 2018. Puede, también, liderar un esfuerzo legislativo que garantice derechos a las familias de los desaparecidos, desde permisos laborales hasta fondos de reparación, algo que estados como Chihuahua han implementado con éxito.
Un plan sin excusas
Si Pablo quiere ser recordado como el gobernador que enfrentó la crisis de desaparecidos, debe actuar con medidas concretas y medibles, no con discursos. Primero, dotar a la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de al menos 500 millones de pesos anuales, suficientes para contratar forenses, analistas de inteligencia y equipo de geolocalización. Esta secretaría debe rendir cuentas trimestrales, con metas claras: localizar 1,000 personas vivas o restos identificados en dos años. Los colectivos, que han hecho el trabajo del Estado, deben tener un asiento permanente en su consejo asesor, no solo reuniones protocolarias.
Auditar la Fiscalía Estatal y la Comisión de Búsqueda. Casos como el de Teuchitlán, donde colectivos hallaron restos ignorados por las autoridades, son una bofetada a la confianza ciudadana. Depurar a funcionarios corruptos o negligentes es impostergable.
Crear un fondo estatal de 100 millones de pesos para las familias de los desaparecidos, cubriendo asistencia psicológica, legal y económica, como lo pidió Blanca Yolanda, cuyo caso sigue sin respuesta desde 2024.
Las buscadoras, como Indira Navarro, necesitan escoltas en zonas de riesgo, tras episodios como la emboscada de Tlajomulco en 2023 que dejó seis policías muertos. Quinto, impulsar una campaña estatal que use estadios, escuelas y medios para educar y movilizar. Los Charros de Jalisco podrían dedicar juegos a las víctimas, y los artistas locales, como Alejandro Fernández, podrían sumarse a un mensaje de unidad.
El papel de la sociedad
La sociedad también tiene un rol. He visto cómo la indiferencia ciudadana perpetúa estas tragedias. Lemus debe convocar a los jaliscienses a romper el silencio, denunciando anónimamente fosas o apoyando a colectivos. Pero no puede cargar solo con la responsabilidad: la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que dirige Luz del Carmen Godínez, designada en los tiempos del gobernador Enrique Alfaro, que ha sido tibia en el tema de los desaparecidos, debe asumir una actitud responsable y comprometida con las víctimas y un rol más protagónico, ya que se requiere su voz a favor de la justicia y poner un alto a esta tragedia que tanto dolor ha ocasionado entre las familias jaliscienses.
Pablo tiene mucho por hacer y sin duda este tema de los desaparecidos es su principal desafío: si logra resolverlo pasará a la historia como el mejor gobernador de los nuevos tiempos, un gobernador comprometido y responsable. Eso es lo que anhelan los jaliscienses, que hable menos y actúe con más determinación, con metas y resultados tangibles y medibles.
JALISCO
Simulación vestida de protocolo: Los balcones del poder y la tragedia de los desaparecidos

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
Nada más ridículo, nada más infame, que la simulación vestida de protocolo. El jueves 10 de abril, mientras 20 rostros de estudiantes desaparecidos clamaban justicia desde las fichas pegadas en los muros del centro de Guadalajara, el equipo de comunicación del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, montó su propio espectáculo desde el balcón del Palacio de Gobierno. No fue un acto de Estado. Fue un montaje. Un burdo teatro de crisis con telón de fondo, luces naturales y actores de reparto con cargo académico.
Allí estaban: la rectora general de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter Pérez; la presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios, Zoé García Romero; y el secretario general universitario, César Barba Delgadillo. Todos ellos en fila, al sol, como si el guion les exigiera mostrar compromiso a base de insolación y sonrisa. Abajo, el dolor; arriba, la pose.
La escena no fue casual, fue deliberada. Y como suele ocurrir con las puestas en escena del poder, el tiempo fue el mejor cómplice. La cita originalmente pactada entre la rectora y el gobernador se iba a realizar en Casa Jalisco a las 11:30. Pero –¡oh divina coincidencia! – el encuentro se trasladó a Palacio de Gobierno a las 13:00 horas: justo cuando los estudiantes y familiares, con lágrimas y pancartas, tenían planeada su concentración frente al mismo edificio… ¡pura coincidencia!
¿Quién cree en coincidencias en política? Nadie con tres neuronas activas. Lo que vimos no fue la interrupción de una reunión para atender una protesta, sino la escenificación planeada de una falsa atención.
Lemus salió al balcón solo después de que los gritos desde la plaza lo obligaran. “¡gobernador, escúchanos, por favor!”, “¡somos estudiantes, no somos delincuentes!”, clamaban. Pero Lemus no se bajó a la plaza. En cambio, montó una mesa de trabajo a cielo abierto, en pleno balcón, como si los rayos del sol purificaran la hipocresía. ¿A quién carajos se le ocurrió ese patético espectáculo?
¿Y qué resultó de ese bochornoso espectáculo? La promesa de que habrá mesas de trabajo. Que habrá información. Que habrá coordinación con los tres niveles de gobierno. Palabrería hueca, reciclada de las promesas que no han impedido que Jalisco sea epicentro nacional de desapariciones. Que lo diga Teuchitlán. Que lo griten las familias que ya no duermen, que buscan en fosas y hospitales, en redes sociales y servicios forenses sobrepasados de cuerpos.
Lo más triste no fue Lemus. Fue ver a la rectora Karla Planter, a la dirigente estudiantil Zoé García y al secretario César Barba prestarse para semejante pantomima. ¿Qué hace una rectora sentada en un balcón mientras sus estudiantes exigen respuestas desde la calle? ¿A quién representa una líder estudiantil que se deja retratar como ornamento de la simulación institucional? ¿Dónde está la autonomía universitaria si el rectorado y su representación estudiantil se convierten en comparsa del Ejecutivo?
Planter, en un tuit posterior, habló de “coincidencias”. García Romero no cuestionó el cambio de sede ni de hora. Barba, en silencio. Y mientras tanto, la FEU difundía en sus redes: “¡Nos faltan estudiantes!”. ¿Nos faltan? Sí. Pero también nos sobran funcionarios indiferentes y dirigentes estudiantiles obedientes.
Los manifestantes pedían justicia, no una sesión de fotos. Exigían presencia del Estado, no una escena grotesca de conciliación ficticia. Lemus, experto en manejar el escaparate político, hizo lo que mejor sabe: montarse en una crisis para aprovechar una oportunidad. Nada nuevo. Así gobernó Zapopan. Así deslumbró en Guadalajara. Así inaugura su sexenio en Jalisco: entre cortinas, cámaras y balcones.
El mensaje no fue para las familias. Fue para los likes, para los reels, para los medios. Lo que logró el equipo de comunicación del gobierno de Jalisco fue una producción de redes sociales disfrazada de política pública. Una respuesta oportunista a una crisis estructural.
Pero lo más ofensivo fue que todo ocurrió unos días antes de Semana Santa, cuando los estudiantes están de vacaciones, cuando las escuelas están cerradas, cuando los pasillos universitarios están vacíos.
Este es el fondo del problema: mientras el dolor se expresa con marchas, el poder responde con puestas en escena. Mientras los familiares pegan fichas de búsqueda, el equipo de comunicación del gobernador pega frases hechas. Mientras se juega con el sufrimiento ajeno, se manipula a los medios con imágenes producidas desde Casa Jalisco.
Y no se engañen. Esto no es un error de cálculo, ni una falla de protocolo. Es estrategia. Es una narrativa de control que busca normalizar el horror con mesas, actas, sillas al sol y comunicados institucionales.
Pero hay cosas que no se maquillan. La ausencia de 20 estudiantes no se borra con videos. La responsabilidad del Estado no se elude con balconazos. La dignidad de una universidad pública no se entrega por un lugar en la escenografía oficial, olvidando que el líder moral del Grupo Universidad prefirió morir antes que claudicar… precisamente aprovechando las vísperas de una Semana Santa.
La gran pregunta que queda es: ¿hasta dónde están dispuestos los actores universitarios a prestarse al juego del Ejecutivo? Porque hoy, frente a todo Jalisco, su papel no fue el de contrapeso, sino el de patiños. Y si ese será el tono de los próximos seis años, entonces el guion está claro: los balcones seguirán llenos de sonrisas vacías, mientras las calles se llenan de nombres, rostros y ausencias.
Y ahí sí, ni con todos los reflectores del mundo podrán ocultar el vacío.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.
Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.
Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.
Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.
Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.
La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.
El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.
Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.
Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.
Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.
Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.
Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.
Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.
Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.
A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.
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