OPINIÓN
Se deben transformar procedimientos: Las minorías y su trascendencia en México

Opinión, por Pedro Vargas Avalos //
Recientemente se han registrado decisiones trascendentales en diversos aspectos de la vida nacional, los cuales nos acreditan la suma importancia de las minorías, sin olvidar que en toda democracia las mayorías ejercen le rectoría de la república.
Los casos a que nos referimos son tres: a) en la Suprema Corte de Justicia, al declararse constitucional la nueva Ley Eléctrica; b) en el Poder Legislativo Federal, al combinarse las oposiciones y evitar que el partido en el gobierno alcanzara la mayoría calificada, requisito ineludible para modificar la Constitución; c) el ejercicio de Revocación de Mandato presidencial que no logró ser vinculatorio, al no votar el 40% de ciudadanos empadronados.
Lo anterior está relacionado con la representación de las minorías en las Cámaras de diputados y de senadores, que significando una parte de la nación, llega a esos recintos y forma la oposición al gobierno, en nuestro país, del actual régimen denominado de la Cuarta transformación (4T).
Para el notable republicano estadounidense Tomás Jefferson (1743-1826), “La democracia no es más que el gobierno de las masas, donde un 51% de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49%”. En este caso estamos ante la dictadura de la mayoría, consecuentemente, de la represión de las minorías.
Nuestro distinguido tribuno, el tapatío Mariano Otero (1817-1850), reflexionando sobre ese tema, concluyó que, si el pueblo se integra por mayorías y minorías, la suma de ambas porciones es el total de la nación; por lo tanto, el destino de la república se debe fraguar por ambas partes, sin olvidar que en democracia, la mayoría es quien dirige.
Resulta palmaria y muy persuasiva la idea del patriota Otero, forjador del juicio de amparo mexicano. Por ello, un perspicaz seguidor suyo, el Lic. Jesús Reyes Heroles (1921-1985), siendo líder del entonces todopoderoso PRI, cristalizó ese proyecto oteriano: A partir de 1962 hubo en el sistema parlamentario mexicano, los representantes de las minorías, que infortunadamente se conocieron como diputados de partido. Hoy son los llamados diputados de representación proporcional.
Decimos infortunadamente, porque no representan partidos sino a la minoría y, en conjunto con los de mayoría, son la representación de todo el pueblo, es decir de la nación entera. Es por ello que debe reformarse el procedimiento para elegir esos diputados, a efecto de que no sean “los de arriba” quienes designen a los que llegarán a ocupar inmerecidamente una curul, sin más méritos que ser amigos o recomendados de las dirigencias partidarias.
Regresando al tema central de nuestro comentario, es decir, la trascendencia de las minorías, enumeramos como cuestión inicial, el reciente caso de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en que declaró, el 7 de abril pasado, la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE). En general se trataba de una acción de inconstitucionalidad que iniciaron los senadores de minoría contra esa norma (LIE), misma que otorga respaldos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) frente a las grandes compañías privadas (sobre todo extranjeras) que recibieron en 2013, jugosos tratos, en detrimento de la CFE y de los consumidores mexicanos. Desahogada la sesión de la Corte (compuesta por 11 ministros, uno de ellos su presidente) se sometió a votación, sufragando 4 de ellos a favor y 7 en contra; como para declarar inconstitucional la LIE se requería de 8 votos, triunfó la minoría y la susodicha Ley quedó como constitucional. El acta correspondiente se aprobó por unanimidad y quedó firme aquella catalogación.
Este es un elocuente caso en que la minoría, se significa trascendentalmente en pro del estado de derecho, condición invariable que debe imperar en el país.
El segundo caso que nos induce a meditar sobre el papel de las minorías, es el referente a la iniciativa presidencial para reformar la Constitución, denominada de la reforma eléctrica y del litio. Hubo muchos debates sobre el tema, dividiéndose en dos grandes bandos: los que apoyaban la reforma, con el fin de darle autonomía a la república en el ramo eléctrico, y así derramar beneficios hacia los consumidores; y el otro bando, que con razones y falacias, conservaba la reforma de Enrique Peña Nieto del año 2013, muy favorecedora del sector privado y especialmente de empresas extranjeras.
Se dice que por no haber negociado Morena, esa Iniciativa, no se alcanzó la mayoría calificada que en estos casos exige la Carta Suprema para modificarla. Otros afirman que la tozudez de la oposición, que visceralmente rechazó la reforma, frustró la mencionada iniciativa. Lo cierto es que se votó el domingo 10 de abril reciente, y a favor votaron 275 diputados, en tanto que en contra hubo 223 sufragios: en consecuencia, al no haber mayoría calificada, se rechazó la iniciativa, con lo cual, la minoría impuso su postura de antireforma.
Con el resultado anterior, los oposicionistas festinaron su “triunfo”, aunque la mayoría los tildó de “Traidores de la Patria”. El primer magistrado se sumó a este calificativo y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, señaló a los diputados de oposición “por no pensar en su país sino en el beneficio propio”. Por su lado los patrones y sus guías aplaudieron a esa minoría. En cambio, una encuesta publicada el jueves 21 de abril (Massive Caller) reveló que un 65 % de mexicanos estaban de acuerdo en reputar a los diputados de las minorías como “traidores a la patria”. Y aquí surge la interrogante: para el bien de la república: ¿será correcto conservar esa disposición de la “mayoría calificada” que viene desde el siglo XIX?
Finalmente, en el caso de las consultas revocatorias, en que se exige un 40% de votantes para que sea vinculatoria (obligatoria en sus resultados), al ver como se llevó a cabo la del día 10 de este mes, al no lograr ese porcentaje, no produjo efectos jurídicos pero sí políticos. Esto porque las oposiciones, que por ahora son minorías, prácticamente boicotearon el ejercicio electoral revocatorio y al no lograrse el multicitado 40% de participantes, se sintieron complacidas; por otra parte, al constatar el gobierno que más del 90% del 17 por ciento que acudió a las urnas, apoyaron al presidente para que continuara en el desempeño de su cargo, el mandatario y su partido con sus aliados, se manifestaron contentos.
Paradójicamente, todo mundo al parecer quedó satisfecho de este primer ejercicio de revocación de mandato. Pero evidentemente no es ese su objetivo, por lo cual se requiere sea adecuada la ley que regula estas prácticas democráticas, bajo la idea de que llegaron para quedarse.
La conclusión entonces es que, para mejorar la democracia, el estado derecho y la justicia mexicanas, se necesita legislar para que se purifiquen los procesos en que participan las minorías, comenzando con los diputados y senadores de representación proporcional, y concluyendo con la forma de implementar las reformas constitucionales, así como la realización de los procesos revocatorios. Pero hacer estas adecuaciones, obliga a que se actúe con alturas de miras, con verdadero espíritu democrático y con genuino amor por nuestra Patria, pues de otra manera, se estaría, ahora sí, traicionando a los mexicanos y sus instituciones.
JALISCO
Lemus ante el desafío histórico del SIAPA

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
La política, en su versión más superficial, se ha convertido en un escenario de promesas vacías durante las campañas, donde los candidatos abordan los grandes problemas de la ciudad con discursos grandilocuentes que, una vez en el poder, se diluyen en selfies y mensajes huecos en redes sociales.
Este “empobrecimiento de la política” se refleja en la gestión del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), organismo responsable de abastecer de agua a cerca de seis millones de habitantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Sin embargo, lo que alguna vez fue un modelo eficiente de gestión intermunicipal ha sido desvirtuado por prácticas políticas irresponsables que lo han llevado al borde del colapso, dejando a la ciudad en una crisis hídrica que exige soluciones urgentes.
El declive del SIAPA comenzó hace años, cuando políticos voraces lo convirtieron en un botín político. Durante el gobierno de Emilio González Márquez, el organismo se transformó en una “agencia de colocaciones” para aliados del PAN. Junto con el entonces dirigente estatal del partido, González Márquez repartió gerencias y direcciones entre alcaldes y líderes políticos, priorizando lealtades sobre la competencia técnica.
Este modelo de “cuotas y cuates” se consolidó con los gobiernos posteriores, que continuaron usando al SIAPA como un espacio para colocar a allegados, sin importar su preparación. Un caso emblemático es el de la famosa publirrelacionista, quien, tras manejar relaciones públicas en el Instituto Jalisciense de Reinserción Social (INJANRESO) y firmar convenios para la venta de productos de reclusos, fue nombrada en una plaza directiva del SIAPA por decisión arbitraria de un aliado político.
Este tipo de prácticas refleja la frivolidad que ha caracterizado la gestión del organismo en las últimas décadas.
Como resultado, el SIAPA enfrenta una crisis multidimensional: administrativa, financiera y técnica. Está prácticamente en bancarrota, con un déficit estructural que lo ha dejado al borde de la quiebra.
Mientras tanto, la infraestructura hidráulica de la ZMG, con tuberías y colectores obsoletos, es incapaz de satisfacer las necesidades de una población en crecimiento. Esta situación se agrava en temporadas de lluvias, cuando las inundaciones exponen el colapso de los sistemas de drenaje, poniendo en riesgo vidas y propiedades.
La irresponsabilidad de los políticos que han manejado al SIAPA con fines clientelares ha llevado al organismo a un punto crítico, donde la inacción ya no es una opción. Este escenario ha estallado en el mandato del gobernador Pablo Lemus, quien enfrenta una bomba de tiempo heredada por décadas de negligencia.
Inicialmente, la reestructuración del SIAPA no parecía estar en su agenda prioritaria. La reciente aprobación de un aumento tarifario, impulsada con el peso político del gobierno estatal y los votos de los alcaldes metropolitanos, se llevó a cabo sin un diagnóstico claro ni un plan concreto de reingeniería. Sin embargo, el caso de la publirrelacionista, que destapó las “miserias” del organismo, junto con las crecientes quejas de la ciudadanía y actores políticos por el deficiente servicio de agua, ha obligado a Lemus a actuar.
“Estamos trabajando en una reingeniería absoluta del SIAPA, que abarca desde recursos humanos, áreas administrativas, atención al cliente, hasta la mejora en el suministro de agua potable”, afirmó el gobernador el 27 de julio de 2025.
Subrayó que, tras el incremento de tarifas, el SIAPA está obligado a mejorar: “Lo dije desde el día que se aprobaron las tarifas: el SIAPA debe dar un mejor servicio”.
Lemus ha anunciado una inversión inicial de 9,000 millones de pesos para modernizar la red hidráulica de la ZMG, un esfuerzo crucial para reemplazar tuberías y colectores obsoletos. Este proyecto requiere la colaboración de los alcaldes metropolitanos, quienes forman parte del consejo de administración del SIAPA.
El gobernador ha prometido convocar a sectores clave —técnicos, académicos, empresarios, organizaciones civiles y medios de comunicación— para presentar un plan integral que aborde no solo la gestión del organismo, sino también la infraestructura subterránea de la ciudad.
Entre las soluciones propuestas está el drenaje profundo, una medida necesaria para mitigar el caos que las lluvias provocan en una metrópoli colapsada, donde las inundaciones representan un peligro constante.
La decisión de Lemus es una de las más trascendentes en Jalisco en las últimas cuatro décadas. Rescatar al SIAPA implica no solo sanear un organismo en crisis, sino también realizar una “cirugía mayor” a las entrañas de la ciudad.
Este desafío pone a prueba la capacidad del gobernador para superar las inercias de la frivolidad política que han marcado a la entidad. Si logra ejecutar un plan transparente y efectivo, demostrará el valor de una “buena política” que priorice el bienestar colectivo sobre los intereses de grupo.
Sin embargo, el éxito dependerá de la coordinación con los municipios, la participación de la sociedad y la rendición de cuentas. La ciudadanía, cansada de promesas vacías y selfies, exige resultados concretos: un SIAPA eficiente y una ciudad que funcione, incluso en los días de temporal.
Este momento histórico puede ser un punto de inflexión para Jalisco, donde la gestión responsable del agua marque la diferencia entre el empobrecimiento de la política y un gobierno que cumpla con su mandato.
NACIONALES
El crimen de vivir con dignidad

-Opinión, por Miguel Anaya
La historia de Irma Hernández es una tragedia mexicana con todas las letras: una maestra jubilada, convertida en taxista para sobrevivir, asesinada por no pagar “cuota de plaza” a un grupo criminal. No es una historia de ficción ni un capítulo más del realismo trágico nacional: es la vida —y la muerte— de miles que hoy, en este país, caminan la delgada línea entre sobrevivir y caer en la estadística.
Irma educó a generaciones enteras. Fue pilar de una comunidad, sembradora de futuro. Pero cuando llegó su retiro, el sistema la premió con una pensión que no alcanzaba para comer, menos aún para sobrellevar una enfermedad o vivir con dignidad. Y es así como la maestra, que durante décadas trabajó para el Estado, terminó su vida buscando ingresos en un volante ajeno, en una ciudad tomada por intereses que no son los de la ley, ni del pueblo, ni de la justicia.
Detrás de esta historia hay una cadena de fracasos: primero, la precarización del trabajo y la miseria disfrazada de pensión. Jubilados que deben seguir trabajando no por gusto, sino por necesidad, son un símbolo de un país que castiga a quienes entregaron su vida al servicio público, a ser productivos. El jubilado no pide riqueza sino dignidad.
Segundo, la inseguridad que se ha vuelto paisaje. No la inseguridad abstracta de cifras y reportes vacíos, sino la concreta: la que se siente en cada esquina, la que decide quién vive y quién muere, la que cobra derecho de piso como si se tratara de una tarifa institucional.
Tercero, el monstruo de la extorsión, esa epidemia silenciosa que arruina comercios, desaparece oficios, y también se cobra vidas. Hoy es más común de pago la cuota de plaza que la del impuesto predial. Se paga por miedo, se paga por costumbre, se paga porque ya no hay autoridad que proteja a nadie que no tenga escoltas, y a veces ni con ellos ajusta.
Y finalmente, el más devastador de todos: la normalización. Hemos dejado de conmovernos. A veces, ni siquiera nos indignamos. Solo registramos el hecho, lo compartimos un par de veces, y seguimos. Como si no se tratara de una tragedia nacional, sino de una rutina ineludible.
Pero en el fondo, lo más alarmante es esto: el crimen organizado ha ocupado las funciones del Estado. Cobran impuestos —llámese derecho de piso—, brindan “seguridad” —a cambio de sumisión—, y regulan el trabajo —con amenazas y violencia. Son, de facto, autoridades paralelas. No solo porque actúan con impunidad, sino porque llenan el vacío que los gobiernos, en todos los niveles, han dejado crecer por cobardía, complicidad o simple ineptitud.
El Estado ya no manda en vastas regiones del país. No gobierna, no protege, no impone justicia. Delegó su deber en el crimen, y este lo ha asumido con eficacia perversa. Las calles ya no responden a las leyes escritas en papel, sino a las que dictan los cárteles con plomo, miedo y silencio.
Irma no fue víctima del azar. Fue víctima de un sistema fallido, de un país que castiga al que trabaja y premia al que amenaza. Su asesinato no es un hecho aislado. Es una muestra de que, en México, hay zonas donde ser honesto y valiente puede costarte la vida.
Hoy Irma es nombre propio, pero mañana puede ser cualquier otro. Porque mientras no se recupere el control del territorio, mientras el Estado no asuma su deber de proteger, mientras no haya justicia ni condiciones de vida dignas para los más vulnerables, este país seguirá siendo eso: un territorio compartido entre los que mandan sin ley… y los que mueren sin voz.
NACIONALES
Abrazos, sablazos y silencio presidencial

-Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez
Diría el que dijo que las banalidades, intrascendencias y trivialidades “le vienen como anillo al dedo” al horno en que se queman a diario las figuras y figurines de la 4ª transformación.
Poco a poco se agota la estrategia gubernamental de minimizar hasta el punto de la desvergüenza los hechos en los que se muestran claramente las ligas, asociaciones y nexos con las actividades del crimen organizado (sector privado) de connotados miembros del partido en el poder.
No es gratuito ni creíble que una presidente de la república dedique un buen de su tiempo en la maña…nera a la futilidad surgida por las declaraciones del “Chicharito” Hernández y eluda hablar de casos que estremecen por la crueldad, la saña y la impunidad con que actúan a plena luz del gobierno los sicarios, narcos, huachicoleros y no pocos legisladores así como de las acusaciones y señalamientos en contra de funcionarios sobre su participación o complicidad en delitos que ejecutan los “ejércitos y gerentes” de las diferentes “empresas” delincuenciales.
Se desconoce a ciencia cierta si estas noticias que muestran el lado oscuro de MORENA han salido a la luz “gracias” a la información que los capos sinaloenses presos en Estados Unidos de Norteamérica han proporcionado a la opinión pública, porque son los diarios, la televisión, la radio y las redes sociales donde se han ventilado esos bochornosos casos que muestran a “altas personalidades” implicadas en las ilícitas e ilegales actividades atribuidas a los cárteles del crimen organizado (sector privado).
Las declaraciones del Chicharito sobre la masculinidad y las féminas; los chismes de la farándula y las giras promocionales de los gobernantes, llenas de incienso auto promovido, ya no les alcanzan para desviar la atención del problema principal que vive México: la implicación de buen número de funcionarios y militantes de MORENA en las actividades que se catalogan como del Crimen Organizado.
Este contubernio entre delincuentes y políticos no es exclusivo ni de ahora. Viene de hace muchos sexenios. Lo que admira es que los actuales gobernantes llegaron al poder merced a su discurso acusatorio a los “emisarios del pasado” y aseguraron que “todo cambiaría” por el sólo hecho de llegar su partido al poder. Se está viendo que el dicho aquel de “quítate tú para ponerme yo” es lo que realmente ocurrió.
La gente puede ser engañada algunas veces, pero no por siempre.
Los “gringoleaks” irán destapando la cloaca que hace decenas de años se inició entre los narcotraficantes y la gente del poder (políticos, pero también empresarios).
Si los norteamericanos han encendido la mecha para que estalle esta carga de dinamita política es porque existe el material explosivo. ¿Hasta cuándo se dejará de proteger a los implicados en los escándalos, ya por ser parte de las actividades, por “disimulo” o por ser beneficiarios de las muy jugosas ganancias de ese dinero mal habido?
Es así como se ha revelado que los huachicoleros no son solamente perforadores de ductos para “ordeñarlos”. Existe una red de huachicoleo que maneja cantidades industriales de petróleo y sus derivados, con refinerías y redes de distribución y exportación a EEUU, incluidas. Pemex está quebrada; se pretende “inyectarle” miles de millones de pesos para que no sucumba financieramente.
Mientras el gobierno federal busca dinero para resucitar al cadáver de Pemex, los huachicoleros, los peones, alfiles y reyes de esta actividad ilícita, obtienen ganancias exorbitantes que bien podrían refaccionar a la paraestatal sin necesidad de deuda pública. Si hubiera una verdadera acción para arrancar de las negras manos el negro líquido, “blanqueado” por los criminales que lo usufructúan.
Ahí no para el asunto. ¿Si se logra rescatar a Pemex para quién será el beneficio? ¿Para la nación o para quienes se han apoderado de la empresa ahogándola en deudas, ineficiencias y piraterías desde dentro y por afuera?
La punta del iceberg asoma apenas. Si hay “voluntad política” y la misión de sanear al país de tan grave y grande corrupción se terminará la política aquella de “abrazos y sablazos” que no combatió a la ilegalidad lo ilícito y, en cambio, prohijó casos como el de Pemex, Segalmex, Tren Maya, trata de personas, impunidad a los facinerosos en las extorsiones, secuestros, tráfico de drogas, delitos varios y el enriquecimiento muy explicable de los jeques y sultanas de esta nueva ola de políticos que ejercen el poder sin recato, sin escrúpulos y sin moderación.
Ojalá la presidente no desperdicie la oportunidad de oro de establecer su impronta al gobernar y comience a mandar de acuerdo con su leal saber y entender que, se espera, sea para bien de todos los mexicanos.
El humor de los mexicanos es incorregible. Que al gritarle “¡no estás solo!” a Adán Augusto López en realidad las huestes morenísticas aludían a que también están en el ajo, otros miembros del partido acusados de varios delitos, incluso de violación y que la han “librado” porque como dijo Juárez: “Al enemigo, justicia y gracia; al amigo…sólo gracia”.