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OPINIÓN

Un momento de reflexión: El reloj interno, los horarios en la alimentación pueden transformar tu vida

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Salud y Bienestar, por Gabriela Arce Siqueiros //

¿Çómo están queridos lectores?, espero que hayan tenido una excelente semana. ¿Ya están listos para que les comparta un nuevo artículo sobre bienestar? Es muy importante todo lo que pueda aportar a la salud porque pienso que, si algo nos da la fuerza necesaria para trabajar, disfrutar y motivar nuestra vida cada día, es precisamente la salud.

Piensa en tu día a día. Entre la lista interminable de cosas por hacer, ¿cuántas veces te encuentras comiendo en medio de la prisa? Saltarte el desayuno, comer algo rápido entre reuniones o incluso cenar tarde, cuando el cansancio ya ha hecho mella. Quizás no le has prestado mucha atención a cómo afecta este desorden alimenticio a tu vida, pero lo cierto es que el impacto va más allá de la digestión.

Tal vez has notado que, a lo largo del día, tu energía fluctúa sin razón aparente. Puede que sientas hambre en momentos inesperados, o que después de comer te sientas pesado y falto de concentración. Lo curioso es que estas sensaciones podrían estar relacionadas no solo con lo que comes, sino también con cuándo lo haces.

No se trata de ser rígido o seguir una dieta estricta, sino de respetar los ritmos naturales de tu cuerpo. Mantener horarios regulares para tus comidas puede ser la clave para mejorar tu salud, tu estado de ánimo y tu rendimiento en el día a día.

LA REALIDA DE COMER A DESHORAS

En el mundo moderno, muchos de nosotros hemos adoptado un enfoque caótico hacia la comida. El desayuno es la comida más sacrificada, muchas veces sustituida por una taza de café rápida, y el almuerzo se convierte en una comida apresurada o incluso en una oportunidad perdida. Finalmente, la cena suele ser una comida tardía, consumida frente al televisor o mientras revisamos el celular.

Este patrón parece común y, al principio, parece no tener grandes consecuencias. Sin embargo, a largo plazo, comer de forma desordenada y a diferentes horas puede afectar negativamente tu cuerpo. Saltarse comidas o comer a deshoras puede desajustar tu metabolismo, hacer que te sientas con menos energía durante el día e incluso causar problemas de digestión.

Además, cuando no hay un patrón fijo en los horarios de comida, es más fácil caer en la trampa de los antojos repentinos o el “picoteo” sin control. Esto genera un ciclo donde la energía fluctúa, el hambre aparece en momentos inoportunos y la sensación de bienestar general disminuye.

EL DESCUBRIMIENTO DEL RELOJ INTERNO

Aquí es donde entra en juego un concepto clave: la crononutrición. Este campo de estudio explora cómo el reloj biológico del cuerpo interactúa con la alimentación. En pocas palabras, no solo es importante qué comemos, sino también cuándo lo hacemos.

Nuestro cuerpo sigue un ritmo circadiano, que es una especie de reloj interno que regula funciones como el sueño, la digestión y el metabolismo. Este reloj trabaja en ciclos de 24 horas, y mantener un horario regular para las comidas permite que tu cuerpo procese los alimentos de manera más eficiente. Cuando comes a horas fijas, tu cuerpo sabe cuándo esperar alimento y se prepara para digerirlo y absorberlo adecuadamente.

Por el contrario, cuando comes de forma irregular, tu cuerpo no sabe cuándo esperar comida, lo que puede causar desequilibrios en tu metabolismo. Estos desequilibrios pueden llevar a problemas como el aumento de peso, dificultades para dormir o incluso a una sensación constante de fatiga.

BENEFICIOS DE LOS HORARIOS REGULARES

Adoptar un horario regular para tus comidas puede tener beneficios profundos en tu bienestar general. Aquí te explicamos algunos de los más importantes:

Energía Constante Durante el Día. Uno de los beneficios más notables de seguir un horario regular es el equilibrio en tus niveles de energía. Si alguna vez has experimentado bajones de energía a mitad del día, es posible que la causa sea el desajuste en tus comidas. Cuando estableces horarios consistentes para desayunar, almorzar y cenar, tu cuerpo recibe la cantidad de energía que necesita en los momentos adecuados.

Esto también reduce la necesidad de recurrir a estimulantes como el café o el azúcar para mantenerte despierto. Tu cuerpo sabrá cuándo esperar alimentos y aprenderá a regular mejor la energía que extrae de ellos.

Mejora de la Digestión. Comer a horas regulares también tiene un impacto positivo en tu digestión. Cuando respetas un horario, tu cuerpo tiene tiempo suficiente para procesar cada comida de manera adecuada. Esto reduce la sensación de pesadez o indigestión después de comer y ayuda a evitar problemas como el estreñimiento o la acidez estomacal.

Además, tener un horario estable para las comidas permite que tu sistema digestivo funcione de manera más eficiente, lo que puede contribuir a una mejor absorción de nutrientes.

Control del Peso y Menos Antojos. Otro beneficio significativo de seguir un horario de comidas es la capacidad de controlar mejor tu peso. Cuando tu cuerpo recibe alimentos de manera regular, se ajusta a este patrón y comienza a regular su metabolismo de manera más eficiente. Esto reduce la posibilidad de que experimentes hambre descontrolada o antojos inesperados.

Los estudios han demostrado que comer a deshoras puede provocar un aumento en la cantidad de calorías consumidas, ya que las personas tienden a buscar alimentos ricos en azúcares o grasas cuando sienten hambre de forma repentina. Al seguir un horario fijo, es más fácil planificar comidas saludables y evitar el “picoteo” innecesario.

CONSEJOS PRÁCTICOS

Ahora que entiendes los beneficios de los horarios en la alimentación, la pregunta es: ¿cómo empezar?

Establece Tiempos Fijos para Tus Comidas. El primer paso es definir horarios para tus comidas principales: desayuno, almuerzo y cena. Elige horas que se adapten a tu estilo de vida y que puedas mantener de forma consistente. Por ejemplo, si desayunas a las 8 a.m., trata de hacerlo a esa misma hora todos los días. Lo mismo aplica para el almuerzo y la cena.

No Te Saltes Comidas. Uno de los errores más comunes es saltarse comidas, especialmente el desayuno. Sin embargo, esta es una de las prácticas más perjudiciales para tu cuerpo. Saltarse una comida no solo afecta tu nivel de energía, sino que también desajusta tu metabolismo, haciéndolo menos eficiente.

Si alguna vez tienes prisa, opta por una comida rápida pero nutritiva, como un batido de frutas o una barra de cereales integrales. Lo importante es que tu cuerpo reciba alimento a las horas adecuadas.

Planifica Tus Comidas con Anticipación. Para facilitar el seguimiento de los horarios, planificar tus comidas con anticipación puede ser una herramienta útil. Dedica tiempo durante el fin de semana para organizar lo que comerás durante la semana, de modo que no tengas que improvisar sobre la marcha.

Haz del Horario un Hábito, No una Carga. Es importante recordar que el objetivo es mejorar tu bienestar, no crear una carga adicional. Si bien al principio puede parecer difícil seguir un horario estricto, con el tiempo tu cuerpo se adaptará y te lo agradecerá. Mantén la flexibilidad cuando sea necesario, pero trata de ser lo más consistente posible.

El Impacto Emocional de Respetar los Horarios de Comida. Más allá de los beneficios físicos, seguir un horario de alimentación también puede tener un impacto positivo en tu estado emocional. Cuando comes a las mismas horas cada día, reduces la ansiedad relacionada con la comida y te sientes más en control de tu bienestar.

Comer de manera regular también puede estabilizar tu estado de ánimo, ya que te ayuda a evitar los picos de hambre que pueden llevar a irritabilidad o fatiga mental.

EL PODER DE LOS HORARIOS EN LA ALIMENTACIÓN

El cuerpo es una máquina increíblemente sofisticada que, cuando se sincroniza con un horario regular, puede funcionar de manera óptima. Mantener un horario de comidas no solo mejora la digestión y el metabolismo, sino que también ayuda a estabilizar tus niveles de energía, controlar tu peso y mejorar tu estado de ánimo.

Implementar pequeños cambios en tu rutina alimentaria puede parecer un desafío al principio, pero los beneficios a largo plazo hacen que valga la pena el esfuerzo. No se trata de imponer restricciones, sino de respetar el ritmo natural de tu cuerpo y darle lo que necesita en los momentos adecuados.

Así que, si aún no lo has intentado, comienza hoy. Establece horarios para tus comidas y observa cómo tu cuerpo responde. El simple acto de comer a horas regulares puede ser la clave para una vida más equilibrada, saludable y feliz.

Me despido de ustedes y les recuerdo que juntos podemos trabajar hacia soluciones que promuevan la salud, gracias por su atención y su compromiso con este artículo, siempre quedo atenta a sus comentarios.

E-mail: siqueiros.arte@gmail.com

 

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CARTÓN POLÍTICO

Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos

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Buscan cubrir a AMLO en actos de corrupción

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NACIONALES

Buscan cubrir a AMLO en actos de corrupción

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– De Primera Mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín

UNA DE LAS evidencias de que el sistema político del México de nuestros días es parecido al PRI hegemónico de hace 50 años es el combate a la corrupción de acuerdo a intereses políticos del grupo en el poder, con una gran diferencia ahora: Los funcionarios de primer nivel son intocables.

No hubo un solo presidente de la república de aquel viejo PRI, que no impusiera su voluntad y enviara un mensaje a la clase política de que había un nuevo líder en Los Pinos. Las demostraciones incluían cárcel para figuras de alto nivel. Así, estuvieron tras las rejas el senador Jorge Díaz Serrano, director de PEMEX, con el presidente José López Portillo, varios gobernadores y hasta un hermano del presidente Carlos Salinas, Raúl.

A partir del año 2018, el hombre que tuvo como lema de campaña presidencial el ataque a la corrupción, Andrés Manuel López Obrador, en los hechos cubrió a los corruptos de primerísimo nivel.

Solo dos botones de muestra: Ignacio Ovalle Fernández, director de SEGALMEX, y Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad. Aplicó la máxima de Benito Juárez: “A los amigos, perdón y gracia; a los enemigos, la ley a secas”.

Entre los enemigos actuó contra Emilio Lozoya, director de PEMEX con el presidente Peña Nieto, acusado de haber recibido sobornos de una empresa petrolera del Brasil, pero al final del día su gobierno acordó y el acusado está en casa.

El cinismo de AMLO incluyó su admisión de la existencia de corrupción en Segalmex, cuyo desfalco rebasó los 15 mil millones de pesos, pero justificó a Ovalle diciendo que este último “había sido engañado por sus subalternos”.

Increíble lo anterior, sobre todo para quien, durante una “mañanera” del año 2019, aseguraba que no hay persona mejor informada que el presidente de la república y que si había corrupción entre los funcionarios, “era porque el jefe, el presidente, estaba enterado”.

En los días que vivimos, el caso del “huachicol fiscal” operado por altos mandos de la Marina Armada de México nos pone sobre la mesa la enorme probabilidad de que no solo el general secretario del ramo con López Obrador, sino también este último, pudieran haber sido enterados y haber permitido el enorme peculado.

Imposible no reparar en las declaraciones del titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien el pasado domingo declaró que Rafael Ojeda Durán, titular de la Marina en el sexenio obradorista, había denunciado “problemas” y que por ese motivo la Fiscalía General de la República se había adentrado en la investigación que hoy tiene por resultado la persecución de cuando menos 200 personas, entre militares, servidores públicos y empresarios.

Los hechos sobre tal ilícito empezaron a trascender a los altos mandos militares cuando Rubén Guerrero Alcántar, vicealmirante y exdirectivo de una aduana en Tamaulipas, redactó una carta que llegó a manos del general secretario Ojeda Durán, en la que señalaba directamente a Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, de encabezar una red de “huachicoleo fiscal”.

Los hermanos Farías, originarios de Guaymas, Sonora, son sobrinos de Ojeda Durán. Guerrero Alcántar fue asesinado el 8 de noviembre del 2024 en Manzanillo, Colima. El volcán de corrupción denunciado hizo erupción al descubrirse un buque con diez millones de litros de combustible introducido sin pagar impuestos en Tampico, Tamaulipas, el pasado mes de mayo, seguido de otros descubrimientos similares en Ensenada, Baja California, y el trascendido de que ese combustible había tocado la bahía de Guaymas en Sonora.

En sus declaraciones sobre el tema, Gertz Manero subrayó que cuando el general secretario Ojeda denunció “problemas en la Marina”, lo hizo en términos generales sin hacer referencia a sus sobrinos. A su lado, en esa conferencia de prensa del pasado domingo, el titular de seguridad pública, Omar García Harfuch, dijo que no se podía condenar a toda una institución por los errores cometidos por algunos de sus integrantes.

Horas después, en su “mañanera”, la presidenta Claudia Sheinbaum refrendó la defensa. Para el general exsecretario, recordando que lo importante era la investigación y, sobre todo, las pruebas para demostrar los dichos.

La lógica indica una posibilidad de involucrar a Rafael Ojeda Durán en el escándalo mayúsculo de los hermanos Farías Laguna y otros implicados; golpearía directamente la humanidad de López Obrador.

Es mucho más conveniente enviar el mensaje de ataque a la corrupción, aprehendiendo y enjuiciando a “peces menores”. Ahí se registra una diferencia con el pasado reciente.

Durante el sexenio 2018-2024 se cubrió la corrupción en vez de combatirla. En este sexenio de la presidenta Sheinbaum sí se está combatiendo la corrupción pero cuidando la imagen de quien ahora vive en Palenque.

Lo anterior significa la imposibilidad de señalar y encarcelar a un exsecretario en cualquiera de sus ramos.

Para el lado oficial, resultan muy lejanas y “casi en el olvido” aquellas palabras de AMLO en una de sus “mañaneras” del año 2019: “El presidente de México está enterado de todo lo que sucede y de las tranzas grandes que se llevan a cabo”.

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JALISCO

¿Legalidad? pero sin integridad

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– Opinión, por Gabriel Torres Espinoza

¿Por qué se critica tanto al Tribunal de Justicia Administrativa (TJA)? Porque se ha transformado en fábrica de sentencias “ajustadas a derecho”, ¡pero profundamente injustas! Asisten al ‘indebido proceso’ y ceden al “daño patrimonial” causado por los ‘desarrolladores’.

Los derechos colectivos —aire limpio, agua, movilidad, biodiversidad— se reducen a bienes menores, sacrificables en nombre de una supuesta certeza jurídica para el ‘inversionista’.

Lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recordó es que tienen la obligación jurídica de prevenir, mitigar y remediar daños ambientales por su impacto directo en los derechos humanos.

Bajo esa luz, cada fallo del TJA que antepone la rentabilidad de un fraccionamiento sobre la preservación de un bosque o de un área natural protegida, no es solo un despropósito local, sino una violación a compromisos internacionales y a los derechos fundamentales de la ciudadanía.

La prensa ha documentado el incremento de litigios contra la planeación urbana, hasta el punto de que este Tribunal se tornó en el espacio donde los corruptores desfilan a desmontar planes de desarrollo, debilitando la ordenación del territorio con fachada de legalidad. Se trata de un tribunal que privilegia la letra procesal, sobre el sentido integral de la planeación. Lo que se produce es una ciudad fragmentada, desigual, en la que cada vez es más difícil trasladarse y vivir.

La responsabilidad social de este Tribunal es mayor, pues el TJA es la última instancia. Las decisiones que dicta son definitivas y obligatorias. Sus resoluciones no pueden recurrirse, y sus magistrados no rinden cuentas a nadie. Allí donde se concentra el poder de decidir el futuro urbano, se concentra también la tentación de la corrupción.

Por eso el TJA no solo refleja, sino que encarna hoy el mayor riesgo estructural para el derecho a la ciudad y al medio ambiente, porque cada vez que dicta una sentencia que habilita lo prohibido, que desprotege los recursos naturales, destruye algo más que territorio; destruye la confianza en la idea misma de justicia. Su propia legitimidad social.

Los jueces no deben limitarse a aplicar reglas, sino decidir con base en principios que aseguren el bien superior a la ciudad. La legalidad, sin integridad, degrada la justicia. Básicamente, porque transforma el tribunal en una coraza de impunidad.

En este órgano jurisdiccional, hemos visto cómo se ha vuelto norma la confusión entre legalidad procedimental y justicia, con resoluciones fundadas y motivadas en lo formal, pero que producen resultados injustos y muy lesivos para la sociedad.

Sentencias “apegadas a derecho” que, sin embargo, devastan áreas naturales, desmantelan planes urbanos, causan más colapso vial y profundizan la desigualdad. No perdamos de vista que esa sociedad, la que sufre las consecuencias, es justamente la que dotó a estos magistrados de su investidura, y a la que debieran rendir cuentas, a través de los poderes constituidos de Jalisco.

La diferencia entre un tribunal de justicia y uno de derecho se vuelve aquí fundamental. El primero busca armonizar la norma con el desarrollo sustentable de la ciudad; el segundo la aplica sin importar que destruya bosques, colapse vialidades o afecte a comunidades enteras.

El primero protege a la ciudad; el segundo protege contratos y escrituras privadas. El primero es garante de ciudadanía; el segundo, como en Jalisco, es agente de plusvalía y el principal agente corruptor contra el ordenamiento territorial.

A la luz de las actuaciones del TJA, surge hoy una pregunta colectiva, inevitable y perturbadora: ¿Cuál es la utilidad social de un tribunal del que debemos defendernos todos para poder preservar la ciudad? Si el órgano llamado a garantizar justicia es el principal mecanismo de despojo legalizado; si en lugar de proteger a la colectividad protege a los desarrolladores; si en vez de equilibrar el interés privado con el bien común se ha dedicado a corroerlo, entonces su existencia no responde al poder público, sino a los negocios que lo corrompen.

Un tribunal así no es garante de derechos, ni de justicia administrativa; sino una auténtica amenaza permanente contra ellos, misma que estaríamos obligados a enfrentar como sociedad, y desde el gobierno.

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JALISCO

UdeG, los golpes que sustituyen el diálogo: ¡Qué falta hace Raúl!

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– Crónica de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco

La Universidad de Guadalajara, esa institución que presume de ser la “casa de la cultura” y el “espacio del pensamiento crítico”, se ha convertido principalmente los últimos días en escenario de lo que mejor ilustra su contradicción: los golpes sustituyendo a la palabra, la represión disfrazada de orden académico y la violencia encubierta tras comunicados oficiales firmados por nadie que se haga responsable… llenos de buenas intenciones sin nada de autocrítica.

Lo ocurrido en el CUCSH y en el CUCEI en estos días no es un accidente ni un exabrupto aislado: es la expresión de una estructura política enquistada que se resiste a morir.

Los funcionarios que deberían administrar aulas y presupuestos han terminado con las manos metidas en la gresca. No es metáfora: ahí están los videos donde José Antonio González Orozco, alias “Pepino”, antiguo operador de la FEU que ahora cobra como jefe del complejo deportivo, aparece repartiendo manotazos contra los estudiantes que exigían elecciones limpias. No fue diálogo, fue puño.

Y mientras tanto, la Rectoría General guarda silencio. Una omisión que grita más fuerte que cualquier consigna. Porque si los estudiantes pintan un muro, la indignación institucional es inmediata; pero si un funcionario golpea a los alumnos, la sanción se pierde en el laberinto del archivo muerto, asegurando las protecciones para quienes, en nombre de la “institución”, repartan golpes a los alumnos inconformes.

Encapuchados que lanzan mobiliario, vacían extintores y rodean a estudiantes en paro. Los testimonios y las imágenes difundidas no dejan lugar a dudas: la violencia tiene rostro, y varios de esos rostros se identifican con la vieja militancia de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), ese brazo corporativo que durante décadas ha operado como correa de control a favor del grupo universitario en el poder.

Pero también aparecen los rostros de grupos políticos externos que han participado en movimientos políticos universitarios sin llegar a ser de los “ungidos”, pero que, ahora apoyados por un personaje de la estructura universitaria, vuelven a buscar un lugar en el feudo.

Se habla de “diálogo” en los comunicados, pero en los pasillos los que dialogan son los puños. La contradicción es evidente: las autoridades centrales rechazan la violencia en boletines, pero sus hombres de confianza y familiares aparecen entre los agresores.

Lo que demandan los estudiantes no es menor: baños dignos, comedor subsidiado, protocolos contra acoso, contratación estable de docentes, transporte seguro, participación real en las decisiones universitarias. No son exigencias revolucionarias, son derechos elementales que cualquier institución pública debería garantizar sin necesidad de paros ni barricadas.

¡Ojo! La petición de tener un área para fumar mariguana es simplemente una charlotada que en ninguna circunstancia puede proceder; sean serios si quieren ser tomados en serio como disidencia.

Pero el punto neurálgico, el que prende las alarmas en los pasillos del poder, es la exigencia de cancelar las elecciones del Consejo General Universitario y limitar la intervención de la FEU. En otras palabras: quitarles el monopolio de la representación. Y eso, para los jefes y jefas universitarios, es inadmisible.

Mientras las pedradas y los empujones manchan el nombre de la UdeG, la rectora general Karla Planter ha optado por la estrategia del silencio. No se presenta a dialogar, no encabeza el proceso, no frena la violencia. Desde su llegada, “La Planter” solo ha servido como la imagen que asiste a reuniones y eventos sociales, pero, en todo este tiempo, usted no va a encontrar UNA situación en la que la primera mujer rectora de la UdeG hubiera destacado por su capacidad de decisión y liderazgo; lo peor, NINGUNO de su equipo ha ocupado el lugar de liderazgo y decisión que la UdeG requiere.

En esta ocasión, parece que la rectora espera que el tiempo, las fiestas patrias o el desgaste natural diluyan la protesta, si es por recomendación estratégica, queda claro que, ¡Su asesor le odia!

Lo extraño es que los choques más fuertes ocurrieron justo en los días en que Planter se ausentó, ¿casualidad o decisión de quien sabia no estaría disponible la rectora? Coincidencia que huele a cálculo: dejar que otros enciendan el fuego para luego presentarse como bombera institucional o la aparición de un “líder” que rescate la situación.

Mientras, el equipo de comunicación externo que apoya a los disidentes a manejado bien las notas en los principales medios de comunicación alertando a la ciudadanía de lo que pasa al interior de la Universidad a la que asisten sus hijos, generando buenas piezas de comunicación visual en redes con mensajes claros y específicos que pueden digerir e indignar los consumidores de TikTok, X, Facebook e Instagram. Logrando en días lo que el viejo sistema de comunicación universitario no ha podido lograr, UN mensaje que permee a nivel social, porque desde sus oficinas, los dirigentes universitarios repantigados creen que la gente común está esperando leer el más reciente comunicado pagado por los “abajo firmantes”, que servirá de indicación de lo que se debe creer y entender.

El saldo es claro: estudiantes golpeados, aulas cerradas, comunidades académicas divididas, puertas de ingreso soldadas y una autoridad que administra comunicados -Muy malitos, por cierto- mientras sus operadores administran golpes y porras —siempre los mismos rostros en escena desde hace años, por cierto—.

La Universidad de Guadalajara enfrenta un espejo incómodo: aquel en el que se refleja como un aparato político que prefiere la represión a la reforma, la simulación a la democracia y la obediencia ciega a la crítica estudiantil… Oiga, ¿ya se dio cuenta de que en toda esta rebatinga la FEU tampoco ha aparecido? Y no me refiero a otro comunicado anodino firmado por la “primera mujer presidenta de la FEU”, yo hablo de esa estructura política de estudiantes que defiendan sus procesos por democráticos y transparentes, y den la cara por sus líderes que saben que los representan.

¡Bueno! Hasta los centros universitarios tienen que ser defendidos por grupos externos porque los flamantes “rectores” carecen de equipo que les respalde. Lo bueno es que la disidencia avisa con tiempo sus manifestaciones; si atacaran al mismo tiempo, se quedarían con varios centros universitarios, pues los rectores no alcanzan a defender ni su oficina. ¿O será que las manifestaciones están muy bien ordenadas en tiempo y lugar desde dentro de la misma UdeG para propiciar la aparición de un “líder” solucionador?

Las siguientes semanas serán importantes en esta historia, porque lo que está en juego no es solo un proceso electoral universitario, sino la credibilidad de una institución que presume autonomía, pero se comporta como un feudo… Donde cada vez es más recurrente escuchar: ¡Qué falta nos hace Raúl!

En X @DEPACHECOS

 

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