OPINIÓN
Se buscan líderes

Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
En estos tiempos de cambios y transformaciones, de crisis sociales y económicas, el mundo está habido de líderes que tengan claridad de objetivos sobre cómo mejorar el mundo, cómo hacerlo más justo y menos desigual, más próspero y más libre, como bien lo precisó el ex presidente español Felipe González en su libro “En busca de respuestas”, el liderazgo en tiempo de crisis, que bien deberían darle una revisada nuestros personajes de hoy que se dicen empeñados en reescribir la historia.
“El liderazgo es un compromiso con una idea y una visión de lo que puede ser (…) Es hacer lo correcto por educar e inspirar a un electorado, teniendo empatía con el ánimo, las necesidades, los deseos y las aspiraciones de la humanidad”, pensamiento cuya autoría corresponde a Benazir Bhutto (1953-2007), malograda primera ministra pakistaní, destituida y asesinada cuando se presentó de nuevo a las elecciones en 2007.
Lo que llamamos liderazgo es una conexión especial entre el discurso político y un ethos mayoritario, esto es, una aspiración conjunta, que expresa la identidad y los deseos mayoritarios de un país, aunque esta conciencia colectiva no tiene porqué ser siempre de adhesión en positivo a un proyecto, también puede expresarse como un rechazo, una resistencia mayoritaria a un determinado estado de cosas.
LOS LIDERAZGOS DE HOY
¿Qué liderazgos tiene en está época el mundo? ¿Si preguntamos quienes son los líderes de hoy a quiénes habremos de señalar? Me vienen a la mente personajes como el Papa Francisco, la canciller alemana Angela Merckel, el presidente chino Xi Jinping, Vladimir Putin y no me atrevería a incluir en la lista al presidente de Estados Unidos Donald Trump, a quien más bien veo como el anti-líder, el ventajoso, mentiroso, enredoso, que siempre pretende sacar ventaja, muy lejos de vivir el ideal de construir un mundo mejor para la humanidad. Si algo le falta a Trump, es empatía.
NUESTROS LÍDERES
En el contexto más cercano que es el país, tenemos al impulsor de la Cuarta T, Andrés Manuel López Obrador y en el contexto local al gobernador Enrique Alfaro, quien enarbola la Refundación de Jalisco. ¿Tienen estos personajes los talentos para mejorar México y Jalisco? ¿Los proyectos que impulsan van en dirección de combatir los graves problemas de la desigualdad, de la inseguridad y violencia que nos envuelve y no nos permiten crecer? ¿Pueden ambos afrontar los desafíos del presente para sentar las bases de un futuro mejor?
Como bien lo apunta Felipe González, el sentimiento social mayoritario de nuestro tiempo es la desazón que se extiende por todos los países del Occidente desarrollado y a lo que Enrique Peña Nieto le llamó “humor social”, que es todo aquello que viene del sector público y es atacado, criticado y/o rechazado. En el caso del ex presidente del PRI ese humor social negativo se alimentó en hechos reales: corrupción, incapacidad para resolver los graves problemas de la desigualdad y la violencia que han impuesto el crimen organizado.
Difícilmente en este lapso tan corto, tanto López Obrador como Enrique Alfaro, que tienen la similitud de asemejar el perfil del caudillo, pueden ser marcados como nuestros líderes, porque primero tienen que ofrecer resultados positivos frente a los retos que enfrentan. Si bien han llegado a la máxima responsabilidad como Presidente y Gobernador, con un discurso reformista de cambio y transformación, finalmente son los resultados los que valen.
Y el reto para los gobernantes de hoy es saber cuál es el proyecto que conecta con la aspiración de los ciudadanos. Por ejemplo, Jalisco y su problemática del agua. Es un problema real que se ha pretendido resolver desde hace 30 años. La presa de El Zapotillo es la mejor alternativa técnica de traer agua proveniente del río Verde a la zona metropolitana, a la región de Los Altos y a la ciudad de León, Guanajuato, pero los gobernantes (principalmente los últimos dos de Jalisco) le han sacado la vuelta, porque no quieren confrontarse con los cientos de habitantes que van a resultar afectados con la decisión de la obra, así como con los grupos ambientalistas y defensores de su derecho a vivir en sus comunidades.
¿Aquí cómo debe actuar el líder, con todo y que en el pasado reciente se opuso a que la obra se realizara y además asumiera la defensa del derecho de los pueblos afectados por la presa y que de funcionar ésta, serán inundados irremediablemente?
En estos cambios vertiginosos que vive el mundo producto de la revolución digital, es la angustia que genera la incertidumbre a lo que puede pasar mañana, unos por la preocupación que provoca el desempleo (los universitarios que terminan sus carreras y no encuentran ocupación para aplicar sus conocimientos), otros por la violencia que se vive en las calles, con tanto asalto, secuestro.
En estas circunstancias en que estamos inmersos, no tenemos cerca ese líder que nos de seguridad ni tranquilidad, ni a nivel mundial, ni a nivel nacional, ni a nivel local, cuando no reflejan un rumbo claro hacia dónde llevan el destino de la nave que se llama México y que se llama Jalisco, por ser la confusión la que prevalece.
Nuestro humor en ese sentido no es precisamente el mejor, porque no advertimos claridad de objetivos, hacia dónde vamos, si se está haciendo lo correcto con las políticas, programas y acciones de gobierno. Son ocho meses muy movidos, con mucho polvo que no nos permiten visualizar si vamos por el camino correcto o si nos hemos ido alejando del camino hacia la luz.
JALISCO
Lemus con un discurso contrario al de Alfaro

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El Pacto por la Unidad de Jalisco convocado por el gobernador Pablo Lemus, si bien ha generado diversas reacciones entre actores políticos y sociedad, de entrada, advierto algo positivo: Ya no está en el discurso del gobierno de Jalisco aquel tono bravucón, de confrontación, de grandilocuencia con refundaciones y de cambiar la historia, de querer igualarse a Mariano Otero e Ignacio L. Vallarta.
Aquella obsesión de querer tener el monopolio de la verdad y de la razón, con exceso de soberbia, que mucho lastimó a Jalisco, parece ser cosa del pasado. “Jalisco es ejemplo de dialogo y apertura, y estaremos a la altura ante el momento que se vive en el país”, es una de las frases que destacan en el mensaje del gobernador Pablo Lemus.
Eso lo celebro. No es un discurso de polarización. No hay amenazas contra nadie, ni visos de caudillaje. Sí hay por el contrario la intención de apostarle a la cultura de paz para fortalecer la seguridad y la comunidad a través de educación y deporte para garantizar un mejor porvenir para todas las generaciones.
Veo un gobierno que busca conciliar y no imponer. Un gobernador que acepta los graves problemas que vive Jalisco, sin culpar a su antecesor, que lo negó una, otra y muchas veces, como el gran dolor de los desaparecidos. Y vaya que Lemus mucho podría decir de lo que ha encontrado debajo de la alfombra y en los cajones, donde le escarbe va a encontrar sorpresas de sobra, como se está dejando ver, el tema del transporte público, el tema de abastecimiento del agua, la crisis financiera y técnica del Siapa.
El Pacto de Unidad convocado de unir a legisladores, autoridades y ciudadanos en torno a objetivos comunes para el estado abre una luz de esperanza de que el tapatío siga siendo el lobo del tapatío, que deje de ser individualista y que pueda trabajar en equipo.
En la foto de eta reunión resalta el gobernador Lemus con su equipo de gobierno y con legisladores de Morena; en la red social X, el gobernador subió una foto con la presidenta Claudia Sheinbaum con el siguiente mensaje: “Desde el primer día nos hemos dedicado a trabajar con mucho respeto y en unidad con todas las fuerzas políticas, sin distinguir colores ni ideologías, porque es lo que merece nuestro estado”.
Contrasta esta foto y este mensaje con aquella arenga amenazante de Enrique Alfaro de espaldas a la Rotonda de Jaliscienses Ilustres cuando le declaró la guerra al gobierno federal mucho antes de que tomara posesión, exigiéndole incluso que la seguridad era responsabilidad del Gobierno de Jalisco, que no quería intervención del gobierno federal, pero luego se desdijo cuan do vio el tamaño del toro bravo, tratando de echarle la responsabilidad al gobierno federal.
REACCIONES
Y las reacciones que hemos visto son de diversa naturaleza ante este acto. Por un lado, hay quienes han celebrado la iniciativa como un gesto de madurez política y un intento genuino de priorizar los intereses de Jalisco por encima de las diferencias partidistas. En este encuentro, Lemus enfatizó la necesidad de un clima de respeto, diálogo y paz política, lo que resonó positivamente entre algunos asistentes y observadores que ven en esta convocatoria una oportunidad para abordar desafíos como la seguridad, el desarrollo económico y la educación de manera conjunta.
Pero hay otras voces de legisladores, los menos, que en redes sociales han expresado que lo ven poco sincero y que consideran que es más mediático que realmente se trate de un esfuerzo, sugiriendo que podría ser más una estrategia mediática de Lemus para consolidar su imagen que un esfuerzo sustantivo de trabajo colectivo.
Otros han ido más lejos, interpretando la aparente alineación de legisladores de todas las bancadas —incluyendo a Morena— como una señal de que la oposición en Jalisco podría estar debilitándose, describiéndolo como una «rendición» más que como una muestra de pluralidad.
Ya habrá tiempo de ver la consistencia de esta iniciativa en el terreno de los hechos, toda vez que se encuentra en una etapa inicial. Creo que hay una recepción positiva, pero será el tiempo el que nos permitirá si las palabras se traducen en acciones efectivas, empezando no ser tapadera de nadie, a propósito de desaparecidos y complicidades.
La evolución de esta iniciativa en las próximas semanas o meses será clave para determinar cómo se consolida su aceptación entre la población y los actores políticos de Jalisco.
Lo que sí está claro es que el discurso del nuevo gobernador es muy distinto al que caracterizó al que anda en España y que dejó aquí la víbora chillando con tantas pateadas al bote y tantas grandilocuencias provenientes de una mente caudillesca, pero que finalmente la realidad lo está ubicando donde de estar.
MUNDO
Todo tiene un precio: El nuevo orden mundial, el tablero global ha sido reorganizado

Por Víctor Hugo Celaya Celaya //
El reciente anuncio de tarifas recíprocas por parte de Estados Unidos representa una estrategia tanto económica como geopolítica. Desde el inicio de su discurso en la Casa Blanca, el presidente estadounidense enfatizó el papel preeminente de su nación en el desarrollo económico mundial, combinando un esquema de fortalecimiento interno con una clara demostración de poder político frente a aliados y competidores. Esta maniobra marca, en cierta forma, el fin de la globalización tradicional y la intermediación de acuerdos comerciales multilaterales e instituciones como la Organización Mundial de Comercio.
Acostumbrado a dominar las negociaciones, el mandatario busca primero consolidar la economía interna mediante ingresos provenientes de estos nuevos aranceles. Estos recursos financiarán programas gubernamentales de apoyo a la industria, desarrollo de infraestructura y sectores estratégicos como seguridad nacional y empleo regional. Los aranceles, que entrarán en vigor entre el 5 y 9 de abril según lo establecido por la Casa Blanca, afectarán principalmente áreas como la industria automotriz, manufacturas y producción de insumos básicos como acero y aluminio.
El anuncio más significativo fue la imposición de un 25% generalizado para todas las exportaciones de automóviles hacia Estados Unidos, independientemente de su origen. Paralelamente, se cobrarán tarifas recíprocas a muchos países en diversas ramas productivas donde, según el análisis comparativo estadounidense, estos imponen aranceles considerables a productos norteamericanos.
La propuesta revela una clara estrategia diferenciada: los países asiáticos, del Sudeste Asiático, África y aquellos considerados competidores en costos de producción, especialmente en manufacturas, enfrentarán tarifas recíprocas mucho mayores. Lo mismo ocurrirá con naciones no alineadas con el proyecto estadounidense. Los impuestos están particularmente enfocados en países con mano de obra barata que, según la perspectiva norteamericana, «se aprovechan» de Estados Unidos.
En contraste, aliados estratégicos reciben un trato preferencial. Reino Unido y Brasil enfrentan tarifas equivalentes (10% y 10%) a las que imponen a exportaciones estadounidenses. Similar consideración reciben países centroamericanos, sudamericanos y caribeños como El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Argentina, así como naciones de Oriente Medio como Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Israel. Esta diferenciación confirma que se trata de un esquema político, económico y estratégico diseñado para reforzar el liderazgo estadounidense en distintas regiones.
La propuesta arancelaria busca claramente mantener como aliados a Reino Unido en Europa, Brasil en Latinoamérica, Egipto en África y los países árabes en Oriente Medio. Simultáneamente, envía un mensaje a la mayoría de los países europeos: el único bloque relevante es el que Estados Unidos construya en sus esferas de influencia, no un nuevo bloque continental independiente que algunos países europeos, aliados con naciones del bloque socialista, pretenden establecer.
El impacto más significativo de esta política se concentra en las tarifas para la exportación de automóviles y autopartes, una medida diseñada para responder a las demandas del electorado estadounidense y especialmente a las empresas armadoras que constantemente denuncian el cierre de plantas y el creciente desempleo en estados anteriormente líderes en este sector.
Esta estrategia geoeconómica y política busca fortalecer el liderazgo estadounidense global, sin abandonar completamente a los países en desarrollo, a quienes responde con tarifas menores y transitorias, condicionadas al cumplimiento de compromisos específicos, como el fortalecimiento democrático en el caso de México.
Estados Unidos ejerce un papel hegemónico pero estratégico, aprovechando su posición como el mercado más grande del mundo. El mensaje es claro: «Ustedes también pongan su parte y ayúdenme a fortalecerme internamente para seguir siendo aliados». Esta visión político-empresarial refleja la formación y experiencia del mandatario como empresario, político y gobernante.
En este tablero global, China y Rusia representan los principales competidores, particularmente China en el ámbito comercial, donde los aranceles recíprocos son mayores. La estrategia estadounidense busca un equilibrio geopolítico en seguridad universal mientras reconoce la necesidad de modernizar sus procesos productivos, incluyendo los automotrices y manufactureros, para competir con los países asiáticos en costos de producción y mano de obra.
EL CASO DE MÉXICO
Para México, estas medidas afectarán inicialmente a la industria maquiladora, pero preservan las inversiones y el comercio amparados por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). México y Canadá quedaron exentos del arancel general del 10% impuesto por Estados Unidos, aunque ambos países siguen sujetos a aranceles del 25% para productos fuera del T-MEC, mientras mantienen la exención para productos dentro del tratado, que representan el 50.2% de las exportaciones mexicanas.
Según información oficial de la Casa Blanca, México y Canadá no estarán sujetos al arancel global del 10% anunciado por el presidente Donald Trump, y los productos que cumplan con las reglas del T-MEC mantendrán el trato preferencial de arancel cero. Mientras muchos países enfrentarán aranceles adicionales entre el 10% y el 50%, México y Canadá estarán exentos de la tasa arancelaria base.
La Casa Blanca ha especificado que «para Canadá y México, las órdenes vigentes sobre fentanilo/migración siguen vigentes y no se ven afectadas por esta orden», lo que significa que los productos que cumplen con el T-MEC seguirán sujetos a un arancel del 0%, mientras que los que no lo cumplen tendrán un arancel del 25%, y los productos energéticos y de potasa no conformes tendrán un arancel del 10%. En caso de rescindirse las órdenes sobre fentanilo/migración, los productos conformes con el T-MEC mantendrán su trato preferencial, mientras que los no conformes estarían sujetos a un arancel recíproco del 12%.
UN NUEVO ORDEN COMERCIAL
La estrategia arancelaria estadounidense representa mucho más que una simple política comercial; constituye una redefinición del orden económico global. En este nuevo paradigma, las relaciones bilaterales y las alianzas estratégicas prevalecen sobre los acuerdos multilaterales que caracterizaron la era de la globalización.
Para países como México, el desafío consiste en navegar hábilmente este complejo escenario, aprovechando su posición privilegiada en el T-MEC mientras diversifica sus relaciones comerciales. El tablero global ha sido reorganizado y las reglas reescritas. Aquellas naciones que comprendan la naturaleza dual —económica y geopolítica— de esta estrategia estarán mejor posicionadas para adaptarse a esta nueva realidad comercial donde Estados Unidos busca recuperar su hegemonía industrial mientras redefine sus alianzas estratégicas en un mundo cada vez más multipolar.
OPINIÓN
El príncipe y Maquiavelo

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Nicolás Maquiavelo (3 mayo 1469 – 21 junio 1527) logró pasar a la historia merced a su libro “El príncipe”, que escribió en su granja de retiro en 1513, y fue publicado luego de su muerte en 1532. El título original de la obra fue “De principatibus” que quiere decir “De los gobiernos de príncipes”.
La influencia de su tratado práctico de política es tan extensa que personajes como Napoleón Bonaparte, Carlos V, Henry Kissinger y una legión de “fans” le elogiaron y siguieron sus ideas.
Spinoza y Bacon defendieron sus afanes de libertad y la crudeza de términos, respectivamente. Voltaire lo vomitaba y, ya en el siglo XIX, Fichte y Hegel lo justifican y disculpan de las acusaciones de inmoralidad y poca ética en su obra.
Para saber un poco más sobre la “sucia política” (vox populi) recordaremos algunas frases e ideas de este controvertido, pero siempre nombrado, florentino.
“Un líder que hereda su reino encontrará menos problemas para gobernar y conserva el poder”.
“La gente acepta y respeta su poder porque viene de una larga tradición de liderazgo”.
“Un oponente estaría en desventaja, pues tendría que recurrir a la crueldad para ganarse el respeto, perdiendo el apoyo de la gente”.
Maquiavelo no era un improvisado. Sucedió al legendario Savonarola en la conducción política de Florencia. Nícolo medió o negoció con el Vaticano y las Cortes Italianas, francesas y alemanas, de 1499 a 1512.
Al caer la República de Florencia ante España, los Médici regresan al poder y torturan a Maquiavelo por considerarlo conspirador.
Se retiró a su granja donde escribió su famosa y ya citada obra, además de “El Arte de la Guerra e historia florentina”.
No hay político, en el mundo, que no haya siquiera sabido por interpósitas personas, lo que Maquiavelo escribió sobre los gobernantes, el poder y la política. Sus controversiales conceptos muestran y demuestran que el ser humano necesita siempre del poder. En escalas diferentes. Con escenarios distintos. Desde tiempos inmemoriales y por todos los rumbos del planeta.
“La conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad; la obsesiva persecución del poder y prestigio -cueste lo que cueste- deberá ser con independencia de consideraciones éticas que se posponen a ese fin”.
Aunque en su obra no figura la famosa frase “el fin justifica los medios” se infiere en algunos de sus textos.
Maquiavelo, oriundo de Florencia, donde nace el Renacimiento, concibe a la política como “el arte que no está sometido a reglas éticas; rompe así con la tradición griega donde se consideraba a la política como una gran ética y a la ética como una mini política”.
El hombre es malvado por naturaleza, sostiene Maquiavelo. Afirma que no responde a los altos ideales de la moral y que, por el contrario, actúa impulsado por los apetitos insaciables que dan como resultado la violencia. Esos “apetitos insaciables”, son, indudablemente, la ambición, la codicia y la ejercer la violencia, porque generalmente “los hombres son ingratos, volubles, simuladores, mentirosos, cobardes y ávidos de lucro”.
Afirma que “los hombres se apresuran a cambiar de gobernante cuando creen que pueden mejorar su suerte; nuestras vidas están marcadas por abismos de hipocresía; dado que el cumplimiento de la ley, a menudo, resulta inadecuado, tiene sentido recurrir al uso de la fuerza; un gobernante exitoso debe ser capaz de explorar tanto al hombre como a su lado bestial, puesto que nunca se reconocerá la autoridad de los Estados si las leyes no se respaldan con la demostración de poder que obligue a la obediencia”.
Cuando el objetivo es muy importante para el gobernante, no importa transgredir conceptos éticos o morales para conseguirlo.
El Top ten de las frases de Maquiavelo:1) El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia y el éxito; 2) Un príncipe jamás carece de legitimidad para, incluso, romper sus promesas; 3) De vez en cuando las palabras sirven para ocultar los hechos; 4) La política no tiene relación con la moral; 5) Todo mundo ve lo que se aparenta ser, pocos lo que realmente se es; 6) El odio se gana igual por las buenas que por las malas obras; 7) El que engaña encontrará siempre quien se deje engañar; 8) Los hombres ofenden primero al que aman que al que le temen; 9) Un hombre que quiere ser bueno entre los que no lo son… labra su propia ruina; 10) Las minorías no tienen sitio cuando las mayorías tienen dónde apoyarse.
Maquiavelo sostenía que el ser humano se debate entre su condición humana y el animal, porque la naturaleza humana es, predominantemente, instintiva. Afirma también que los gobernantes tienen una ética de responsabilidad y los gobernados la ética de la convicción.
Los especialistas en Maquiavelismos aseguran que la frase “el fin justifica los medios” no es de Nicolás, sino de la obra “Medulla theologiae moralis” (El núcleo de la teología moral) publicado en 1650 donde se indica “Cum finis est licitus, etiam media sunt licita” (Cuando el fin es lícito, también lo son los medios).
Algunos de nuestros ilustres políticos, confunden a El Príncipe, con El principito y- en palabras de Maquiavelo- son aquellos que no comprenden las cosas ni con explicaciones ajenas, porque no las entienden sin ayuda ni cuando otros se las muestran.
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