MUNDO
Los dos gobiernos pierden popularidad: Trump y Bolsonaro, los terraplanistas del COVID-19 al borde del precipicio

(Sputnik) — Mientras el mundo se ha paralizado ante la pandemia del COVID-19, los presidentes Donald Trump, de EEUU, y Jair Bolsonaro, de Brasil, se han puesto en el foco de la polémica al negar esta catástrofe mundial. Una postura que no solo está matando personas de a miles, sino que podría poner en riesgo su capital político.
Según varios analistas, la propuesta de Trump de «inyectar desinfectante a los pacientes para limpiar sus pulmones» o las declaraciones de Bolsonaro a favor de las movilizaciones sociales, desoyendo las recomendaciones de distanciamiento social, han hecho caer la popularidad de ambos mandatarios en los últimos meses.
El sociólogo, politólogo, profesor de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Atilio Borón, dijo a Sputnik que el precio a pagar por estas acciones puede ser muy caro para los dos presidentes.
«En el caso de Trump, su popularidad se ha visto disminuida, pero no ha caído de manera brutal (…) Mientras que Bolsonaro ha perdido el apoyo de las capas medias y de algunos grandes medios de comunicación», afirmó Borón.
Una encuesta realizada el 13 de marzo por la consultora brasileña Datafolha muestra que la aprobación de Bolsonaro disminuyó 33% en medio de la pandemia de COVID-19.
Mientras tanto, el exvicepresidente y actual candidato por el opositor Partido Demócrata de EEUU, Joe Biden, derrotaría a Trump por nueve puntos porcentuales, obteniendo 50% de los votos contra 41% de Trump, según una encuesta realizada días atrás por la Universidad de Monmouth.
Sin embargo, el sociólogo chileno Axel Callis dijo a Sputnik que la «pandemia puede arrasar con Bolsonaro, pero con Trump aún está en duda».
El especialista sostuvo que en el caso del mandatario estadounidense, los estados donde están más radicalizados los brotes de coronavirus son aquellos en los que normalmente pierde, por lo que la pandemia hasta el momento no implica un costo político importante.
«Lo que tiene que estar haciendo Trump es preocuparse por sus estados, que son los del centro, donde él tiene fuerza política y tiene que evitar un brote de COVID-19«, explicó Callis, director del área electoral de la fundación Chile21, un centro de estudios que analiza políticas públicas.
En relación a las encuestas, el sociólogo consideró que en EEUU no tienen validez, porque el sistema electoral en ese país es «muy distinto» al de Latinoamérica.
«Tú puedes tener más apoyo en EEUU y sin embargo perder la elección, eso fue exactamente lo que pasó en la última contienda electoral; las encuestas no son un parámetro», reflexionó.
CORONAVIRUS Y OSCURANTISMO
Borón, por su parte, consideró que Bolsonaro y Trump son líderes con carácter «oscurantista», que definió como la práctica deliberada de evitar que determinados hechos y conocimientos sean difundidos a la población.
«Son gente que rechaza y que se opone a los avances científicos y que por lo tanto sostienen tesis absolutamente absurdas; un ejemplo claro es el principal asesor de Bolsonaro, Olavo de Carvalho, que es un terraplanista, es decir, afirma que la tierra es plana. Ese tipo de pensamiento irracional, anticientífico y oscurantista caracteriza a Bolsonaro», dijo el analista argentino.
El 30 de mayo del año pasado, De Carvalho, considerado el «gurú» intelectual de Bolsonaro, dijo en Twitter que «no pudo encontrar nada que refute» los argumentos de los terraplanistas.
Por otro lado, Borón afirmó que Trump «no presta mucha atención a lo religioso» y es un «poco más inteligente» que Bolsonaro, ya que maneja «muy bien» sus negocios personales, pero no a nivel de la economía de un Estado.
«Estamos hablando de dos dirigentes que no están a la altura de sus responsabilidades y los grandes desafíos a los que los expuso la Historia; eso se ve en los números de muertos» por el COVID-19, afirmó.
CRISIS EN BRASIL
Callis dijo a Sputnik que «no está claro» que Bolsonaro pueda salir de esta crisis sanitaria, ya que hay rumores de impeachment y de que algunos gobernadores están buscando consensos para deshabilitarlo en la gestión de la pandemia.
«Las dos promesas por las cuales Bolsonaro gana la presidencia es la prosperidad económica y la seguridad. Sin embargo, la crisis económica que hay en Brasil es enorme, lo que va a generar más delincuencia. Con esto va a comprometer su posible reelección», reflexionó.
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, dijo el 7 de mayo que la economía está comenzando a colapsar, advirtiendo que líderes empresariales le están diciendo que hay un peligro de que la producción quede paralizada y haya una falta de alimentos en las estanterías dentro de 30 días.
Por su parte, Bolsonaro afirmó que ya se destruyeron 10 millones de empleos y que 38 millones de trabajadores informales vieron cómo su renta disminuyó drásticamente.
JALISCO
Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

– Por Mario Ávila
El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.
Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.
Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.
Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.
Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.
La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.
Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
MUNDO
La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.
Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.
El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.
En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.
Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.
LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL
Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).
Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.
El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.
Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).
El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.
El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.
ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA
Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.
Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.
La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.
Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).
Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.
EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO
La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.
El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.
El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».
La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.
Continuará…