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CULTURA

Estampas de Jalisco: Exposición Jalisco en la Mira de Víctor Haro Gallery, reúne a más de 50 artistas

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Por Francisco Junco //

Desde la mirada de más de 50 artistas y fotógrafos, han plasmado en una colección, con estampas de Jalisco, la exposición Jalisco en la Mira, para conocer la tierra del Tequila, del Mariachi, de la Minerva, de los Arcos del Milenio, de Tlaquepaque, de Chapala, el río Santiago, de las Calandria, de la Catedral Metropolitana y tantos colores y rostros, están en la exposición que, Víctor Haro Gallery y Galería Ike’ri de Claudia Ángeles, realizan en la capital de Jalisco.

Jalisco en la Mira, es una exposición que invita a sumergirse en la rica y vibrante cultura de Jalisco a través de la mirada de destacados pintores y del lente de fotógrafos jaliscienses. Cada obra trasporta a un rincón único del estado, capturando la esencia de sus paisajes, tradiciones y gente. A través de un enfoque meticuloso y siendo fieles a sus estilos propios, los artistas han plasmado en sus lienzos y los lentes, la belleza natural y enfocando a detalles de Jalisco.

Cada obra contiene elementos que nos permiten apreciar más allá de la belleza estética, la profunda conexión que los artistas tienen con su tierra natal.

“Son estampas de Jalisco, es un colectivo de los artistas más representativos de aquí de Jalisco, del cual me hacen el gran honor y favor de incluirme. Yo soy parte de este colectivo. Son artistas que han tenido muy buena presencia en el ámbito de aquí de Jalisco. Y ahora me incluyen a mí, aunque yo soy foráneo y ya tengo muchos años acá. Y ahora yo soy paisano de Jalisco”, dijo Víctor Haro.

Esta obra, itinerante, que se había presentado en Colima, Nayarit y en Guadalajara, aunque en pequeños fragmentos o etapas, ahora estará completa, con toda la colección de pinturas y fotografía que la componen, hasta el mes de agosto en el Hotel Fiesta Americana Guadalajara

Entre los artistas, Víctor Haro mencionó que se encuentra Rosario Lascano, Marco Sosa, Martín Hernández, Raúl Muñoz, Ricardo Mejorada, Bautista Comala, que tiene piezas en palco también, en sus murales, Verónica Jiménez, Érica Morentín, Michelle Ochoa y Carlos Ibarra, entre otro muchos.

Víctor Haro, explicó que el concepto de la colección era expresar a Jalisco, no se limitó al artista para realizar su obra, simplemente era plasmar, con sus propios recursos, la parte que más les guste del estado, paisajes, personas, momentos, olores o colores, lo que los inspirara a plasmar una “estampa de Jalisco”.

“Yo hice La Estampida, con el Matute Remus. Hay quienes hicieron la Minerva. Hay quienes hicieron las Tres Gracias, que son la escultura de Sergio Garbal. Hay quienes hicieron el teatro de Degollado. Cosas de Tepa, de Chapala. Hay otras que son de los altos de Jalisco. Tenemos como diferentes estampas. En pintura y fotografía”, especificó.

Víctor Haro, apuntó que los artistas plasmaron sus obras con dos diferentes estilos, el figurativo y abstracto, incluso el abstracto tiene su figurativo, “tiene sus formas que te llevan al espacio que está representando el artista”.

“El estilo abstracto son formas que no llegan a ser figuras específicas. Y el figurativo es ya muy identificable. Como si fueran más o menos fotografías. Pero aquí, por ejemplo, esa que estamos viendo allá, que es abstracta, pero al mismo tiempo, la ves desde arriba y se ve que es una arteria de Guadalajara, con lo que son las calles. Y hay otras que son también como figuras nada más, pero ya las ves bien y ya tienen formitas que te llevan a una parte ya sea de Guadalajara o de alguna parte del estado. Sí, es muy interesante la propuesta de cada uno de los artistas”, explicó Víctor Haro.

Para el director de Víctor Haro Gallery, la exposición, compuesta por 65 piezas, refleja la pasión y el amor que tiene cada artista por su lugar de origen, donde tener una manera de representarlo a partir del arte o del lente fotográfico.

Para el arranque de esta exposición artística, con el corte de listón, acompañaron a Víctor Haro, la regidora de Guadalajara, Rosy Fregoso, en representación del presidente municipal interino de Guadalajara, Juan Francisco Ramírez Salcido y Claudia Ángeles, promotora cultural y directora de la Galería Ike’ri.

La regidora Rosy Fregoso apuntó en su intervención que, el arte es lo que nos puede acercar más a todos los seres humanos y “tocar un poquito de su corazón. Estas maravillosas pinturas y fotografías aquí expuestas, representan un poquito de cada lugar de Jalisco”.

“Cuentan con nosotros, con todo el apoyo del Ayuntamiento de Guadalajara, para seguir con este tipo de exposiciones que nos tienen que acercar más a la cultura y así, tratar de tener a los jóvenes dedicados a la pintura, la escultura, la fotografía, a todo tipo de arte porque, bien sabemos que, una persona que se dedica al arte es una persona menos que va a tener un arma en sus manos y así vamos a evitar la delincuencia y vamos a fomentar la cultura de la paz”, expuso la regidora.

Claudia Ángeles, directora de Galería Ike’ri, recordó que este proyecto inició en el marco de un aniversario de Jalisco, donde se pudo vincular lo que puede hacer un pintor y dar a conocer la esencia de los que es Jalisco, “de ahí salió esta convocatoria para varios artistas, para que pudieran, sin salirse de lo que viene siendo su forma de pintar, tener un toque, un lugarcito o algo de lo que viene siendo Jalisco”.

“Fue muy importante el que, de alguna manera, ellos pudieran transmitir bajo su técnica, su pincelada, su estilo, su paleta de colores, podernos transmitir a qué lugar, a qué escultura, a qué sitio y bueno también con los fotógrafos. Muchísimas gracias a la participación de todos los fotógrafos que participaron porque, de alguna manera, la fotografía nos acerca completamente a ver aquellos lugares que muchas veces pasamos desapercibidos”, explicó.

Verónica Jiménez, artista plástico con “Las Pistolas” del González Gallo

Como uno símbolo importante del oriente de la ciudad y la recuperación de espacios públicos para las familias, “Las Pistolas” del Parque González Gallo, fue lo que inspiro a Verónica Jiménez, artista plástico, a realizar su obra en la colección Jalisco en la Mira, bajo la técnica del abstracto.

“Mi pieza se llama Las Pistolas de Matías y son, precisamente, las que están afuera del Parque González Gallo. Tiene muchas cosas, pero yo le digo Las Pistolas, aunque desde otra perspectiva parecen jirafas, pero bueno, esta estructura de cemento amarillo que está a la entrada principal del parque, es la estructura que yo tomé, o la iconografía o el simbolismo de la ciudad, para ser representado”, narró la artista.

Verónica Jiménez, explicó que escogió esta estampa, por que suponía que muchos de los artistas se iban a ir con los símbolos clásicos de Guadalajara, como es La Minerva, La Catedral, el Hospicio Cabañas o el Degollado, pero ella decidió irse al oriente, donde también “hay ciertos símbolos bastante interesantes” y que, además, le recuerdan mucho a su niñez, cuando su padre las llevaba a este icónico parque.

“Recordaba aquellos paseos con mi papá en ese parque y dije, este es el momento de ponerlos. Es parte de lo que yo he vivido de la ciudad y de las cosas que más me gustan, las cosas que yo recuerdo muy interesantes de la zona de oriente”, apuntó.

Los artistas

Julia Ávalos, Rosario Lascano, Ana Kuki, Bautista Comala, Jessica Oliva, Rosana Subier, Daniela Pérez Verdía, Alejandra González Pérez Verdía, Maricarmen Sousa, Jessica Kafka, Verónica Jiménez, Ana Ruth Pérez, Francisco Sánchez Fargo, Erika Morentín, Gabriel Reyes, Carla Navarro, Mer Rodríguez, Raúl Muñoz, Ricardo Mejorada, Homero Reola, Marco Sosa, Mage Mora Salas, Rubén García, Michelle Ochoa, Víctor Haro, Alejandro Ramírez Lovering, Nati Olivares, Laura Garza, Salvador Santana, Juan Manuel Villa, Héctor Javier Ramírez, Laura Elevomos, Gabriela Natera, Carlos Ibarra, Alicia Lozano, Oscar Martínez Camarillo, Alfredo García Andrade, Pablo Fernández del Valle, Alejandra Sube, Monserrat Soriano, Iván Alberto Ramos Torres, Claudia Domínguez García, Rosy Cárdenas Díaz, Ricardo Cueva, Tania Sermeño, Alfredo Valencia, Martín Hernández, y por último y no menos importante Hernández García.

Corte del listón de la exposición “Jalisco en la Mira” que desde la pasada semana se puede admirar y disfrutar en el Hotel Fiesta Americana.

 “Jalisco en la Mira” es una exposición que invita a sumergirse en la rica y vibrante cultura a través de la mirada de destacados pintores y del lente de fotógrafos jaliscienses

Maricarmen Souza, artista plástica, participa en esta exposición colectiva.

“Son estampas de Jalisco, es un colectivo de los artistas más representativos de aquí de Jalisco, del cual me hacen el gran honor y favor de incluirme”, comenta Víctor Haro. Esta obra, itinerante, que se había presentado en Colima, Nayarit y en Guadalajara, aunque en pequeños fragmentos o etapas, ahora estará completa, con toda la colección de pinturas y fotografía que la componen, hasta el mes de agosto en el Hotel Fiesta Americana Guadalajara.

Entre los artistas, Víctor Haro mencionó que se encuentra Rosario Lascano, Marco Sosa, Martín Hernández, Raúl Muñoz, Ricardo Mejorada, Bautista Comala, que tiene piezas en palco también, en sus murales, Verónica Jiménez, Érica Morentín, Michelle Ochoa y Carlos Ibarra, entre otro muchos.

 

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CULTURA

Obra de Ernesto Ríos: «Códigos», lo que hay detrás de lo que vemos

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-Por Gabriela Andrade

Desde el 3 de julio de 2025, el Centro de las Artes de San Luis Potosí alberga una muestra que no solo reúne obra visual, sino también pensamiento crítico, investigación y sensibilidad poética. Se trata de “CÓDIGOS”, exposición individual del artista, investigador y académico Ernesto Ríos, que se presenta en la Galería Central del CEART con entrada libre y una duración extendida durante el verano.

La exhibición ha sido curada por Gabriela Gorab, quien propone una lectura del trabajo de Ríos como un acto de desciframiento de los lenguajes invisibles que componen el mundo: desde algoritmos hasta estructuras celulares, pasando por patrones ancestrales y símbolos tecnológicos. En palabras de Gorab, esta obra se entreteje con el latido profundo de lo que no vemos, un lenguaje encriptado en la biología, el arte y la conciencia.

UN ARTE QUE PIENSA, RESPIRA Y CALCULA

La exposición toma como punto de partida el cruce entre arte, ciencia y espiritualidad. Cada obra puede entenderse como una suerte de “interface” visual entre lo humano y lo inmaterial. Ernesto Ríos investiga desde hace años la naturaleza del patrón, tanto en lo visual como en lo conceptual. En “CÓDIGOS”, esto se manifiesta en una serie de pinturas monocromáticas que integran formas geométricas, estructuras fractales, matrices numéricas y efectos ópticos.

Estas imágenes no están hechas solo para ser contempladas, sino para ser interpretadas. Sus secuencias recuerdan lo que podríamos encontrar en un microscopio o en un telescopio: células en mutación, tejidos en movimiento, constelaciones, redes neuronales. Sin embargo, nada es literal. Ríos sugiere más que describe. Como él mismo ha expresado en otras ocasiones, su obra busca que el espectador complete el sentido, como si el arte fuera una suerte de código que necesita ser traducido desde la intuición.

CERÁMICA COMO ALQUIMIA

Además de su producción pictórica, “CÓDIGOS” incorpora una serie de esculturas cerámicas realizadas con la técnica del raku, una práctica japonesa que implica la cocción a alta temperatura, la quema con fuego abierto y el enfriamiento abrupto. Este proceso, controlado solo parcialmente por el artista, permite resultados inesperados: craquelados, texturas quemadas, tonalidades metálicas, superficies carbonizadas.

El resultado es un conjunto de piezas que, aunque nacen del fuego, parecen emerger de tiempos arcaicos, como si fueran vestigios de una civilización futura o mensajes enviados desde una dimensión paralela. Según Ríos, esta técnica le permite introducir el azar en su proceso creativo, estableciendo una conversación directa con los elementos: tierra, agua, aire y fuego. “Trabajar con raku es aceptar que no todo está en mis manos”, comentó el artista en una entrevista previa. “Es un diálogo con la materia”.

RESONANCIAS DE PANDEMIA Y TRANSFORMACIÓN

Una de las obras más significativas de la exposición es “Skull SARS‑CoV‑2”, una pieza que retoma la forma de un cráneo humano para integrarle el código genético del virus del COVID-19. No se trata de una representación mórbida, sino de una reflexión sobre cómo la biología, la ciencia y la historia se entrelazan. Para Ríos, la pandemia fue un momento que nos obligó a mirar los sistemas que sostienen la vida y también a repensar el lenguaje del miedo, de la resistencia y de la adaptación.

“La obra no busca retratar una amenaza, sino señalar un proceso de reconfiguración”, explicó. “El virus fue también un catalizador para reentender la vulnerabilidad humana y la interconexión del planeta. Lo que parece desorden puede ser parte de un nuevo equilibrio”.

UNA CURADURÍA DE ESCUCHA PROFUNDA

Gabriela Gorab, curadora de la exposición, ha enfatizado que “CÓDIGOS” no se limita a una exhibición estética. “Es una experiencia sensorial, filosófica y espiritual. Las obras de Ernesto están hechas con los ojos abiertos, pero también con los poros, con la memoria, con el cuerpo”, ha declarado. La muestra, en ese sentido, propone que cada visitante realice su propia lectura, encontrando en las formas abstractas una resonancia íntima, un eco de algo que quizás aún no sabe nombrar.

Para Gorab, el trabajo de Ríos crea una coreografía visual en la que todo está relacionado: la geometría con la biología, el sonido con la vibración, el pasado con el porvenir. “Este arte no nos dice qué pensar, pero sí nos invita a pensar distinto”, expresó.

TRAYECTORIA SÓLIDA, MIRADA INQUIETA

Ernesto Ríos nació en Cuernavaca, Morelos, y es doctor en Artes Visuales por el Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT), en Australia. Su obra ha sido expuesta en México, Argentina, Australia, Alemania, Chile y otros países, en más de 70 exposiciones colectivas y 29 individuales. Fue el primer artista latinoamericano en ganar el Premio Siemens-RMIT de Artes Visuales en 2010.

Actualmente, combina su práctica artística con la docencia y la investigación como profesor en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), donde impulsa proyectos de arte contemporáneo con un enfoque transdisciplinario.

EL ARTE COMO CÓDIGO VIVO

“CÓDIGOS” es, al mismo tiempo, una exposición sobre el presente, una mirada hacia el futuro y una evocación de los saberes antiguos. Nos recuerda que todo lo que vemos —y lo que no— responde a estructuras, algoritmos, vibraciones. Nos propone que el arte puede ser también una herramienta de investigación, una vía para abrir portales y formular nuevas preguntas.

Disponible durante varias semanas en el CEART de San Luis Potosí, esta muestra no solo merece ser visitada: merece ser leída, descifrada y sentida.

 

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CULTURA

Entre libros y lectores: ¿Negocio o fomento a la lectura?

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-Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias

Finalizó el magno remate de libros en Guadalajara en su cuarta edición. En ella participaron editoriales independientes, nacionales, librerías de viejo e iniciativas como cita a ciegas con un libro.

El espíritu el evento es fomentar la lectura y la cultura en los tapatíos, para otros sectores, la verdadera finalidad es ayudar a las editoriales a deshacerse de su inventario viejo, también conocido como inventario envejecido, inventario muerto o inventario obsoleto, es decir, libros que han permanecido sin venderse durante un periodo prolongado, ocupando espacio en los almacenes y sin retribuir los costos de producción utilizados.

El evento es organizado por la Secretaría de Cultura de Jalisco y las editoriales participantes, con el fin de ofrecer a los asistentes libros con descuentos desde el 40% hasta el 70%, se podían encontrar libros desde 20 pesos. Estos descuentos pueden ser percibidos como una forma de animar al público a acercarse a la lectura y la cultura.

Pero para un sector más crítico de escritores, editoriales locales y público asiduo a comprar libros en físico, el evento tiene un fin comercial con un pretexto cultural, ya que las librerías grandes o establecidas, en esta cuarta edición Penguin y Gonvill, no ponen en descuento lo más nuevo o vendido de su catálogo, simplemente asisten con su stock regular buscando generar ventas o poniendo en descuento aquellos títulos que no han logrado vender y necesitan desalojar de sus almacenes para hacer espacio a nuevos embarque.

En sus redes sociales, algunos asistentes criticaron la falta de títulos actuales, señalaron que, en su mayoría, se trataba de libros de autoayuda, manuales de cocina, segundas o terceras partes de sagas no reconocidas o títulos de literatura clásica. Por lo que su experiencia no fue muy satisfactoria, aun así, los que se dedicaron a buscar y rebuscar en los montones de libros encontraron algún libro de su agrado.

Vendedores y consumidores tienen razón, sus posturas son válidas y no son incompatibles. La industria editorial es un negocio, cuya finalidad es producir ganancias, como cualquier otra industria. Por ello busca estrategias que acerquen al público a sus productos. El debate se da por el tipo de producto que manejan, libros. La asociación entre libros y cultura es natural, y al ser un bien intangible, de dominio público y un derecho de cualquier ser humano, el relacionarlo con el ámbito comercial genera escozor en los sectores más puristas, tradicionales o idealistas.

No es una crítica a estos grupos, la cultura es fundamental en el desarrollo del individuo y aspirar al desarrollo de ella debe ser un objetivo de cualquier sociedad y son estos mismos grupos los que suelen mantener viva escena cultural del estado. Pero cultura e industria no deberían percibirse como antagónicos, sino complementarios. Ambos tienen un fin en común, acercar a las personas a los libros.

Se puede objetar que a las editoriales no les interesa el tipo de libro, el uso que se le dé o si son leídos o no; simplemente quieren vender la mayor cantidad de ejemplares posible. Las editoriales o librerías no tienen la función de fomentar el gusto por la lectura, su función es ofrecer los productos que el público demanda; leerlos o no es decisión del comprador.

Entonces, ¿para qué sirve un libro que no es leído? Es ahí donde los sectores culturales, ajenos a los intereses comerciales, pueden colaborar, despertando el interés en la lectura, en el saber. Si alguien compra un auto, una máquina para ejercicio o cualquier otro producto y no lo utiliza, no se culpa al vendedor, sino al consumidor, incluso se podría argumentar que es su inversión y está en todo su derecho de hacer o no hacer con ella lo que quiera.

Según el módulo de análisis sobre la lectura en 2024, realizado por el INEGI, en México la población alfabetizada que practica la lectura es del 69.6%. Los libros siguen siendo lo más leído, con un 41.8% del material leído, que incluye también a periódicos, páginas de internet, revistas e historietas. No se aclara si se trata solo de libros físicos o si se incluyen las versiones digitales, pero sí se menciona que el acceso gratuito a materiales de lectura aumentó de 55.6 % en 2015 a 66.7 % en 2024.

Es decir, los lectores están recurriendo al material gratuito, una de las razones es el costo de adquirir un libro nuevo, en 2024 el salario mínimo en México fue de $248.93 por día, por lo que comprar un libro nuevo, en promedio, implica mínimo un día de trabajo para los trabajadores con salario mínimo.

Eventos como este, buscan promover la compra de libros en grupos que no tienen los recursos suficientes para adquirir un ejemplar de forma regular. El público al que busca llegar no es el que asiste de forma regular a las librerías o al FIL, donde los costos de los libros se incrementan tanto por la renta de espacios y la logista que implica armar un evento así, sino a aquellos que no cuentan con los recursos para adquirir de forma regular o en la cantidad que ellos quisieran.

Y es verdad que, al tratarse de un remate, los libros que se ofrecen no son los más demandados sino aquellos que no han logrado entrar en el gusto de los consumidores, pero eso no significa que carezcan de valor cultural o que no puedan ofrecer algo de interés.

Porque los libros son algo especial, en palabras de Rubén Darío: “El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”. Es necesario promover y fomentar no solo su compra, labor de las editoriales y librerías, sino su lectura, ya sea de forma virtual o digital, es labor del gobierno, instituciones públicas y privadas, así como de las familias, no el formar un hábito sino un gusto, por lo que la escena cultural del estado y las editoriales y librerías deberían realizar esfuerzos conjuntos y no de forma asilada o incluso antagónica.

 

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CULTURA

Tlaquepaque celebra la edición XLVIII del Premio Nacional de la Cerámica

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-Por Raúl Cantú

En una vibrante ceremonia que reunió a artesanos de todo México, el Centro Cultural “El Refugio” fue el escenario de la edición XLVIII del Premio Nacional de la Cerámica, un evento que celebró la tradición, el talento y el arte popular.

Con un récord de 912 participantes, esta premiación destacó la importancia de la cerámica como patrimonio cultural y económico de México, consolidando a Tlaquepaque como la Villa Alfarera y un referente nacional.

La presidenta municipal, Laura Imelda Pérez Segura, resaltó el valor ancestral de la cerámica, un arte de más de 4,000 años que fusiona tradición prehispánica y técnicas modernas. “En Tlaquepaque, como Pueblo Mágico y centro de la mexicanidad, asumimos la misión de preservar este oficio milenario”, afirmó.

Este año, la bolsa de premios creció un 50% hasta los 2.79 millones de pesos, entregando 36 galardones en categorías como cerámica tradicional, contemporánea, infantil y juvenil, además de reconocimientos por trayectoria.

En esta edición participaron artesanas, artesanos y ceramistas de diferentes estados de la República, como: Estado de México, Jalisco, Tlaxcala, Michoacán, Coahuila, Guerrero, Chihuahua, Aguascalientes, Veracruz, Ciudad de México, entre otros. 

Los premiados fueron los siguientes de acuerdo con cada una de las categorías que a continuación se mencionan:

GALARDÓN NACIONAL DE LA CERÁMICA TRADICIONAL

Martín Hernández Sánchez, originario del Estado de México, con la obra «Una Pequeña Gran Obra». 

 TALENTO INFANTIL

Primer lugar, Fabiana Soteno Jiménez, originaria del Estado de México, con la obra “Muertito y Coleando”; segundo lugar, Abdiel Abdiel Valenzuela Ramos, originario de Coahuila, con la obra “Norteña” y tercer lugar a Erika Guadalupe Zacarías Pascual, originaria de Michoacán, con la obra “Mis Emociones.”

Mención Honorífica Fabrizio Torres Meneses, originario de Tlaxcala, con la obra “Mi Pulquero Tlaxiquero”.

TALENTO JUVENIL

 Primer lugar, Florencia Soteno Jiménez, originaria del Estado de México, con la obra “Recipiente de los Sueños Imperecederos”; segundo lugar, Mane Aranza Delgado Fraire, originaria de Coahuila, con la obra “Juguemos” y tercer lugar, Darío Soteno Esquivel, originario del Estado de México, con la obra “Niños con las Máscaras”.

PREMIOS POR TRAYECTORIA

Premio Ángel Carranza: Gerónimo Ramos Flores, de Tonalá, Jalisco.

Premio Pantaleón Panduro: Saúl Camacho Rodríguez, del Estado de México. 

 CATEGORÍA: ALFARERÍA VIDRIADA SIN PLOMO 

Premio San Pedro Tlaquepaque: Cristian Rodrigo Sebastián Contreras, originario de Michoacán, con la obra «Juego de Té Purépecha».

Premio Jalisco: Antonio Martínez Reyes, originario de Michoacán, con la obra «Olla Punteada Primaveral». Premio Nacional: Marcelo Montoya Vázquez, originario del Estado de México, con la obra «Cazo Decorado». 

 CATEGORÍA: BRUÑIDO TRADICIONAL

Premio San Pedro Tlaquepaque: Carolina Medina Santana, originaria de Michoacán, con la obra «Cántaro Matizado Bruñido». 

CATEGORÍA: VIDRIADO TRADICIONAL

Premio San Pedro Tlaquepaque: Antonia Cerano Gutiérrez, originaria de Michoacán, con la obra “Piña Flor Naciente”.

CATEGORÍA: POLICROMADO TRADICIONAL AL FRÍO

Premio San Pedro Tlaquepaque: Tomasa González Sánchez, originaria de Michoacán, con la obra “California en Llamas (Hollywood)”.

CATEGORÍA: TRADICIONAL ALISADO Y DECORADO EN ENGOBES*

Premio San Pedro Tlaquepaque: Yesenia Lorenzo Camilo, originaria de Guerrero, con la obra “Danza de Chinelos”. 

CATEGORÍA: FIGURA EN ARCILLA

Premio San Pedro Tlaquepaque: Luis Timoteo Vicente Jacobo, originario de Michoacán, con la obra «Cantina el Diablito Feliz». Premio Jalisco: Guadalupe de la Cruz Torres, originaria de Michoacán, con la obra «Velatorio de Monjas Coronadas». Premio Nacional: Gerardo Tena Sandoval, originario de Chihuahua, con la obra «Cuidemos la Fauna».

 

CATEGORÍA: CERÁMICA EN MINIATURA

Premio San Pedro Tlaquepaque: Rolando David Rodríguez Herrera, originario de Aguascalientes, con la obra «Días de Fiesta». Premio Jalisco. Carlos Ignacio Ávalos Ruiz, originario de Michoacán, con la obra «Los Trastecitos de mi Abuela». Premio Nacional. José Adolfo Soto Díaz, originario el Estado de México, con la obra «La Tlanchanita de Metepec».

CERÁMICA NAVIDEÑA

Premio San Pedro Tlaquepaque: Elizabeth Castañeda Escobar, originaria de Veracruz, con la obra «Burrito Sabanero». Premio Jalisco: Miguel Ángel González Mesillas, originario del Estado de México, con la obra «Nacimiento». Premio Nacional. Blanca Jiménez Flores, originaria del Estado de México, con la obra «Buenos Días Jesús». 

CATEGORÍA: ESCULTURA EN CERÁMICA

Mención Honorífica: Carlos Vázquez Macías, originario de Jalisco, con la obra «Hijos de Maíz» y Manuel Alejandro Romo Razón, originario de Jalisco, con la obra «Gallito de Verano». Premio San Pedro Tlaquepaque: Marina Santana González, originaria de Jalisco, con la obra «Santanaceramica@gmail.com«. Premio Jalisco: Ángel Martín Álvarez Rivera, originario de la Ciudad de México, con la obra «Ello, Yo y Super Yo». Premio Nacional: José Miguel Quisberth León, originario de la Ciudad, con la obra «Imaginari». 

CATEGORÍA: CERÁMICA CONTEMPORÁNEA

Premio San Pedro Tlaquepaque: Emmanuel Abelardo Zavala Flores, originario de Veracruz, con la obra “Modernidad Efímera”. Premio Jalisco, Brian Gregorio Corres Hernández, originario de Oaxaca, con la obra “Polilla”. Premio Nacional. Constanza López Caparros Íñiguez, originaria de Veracruz, con la obra “Manglar”.  

CATEGORÍA: CERÁMICA TRADICIONAL

Premio Jalisco: Esperanza Felipe Mulato, originaria de Michoacán, con la obra «Fiesta de San Pedro y San Pablo». Premio Nacional. Alfredo Felipe Rivera, originario de Michoacán, con la obra “Alfarería”. 

En el evento estuvieron presentes el secretario de Cultura del Estado de Jalisco, Luis Gerardo Ascencio en representación del gobernador Pablo Lemus Navarro y David Gallegos Soto, director general del Patronato Nacional de la Cerámica.

Para todos los interesados en adquirir alguna de las piezas concursantes, el Centro Cultural “El Refugio” cuenta con un espacio para la exposición y venta de las artesanías participantes, mismo que estará abierto al público hasta el 03 de agosto de 9:00 a 18:00 horas.

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